Conversando desde la
Amistad(143)
Hemos estado haciendo las
últimas reuniones del Curso actual
de Formación de Guías Poéticos de
Las Coincidencias, Isla Negra El lunes 6 de Mayo empieza el 17avo curso anual, 2013-14
Nos
parece oportuno reproducir este
documento de orientación
preliminar
Lo
haremos en tres partes: la función de guiar, el guiar democrático y el guiar
poético
Notas sobre el Guiar Poético[1]
Primera
parte
La función de guiar
Para la Enciclopedia Británica[2],
la función de guiar, “guidance” está asociado a dos aspectos básicos propios de
la cultura democrática, que son:
a) El que cada individuo tiene
el derecho de conformar su propio destino.
b) El que los miembros
relativamente maduros y experimentados de una comunidad son responsables de
asegurar de que cada persona tome sus opciones atendiendo a sus propios
intereses como a los de la sociedad a la que pertenezca.
Los diccionarios suelen hacer especificaciones
neutrales en el sentido valórico y engloban al término guía en sus diversas
acepciones que incluyen distintos instrumentos de uso cotidiano.
Así, el diccionario Etimológico de Roque Barría[3]
apunta a la función de “encaminar y dirigir”.
El diccionario de la Real Academia[4]
define guía como .” Persona que acompaña y enseña a otra el camino, fig.
Persona que enseña y dirige a otra.
Mil Sargento o cabo que dirige la alineación de la tropa, Lo que dirige
o encamina. Libro en que se dan reglas y preceptos para encaminar o dirigir en
algo. Despacho que lleva consigo el que transporta algunos géneros y sin el
cual no pueden circular libremente. Sarmiento o vara que se pone en las cepas y
en los árboles para dirigirlos. Pieza que sirve para obligar a otra a que siga
en su movimiento camino determinado. Cada una de las puntas o extremos del
bigote cuando están retorcidos. Caballería que va delante de todas en un tiro
fuera del tronco. Mas. Voz que va delante en la fuga. Amér. En Colombia,
gamarra del mes de un caballo, pl. Riendas para gobernar los caballos de guías.
Ambos textos enumeran una serie de medios, de “cosas
que guían”, incluyendo las “guías de despacho”, las guías, mechas de pólvora,
las guías varas para dirigir el crecimiento de las plantas.
Rodolfo Oroz señala, en su Diccionario de la Lengua
Castellana[5],
que guía es:
El que acompaña a alguien para enseñarle el camino.
Es persona que enseña y dirige a otro.
Despacho que lleva consigo el que trasporta algún
género.
Documento que acredita el envío de una mercadería.
Lo que dirige o encamina.
Baquiano, conocedor de una regla.
Pauta, norma, jefe, cabeza.
Nicolás Abbagnano[6]
en su Diccionario de Filosofía hace equiparable “guía” con principio. A su vez,
especifica que en la tradición filosófica principio equivale a inicio y a
fundamento o causa.
Sintetizando y recurriendo a nuestra vida cotidiana,
nos encontramos con el término guía en relación a una serie de objetos de uso
corriente y en la consideración de un determinado rol personal, la función de
guiar.
Contamos, efectivamente, con guías de despacho,
guías telefónicas, la antigua guía de los caballos que ahora conocemos como
rienda, las guías turísticas, los libros que “guían” para múltiples propósitos.
Basta recordar los cursos en que se planteaba que el Marxismo es “una guía para
la acción”, textos como el de
Schumacher presentado como una “Guía para perplejos”, el gran acopio de guías
de diferentes dominios culturales y, en especial, su presencia en el ámbito de
la formación espiritual.
La Enciclopedia Británica hace hincapié en la
inscripción de la función de guías en la cultura democrática. A ese respecto,
podríamos describir tres formas de guiar, tres dimensiones, susceptibles de ser
llamadas, con todas las relatividades del caso, mecánico práctico autoritario y
democrático.
Hay instancias neutras desde el punto de vista de la
tensión autoritarismo – democracia. Cuando mostramos un camino, “es por ahí
señora…” estamos entregando un dato, ni forzamos a alguien a realizar algo ni
entramos en diálogo, estamos informando. Puede, por supuesto argumentarse que
en la realidad siempre hay un tono, más o menos amable, de mayor o menor
compromiso y respeto con el otro, pero es innegable que hay una función humana
próxima a la de los “objetos que guían”, en el sentido de que decir , por
ejemplo, ·esa es la calle Narciso Aguirre “..no está muy alejado del ubicar esa
dirección en un croquis de la localidad El Quisco.
Lo complejo, lo
que prepara para la discusión sobre el perfil de un guía poético, es el
componente “formativo”, no “informativo” del guiar.
Continúa …
[3] Barría, Roque.
Primer Diccionario General Etimológico de la Lengua Española. F. Seix,
Barcelona, Tomo 2, 1879.
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