Integrándonos con la Vida 15
Cecilia Compagnon
CUARENTENA
La semana tiene siete días, eso dicen.
Hoy es lunes, ¿qué diferencia hay?
Todos los días son iguales en este encierro:
levantarse, ducharse, comer, caminar, sentarse.
Celular, computador, televisión.
Se fue el sol, no hay luna, no brillan astros,
Nix cubrió el mundo con su manto negro,
rezar, acostarse,
dormir,
soñar,
despertar,
levantarse
y empezar otra vez.
Así el martes,
y el sábado,
y el domingo;
abrir la puerta,
mirar la calle vacía,
cerrar la puerta,
cerrar el corazón,
cerrar los ojos,
cerrar el pensamiento,
cerrar el sentimiento,
un mes, dos meses, tres meses,
los que sean.
¿Cómo será el día cuando las puertas se abran?
Salir apurados,
correr al trabajo,
saludar desde lejos,
ser desconocidos,
mirarse a los ojos mientras se habla
todavía cubierta la boca.
¿Cómo estás?
Palabras de buena crianza,
trabajar,
regresar a casa,
ver las noticias, ¿cuántos muertos?
Los delincuentes salieron en libertad.
Cenar, se acabó el día.
Nuevamente Nix volvió con su hermoso manto negro.
Acostarse, dormir, despertar,
ducha, un café,
y empezar otra vez.
Y la vida sigue,
el sol brilla y la luna,
en la noche, está iluminando las calles.
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