El Arte
de Vivir (15)
Destellos de la vida cotidiana
Los reuerdos
Cortázar, cronopio con mucha fama, hilando la literatura y
la vida.
De Historias de Cronopios y
de Famas
Conservación de los
recuerdos
Los famas para
conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: luego
de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una
sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito
que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra".
Los cronopios, en
cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la
casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo
uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y
también: "Cuidado con los escalones".
Es por eso que las casas de los famas
son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de los cronopios hay gran
bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y
los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están
todas en su sitio.
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