viernes, 6 de septiembre de 2013

Conversando desde la Amistad 292)


Conversando desde la Amistad (292)

Palestina e Israel
La paz es posible. La condición es el cambio del sentido común, de la convivencia y de la conciencia.
 Encuentro 29-8-2013

El título es una conclusión anunciada. La paz es posible si cambia el sentido común hegemónico y ello implica un proceso de desarrollo personal,  grupal, de redes, de la educación, de la política.
Un tener en el centro  la necesidad de llenar un gran vacío, el de reflexionar, sentir, aprender, dialogar, sobre el ser humano, sobre quién somos estos  sujetos que hemos entrado en la era planetaria m estos seres complejos  que ponemos un  satélite en Marte y permitimos que una parte de la humanidad se  muera de hambre y que siga en gran escala la producción y el comercio de armamentos.
La paz segura, la que llegue a estar tan afianzada en el sentido común como el rechazo del canibalismo, requiere una nueva política, una política más grande y profunda  que la economía, y  los juegos de poder , una política del ser humano en armonía con la naturaleza, en militancia en la vida.
Esa política se funda en la naturaleza del ser humano, inseparable de su contexto, de las muchas dimensiones de su ecología.
Es aplicada,  asume  que hay conflictos, que la paz  debe ser  cultivada, recuerda el relato de Kant sobre un hostelero holandés que tenía pintado un cementerio bajo el  título irónico de la paz perpetua.
No, la paz es con vida, con conflictos, con  una cultura hegemónica  que aúna la ayuda mutua y  la equidad  con el respeto a las diferencias. La paz es práctica de la salud, en un sentido integral.
Trataremos  de seguir mostrando los sesgos en que nos basamos para  este marco referencial,
Primero, daremos unas viñetas, episodios, pequeñas  experiencias que nos sirven de  ilustración  y anticipo de lo que  deseamos expresar. Luego, vendrán  unas notas  sobre la situación, la crisis global. Finalmente, desarrollo humano.

Algunas viñetas introductorias
Podemos ser amigos
1948, plena guerra  entre judíos y Palestinos,  conversamos tres grandes amigos, Samir Nazal, Alberto Rubio  y yo.  Se cruza un conocido. Pregunta  con sorna ¿Alberto, estás  de  árbitro  entre el turco y el judío? Contestación: no, soy parte de un trío de grandes amigos. Efectivamente, fuimos inseparables.
Debe ser judío
Estoy recién recibido  de médico.  Viene  a verme un colega muy cercano.  Llaman la atención sus rasgos  faciales bien típicos de los pueblos andinos.
Mi abuelo está de visita. Es una persona muy bondadosa, muy cordial, especialmente cortés. Me llama la atención que permanezca cerca de nosotros  mientras  conversamos.
Se va mi amigo. Comenta mi abuelo: Es inteligente tu amigo. Pregunta ¿Es judío?

Compromiso y exterioridad
1953 Festival de la  juventud en Bucarest, por la Paz y la Amistad 32000 delegados. Preside la delegación chilena  José Toha. Anima la alegría general Augusto Olivares. Homenajea a Rumania y su  premier Petru Groza llevándonos a cantar “Don Pedro Aguirre Cerda y su distinguida esposa que bien hubieran estado aquí con Petru Grossa”. Gran fraternidad entre todas las delegaciones. Se anuncia el fin de la guerra en Corea. Profunda emoción. Empieza en forma espontánea un grito desde el fondo del ser, con treinta mil voces: ¡La paz en Vietnam, la Paz en Vietnam! Se me acerca un delegado chileno. Un estudiante  que  estaba  haciendo turismo en Europa y se infiltró en el festival. Comenta: ¿te das cuenta lo que hace el ritmo? Al lado nuestro  se abrazaban un coreano y un norteamericano.

La Confianza
1972 Estoy en un  Congreso internacional de Salud mental en Jerusalén. Es el tiempo de la Unidad Popular. Traigo un trabajo sobre grupos de apoyo  a la participación en salud en Chile, una delegada critica: eso es terreno para un demagogo.  Salgo a caminar por Jerusalén antiguo. Desde la ventana  de un café  unos jóvenes  me invitan a sentarme con ellos. Torpemente, no sé por qué,  farfullo…yo soy  judío. Me contestan: ¿Ya, todos somos personas, de alguna parte? Tómese el cafecito, amigo, conversemos.

