Formación 46
La salud como terreno de encuentro e integración
Se trata de la salud en su sentido amplio, abarcando
toda la actualización humana. Es la vigencia de la afirmación de Virchow de que
la política no es sino la medicina en otra escala. Es el faro levantado por
Novalis al decir que la poesía es la salud trascendental.
Salud integral trabajándose desde las ciudadanas y
ciudadanos insertos en redes, en la vida comunitaria, creando instancias
personales, vinculares y grupales de desarrollo. Formando minorías activas,
creadoras, resistentes a la frustración, a la incomprensión, al aislamiento y
la tentación de idealizar lo propio. Internándose en el nuevo marco referencial
básico, el de la realidad integrada, dialogando entre
todos los que están por la humanización, por hacerse
cargo de la condición humana como testigos y colaboradores de la vida
autónomos, asombrados y responsables, como seres originales, diferenciados,
partícipes de una misma realidad, de un mismo proceso evolutivo, de un mismo
planeta.
Hubo tiempos de construcción y de conflictos, de
florecimientos y de marasmos. Hoy es el tiempo de la integración. Del
acercamiento de la ciencia y la técnica con el espíritu y los valores. Del
abrazo de la individualización y el imaginario universal. Del encuentro creador
de la economía y la ecología.
De la alianza de todos los que están por la promoción
humana, en el servicio, en la educación, en la construcción teórica, en el
desarrollo de experiencias que vayan preparando el futuro. De la formación
ciudadana y de la construcción consecuente de una nueva cultura. De una
política de salud integral. Una política de la escala humana.
La salud humana se apoya en la escala humana, en
nuestra separación y nuestros puentes con el resto de la realidad, nuestra
finitud y nuestro anhelo de seguridad ontológica, nuestra necesidad de
enfrentar la muerte, nuestra necesidad de enriquecer la vida, nuestra necesidad
de recibir y de dar amor
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