viernes, 15 de noviembre de 2013

Conversando desde la Amistad (361)


Conversando desde la Amistad (361)

La Atención Primaria en Salud, como Medicina para la Sociedad.
  Una forma de impulsar un gran cambio cultural hacia una sociedad humanista  
          Segunda  parte
(Salud Integral 6)

 La atención  primaria en salud está aportando mucho en el presente, conserva  algo valioso del pasado y tiene gérmenes de salud que  también representan una oportunidad  para un futuro  sustentable, equilibrado, humanizador.
Nada garantiza  que tendremos  por delante ese porvenir. Pasó la época de los pronósticos históricos, de la profecía, vivimos la incertidumbre evolutiva. Con lo que  contamos, lo perdurable, es con la ética. Existen tres niveles de  articulación entre ética y salud:  a) la de la práctica en que aparece la temática de la explotación del personal  o del atropello al consultante,b) la de los meandros de los problemas de bio ética,c) la de la ética del sentido de la atención médica  para una sociedad. Es decir, en esta tercera dimensión, el dilema mercancía o servicio. Aporte a la dignidad  humana o eslabón de un sistema en que  el ser humano es tratado con una racionalidad instrumental.. El defender y ampliar la óptica del servicio es subversivo, nos pone en  son de conspiración Esa es la invitación,  conspiremos, viendo la forma como pueden fertilizar los gérmenes de buen futuro, lo medicinal para la sociedad, que tiene, potencialmente, la atención primaria.
En la atención  primaria existe una normatividad establecida: participación de la población, trabajo en equipo, inter sectorialidad, adecuación de las técnicas al saber   local y popular, acercamiento a la medicina llamada tradicional, a la que tiene  fuentes distintas  a la ortodoxia occidental.


