Conversando desde la Amistad (146)
El compromiso lúcido y desde el fondo
del ser
La integración del misterio y el
desarrollo humano.
Un camino en la oscuridad hacia el
coraje de ser.
Camino en la oscuridad, de Juan
Casassus(Random House Mondadori)
Presentación
en el Espacio Índigo (8-4-13)
Primera parte(apareció en una nota anterior)
No me ocurría desde hace mucho tiempo: subrayar un libro
hasta dejarlo ilegible;
terminarlo de leer y
sentir la necesidad de compartirlo, con tiempo, con cuidado, ojalá en un
seminario, en un contexto bien
conversado.
No es un texto para ser resumido. Es la obra reflexiva, afectiva ,espiritual, de las entrañas, de un filósofo sociólogo, sobre
tres mese de torturas, en que habla, libremente,
sobre el miedo y los devaneos de sentirse héroe, sobre
los días de incomunicación y las instancias en que compartía la celda, donde narra como entra a la intimidad de su ser, a convivir con el
miedo, a acercarse a
la corriente de la vida. A
preguntarse “quién soy”. A
aproximarse a una respuesta: “al final sólo podría decir soy la sensación de una acción. La pregunta
sólo tiene como eco en mí .Soy la sensación de mi propia búsqueda”
Recibe con humildad y compañerismo las enseñanzas sobre meditación de un joven que compartió su celda por
algunos días . Resistió. No delató. Sintió miedo, sintió rabia, pero no
experimentó odio ni lo manifiesta ahora, cuarenta años después.
El entonces joven hiperquinético aprendió a apreciar el silencio, el pensador se integró con la vida, el educador empezó, en
plena oscuridad de feroces apremios físicos, de aislamiento, de no saber de los suyos y de ser vigilado por seres humanos
que no lo trataban como ser
humano, a distinguir entre la vida, el destino y el pensamiento, la individualidad.
En la terrible experiencia de sentir ,literalmente en carne propia ,al
ser humano como lobo , peor que el
lobo para el ser humano, Juan Casassus
vive la identificación con la vida y no tiene pudor de utilizar la expresión milagro:
·”Al experimentar como yo lo hice
de que uno no es el que tiene vida , sino que la vida lo tiene a uno, todo se ordena. Es como estar frente
a un milagro personal Ante una inmensa montaña áurea Y en ese momento de
felicidad uno no le pide nada a la vida,”
El filósofo, el amigo de la sabiduría, llama a respetar la integración
de la reflexión con la vida, El
ser humano comprometido incorpora
el desapego.
Sin esperanzas, en el terror, en lo sórdido ,en plena oscuridad, el
prisionero distingue claramente
lo personal de lo impersonal. En
una situación límite, se hizo cargo de lo limitado de toda situación. Tal vez
por eso mi propio título al libro habría
apuntado al encuentro en el
camino. Al camino de
encuentro del desarrollo
humano que ,de alguna manera , es
encuentro con la oscuridad. La
oscuridad última a la que por
ahora llamamos misterio.
Segunda parte
Como mi presentación personal, a partir de una vivencia, diría que repito con este libro mi
experiencia de los 14 años cuando
leí el libro de Miguel de Unamuno
El sentimiento Trágico de
la Vida Lo leí con denuedo como un
militante ante un texto clave .me llenó y ,como
expresión
paradojal de lo profundo de
la experiencia, comprobé mi
opción por otra mirada de fondo, el sentimiento mágico de la vida.
Con esa mirada , terminé
la lectura de Camino en la
Oscuridad murmurando para mí: aquí
se integra la oscuridad y la luz,. Ante la gran oscuridad del quién soy
yo, dónde estoy, qué es el
mundo, nos encontramos con que la respuesta
es indirecta, es una
respuesta en un hacer, es
Juan manteniendo su
dignidad, asumiendo el miedo, alejando la tentación
del narcisismo, no delatando, encontrando un camino de desarrollo, Juan , un crisol donde se integran el misterio y
el desarrollo humano.
El libro tiene un punto de partida y llegada ; el sufrimiento. Thich
Nhat Hanh, el maestro zen
vietnamita dice en “La paz está a
cada paso” ; “Tenemos que
aprovechar el dolor del siglo XX
como abono para cultivar flores para el siglo XXI”. Con razón envía un mensaje sobre la obra de
Juan que termina diciendo “su
coraje inspira, y bien podría salvar la vida de otros que sufren esas dificultades
ahora y en el futuro.”
Thich
habla sobre una actitud inspiradora y Juan demostró un coraje que no excluye el
miedo, es un coraje profundo, un coraje de ser.
Paul Tillich
llama coraje de ser el asumir nuestra realidad, nuestra identidad,
aparentemente dual,compleja, que integra el ser autónomos, originales,
provistos de un centro, ser
existenciales , con el pertenecer,
ser partes del todo, del ser.
