miércoles, 29 de julio de 2015

Entre la Seoaración y la Integración 36


Entre la Separación y la Integración 36
El Poder Sano  2
Es un tema libre de recetas. Hay que examinar   el concepto  en un mismo movimiento de  revisión de uno mismo, en procesos llevados a cabo con autonomía, lejos de prejuicios, dialogando, reflexionando. Así  se tiene la oportunidad de  pasar por encima   de los sesgos y las necesidades de  mantener imágenes y se dan las condiciones para contextualizar  y para  profundizar  el ángulo de miras sobre la política, el ámbito colectivo de ejercicio del poder, en su conjunto.
¿Qué es el poder, cuáles son sus dimensiones? Al contestar se ponen en acción ciertos “poderes”…atención, memoria, asociación, seguridad, interés  en estas conversaciones … Todos  tenemos poder,  de un grado u otro, de preguntar, de responder, de discriminar, de voluntad…la lista  no tiene término.
Proponemos una  diferenciación simple de cinco dimensiones del poder. Ellas son el poder de ser, el de la conciencia, el de la identidad, el de la fuerza o energía, el de la dirección  del poder.
A).    El poder de ser apunta a nuestra condición básica  de “existentes “,  entes . Es el más olvidado o negado en estos tiempos del “pragmatismo encéfalo craneano”. Nos sitúa, al reconocerle, en la tensión  esencial, ex-istimos, estamos fuera, tenemos nuestra individualidad, pero  pertenecemos  al todo, participamos.
B).    Contamos con el poder de darnos cuenta, la “con- .ciencia”. Poder con su  lucha, su contradicción, el doble enfrentamiento con la incertidumbre epistemológica y con las opacidades del inconsciente.
C).     El poder de ser y el de la conciencia se continúan con nuestro poder  más personal, la identidad, el centro, el yo.
D).    El poder energía  comprende un vasto, diverso, espectro de contenidos .Hablamos de potencia sexual y de poder económico, fuerza física y capacidad de convocatoria, poder militar  y resonancia carismática…Es el poder tangible, el único aparentemente  existente en el sentido común.
E).     Las expresiones del poder  poseen  distintas direcciones; la guerra, la acumulación, las relaciones humanas, el desarrollo personal, el conocimiento, el enriquecimiento, el trabajo, el control de una posición  gubernamental, la expansión territorial, la educación, la obra artística, el éxito deportivo. Toda la gama posible de las metas humanas. Es la dimensión del poder más cercana a la salud, la susceptible de ser llevada a términos valóricos
Para encarar la salud del poder tomamos la directriz de la salud integral . En ella, en apretado resumen, se considera el desarrollo del potencial de cada uno y de todos, en armonía entre sí y con la naturaleza, rescatando la “escala humana”, el papel del ser humano en el cosmos, la forma peculiar como se da  la identidad bivalente, “cuántica “ de  autonomía y participación  en la comunidad, la humanidad, la vida ,el planeta.
Podemos considerar, tentativamente, a grandes rasgos, como forma de animar un diálogo, las condiciones siguientes que pueden ayudar a identificar  a  un poder “sano”:
A).  La armonía entre la igualdad humana básica y el derecho a la diferenciación.
B).  La orientación hacia la sustentabilidad
C).   El equilibrio entre el poder de identificación acotado a lo más significativo y la apertura a lo universal
D).  La sinergia entre el  desarrollo  de las personas y la búsqueda de medios para facilitarlo
E).   La atención a las necesidades y derechos de todos
En relación al poder de dominación, hay tres  grandes formas de establecer el poder sobre otros, importantes para el estudio de la salud. Ellas son el poder impuesto a la fuerza,  el obtenido por “autoridad” y el propio de la seducción  que neutraliza la capacidad de discriminación
Entre la visión “supra humana “de negación de la inevitabilidad, de lo constitutivo del poder  y la adscripción  autoritaria  a  la legitimación del poder de dominación, podemos optar por  el referente de la salud integral, por la búsqueda de la salud del poder.



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