El arte de vivir 77
La ecología del yo el coraje de ser 2
El
yo y la sabiduría
Imaginería
Cerramos lentamente los ojos
Sentimos
nuestro cuerpo. Contactamos
con la respiración, con el latido del
corazón, con el peso de los párpados.
Apoyamos la lengua en el labio inferior.
La boca cerrada. Respiramos con la nariz
Inspiramos. Subimos el tórax Esperamos
diez segundos. Espiramos muy lentamente.
Repetimos, lentamente, el ejercicio.
Nos preguntamos por cómo nos sentimos.
¿Qué sensaciones tenemos, qué imágenes, qué
senti-pensamientos?
Nos abrimos a la posibilidad de una
realidad diferente…
Estamos en un bosque
Nos sentimos en algo familiar,
personal, cercano.
Los árboles nos son queridos, conocidas.
Nos gusta lo que se alcanza a ver de un cielo muy azul, de la temperatura
ambiente, del ruido de las hojas bajo
nuestros pies.
Nuestro ánimo es tranquilo. Estamos a gusto.
Entonces, vemos al conejo. Nos llama la atención. Es de color
rosado. Nos está mirando
atentamente…como si nos conociera.
Luego, hace algo insólito: levanta su
extremidad superior derecha ,señala hacia un lado , sus orejas siguen la misma
dirección.
Miramos
lo indicado y…nos sorprende estar en presencia de un árbol con un tronco muy ancho.Nos
acercamos. Algo nos hace relacionarlo con
una habitación. Ello pasa a ser
un certeza, al notar como una protuberancia…un ombligo…un timbre formado por la misma corteza del árbol , con
un punto brillante al centro.
Nos vamos acercando, como atraídos por un
imán amigo. Tocamos el punto llamativo …se abre algo así como una puerta y nos
encontramos dentro de un habitación. Entramos en su interior y, lentamente ,se
cierra, con cuidado, esa aparente.
puerta,
En la
habitación nos espera un ser acogedor, afable, Lo reconocemos como
muy cercano. Nos habla , con una voz como clonada de la nuestra: “sí,
soy cercano, soy tu figura de la
sabiduría. Unos me llaman arquetipo…”
Ustedes, lectores sabrán cómo es: humano
o no humano, con o sin género, conocido o fantaseado,.. ¿Quién es para ustedes
esta figura de la sabiduría?
Nos expresa el deseo de que
tengamos una experiencia grata
y con mucho sentido .
“Vamos a hacer un ejercicio,” nos dice-
“Ya
hay algo hecho. Están en contacto con una parte de su identidad profunda, un arquetipo, yo, para cada una cada uno de ustedes, con
la forma que ha tomado su arquetipo de la sabiduría.
Estamos con el tema del yo.
El yo es inseparable del tú. Por eso les
sugiero que piensen en un mensaje que pudiera
ser de aporte para el desarrollo
de una persona y adaptarlo para que
también sirva a algún grupo. Todo muy en la realidad habitual: persona
existente, grupo existente.”
Luego, este ser nos indica una cama , hecha de hojas suaves , de un olor
agradable. Nos acostamos . Nos sugiere que nos acordemos de una
experiencia reciente, con sus sensaciones, afectos, deseos, ideas imágenes
, valores…Nos concentramos . Nos dice,
luego, con tono confidencial: “ustedes
tuvieron esa experiencia. Esa experiencia
es de ustedes, pero no es el yo,
ustedes tenían su yo desde antes de esa experiencia- Lo poseen ahora en que no
están teniendo esa experiencia. “
Eso , nos dice, es parte de la ecología
del yo,
es elusivo es, misterioso,
tienen múltiples relaciones , parece
inseparable del cuerpo, del inconciente, de los afectos, las ideas , la el pensar el valorar…
Hay otra
relación muy importante: la afirmación y el desapego.
Repitan lentamente la palabra integración, integración, integración…
Cualquier
deseo, sensación imagen,
pensamiento…lo van ayudando a “disiparse” con la palabra integración, vamos al silencio.”
Después de unos minutos, sentimos una
sensación nueva, nos ha llegado un sonrisa. La sonrisa de la figura sabia. “
Sabemos que nos corresponde retirarnos
Nos despedimos con amor y familiaridad
La
figura sabia nos dice :” No dejen
de tener presente el misterio, la complejidad, las relaciones del
yo.En ello ,entra el recordar los
dos mensajes: a un persona, a un grupo,
Nos vemos cuando ustedes
lo deseen”
Se
abre la puerta antes de nosotros, se
cierra cuando salimos. Todo discreto, agradable, como el bosque-
Fuera nos espera el conejo. Levanta su extremidad
superior derecha y nos saluda.
Con las orejas rosadas nos muestra una
senda . Es un camino adornado por
nuestras flores favoritas.
Poco a poco, la realidad va cambiando y
nos encontramos en la realidad
consensual , terminando nuestra meditación del yo. Aprontándonos para ver cómo entregamos los dos mensajes acordados.
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