Miradas a la Esperanza 24
El Misterio y la Esperanza
Una relación muy especial
Nihil y la Esperanza Básica, Azul
La niebla oprimía, gris, lúgubre, omnipresente, sin dejar ver más allá de un metro de distancia. Era alta la noche. Por precaución ,se había suspendido el tránsito de vehículos.
Sólo se escuchaban, en sordina, pasos lentos, medrosos, en precario equilibrio sobre las veredas cubiertas de una pátina de hielo. El frío era intenso y todo era muy inhóspito, pero Nihil caminaba con desenvoltura, ajeno a las dificultades agobiantes de los otros transeúntes en esa calle del Londres de 1962.
Sabía que el contexto era muy adecuado para materializarse y llevar a cabo el encuentro con Esperanza Azul, formalmente conocida como Esperanza Básica Se habían propuesto un diálogo con tiempo y lugar a la escala humana. Entre el creer y el no creer se situaban en la niebla….
Sin necesidad de abrir la puerta, pasó al interior del viejo pub de barrio donde Esperanza lo esperaba con expresión de complicidad.
Pensé que no darías trascendencia a nuestro acuerdo, dijo ella, en tono amable. Supuse que confiarías en mi, respondió él, irónico, tranquilo
Al interior de la habitación, entre ellos, el clima era cálido, soleado.
Volvamos a lo básico dijo Esperanza. A ver dónde nos encontramos, manifestó Nihil, en tono de incrédulo civilizado.
Dijo ella:Tu adviertes la falta de sostén último de todo, el gran misterio, la debilidad desde las raíces de creyentes y de ateos, de científicos, espirituales, reformadores sociales, todos imbuidos de una presunta autoridad.
Expresó él:Tu mantienes tu ser esencial, como un saber que cabe un sentido en la niebla que nos empapa desde los orígenes.
Sí, expresó Esperanza Azul , veo claramente como la existencia humana y aun de aquellos seres más evolucionados como nosotros no traspasa el misterio del ser, no llena la nostalgia de absoluto, pero no puedo negar que este encuentro tiene un sentido . ¿Piensas de otra manera?
Nihil vaciló, no pudo contestar, pero se encontró con la mirada de Esperanza Básica, honrada, significativa, profunda, abierta a lo inefable.
De imroviso econtró sus palabras: no me confundas con la desesperanza…
La ciudad pareció adquirir un momento de vida dentro de su inmovilismo doloroso. Era Niebla que sonreía, cómplice, comprensiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario