sábado, 4 de junio de 2016

Sentipensamientos 22



Alejandra Vidal
Desd Punta Arenas

Cuentos, Reflexiones y Poemas  anti  Es3 

Boliches


Cómo empezar, cómo describir la magia que encierra ese pequeño almacén que al borde de la esquina, a mitad de calle o casi oculto en la casa vecina, nos espera cada día.  El avance ha traído consigo los grandes centros comerciales, son entretenidos, nadie discute, pero cómo no adorar a un niño que con el dinero apretado entre los “deditos” corre a comprar dulces, con la inocencia, la ilusión y la alegría del que conoce la promesa y cumplimiento de un sabor maravilloso que se encierra en trocitos de colores compuestos de azúcar y esencias misteriosas que encerrados en frascos aguardan con paciencia y en simpáticas posturas por un comprador alerta, atento a los cambios, a las ofertas y a los nuevos productos que en el boliche aparezcan.
Mezclados en lúdica apariencia, se encuentran panes, chicles, cajas, latas, botellas, adornos, verduras y especias, a veces hilos, agujas, pelotas de pin – pon, pequeñas raquetas, etc. etc. etc. listado infinito desafiando al tiempo y a quien sea, porque en caso de un apuro o una tarea no hecha, será el mismo dueño o dueña de este fantástico negocio quien con buena voluntad y a una hora - que se aleja de la prudencia-  aceptará con paciencia, atendernos con premura y así aliviar nuestra urgencia.
Gracias a cada  comerciante de Barrio que cual David, desafiando a Goliat, sigue en pie, regalando ese espacio  para  que los nostálgicos soñemos mirando sus vitrinas una y otra vez. Gracias por esa atención personificada y por conocer tan bien,  a cada vecino en sus gustos, sus  disgustos, sus vivencias y así ser, confidente de alegrías, de reclamos, fiel amigo y por saber cómo  entregar ese dulce, con el  “vuelto” y comprender, que con su “para que endulce la vida” su sonrisa y “parabién” nos alegra en un instante con la magia del ayer.
Autor:  María Alejandra Vidal Bracho
Publicado por el Fortín del Estrecho No. 123 año 2014