Desarrollo Personal, Cambio Cultural y Nuevo Paradigma (23)
Falleció Juan Geman, gran poeta, gran ser humano, cuyo andar por el
mundo tuvo mucho sentido.
Viendo a la gente andar
Juan Gelman
Viendo a la gente andar, ponerse el traje
el vestido, la piel y la sonrisa
comer sobre los platos dulcemente
afanarse, correr, sufrir, dolerse
todo por un poquito de pan y de
alegría,
viendo a la gente, digo, no hay
derecho
a castigarle el hueso y la
esperanza,
a ensuciarle los cantos, a
oscurecerle el día,
viendo, sí,
cómo la gente llora en los
rincones
más oscuros del alma y sin
embargo
sabe reír y andar derecho,
viendo a la gente, bueno,
viéndola
tener hijos y esperar y siempre
creer que van a mejorar las cosas
y viéndola pelear por sus
riñones,
digo gente,
qué hermoso andar contigo
a descubrir la fuente de lo
nuevo,
a arrancar la felicidad,
a traer el futuro sobre el lomo,
hablar
familiarmente con el tiempo y
saber
que acabaremos y de una buena vez
por ser dichosos,
qué hermoso, digo gente, qué
misterio
vivir tan castigado
y cantar y reír
¡qué asunto raro!…
JUAN GELMAN
Ruiseñores de nuevo
Juan Gelman
" En el gran cielo de la
poesía,
mejor dicho
en la tierra o mundo de la poesía
que incluye cielos
astros
dioses
mortales
está cantando el ruiseñor de Keats
siempre
pasa Rimbaud empuñando sus 17 años
como la llama de amor viva de San Juan
a la Teresa se le dobla el dolor y
su caballo triza el polvo enamorado Francisco de Quevedo y Villegas
el dulce Garcilaso arde en los
infiernos de John Donne
de César Vallejo caen caminos para
que los pies de la poesía caminen
pies que pisan callados como un
burrito andino
Baudelaire baja un albatros de su
reino celeste
con el frac del albatros Mallarmé
va a la fiesta de la nada posible
suena el violín de Verlaine en la
fiesta de la nada posible
recuerda que la sangre es posible
en medio de la nada
que Girondo liublimará perrinunca
lamora
y girarán los barquitos de tuñón
contra el metal de espanto que abusó a Apollinaire
oh Lou que desamaste la eternidad
de viaje
el palacio del exceso donde entró
la sabiduría de Blake
el paco urondo que forraba en lamé
la felicidad para evitarle fríos de la época
mientras Roque Dalton trepaba por
el palo mayor de su alma y gritaba. "
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