Juan habla,
para seguir con nuestra cita, de la disyuntiva o que uno tenga la vida o que la vida lo tenga
a uno… Terreno divisorio que toca lo más recóndito de nuestro ser, inseparable de un desarrollo, de
un despertar. Asoma el tema del despertar del alma.
¿Existe un despertar absoluto? Lo damos por sentado.
Tal vez tengamos que distinguir entre diversos tipos de
despertares No sé si las distinciones nos sacan de la oscuro
de la condición humana.¿ Si hay un despertar a una certeza absoluta?
Pueden ser chispas de ayuda momentánea para caminar por la vida.
Por allí
estamos en la oscuridad connatural
a nuestra finitud. La
finitud de Zeus, ,nuestro arquetipo del ser poderoso y desarrollado,
presuntamente omnipotente, pero m en realidad finito, subordinado al Destino El terreno incierto de nuestra consistencia
ontológica, el misterio de por qué
existe algo o todo lo que hay o pudiera ser, el misterio de la existencia, del
ser que se pregunta por el ser, de nosotros y ,en nuestro centro, lo rebelde a la mirada de la ciencia y de la lógica, el misterio de nuestro
yo. Como dice Gabriel Marcel, hay misterios y problemas. Los misterios son
dos : el del ser y el de nuestro
yo.
Misterio es el ser, misterio es el yo Problema y
misterio es la coexistencia. La relación con el otro. La relación con lo otro.
Misterio, temido, negado, pero que también puede llamarse milagro como
hace en cierto modo Juan y lo escribe Edward Young:
“Vivir para
siempre
¿ Te parece
extraño querer
vivir para
siempre
Y no t e
parece más
Extraño el
hecho de vivir ahora?
Esto es el
milagro
No aquello,”
Entre misterio y problema
se da lo para normal, la clarividencia, la precognición, la bilocación,
la telepatía, la psicoquinesia, las sincronías. Ventanas al misterio.
Seguramente problemas del mañana, en la mirada de un multiverso…
¿Qué
es el despertar del alma? Mis
sesgos me llevan a integrarlo con
el tema de los planos de la existencia ;el en sí, el para sí, el para otros, el para lo otro.
Hay un
despertar dentro del contexto del
en sí, es el cotidiano salir
del dormir para estar concientes, despiertos en este estado primario.
En el
dominio del para sí, del estar concientes , del darse cuenta ,se da como a los dos a tres años y medio la emergencia natural, como orgánica, de la noción del yo, el despertar de la percepción de un centro personal.
Con ese
centro, nos encontramos con el
despertar a las
introvisiones, los insights, los
darse cuenta. Por ejemplo, me doy cuenta ,despierto a que es distinto ser torturado, como lo fue Juan, al haber sido, como en mi caso ,muy cercano a torturados y dialogante consejero de muchos de ellos , pero sin la experiencia de esa situación límite.
En este
para sí , puedo despertar más
claramente a la conciencia de la
existencia del otro y de su
centro, su yo y… se da la posibilidad de despertar a la realidad de la coexistencia. La otra, el otro,
como compañera, compañero
existencial, el despertar a su condición de posiblemente cercano,
siempre original, de un
fondo inaccesible, tan misterioso como
el mío.
De la
conciencia del para sí pasamos a
la experi- encia de la relación con lo otro. El otro
despertar ,el despertar a la
consideración de la situación
humana. A lo esencialmente otro. Lo que hace posible que algo sea ,
que sea el universo que seamos
nosotros- A ese milagro del que
habla Young
En
esta cultura, el fervor por el hacer, el tener, el
del asombro jibarizado en
la oferta de novedades, se tiende a vivir en la hipnosis de la familiaridad, no
es frecuente despertar al para lo otro .
Hay quienes lo hacen y optan, luego, por dormirse
o intentar dormirse en ese plano, descartando ese despertar
como si fuera una pesadilla. Acompañan, entonces , a los hipnotizados en las drogas, el poder, el consumo, el
tener, el espectáculo, las rutinas, la banalidad.
Otras
personas, como Juan , se abre al despertar a lo otro, a la experiencia , la
vivencia de ser parte… de Dios,
del ser, de la vida.
En otros
casos adquiere relieve, condición de centro gestáltico , una convicción, una narrativa, un creer
determinados contenidos espirituales,
identificables o no con las
religiones establecidas.
También se
da,y es mi caso, el sentir-pensar
que debemos asumir nuestra finitud y con ello el asombro metafísico, la incertidumbre
esencial, vislumbrando que vivimos un camino de oscuridad en que la luz limitada a
nuestra alcance es la de una
ecología del yo que abra camino a la coexistencia, a la armonía
con la naturaleza y el respeto y
la sinergia entre los humanos, seres diversos en una situación ontológica común.
Los humanos, seres requeridores de esta condición esa filo sofía y filo poesía, esa luz que
evidencia este libro Camino en la Oscuridad, la poesía y la filosofía, la luz del Coraje de
Ser.
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