sábado, 3 de enero de 2015

El Arte de Vivir 61


E l Arte de Vivir  (61
El arte  de compartir lo más personal. El ejemplo que nos dan unos personajes.
Una conversación sobre nombres  íntimos
La fiesta se ahondaba, gozosa. Los amigos se regalaban. Se encontraban en lo insólito, en los  universos más personales. Entonces, él compartió aquel recuerdo asombroso….
“Cuando estuve en la tierra”, empezó a narrar, “me llamaban Principito…”
     “Te quisieron domesticar”, sentenció el zorro, moviendo su cola alegremente, como un campo de trigo en el viento.
La Rosa vaciló leves instantes y, luego, decidió seguir en el improvisado juego a la verdad.
    “Al saber que allá te conocieron por el nombre que brotó en la solazada ironía de nuestra intimidad amorosa…. Descubrí el sentido del desnudo… no pude decírtelo, fue la  ilusión abrumadora de estar bajo el peso invasor de un ojo inmenso, fue entender esa noción del “pudor” que usan los ocultistas de la intimidad…. después, llegué a entender… permitiste que te llamarán Principito para sentirme contigo… así estaba más seguro…”
“Sí, dijo el antiguo viajero, necesitaba ser libre y no domesticar”.


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