Lo Cotidiano y lo Universal 26
Un pequeño escrito con alcances universales
“Lo bueno de lo
nuestro y lo malo de los otros”
El Cuervo y el
Pavo
Iriarte
Cuando se trata de censurar los defectos de una obra, no
deben censurarse los personajes de un autor
Pues, como digo, es el caso
(y vaya de cuento)
que a volar
se desafiaron
un pavo y un cuervo.
Al término señalado cuál llegó primero,
considérelo quien
de ambos
haya visto el vuelo.
«Aguárdate -dijo el pavo
al cuervo de lejos-.
¿Sabes lo que
estoy pensando?
Que eres negro y feo.
Escucha: también reparo
-le gritó más recio-,
en que eres
un pajarraco
de muy mal agüero.
¡Quita allá, que me das asco,
grandísimo puerco!
Sí, que
tienes por regalo
comer cuerpos muertos».
«Todo eso no viene al caso
-le responde el cuervo-,
porque
aquí sólo tratamos
de ver qué tal vuelo».
Cuando en las obras del sabio
no encuentra defectos,
contra la persona cargos
suele hacer el necio.
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