Formación 43
La Disciplina
Vincular 2
La realización
se lleva a cabo en reuniones de una periodicidad aproximada de una vez por
semana. De nuevo, la modulación entre lo que dice la experiencia general y la
apertura a la excepción que confirma la regla.
Habitualmente, hay ventajas en mantener el
ritmo que acomoda a la ordenación de la vida. Cada día en el trabajo
individual; una vez por semana en el trabajo de pareja; una vez al mes los
grupos.
Se plantean
ciclos de seis semanas en que se van alternando sesiones llamadas de
"diálogo libre" con otras en que se “interviene" desde una
técnica comunicacional.
La primera
sesión del ciclo es de diálogo libre. Diálogo, búsqueda conjunta de "un
avance", un paso hacia la actualización, el enriquecimiento de los proyectos.
Un tono afectivo de aceptación mutua, igualitaria. Entre los dos ponen la
agenda, Participan en la forma más "pareja" posible, evalúan en
conjunto.
Luego, la
próxima sesión, el llamado juego a la verdad. Es una aproximación a una forma
lúdica de practicar el desarrollo personal a lo que se juega en la vida
comunitaria, esencialmente en la adolescencia, y ha sido recogida y
sistematizada en los grupos de encuentro y en la terapia gestáltica. Lo
esencial, en esta metodología, es ponerse en el caso del otro para hacer las
preguntas adecuadas, las que más le "sirvan". Ser capaz, luego, de
desapegarse, aceptar, concentrarse en las respuestas. En los hechos, cuatro
fases: Preguntas, contestaciones, un dar cuenta por parte de la persona que hizo
las preguntas de qué se le contestó. Cuál fue la respuesta, con qué emociones
aparentes. Finalmente, la persona interrogada da a conocer su versión, eso fue
lo que dijo, aquel su estado emocional. Quien pregunta debe aceptar el
suspenso, la especial "privación", de no discutir las respuestas ni
las aseveraciones sobre las emociones acompañantes realizadas por la
"pareja".
Luego, otra
sesión, la tercera, de nuevo diálogo libre, versando a no sobre la reunión
dedicada al juego a la verdad.
La cuarta
reunión se dedica a otra forma de comunicación, el cambio de roles. Cada uno se
plantea sobre un tema, escogido de común acuerdo, tal como cree que lo haría la
otra persona. Obviamente, no se buscan virtuosismos teatrales. Es actualizar
las visiones sobre la otra persona al servicio de ayudarla a ampliar su
conocimiento sobre sí misma, el conocerse, el ver cómo orienta su proceso de
cambio. Esta vez la tolerancia a la visión del otro se muestra en un quedarse
con la representación ofrecida, no discutirla, solo solicitar fundamentos,
evidencias, si ello es necesario y motivante.
Después viene
la quinta sesión, quinta semana, de nuevo diálogo libre, abierto a incluir la
discusión sobre la sesión de cambio de roles.
Finalmente,
sexta sesión, fin del ciclo, un trabajo de conjunto, de equipo, de revisión, de
evaluación, de sistematización. Allí se discuten las distintas fases de lo
hecho, se decide cómo se va a seguir, se aprueba repetir la metodología o
introducir
innovaciones,
del tipo de ensayo; por ejemplo, quedarse con el puro diálogo libre, seguir en
la evaluación, insistir en el juego a la verdad, corregir alguna forma de
participación, discutir la relación con los trabajos individuales o grupales.
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