Voces del Coraje de Ser (88)
El
Coraje de dialogar
El auto desarrollo desde la
orientación de la Salud Integral
La Disciplina Vincular (2)
El trabajo se lleva a
cabo, por término medio, una vez por semana. Este es un ritmo más cultura] que
«orgánico» ‑como es el de las 24 horas para el cumplimiento de la tarea
individual, pero, en grandes números, parece ser lo más conveniente. Por
supuesto que está abierto a las variaciones que la pareja resuelva hacer.
Se fija el día, la hora,
la duración, y se van haciendo los ajustes que determine la práctica.
Generalmente, entre dos y tres horas resulta el tiempo óptimo para dar lugar al
establecimiento del clima adecuado, ponerse de acuerdo en lo que se va a hacer,
realizarlo y evaluarlo.
En un período inicial, se
fijan cielos de 6 reuniones, 6 semanas en el diseño habitual. Las sesiones se
alternan entre las que se centran en la comunicación abierta, el «diálogo
libre», y las que están intencionadas en el sentido de que se propone el uso de
una técnica, sucesivamente, el llamado juego a la verdad, el cambio de roles y
la sistematización.
Ciclo de reuniones seintimiles
Sesión 1.‑ Dialogo libre.
Sesión 2.‑ Juego a la
verdad.
Sesión 3.‑ Dialogo libre.
Sesión 4.‑ Cambio de
roles.
Sesión 5.‑ Dialogo libre.
Sesión 6.‑
Sistematización, evaluación, perspectivas.
Se trata, precisamente,
de acercarse a sí y aproximarse a otro, de relacionarse con la pareja de
trabajo a modo de aprendizaje, de afinamiento, de lo que debieran ser los diversos
vínculos, de modo que, en el traslado a la vía cotidiana, el «otro» de la
pareja es, a la vez, asiento de una tensión entre lo individual y lo universal
En la comunicación
profunda, se hace presente y se desvanece el yo individual, Llena el escenario
al reencontrarse con sus vivencias para expresarlos, pasa a segundo plano
cuando se trata de escuchar, de ponerse en el lugar del otro. Sin embargo, en
forma paralela, en la expresión debe haber un «ajuste», una filtración, para no
invadir, para no intoxicar, para guardar ecuanimidad. Allí esta, por cierto, el
compromiso, pero, también, el desapego. El escuchar, por otra parte, no puede
ser sólo desapego, hay el interés por el otro, el darle relieve, compromiso,
para singularizarlo, para rescatar lo que tiene de originario.
El diálogo libre es una
instancia en que se juega a fondo el reconocimiento de la igualdad básica,
existencial, el otro es otro humano, junto al reconocimiento de su
originalidad, su diferencia. La igualdad y el reconocimiento de la diferencia
se ponen a prueba en la apertura: «el otro puede cambiarme», «juntos podemos
llegar a algo nuevo»..., «no me convence, pero es lo de ella, lo de el, vale
por ser una convicción, una característica humana ... »
La libertad tiene la
impronta dialógica que lleva a modular equilibrándonos, por el apoyo y por el
colaborar al cambio del otro; el estimulo es un apoyo para después, el apoyo es
un cambio en el futuro...
Dialogo es, también,
transparencia y complejidad balanceándose con la prudencia, con la conciencia
de los límites.
Las reuniones se
configuran a partir de la plena participación de las dos personas. A veces, el
hilo conductor tiene que ver con los trabajos disciplinarios individuales, en
ocasiones, es el proyecto de vida, puede ser la propia dinámica de la
interacción vincular, o lo que se está viviendo en grupos o en la interacción
comunitaria.
La demostración tiene
siempre ejercicios de pareja y, en rigor, ejemplos de dialogo libre. El tema
puede ser realmente libre, pero es más aconsejable sugerir un contenido
atingente a la propuesta, como: «fortalezas y debilidades para trabajar en
grupos o para comunicarse», «historia de las personas que han sido
significativas para cada uno», «como le gustaría ser, que le falta para eso,
que podría hacer para alcanzar esas nietas ... »
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