Lo Cotidiano y
lo Universal 36
La
actualidad y el tema de fondo
Vivimos el carnaval de las denuncias, las voces
engoladas haciendo loas a la
probidad, los ceños fruncidos
pidiendo las llamas del infierno para
quienes han sido sorprendidos rompiendo las reglas del juego donde se legitima la competencia y el lucro
al buen arbitrio del homo habilis.
Es momento de poner atención al problema de fondo y desvestirse de retórica. El
predominio de la economía y de la técnica
es un problema , es una
enfermedad de la cultura.
Vivimos apurados,
pendientes del celular, olvidados
de que somos humanos… tenemos
ese privilegio, esa misión de
buscar el sentido, de construir
sentido. El sentido último no puede
seguir estando en el poder , el
tener, el hacer frívolo.
Vivimos en un mundo
de profundas desigualdades de oportunidades para
poder satisfacer las grandes necesidades humanas, vivimos en desarmonía con la
naturaleza , descuidamos el
diálogo, las relaciones profundas.
Es el momento de despertar.
Sí , hay que tener transparencia total con la corrupción con respecto al juego del sistema.
Más allá de ello, necesitamos ir construyendo un sentido común que sobrepase
al del homo habilis, que no nos subordine a las
novedades de la técnica o al canto de sirena del dinero por el dinero.
Hay que volver
a las fuentes del humanismo, del
vivir ecológicamente, integrando la razón con la espiritualidad, con la ética, con la
afectividad.
Integrando el desarrollo personal con la convivencia, con le diálogo y con la
colaboración al desarrollo humano.
La crisis que vivimos, más allá de , de los
escándalos conocidos,
es una crisis profunda del estilo de desarrollo, una crisis
de la evolución.
Es una oportunidad de ponernos como meta la ambiciosa perspectiva de acercarnos al homo sapiens.
Es una oportunidad de ponernos como meta la ambiciosa perspectiva de acercarnos al homo sapiens.
Para eso
debieran estar educando los medios de comunicación social, en vez de
embriagarnos con propaganda, con violencia, con nimiedades.
En ese sentido,
lo público debiera ser
educacional
Por ese camino,
necesitamos una educación
formadora y no atiborrada de datos y de incentivos al individualismo.
Para lograr ese cambio, es imperativo poner en acción todo el auténtico sentido
humanizador de las sensibilidades
sociales y espirituales, científicas y poéticas. Sobrepasar los narcisismos
individuales y de grupos.
Integrar el desarrollo personal y el cambio cultural.
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