Los  nacionalismos.
Mi tío Abraham Drapkin o Daróm vivía en Israel, había sido   embajador y vice ministro de relaciones exteriores. Él, zionista, yo no. Habíamos sido muy cercamos  mientras permaneció en Chile.  A pesar de la diferencia de edad, fue un puntal  en mi formación, gracias a su trato de igual a igual. Empiezan los acuerdos de Oslo y lo llamo  para felicitarlo- No, me dice, esto no va a resultar, son dos nacionalismos…
Son dos nacionalismos en la época de la globalización. La globalización económica, la globalización sin humanización. La globalización que no  ha superado el nacionalismo, ni mucho menos  su raíz autoritaria.
Cuando mi  abuelo separaba a los judíos de los no judíos, cuando alguien duda de que un palestino y  un judío pueden ser muy amigos, cuando alguien no confía en la participación de la comunidad en tareas de salud, cuando dos pueblos no pueden dialogar,  tenemos un problema de desarrollo humano, Rémoras un problema de salud en sentido de la salud integral. Rémoras autoritarias.
En este momento lo que vivimos es una crisis de época, de  evolución Una crisis de salud integral.
Es la crisis de evolución que lleva  a pensar en  la crisis del desarrollo humano como tal  Crisis que  conduce  a la consideración de la naturaleza humana  A la crisis constitutiva del ser humano.
Crisis por la tensión entre el desarrollo científico tecnológico, espectacular, a nivel utópico, al estilo de la ciencia ficción, en contraste con el desarrollo estagnado de la convivencia, de las conciencias, de los derechos.
Crisis por enormes desigualdades, por pobrezas económicas y pobrezas espirituales, por violencia, por soledad, por ruptura con la naturaleza, por relaciones  instrumentales y de explotación entre  los seres humanos.
Crisis por la tensión entre el economicismo individualista, frívolo y los fundamentalismos dogmáticos.
Crisis por el debilitamiento de los referentes  libertarios, sociales, y los espirituales tradicionales.
Crisis por la falta de conciencia  generalizada de que estamos en  una crisis de desarrollo humano, del derecho de los humanos a ser humanos
Crisis porque han surgido diversas respuestas al economicismo y al fundamentalismo. Se dan, incipientes, plenos de diversidad, los primeros brotes, en distinto grado de maduración, de un nuevo paradigma cultural básico.
Son movimientos culturales como los derechos  humanos, el diálogo de culturas, el feminismo, la ecología.
Son porfiados trabajos sociales y comunitarios.
Son miradas científicas que se apartan del mecanicismo omnipresente, provenientes de la física, de la biología, de la psicología, de la epistemología.
Es la nueva e incipiente mirada paradigmática, la de la complejidad, la  de  la ecología integral,  ambiental, social, subjetiva, la del amor y el desapego.
La nueva  mirada es minoritaria y heterogénea, en el mundo y en Palestina Israel. ¿Pueden entenderse estos vecinos? ¿Entenderse? Sí, por la vía de la negociación, sí por la  senda de los juegos de poder, sí, en forma pragmática.
¿Comprenderse? No, por ahora, desde la confianza, desde el diálogo de humanos a humanos.
¿Entonces?
Por cierto, como podamos  apoyemos la negociación, pro  paz Sin embargo, ella será un posible intervalo entre guerras, no será  una realidad confiable, mientras no haya confianza para eso.
Necesitamos confianza de las minorías  activas en el Wu Chi, de los chinos, la amenaza, Wu despierta la búsqueda de la salida, del Chi.
Necesitamos  un cambio de paradigma,  un cambio de conciencia, un cambio de sentido común. Es decir, dejar atrás el narcisismo, el individualismo, el economicismo, el nacionalismo. El autoritarismo.
Requerimos reivindicar la política, la política grande  de promoción humana De salud en el sentido integral.
La política  que entre  en los laberintos  de la situación humanas,  de los temas de le identidad  existencial y la de la pertenencia,  de la entrada a la  intimidad y al multiverso, a lo poético y a lo prosaico, al amor y a el desapego, la política que cuestiona el poder y al autoritarismo, la política de salud integral.
Una política, un camino hacia la paz con sentido antropológico, dialogando y superando el sentido común actual, integrando los derechos y responsabilidades humanas, las diversas ecologías, los distintos planos de lo que es el ser humano.
Educación para la paz practicando la paz, dialogando, entrando en los grandes temas del poder, del autoritarismo, de las necesidades  humadas, de los derechos humanos, de los límites y las posibilidades humanas.
Ya se dijo: un aletear de mariposa en Chile puede despertar conciencia en mucha partes. Lo han demostrado Maturana y Varela, Gabriela Mistral y Pablo Neruda,  nuestro desarrollo social hasta el 73, nuestro Frente Popular y nuestra  Unidad Popular.
La idea es enriquecer la coexistencia, practicar la  paz activa  Esa que enseño Hölderlin al escribir:
“quien piensa lo más profundo ama lo más vivo”.
Es un secreto a voces que lo más vivo es la paz y la amistad, su camino de hacerse cargo de lo humano, de plantearse una paz activa en que el hacer y el tener no nos alejen del ser, en que los roles no  oculten la persona, en que coexista la ética y la estética, la eficiencia, el amor a la vida y la búsqueda de su sentido. Una paz activa en que cada una, cada uno, entregue de acuerdo a sus capacidades y reciba de acuerdo a sus necesidades.
Por cierto  algo de eso  ya pasa  en Palestina e Israel.
Nos lo escribe hoy la chilena Andrea Marcovitz pacifista residente en IsraeI que educa con unos muñecos, partiendo de un kibutz, y ahora acude en trabajo voluntario a un hospital que atiende refugiados de Siria. Dice Andrea:
“Han pasado cosas fuertes estos días en Israel, el lunes volvíamos a visitar el hospital donde están niños de Siria, fue fuerte enterarnos que una pequeña había regresado a Siria...quién sabe qué será de su vida...mis muñecos con pena saludaban a otros nuevos pequeños heridos que apenas alcanzaban ante su frágil dolor físico a sonreír...”
Es la mirada humana inseparable del sentido de misión. Lo ejemplifica la mirada, la sensibilidad de la poeta palestina Rafeef Ziadah.

VEO LO QUE DESEO
     Rafeef  Ziadah

Miro hacia atrás esta noche
en las hojas de los árboles y en las hojas de la vida.
Contemplo la memoria del agua y la memoria de la arena.
No percibo esta noche
sino el final de esta noche,
sonidos del reloj que roen mi vida segundo a segundo
y reducen la vida de la noche.
No queda de la noche ni de mí tiempo en el que combatir
pero la noche regresa a su noche
y yo caigo en la fosa de esta sombra.