La
Sombra 6
Encuentro
con el Narciso propio
Un imaginería
Estás en una reunión de uno de tus
grupos. El más tuyo, de ahora o de algún momento d e tu vida.Una
integrante, enferma,no pudo asitir, pero
hizo llegar una alfombra cuya presencia
se hace pesente. Quien hace de facilitador está esperando
unos instantes antes de iniciar
la reunión. No alcanza a hacerlo.
La alfombra empeiza a cambiar de forma,
crece, como gimnasta de una capacidad inusitada
extiende su alfombralidad de debajo de persnas y sillas.
Nadie hace comentarios. Es como si se
hubiera consolidado una relación, una
confianza básca entre la alfombra y los
dieciocho asitente al
encuentro sobre el tema del narcismo.
La alfombra se levanta con la concurencia
arriba,extendida, sni una arruga, parecía decir “ no iban a hablar sobres
hechos, actitudes, rasgos susceptibes de
ser puestos “bajo la alfombra”…
Silenciosos, confiados, expectantes, los viajeros , alfombra a bordo, atraviesan
el muro de la habitación con la
facilidad de quien corre una cortina
virtual.
Vuelan. El cielo se ha vestido de blanco con nubes atentas que aquí y
allá dan espacio al sol.
La marcha
es muy rápida , pero el vuelo
es armonioso, el vi ento se mantiene
a distancia, pájaros
dedferentes tipos se han
puesto a
acompañar a la alfombra, a
prudente distancia, comportándose como si estuvieran ante
algo conocido y , a la vez ,muy querido .
La nave aérea ha llegado a un bosque. Desciende lentamente
hacia un claro. Por las medidas parece una pista d e aterrizaje para alfombras ,.Toca la tierra si que
se mueva una silla .
Ustedes se bajan, alegres, sorprendidos,
en ánimo aventurero. Se dan cuenta de
que están rodeados de unas frutas del
tamaño de sandías. Increíle… son
frutillas , frutillones frutillas, un
bosque de árbole de frutillas.
Están probando los primeros bocados
,habiendo abierto las cáscaras por una zona en que se dibujaba un signo de exlamación,
cuando los ven,lo ves..
Junto a ti, junto a cada una , cada uno, hay un ser humano. O una
especie de ser humano porque es
absolutamente un igual, un doble.
Les habla . Lo cofirma, diciendo:soy un
partetuya. Soy una parte de tu sombra. Por eso no me has visto. Soy tu Narciso. Soy tu modo de ser , tu sub personalidad, tu sombra
narcisa.
Me voy a presentar. Va recordando toda tu vida, lo mismo la del resto de los concurrentes, poniendo de relieve el lado
narcisista y como se ha expesad en lo individual, en lo grupal ,en las
convicciones , en las identificaciones…
Tu escucahas. Fíjate como reaccionas.
Cuando te defiendes, En qué pormenores te gustaría profundizar.
Es
tiempo que regreses.Nos volveremos a encontrar, nos dice nuestro
Narciso,mientras desaparecía con aquella
sonrisa nuestra que no nos gusta
poseer.
La alfombra enrrolla una de sus esquina
. Co n ella va apntantando sucesivamente a cada asistente señalando,
primero ,un árbol frutal y, luego, el cielo…S acar un frutillón y sentarse al lomo de la alfombra humanizada
Nos instalamos en la
alfombr amiga Nos elevamos. Van llegando
pájaros alojados en pequeñisimas nubes blancas ,muy parecidas
a alfombras navegantes.
Nos hemos mirado sonrientes, silenciosos ,cuando todo
cambió. Nos encontrábamos en la sala.
Sentados alrededor de la alfombra. Concordamos en que , cuando la aplaudimos ,s
e encogío, levemente, con humildad.
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