Conversando sobre la Amistad (364)
Amistad por el extranjero
en el dominio de la palabra hablada, aquel que no puede decir Buenos
Días.
Del libro del joven Matías Cepeda, privado de voz, con un alto desarrollo personal, “El
silencio que grita”, publicado por Alegremia
La Amistad requiere cultivo, necesita conocer y atender a las
necesidades del otro Matías, con franqueza y con imaginación sobre la “otredad”, se pone en nuestro lugar
destacando el papel del
tiempo en lo que estamos dispuestos a entregar.
CAPÍTULO 6
LA PROFUNDIDAD DE LAS PALABRAS Y LA SABIDURÍA
DEL SILENCIO
Entender
a personas como yo no es fácil, ni siquiera lo es para las personas que me
rodean. Despertar con sonrisas pero sin
un “¡Buen Día!”, mirar la cara del que nos ayuda a levantarnos sin poder
contarle lo que soñamos anoche y decir un
“Hola, ¿Cómo estás?”
Las charlas se alimentan de palabras, una frase permite otra frase, un
comentario espera una respuesta para seguir avanzando en la charla. Tu palabra
provoca una idea en la otra persona y a su vez, esa persona expresa otra idea.
Las palabras son sonidos que expresan nuestro sentimiento y
en las conversaciones las palabras son casi indispensables.
Para conversar sin voz es necesario tener a alguien que pueda ayudarte
con el manejo de la tabla, que los demás sean capaces de creer, que puedan
tener el tiempo necesario para dialogar y que puedan sentir como mi voz la voz
del que me ayuda.
Me siento dentro del mundo cuando hablo y me escuchan, siento en ese
momento la igualdad que da la palabra, pero para charlar conmigo es necesario
tener más tiempo que el habitual y eso no es fácil de encontrar.
Hay personas que dejan
pasar la vida sumergidos en la soberbia de sentirse superiores a una persona
diferente a ellos. Actitudes como estas no suman a una vida en armonía.
Es
acá donde mi vida me obliga a estar en un silencio no elegido por mi, silencio
que grita mis pensamientos, pero que no se escucha, silencio que grita y te obliga a ver la vida desde afuera.
No
se debe confundir mirar la vida
desde afuera con estar afuera de la vida. El mundo gira tan rápido que es difícil detenerse a observar tu
mundo, eso no siempre es positivo porque a veces se pierden detalles
importantes para la paz interior.
La Paz Interior es la armonía entre lo que
somos, lo que creemos que somos y lo que nos gustaría ser. Esa armonía es el
resultado de un equilibrio muy difícil de lograr, sin la capacidad de detenerse
cada tanto, esta Paz Interior no será tan fácil de conseguir y mantener.
Como mis silencios son
obligadamente largos, puedo detenerme a mirar mi vida y la de los que me
rodean. Acá es donde yo siento que mi vida tiene importancia, porque observando
puedo analizar, analizando puedo aprender y aprendiendo puedo ayudar.
Observar no es tan fácil, es mirar con
la intención de centrar nuestra atención en algo que deseamos analizar.
Esta observación debe tener un
sentido positivo. La persona que sabe observar decididamente puede influir en
otros.
La observación es una capacidad
de pocos pero debería ser más frecuente. Si pudiéramos será capaz de mirar el
mundo desde afuera cada tanto, encontraríamos más personas con este poder.
La vida gira sin detener su paso y yo debo seguir también estar adentro
del mundo es mi desafío.
Las cosas no son perfectas pero la vida
sigue igual, aceptar la realidad
tratando de escribir mi propia historia es mi objetivo.
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