Desarrollo Personal y Cambio Cultural 7
CONOCIMIENTO
Y CAMBIO:
DOS
CENTROS DEL DESARROLLO PERSONAL
Segunda
parte
En general, en el autoconocimiento no incluimos estas
dos instancias o realidades, nuestra esencia, nuestro puro ser; por el otro
lado, nuestra fuerza centrípeta nuestra exaltación diferenciadora. Examinamos,
opinamos, comunicamos, sobre algunos atributos, la memoria, la imaginación, la
necesidad de afecto, la capacidad de aprender algo, la irritabilidad, el ánimo
alegre o triste. Más corrientemente, hablamos, nos preocupamos, de contenidos
específicos, el afecto que te une a aquella persona, la antipatía que te
despierta esa otra, la timidez que te provoca la participación en algún grupo.
Son momentos de tu estado psicológico, naturalmente inseparables de cómo eres,
diciendo algo sobre ti.
En el autoconocimiento no puede faltar tu forma de
presentarte ante los demás, la imagen externa. A veces tú misma te ves de esa
manera, Puede que en tu mirada proyectada a conocerte seas capaz de distinguir:
"esto lo muestro, lo pongo ante los otros, pero no es tan mío, es
fachada". Recuerda esa ocasión en que, muy excitada, creíste descubrir que
empleabas procedimientos mágicos, repitiendo una apreciación, en ese caso
"estoy diciendo la verdad", creyendo que iba a llegar a ser así,
aunque no era cierto.
Conocerse, dentro de una orientación de desarrollo
personal, es inseparable del ir contando con visiones, con formas de entender
al ser humano y con maneras de orientarse en la realidad como un todo. Hemos
hecho tantas veces el ejercicio de imaginar a un personaje de gran capacidad de
aprendizaje, venido de otro mundo, acercándose a ti para preguntarte cómo es el
ser humano y luego, cuál es tu peculiaridad personal, lo que hace tu
"diferencia", Reflexionando sobre esa experiencia de imaginería,
ustedes siempre hacían la constatación: "conociendo al ser humano
avanzamos en saber de nosotros, mientras más nos conocemos, más aprendemos
sobre el ser humano".
Adentrándonos en el tema del ser humano emerge la categoría
de las capacidades y necesidades; se relevan los ejes de discusión sobre la
identidad, el conocimiento y el poder; se visualizan los grandes referentes
sobre aproximaciones a la realidad, incluyendo las nociones de paradigma
cultural básico y las de tipos de problemas afrontados por el ser humano. Ya
conversaremos sobre ello, a partir de nuestra mirada sobre el desarrollo y la
cultura, apoyada en la noción de salud integral.
Junto al conocerse‑conocer, verse uno mismo y percibir
cómo se entiende al ser humano y a la realidad, se encuentra la acción
transformadora, la intencionalidad y la práctica de trabajar por el cambio de
uno y por hacer algún impacto en los otros, en el medio, más allá de uno mismo.
Las grandes preguntas del desarrollo personal son las
propias de todo intento de cambio a cualquier nivel: qué, por qué, cómo,
quiénes, cuándo. Es evidente que las preguntas estarán atravesadas por las
concepciones de ser humano. Serán diferentes en un racionalista individualista,
en un religioso fundamentalista, en un pragmático hedonista, en un ser
espiritual, solidario y racional. En lo que hemos conversado, el énfasis está
puesto en la elaboración de las metas y su fundamentación Cómo quiero ser, por
qué tengo esa expectativa, Luego, vienen los interrogantes sobre el cómo
hacerlo, cómo avanzamos hacia esas metas, cómo evaluamos lo que vamos haciendo.
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