Escribe Katia Velásquez, desde
Ancud
La edad dorada
Cada martes un grupo de soñadores activos hemos acordado interrumpir
antes de lo habitual nuestra vorágine laboral para adentrarnos en el
pensamiento del Quijote de la Mancha, y a poco andar nos tropezamos con esa
utopía tan bien descrita de la Edad dorada.
“Dichosa edad a la que los antiguos denominaron dorada no por el oro
sino porque los que en ella vivían ignoraban las palabras de tuyo y mio. Eran de
aquella santa edad todas las cosas comunes…todo era paz entonces, todo
concordia…no había fraude, el engaño ni la malicia mezclándose con la verdad y
la llaneza…las doncellas y la honestidad andaban como tengo dicho sola y señera
…”
Una larga arenga que da cuenta de un tiempo de justicia honestidad armonía
plena del hombre con sus semejantes y un respeto magnífico por la primera madre
como llama Cervantes a la tierra.
Una de las soñadoras dice es un discurso ecológico, comunista dice la
otra y yo no digo nada pero pienso en el paraíso, en el reino de justicia en el
que creemos los creyentes y no pocos de los que se dicen no creyentes.
Solo unos pocos dias de este relato ocurre la peor catástrofe ecológica
de la que tenga memoria.
Hay marea roja en toda la costa del Pacífico de nuestra isla, pero no
solo eso además se detecta grandes extensiones de playa con una mortandad
impresionante de machas picorocos,almejas, y algo más insólito aparecen peces,
aves muertas, algas contaminadas, ballenas.
¿Es solo marea roja? Vemos solo
la punta del iceberg pero basta
investigar un poco y el panorama se aclara.
Hace años que algunos científicos, biólogos médicos y ecologistas
vienen denunciando que la industria salmonera en Chiloé y en la región trabaja
en condiciones que destruye el medio ambiente. Cultivan esta especie introducida en espacios
pequeños utilizando substancias prohibidas en otros países como verde
malaquita, cristal violeta y metales pesados que también provocan alteraciones
medioambientales. Usan grandes
cantidades de antibióticos para prevenir las infecciones que el stress provoca.
En los últimos meses la mortalidad de salmones ha sido extremadamente
alta y esos peces muertos son tratados con acido fórmico para acelerar la
descomposición.
Miles de toneladas de salmones muertos fueron vertidos en la costa
norte de la isla de Chiloé. El
papirotazo final, el aporte perfecto de materia orgánica, de nitrogeno para que
los quistes ya presentes de dinoflagelados se activen.
Asistimos a la peor catástrofe de la que tengo memoria. Todo nuestro mar contaminado. Así como de niña aprendí a dividir la vida
antes y después del terremoto diremos
ahora antes y despues de que la industria salmonera contaminara nuestro mar.
Y nosotros los chilotes no entendemos la vida sin el mar, este no es
solo un problema de los pescadores y recolectores de orilla, nos atañe a
todos. Nuestra comida más típica es el
curanto, no entendemos las celebraciones sin curanto en olla o en hoyo. El turismo se nutre de la gastronomía y hasta ahora hemos estado orgullosos de
nuestra fauna marina.
Hoy día el mercado y la feria están cerrados, la costanera desierta, y
nuestra isla se llena de banderas negras. Escribo en un décimo día de toma de
las carreteras mientras se conjuga o se
distancian el aullido de los pescadores y un pueblo con la sordera de las autoridades.
Sigo con la edad dorada y recuerdo nací en una isla al sur de Chile, a
orillas del mar, aprendí a mariscar de pequeña sacando navajuelas con un
pequeño movimiento de los pies. Todos
ibamos al mar con la marea baja sacando lo justo para el consumo y había gran
variedad de mariscos. Mi padre
recolectaba algas para abonar la tierra
y sembraba papas, avena, trigo y alfalfa.. Los trabajos eran comunitarios, mediante
mingas y dias cambiados. Había medan y tiraduras de casa. Los jovenes
trabajaban y aprendían de los padres,
los chilotes sabían de todo, podían construir una casa, sembrar,
cocinar, y conocían de la pesca .
En tiempos de Pinochet llegaron las salmoneras y cambiaron todo, los
jovenes olvidaron como trabajar la tierra y aprendieron a trabajar asalariados
aun con sueldos miserables, poco a poco aprendieron a endeudarse y olvidar el cuidado de la tierra y
el mar
Siento que han asaltado mi casa,
nuestra isla ha sido saqueada pero no en un dia ni dos no en una semana,
esta ha sido una labor de joyería instaurado por la dictadura y avalado por el
gobierno de turno.
Un proceso lento. siempre con un caramelo por delante: se bonificó la
plantación de eucaliptus, la extraccion desmedida del pompoñ y la industria salmonera
contaminó todo el mar interior y ahora el Pacífico.
¿Cuánto tiempo tardará el mar en recuperarse? ¿Cuántos años?
¿Puede recuperarse con la industria salmonera actuando como lo ha hecho
hasta ahora?
¿Y quienes deben fiscalizar? ¿Quiénes deben ocuparse de que se cuide el medio ambiente?
¿Y quienes deben fiscalizar? ¿Quiénes deben ocuparse de que se cuide el medio ambiente?
Para grandes problemas
debiéramos generar grandes soluciones, crear una sola gran conciencia y como
dice Cervantes a la Primera madre
cuidarla y respetarla .
Entre todos nosotros ciudadanos de esta tierra chilota podemos y
debemos exigir a las autoridades que
privilegien el bien común y a las personas por sobre el interés económico de
unos pocos.
Nuestra isla es hermosa y aun podemos recuperarla, volviendo a nuestra
esencia de solidaridad y de vida sencilla.
No invito a que nos volvamos caballeros andantes pero si a creer que es
posible construir un mundo mejor.
Cervantes a cuatrocientos años de su muerte sigue vigente, luminoso,
orienta en profundidad a como debieramos vivir.
Todavía podemos aspirar a una edad dorada.
“Soñar con un mundo mejor….creer lo imposible lograr…”
Katia Velásquez
Desde Ancud sitiado
12 de mayo del 2016
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