Voces del Coraje de Ser(78)
El Coraje de revisar el
presente para enfrentar con
lucidez el futuro, el inmediato y el a mediano y a largo plazo.
La disciplina individual
La revisión de las
últimas 24 horas
El Momento Descriptivo
En la propuesta de revisión de las últimas 24 horas se proponen cinco momentos:
Descripción de lo hecho y
lo vivenciado
Evaluación, autocrítica, de
acuerdo al proyecto de vida personal.
Trabajo con las reacciones afectivas “angostantes”.
Atención a las
instancias altas, significativas.
Ejercicio de imaginar las 24 horas de otra persona.
Solos, o con la guía de una persona asociada al uso
de la metodología o con alguien en el rol de facilitar, se recuerda el
día anterior, desde el despertar hasta el momento similar
en la mañana de la fecha
presente.
Sugerencias para quien
hace el papel de guía
Es conveniente hacer la
advertencia de que los ritmos son diferentes, de que es posible que algunos lo
sientan muy apresurado o, al contrario, lento. Hay quienes se distraen o,
incluso, se duermen. Lo importante es tener conciencia de que se trata de una
demostración y que cada participante deberá practicar por su cuenta, investigar
cómo le acomoda hacerlo según su manera de establecer asociaciones o el
funcionamiento de su memoria.
«Vamos a tratar de
recordar lo que hicimos en las últimas 24
horas. No nos preocupemos por ser ordenados o muy exactos. Estamos
empezando a ensayar. Es posible que nos pongamos a pensar en otras cosas, que
no me escuchen bien, que venga alguien y nos interrumpa. Intentemos hacer el
ejercicio ,simplemente, lo mejor que se pueda, sin tensiones, entendiendo que
ejercitando nos irá saliendo mejor. Lo que vamos a seguir son tres cosas: lo
que hicimos, lo que nos pasó íntimamente, lo que sentimos, y lo que creemos que
les pasó a las personas que estaban más cerca de nosotros. Tratemos de no
quedarnos pegados en algún momento. Si les sobra tiempo o se quedan cortos,
adáptense, después, en la casa, lo harán a su manera...
Respiramos, sigamos el
entrar y salir del aire. Fijémonos en lo que sentimos. Recordemos la forma como
respiramos antes que yo dijera nada. Nos fuimos hacia atrás en el tiempo, sí,
más atrás, cuando recién empezamos la reunión. Vamos viajando en el tiempo
hacia ayer, hoy al despertar, anoche, más allá.... al despertar ayer...
¿Recuerdan? ¿Cómo fue el
pasar del dormir, al estar despierto? ¿En qué ánimo estaban? ¿Con qué claridad
o confusión? ¿Recordaban algún sueño? ¿Cómo era? ¿Qué sentimientos, qué personas,
qué historia?
¿Cómo transcurre el
tiempo? Levantarse, el baño, el desayuno... ¿Con quién, con quiénes están? ¿Qué
parece interesarle a esas personas, cómo están? ¿Qué hace usted desde que
despierta hasta que sale de la casa, qué le va pasando por dentro, qué siente,
qué piensa?
¿Cómo es el trayecto
hacia el trabajo? ¿Camina, va en algún vehículo'? ¿Solo, acompañada,
acompañado? ¿Va mirando, va hablando, qué va haciendo? ¿Qué cree que va
sintiendo la/las personas que lo acompañan'?
Ahora, vamos siguiendo
toda la mañana, hasta la colación, el almuerzo, esa hora del mediodía... Lo que
fueron haciendo, trabajando, hablando... Lo que otros que estuvieron cerca
sintieron. Lo que les pasó por dentro a ustedes... calma, rabia, alegría, pena,
preocupación, tensiones, fantasías, sorpresas, sensaciones de fuerza, de vida,
desánimos, dolores... Traten de recordar ... »
Se sigue, luego, en la
misma forma, recorriendo el día, destacando períodos, las comidas, la tarde, el
regreso a la casa, el tiempo que transcurre hasta el acostarse. La noche, si
fue tranquila con un dormir sin interrupciones; el despertar, los sueños. Se va
combinando en diversas formas el entretejido entre lo que se hace, lo que se
siente, lo que sintieron otros significativos.
Si hay toses, risas,
personas que roncan, interrupciones, es importante mantener un mismo tono de
voz ‑cercano, seguro‑- y explicitar, sobriamente ,que se sigue, a menos que el
grupo entero esté sin poder concentrarse y que lo que proceda sea interrumpir
el ejercicio y conversar sobre lo que sucede, pero ello ocurre en forma muy
excepcional.
Si se trata de un grupo
con alguna práctica en la metodología, deseoso de compartir con detalle sobre
aspectos técnicos, entonces conviene abrir un espacio de reflexión antes de
seguir con la etapa de evaluación. En general, procede optar entre hacer el
intercambio al final de la revisión del día o al concluir toda la experiencia
del trabajo individual.
La «devolución» después
del ejercicio comprende un espacio para la formulación de preguntas y para que
se comparta la experiencia. A continuación, viene la explicitación de
objetivos, el marco de referencia y los aportes de tipo metodológico Desde la
óptica de la racionalidad integradora, el momento descriptivo tiene una cierta
polarización, rescatando más la individualización que la apertura a lo
universal, el compromiso que el desapego, la seguridad que la creatividad, la
localización que la multidimensionalidad. Es «del» individuo, se «apega» a lo
que le ha ocurrido, se «atiene», en lo posible, a la realidad, no a la
innovación, se «detiene» en el transcurrir de la jornada, no examina
conexiones, impactos.
Hay, sin embargo,
presencia del otro en el requerimiento de intentar figuras, fantasías, sobre
sus vivencias. Es un principio de apertura hacia lo universal. El recorrer el
día sin quedar fijado en determinadas conductas y vivencias es ya integrar un
cierto desapego. El juntar conductas y vivencias y aproximarse al sentir de
otros es, también, un abordaje a una multidimensionalidad en ciernes, más allá,
por ejemplo, de lo que sería un puro registro de hechos.
El ejercicio es de
reproducción, no de creatividad, pero ésta está presente en las estrategias que
se deben usar para mantener los hilos de continuidad en el ejercicio, y en juntar
y elaborar los indicios que algo dicen sobre las vivencias de los otros.
En general, la
contribución esperada de la fase descriptiva, los objetivos que están detrás de
su inclusión, son:
a) Contribuir a la
integración entre disciplinas y práctica cotidiana. La rememoración de lo hecho
es el eje articulador más próximo.
b) Facilitar la
disposición a incorporar lo objetivo, tanto para modularlo con lo valórico y lo
reflexivo, como para tender puentes con la imaginación, la meditación y la
comunicación profunda .
c) Ayudar a acercar los
diversos componentes de la subjetividad cotidiana, quehaceres, fantasías,
sueños, estados afectivos.
d) Cooperar en el
motivar, y tomar conciencia de las dificultades del trascender de uno mismo
para ponerse en el lugar del otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario