Conversando sobre la Amistad( 360)
Amistad con el sentido profundo de la vida
El libro El Silencio que Grita
Entregaremos algunos
capítulos de este libro tan
especial, tan “sentipensante”, tan
remecedor , tan asombroso, que ,entre otras cosas , grita
mucho del lo que callamos
sobre la Amistad
Nos pareció importante respetar los créditos y destacar la Dedicatoria
El Silencio que Grita
Colección Altaalegremia Nº 4
2012 Matías Andrés Cepeda Monsalvo
Villa Ángela,
Chaco, Argentina
I.S.B.N.
978-987-33-2567-0
Dedicado
·
A personas que como yo, se encuentran presas en un
cuerpo que no tiene voz propia
·
A mi Mamá, principal promotora de mis logros
·
A mi Abuelito y Sandrica, impulsores de mis escritos y
reflexiones
·
A mi Papá que siempre está conmigo
·
A Cristian, mi hermano, que siempre está en todos los
detalles.
·
A mi tía Silvina, sin ella esta historia nunca se hubiera
escrito
·
A Renzo que me enseñó a pensar diferente
·
A Nicol, mi amiga que siempre sabe escucharme
·
A cada una de las muchas personas que pasaron por mi
vida y las que están en mi presente,
porque de una u otra manera me han permitido ser lo que soy
CAPITULO 1
LOS JUEGOS DE MI INFANCIA
Hola, si estas leyendo este libro es porque seguramente sos una persona
muy especial. Soy Matías, hoy tengo 16 años y sin etiquetar, te cuento que
tengo un cuerpo que no me permite hacer nada solo.
De
bebé no tengo memoria, creo que en general a todos les pasa.
Los primeros recuerdos que vienen a mi memoria son variados, es una
historia construida con recuerdos propios y con historias que me fueron
contando.
Tengo imágenes de los juegos con mi
hermano, él me enseñó a jugar, sin
movimientos propios esto no era fácil. Como pasaba mucho tiempo acostado él
solía venir y me hacía jugar a la
escondida. Cristian era pequeño y le gustaba disfrazarse, le pedía a mi mamá que
me ayude a bailar y él me disfrazaba. Teníamos un cochecito en el que íbamos
los dos juntos, yo arriba y él abajo, no quería pasear si yo no iba también.
Aún me río y me emociona recordar ese tiempo.
Mi tiempo de juego era muy breve, mayor era el tiempo de tratamiento.
Con mi hermano compartíamos la pieza que
era nuestro dormitorio y mi consultorio, más que juguetes había
colchonetas y, más que juegos había trabajo. No me quejo de eso, sin tanto
trabajo, quién sabe cómo estaría hoy.
Mi
infancia fue feliz aún en el
silencio.
Al
recordar siento que vuelvo a vivir esas historias. Es un largo camino en mi
memoria cuando recuerdo mis cumpleaños, mamá fue quien le dio alegría a esos
días. Era una fiesta en honor a mí y todos mis amigos y mi familia más cercana
compartían ese momento conmigo.
A
pesar de la alegría yo no pude decidir hasta mucho tiempo después que quería
organizar para ese día. Mi mamá siempre respetó nuestros deseos y mi hermano
desde pequeño ya organizaba e invitaba a quien quería, y si bien mis cumpleaños
fueron geniales, no pude hacer lo
mismo.
La
voz permite expresar nuestros deseos, ¡Qué difícil es tratar de hacerse
entender sin voz!
Recuerdo que viajábamos mucho, mis padres siempre buscaron lo mejor para
mí y me llevaron a muchos lugares buscando el mejor tratamiento. Pero en cada
viaje el tiempo para la diversión fue importante, no recuerdo viaje sin
haber hecho algo divertido.
Mis lugares preferidos eran los parques de diversiones, el gusano loco, la montaña rusa...
¡Qué juegos divertidos ¡ En todos me subí con la ayuda de mi papá, sin él nunca
hubiera descubierto lo divertido de estos parques.
No hay comentarios:
Publicar un comentario