miércoles, 4 de noviembre de 2015

Desarrollo Personal y Cambio Cultural 2

Desarrollo  Personal y Cambio  Cultural 2

HACERSE CARGO DE UNA PARTE DE LA VIDA Y DE SER PARTE DE LA VIDA.


Segunda parte


Los humanos nos hacemos preguntas, no solo nos "damos cuenta" de lo que está ocurriendo, también nos percibimos a nosotros mismos como sujetos conscientes, con un centro de este "darse cuenta". Experimentamos la vida. Tomamos conciencia de ella. Al mismo tiempo, debemos participar en su realización, hacer lo nuestro, decidir. A diferencia de la llama, vacilamos, pensamos, tenemos que optar. La vida no se da por sí sola, pasa por nosotros. Tenemos que tratar con ella en unas condiciones, siempre cambiantes, donde se pone en juego nuestra libertad. Tenías responsabilidad sobre tu hermano, en el sentido de un cuidado "respetuoso", respaldando su identidad, su yo. A través de esa acción te hiciste cargo de una parte de la vida. A lo largo de nuestra vida nos posesionamos, en mayor o menor medida, de la vida que nos corresponde .

El hacerse cargo, por unas horas, del cuidado de un hermano es un responsabilizarse de alguien en una cierta parcela de tiempo, bastante acotada. La "órbita" abarcada es mucho más amplia cuando los padres asumen su papel de tales y "responden", algunos años ‑o toda la existencia ‑, por el cuidado de sus hijos. El involucramiento se hace más central cuando se parte del yo, cuando la persona se "abarca" a sí misma, se hace cargo de esa vida que es ella misma.

El responsabilizarse por el cuidado de un hermano, de un hijo o de nosotros mismos no obsta que reconozcamos nuestros límites, nuestra condición de seres que no pueden "responder" venciendo cualquier obstáculo, realizando todas las fantasías. Tenemos esta capacidad "reflexiva" con la que no cuentan los animales, pero, de todos modos, somos seres finitos, limitados. Nos hacemos cargo desde nuestra condición humana, no más allá o más acá de ella.

Cuando nos responsabilizamos de un hermano o de un hijo "desbordamos" el ámbito estrictamente personal, nos hacemos "cargo" de lo que nos es significativo, de un "más allá" de cada uno de nosotros.





¿Hasta dónde llega lo significativo para cada persona? Los "desbordes" son muy variados. Dependen de las culturas vigentes, tienen relación con las definiciones personales. Cuando hablamos de "hacerse cargo de la vida"podemos estar pensando en forma muy restringida, en un compromiso personal, en un pequeño grupo ‑yo y mi familia‑ o es dable estar abiertos, implicados con una entidad mayor, un movimiento, una comunidad, un país, la humanidad, la vida...

¿Te pareció complicado? Claro que lo es. No sé si te lo voy a hacer más complejo. Hablábamos de nuestro hermano menor. La ciencia, al mostrarnos que el universo conocido, incluyendo la vida en nuestro planeta, continúa, desciende, es hijo, de un misterioso "acontecimiento" germinal, la llamarada de inicio de esta gran entidad en expansión y complejización, ocurrida hace unos quince mil millones de años, nos está mostrando a la vida como una gran hermana mayor.. Los siete mil millones de seres humanos somos una gran familia, descendemos del misterio y de la "explosión" (big bang), donde nacieron, aparentemente, el tiempo y el espacio. Todos tenemos unos hermanos, especiales, por sangre o por opción. Para todos hay una gran hermana mayor, que en cierto modo hace las veces de madre, como tú con tu hermano pequeño en esa ocasión.






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