Conversando sobre la Amistad (313)
Amistad con la Mitología
Momo, Dios del sarcasmo, del humor, de la alegría y de la agudeza en la
percepción.
La cuenta cuentos Patricia Crispi me sugiere que escriba sobre Momo,
dios del a mitología clásica cuyas
huellas están vivas en los
carnavales brasileños, en páginas
de algunos escritores como Gracián y Kafka y en ciertas referencias muy
sucintas, a veces no concordantes, de la
propia mitología.
¿Es un arquetipo del corazón de la euforia expresiva, multitudinaria de los
carnavales del Brasil y otros países?
¿ Es el representante del sentido
del humor asociado a la
alegría básica, vital?
¿Es el símbolo del sarcasmo, del humor hiriente, descalificador?
¿Es el arquetipo del juicio expedito, penetrante, capaz de sorprender?
¿ Son cuatro Momos?
Sí , pero es posible integrarlos en un solo arquetipo de cuatro sub personalidades.
¿Cuáles?
Empecemos por el final, lo vigente en nuestra época. Se trata de un modo
de ser muy propio de culturas de predominio extravertido, alegre, de mucha libre expresión corporal asociada al
baile, a la música, al ritmo, propia de carros vibrantes de música ensordecedora, de Brasil y de otros países
carnavaleros. Allí, Momo es
arquetipo , dios, de la euforia de música y cantos ensordecedores, de bailes
alcanzando los deslindes de la personalidad , de la presencia invisible de
Afrodita desinhibida, sin necesidad de usar su cinturón maravilloso, de Eros, de
muchos Eros, libres al fin de sus flechas , con el cuerpo empapado de sudor , las pupilas brillantes y el
ritmo en el alma .
Más atrás, al fondo del tiempo, sólo visible en papeles desvaídos , el
cortejo del dios Como, el dios de la alegría, joven, hermoso, triunfal. El dios
Jano lo saluda con sus dos cabezas
y las vestales ríen a escondidas. En ese grupo, una persona mayor, notorio por ser muy verbal, muy chispeante , poco ágil,
más cerca de la gracia que del
éxtasis orgiástico. Es el segundo Momo, la segunda sub personalidad, Momo parte del
cortejo, de la gestalt de la alegría.
Entre el rey del
carnaval y el leal
trabajador de la alegría, otros dos Momos , el del sarcasmo, incisivo,
insolente, crítico despiadado, impenitente; el sagaz, el penetrante, el que se
anticipa a su tiempo y, tal vez, a todos los tiempos.
El tercer Momo, fastidioso
inveterado, fue expulsado del
Olimpo de Apolo y las musas de armonía de
música y de poesía , el mismo de las normas y el personalismo de Zeus.
Es el Momo que discute con Zeus. Es el Momo que se burla de
parloteo banal de Afrodita.
Hay un cuarto Momo, cuyo
arquetipo se funda en una sóla instancia
inmune a la corrosión del
tiempo. Es el Momo sabio, de una
sabiduría intuitiva cuyo
criterio es apreciado hasta por
la propia Atenea
Tres dioses , Poseidón, Atenea y Hefestos, llevan sus respectivos trabajos al
juicio crítico de Momo.
Poseidón, dios del mar, trae un toro, un toro marino. Momo piensa en el
modo de ser emocional del Dios,
sus conflictos, sus combates. Rápido, pone reparos a la posición de los cuernos
del toro, están muy separados. No son un arma adecuada para una cabeza que agrede o se defiende .
Atenea presenta su casa, seguramente muy apta para la reflexión sobre lo
posible y lo más allá de lo
posible en la paz y en la guerra.
La respuesta no se hace esperar. Ella debe estar presente en muchos lugares, en
todos los lugares , no sólo en la Atenas que le es consagrada, no sólo en el
Olimpo de su padre Zeus. A su casa le faltan ruedas. ¿ No es más adecuado para
una diosa sabia tener una casa
–estudio móvil?
Luego, es el turno de Hefestos, el escultor. Trae una aparente obra maestra, el ser humano . Momo mira
al autor a los ojos y le dice: le
falta una ventana al corazón.
Se nos advierte: nos falta una ventana al corazón.. No es un duro sarcasmo. No es una frase
graciosa. No es un gesto eufórico.
Es una verdad. Es un aporte amistoso. Es el regalo de la sub personalidad de un
maestro.
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