Boletín Esperanza
17
Tercera parte
DOS EPIDEMIAS
Julio Monsalvo
Epidemiología es una palabra bastante
conocida. Tiene su origen en tres partículas de origen griego: “epi”: arriba;
“demos”: pueblo; “logos”: estudio. Por lo tanto significa “estudio de lo que le
ocurre al pueblo”.
Actualmente este significado se ha
reducido al estudio de la distribución de las enfermedades en una región o
país.
Se dice que se ha presentado una “epidemia” cuando en una
población determinada se constatan personas afectadas por alguna enfermedad, en
un número mayor de “lo esperado”.
Se llama “lo esperado” cuando se registran personas padeciendo una
determinada enfermedad en un número más o menos igual que en los últimos años.
Este criterio induce a aceptar que las enfermedades formen “parte del paisaje”.
Nos proponemos volver al primitivo significado de “Epidemiología”,
compartiendo nuestra visión de “dos epidemias” que consideramos que hoy están
presentes en la Humanidad: “Epidemia de Agresiones” y “Epidemia de Alegremia”.
La “Epidemia de Agresiones” se evidencia constantemente por toda suerte
de violencias que padecen los seres humanos entre sí y entre las naciones. Asimismo agresiones a
la fauna, a la flora y a toda forma de vida. Y también agresiones hacia una
misma/uno mismo.
Esta Epidemia de Agresiones tiene mucha
prensa, es estridente. Fomenta la
competitividad, el individualismo, el humor iracundo y hasta el odio. Cada
persona, cada grupo, confronta convencido de que “defiende” y “lucha” por la
mejor causa.
Genera inequidades, pobrezas y riquezas medidas en términos
monetarios, tristeza y desesperanza. La tristeza y la desesperanza paralizan,
no construyen ni modifican nada.
Algunos hablan de injusticias sociales e injusticias ecológicas.
Entendemos que es una epidemia de injusticias globales, porque en definitiva es
una Epidemia de Agresiones a la Madre Tierra, a la cual todos pertenecemos,
aunque quienes padecen esta epidemia no poseen este sentido de pertenencia.
La
“Epidemia de Alegremia” también se manifiesta cotidianamente, Es una
epidemia que no se padece, sino que por el contrario se disfruta. La disfrutan
millones de seres humanos con una actitud positiva en la vida. No se trata para
nada de risa fácil.
Está en todas partes, en las zonas rurales con toda su variedad de
paisajes, en las ciudades, tanto en el
centro como en los barrios más apartados, en todos los países y en todos los
confines del mundo.
Se halla callada o platicando en susurros. La Alegremia fomenta la
solidaridad, es cooperativa, no confronta ni lucha.
Comprendiendo que todos pertenecemos al todo, promueve la salud de
las relaciones y construye sobre lo ya hecho e inventa nuevas maneras de
convivencia.
Desde la Alegremia no se compite sino que se coopera. Cooperan los
seres humanos entre sí y cooperan entre sí familias y pequeñas comunidades.
Cooperan con toda forma de vida ya que respetan la flora y la fauna y toda
forma de vida. Y cooperan con una misma/uno mismo, ya que están inundados de
paz interior porque se sienten pertenecientes a la Madre Tierra.
Genera una actitud de ternuras solidarias que aflora naturalmente
junto con alegrémicos entusiasmos que dinamizan y transforman, construyendo un
Mundo Saludable.
¡Vamos hacia La Internacional de la Esperanza!
¡Hasta la victoria de
la Vida siempre!
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