El
Arte de Vivir 94
(Obs. la nota anterior tuvo dos partes, 92 y 93)
Gracián
y el Dios Momo
Gracián(1601-1658)
autor de sentipensamientos, más bien pensisentimientos , concisos,
profundos, con ecos en
Schopenhauer y en Nietzche, cuestiona
a Momo y su deseo de ventana
al corazón
Plantea en sus aforismos de El Discreto
«Muy a lo vulgar discurrió Momo cuando deseó la ventanilla
en el pecho
humano; no fue censura, sino
desalumbramiento, pues debiera advertir que
los zahoríes de corazones, que
realmente los hay, no necesitan ni aun de
resquicios para penetrar al más
reservado interior. Ociosa fuera la
transparente vidriera para quien
mira con cristales de larga vista, y un
buen discurso propio es la llave
maestra del corazón ajeno.
»El varón juicioso y notante
(hállanse pocos, y por eso más singulares)
luego se hace señor de cualquier
sujeto y objeto, Argos al atender y lince
al entender. Sonda atento los fondos
de la mayor profundidad, registra
cauto los senos del más doblado
disimulo y mide juicioso los ensanches de
toda capacidad. No le vale ya a la
necedad el sagrado de su silencio, ni a
la hipocresía la blancura del
sepulcro. Todo lo descubre, nota, advierte,
alcanza y comprende, definiendo cada
cosa por su esencia.
»Todo grande hombre fue juicioso,
así como todo juicioso fue grande, que
realces en la misma superioridad de
entendido son extremos del ánimo.
Bueno es ser noticioso, pero no
basta; es menester ser juicioso; un
eminente crítico vale primero en sí,
y después da su valor a cada cosa;
califica los objetos y gradúa los
sujetos; no lo admira todo ni lo
desprecia todo; señala, sí, su
estimación a cada cosa.
»Distingue luego entre realidades o
apariencias, que la buena capacidad se
ha de señorear de los objetos, no
los objetos de ella, así en el conocer
como en el querer. Hay zahoríes de
entendimiento que miran por dentro las
cosas, no paran en la superficie
vulgar, no se satisfacen de la
exterioridad, ni se pagan de todo
aquello que reluce; sírveles su
critiquez de inteligente contraste
para distinguir lo falso de lo
verdadero.
»Son grandes descifradores de
intenciones y de fines, que llevan siempre
consigo la juiciosa contracifra.
Pocas victorias blasonó de ellos el
engaño, y la ignorancia menos.
»Esta eminencia hizo a Tácito tan plausible
en lo singular, y venerado a
Séneca en lo común. No hay prenda
más opuesta a la vulgaridad; ella sola
es bastante a acreditar de discreto.
El vulgo, aunque fue siempre malicioso, pero no juicioso, y aunque todo lo
dice, no todo lo alcanza,
raras veces discierne entre lo
aparente y lo verdadero; es muy común la
ignorancia, y el error muy plebeyo.
Nunca muerde sino la corteza, y así
todo se lo bebe
y se lo traga, sin asco de mentira.
Grcacián
pone énfasis en los zahoríes,
seres dotados, tal vez rabdomantes. Con dotes que hoy
llamamos para normales ¿Un elitista de lo para normal,
contrastado con lo meramente normal?
Zahorí…me
hace recordar una gracia de niño- Un menor leyó un entrevista en que se
decía que la persona en cuestión o
poseía una mirada “zahorí”. El niño , a cuya casa acudía el entrevistado, comentó” dicen que tiene ojos de zanahoria”.
¿Qué hay
esbozado tras la crítica de
Gracián ? ¿La simple
descalificación de un símbolo pagano? ¿Sentir la mención de
una incompletad humana
importante como una negación
del haber sido creados a la imagen de Dios? ¿Una crítica a una
presunta
trivialidad, el símbolo del
no querer creer en las
posibilidades de perfección humana?
Uno se
imagina a Momo replicando : estoy
criticando a un escultor que hace
a un ser humano incompleto. Como es incompleto el
desconocer que no es vulgar el asumir que la mayor parte de los
humanos no son zahoríes y…que eso
no es problema de voluntad, de ética. Es parte de la
condición humana.
Ahora
decimos que el gran tema de la co
existencia es la comunicación
es lo difícil que es
ponerse en el interior del otro, en el lugar del otro.
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