Integrándonos con la Vida 11
El derecho a ser amigo de sí mismo
Más allá de ciertos desiertos
En que ciega, arena, duelen obligaciones
Hay un mas acá
Delicioso, fértil, tuyo,
Tan tuyo tan redondamente tú
Que no necesitas cuidarlo,
Hacerlo derecho,
O quitarle el palpitar de lo humano,
Es el aquí
De saberse libre,
Aunque tengamos la mascara del domesticado,
Es la chispa que saltó
Hace tiempo,
Al juntar humano con humano
Desde el mismo fondo
De la primera sonrisa, de las preguntas de amanecer
Cuando la vida fluye silvestre
A pura amistad,
Y cada descubrimiento
Es la alegría del pozo infinito,
Es vivir transparente
Al sol interno,
Desierto de lo turbio,
Cierto de inventar risas,
Aunque queme el dolor
Porque hasta la muerte es débil
Cuando pierde pudor la amistad
Y uno descubre su doble en cada arrebol humano,
Ese perfume del paraíso disimulado
Desde aquellos tiempos,
La livianísima sonrisa de Eva y Adán
Palpitando en la verdad de la amistad desnuda
Cuando la culpa se disuelve en gracia,
Cuando el miedo da la mano al sueño,
Cuando haces collares con muertes y días,
Cuando desconfianzas florecen mariposas muy ebrias
Cuando el rencor es marea que amasa alegría
Cuando de pura cercanía anticipas la humanización de las estrellas.
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