El paso  del deseo, de la retórica, de la exigencia burocrática, a la realización cotidiana de cada uno de estos principios rectores, topa, se tensa, al coexistir con las directrices de la cultura hegemónica Se está en un diálogo  con  los profesores, se busca un encuentro con la machi, se trata de acortar distancias entre la visión del médico y la de  la asistente social, se desea auscultar la percepción de la comunidad respecto de la violencia o el narco tráfico; se toma constancia de que  hay una proporción alta de consultas que obedecen a la motivación,  consciente o inconsciente, de salir de la soledad y el aislamiento a que tiende la modalidad de  la vida familiar y vecinal de hoy. Se comparten vivencias sobre el estrés, el desencuentro y el amor, se elaboran duelos, se cruzan perplejidades sobre  la conducta de los adolescentes y la propia de  la tercera edad ¿Cómo se mide en estas instancias, en estas dinámicas, la presencia de la nueva divinidad, la eficiencia,  dónde están contabilizados los números de pesos y de horas.?¿ En qué medida se pueden dar evidencias, llegar a indicadores  confiables de que los ejecutantes están realizando lo que  se llama y se premia como una buena gestión?  
Un gran logro de la psicología social y  comunitaria y de los avances en el conocimiento del ser humano  que se llevó a efecto en el siglo pasado fue la descripción y la sistematización de los rasgos  propios de la personalidad autoritaria, primero descrita como la proclive al fascismo. En el contexto de su estudio sociopsicoanalítico,  Erich Fromm pronosticó que los componentes autoritarios en el carácter alemán llevarían a la obediencia absoluta a Hitler si él fuera legítimamente  elegido mandatario, lo que fue plenamente verificado El año 50, Adorno y Horkheimer de la Escuela de Francfort, emigrados a Estados Unidos, dieron cuenta de una monumental investigación empírica sobre el modo de ser autoritario. Allí,  junto a la obediencia   a la autoridad  y el ejercicio acrítico de la misma, a la rigidez, a la descalificación de los débiles y de las minorías, a las estereotipias y a los prejuicios , se señala la importancia de la falta de tolerancia a la ambigüedad y el rechazo general a lo subjetivo. La atención primaria, lugar de  relaciones cara a cara, de tensiones entre la necesidad de absorber agresividad y mantener la dignidad, de respetar los ritmos humanos y de cumplir con metas trazados desde parámetros externos, enclave jerárquico y de desigualdades de  ingresos, status y de estilos de vida. acompañado de un discurso igualitario, favorece  un conflicto permanente entre el espíritu de servicio y la matriz autoritaria  y mercantil de la cultura actualmente existente.. El mercantilismo crece en forma acelerada. autoritarias, afianza la gravitación de la rigidez y la impersonalidad del desarrollo vigente
En medio de sus problemas económicos y los de los establecimientos  asistenciales ,de la vivencia frecuente de minus valía en el reinado ubicuo de la especialización, sometidos a la transfusión del individualismo, el  mercantilismo y el  autoritarismo de la sociedad general, el personal de la atención primaria tiende a mantener un espíritu de servicio, de una u otra forma  afronta el desafío de cumplir con el modelo de atención que se le exige
Cuando se inquiere por el origen y el plano último de la vocación de servicio, suelen encontrarse antecedentes de formación política y religiosa como un proceso de socialización previo a la práctica de atención en  salud, a veces afianzado por el haber trabajado con algún líder  carismático en la dirección de un consultorio o posta de atención médica.
Al entrar a realizar un trabajo formativo de desarrollo personal. no es raro encontrar una vivencia  inicial de desasosiego,  desánimo,  desconfianza. Un curso más. Quizás nuevas tareas. Una distracción, pero la sensación de estar en un espacio falso en que  ya se han acumulado otras instancias de capacitación que luego se reabsorben tras el rito de finales emotivos en que se jura amistad permanente Cuando se aclara que van a poder abrirse, conocerse más, conversar como iguales, la actitud cambia, empieza  una participación comprometida. Al llegar el momento de conversar sobre  los referentes., sobre la crisis del desarrollo, sobre nuevas visiones, vuelve el repliegue, el temor a comprometerse en un proceso sin salida Al final se reconoce lo más vertebrador de la situación, ellos están en gran parte coaptados en forma sutil por el discurso omnipresente de la cultura dominante. El pragmatismo  encéfalocraneano está vigente La pregunta fluye…¿ Qué eficiencia tiene el paradigma integrador, la visión de la salud integral, La atención primaria es tan importante como la  secundaria o la terciaria, lo es la búsqueda de relaciones personalizadas, de desarrollo interior, de  armonía con la naturaleza, de visión de humanidad?
No podemos responder con la lógica aristotélica del sí o no, con un absoluto, con certezas, con el sentido común cartesiano de las cosas claras y distintas. Sólo cabe experimentar la profundidad de un diálogo,  el momento alto  de lo poético de la vida, la vivencia de apertura de una meditación, la reflexión que viene de la física, de la biología  de la psicología  de la complejidad, la vitalización que acompaña a las tareas solidarias.. El tiempo siempre es breve, las responsabilidades, las estructuras  internas y externas, presionan hacia el conformismo. Emerge un punto de quiebre…lo que hacen, dicen los que trabajan en atención primaria, con mucha emotividad, no tiene suficiente status, es el peldaño más bajo en la escala que conduce a la alta especialización universitaria. Una prueba al canto es que  los médicos participan muy poco en las reuniones y la vida de equipo y están en frecuente rotación,  pendientes de la posibilidad de salir de la atención primaria hacia un camino consagrado de especialización
 Ahí puede estar la encrucijada del encuentro entre la necesidad de  cambio cultural y de desarrollo personal en la atención primaria Un tema de tolerancia a la ambigüedad La atención Primaria y la Secundaria y Terciaria  tienen una diferencia de status que no cuenta con un correlato  objetivo. La labor de la atención primaria, profundizada, libre de la ritualidad de la reiteración de documentos estereotipados de reuniones de expertos y de la visión reduccionista de la eficiencia, la de corto plazo, la que niega la subjetividad y la densidad y espiritualidad del fenómeno humano, la atención primaria de la realidad, no es una versión simplificada de la tarea médica. Es el desafío de encarar al ser humano en forma integral. Hay en la plenitud  vivida de la atención primaria una gestalt de reflexión y de empatía, de resistencia a la frustración y de apertura a los momentos altos del encuentro y la belleza,  de capacidad de moverse entre la interioridad,  el vínculo,  el grupo y la comunidad, entre lo biológico, lo social, lo económico, lo ecológico, lo psicológico, lo existencial, lo espiritual, entre el detectar liderazgos constructivos y neutralizar lo disgregador, entre el sentir, el pensar, el imaginar, entre la especificidad y la transdisciplinariedad, entre el control del niño sano y el encontrar una respuesta al consumo indebido de drogas. Hay una especialización en la complejidad
La atención primaria hereda del pasado semillas para la visión que está naciendo de una realidad en que al ser humano le corresponde participar en la evolución desde la consciencia de la unidad en la diversidad. No está en el horizonte la anti especialización, la negación de la necesidad coyuntural de fragmentar, de analizar, de usar técnicas complejas,  de examinar  con detención lo excepcional,  de saber mucho de poco. La tarea no es de negar en espejo la cultura dominante. Eficiencia,  sí, pero supeditada, matizada, por el sentido.; rigor, pero en equilibrio con la apertura a la complejidad; lo específico en el mismo rango valórico que  lo general.
Hay un panorama general de colisión de paradigmas. Sin embargo,  son bosques que no dejan ver  el árbol esencial, el ser humano. La guerra caliente entre el integrismo y la modernidad occidental  oculta las demandas de la evolución humana. Obnubila el ver la necesidad de un desarrollo que tome en cuenta la ecología integral del ser humano, su relación consigo mismo, con la trascendencia, con la naturaleza, con las cosas,  con los otros,  con el otro significativos. El paradigma integrador El que está llamando en el día a día en la atención primaria, como en la sala de clases, en la amistad  en la familia o en los problemas  que el sistema no puede resolver como las drogas y la ecología
Le corresponde a la medicina social y a la salud pública un acercamiento a la atención primaria con vista a recoger  de sus brasas, del fondo de su actitud de servicio y de su hacer múltiples , puentes  en la diversidad,  calor y luz para distribuir en la sociedad, iluminando  y facilitando las perspectivas de  un desarrollo sano,  integrado .Le atañe a la medicina social y a la salud pública el trabajo subversivo de  reforzar la moral de los trabajadores de la atención primaria  cooperando con el desarrollo y el afianzamiento de su marco referencial general ético, epistemológico, existencial,  espiritual, ecológico,  mostrando los nexos entre la labor  de  hacer  atención médica  integrada y la de  alcanzar la cultura sana de la salud integrada. El señalar la perspectiva y las resistencias en el camino de medicinar esta sociedad enferma.
Dice la Celestina:” Gran parte de  la salud es desearla” Los trabajadores de la Atención Primaria y los de la Medicina Social y Salud Pública desean la salud. Mantienen la idea fuerza de Alma Ata , Salud para Todos, aunque el 2000 quedó atrás, más allá de las visiones tecnocráticas y privatizadoras. En unos está la fortaleza de la práctica  cotidiana, en los otros la de la  investigación, la sistematización y el análisis.La integración real  estriba en el compromiso profundo, en lo que se tiene fe. Bajo el gran referente interpelador del “pedacito roto del hombre inconcluso”de Neruda, hay una multitud de procesos  que pueden ser convocantes para ésta y muchas  alianzas, éstas y muchas conspiraciones. Para ir hacia sociedades y desarrollos saludables




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