El Arte de Vivir 150
Hacia un Frente por la Vida 30
El Miedo 3
El Miedo
Versión de una Fábula
Fue …una vez, fue varias veces.
Se contó no exactamente igual,
Pero siempre manteniendo el hilo central
de fábula, de mito.
( De Para Fábulas y Para Mitos Ed Tralca mahuida,2015)
Tres personas recorrían un bosque . Era una joven con dos amigos. Ella los venía conociendo. Le parecieron tan simpáticos como confiables y aceptó la invitación que le hicieron para hacer juntos el camino que, cruzando el bosque, llevaba a una hostería donde se iba a realizar un encuentro sobre la conducta a seguir ante una epidemia llamada de fiebre de oveja, una infección transmitida por la lana de oveja por unos virus, habitualmente en hibernación, que despertaban con el contacto de la saliva de los perros en la sangre. .
La gravedad de la epidemia tenía muy afectada a la población , por lo que el encuentro había suscitado mucho interés , a pesar o , a lo mejor , también, porque se realizaba en un lugar de difícil acceso, al que no podían llegar vehículos y se podía controlar bien tanto la presencia de perros , como de ovejas y de ropa de lana.
Ella se llamaba Diana y era funcionaria de atención primaria en salud, sus dos acompañantes, dos hermanos denominados Fobos y Deimos, parecían trabajar para una empresa de publicidad.
Atardecía , hacía una leve brisa y los árboles , sin cambiar de sitio, movían sus hojas con gran libertad y gracia, jugando con la luz y los tonos del verde. La conversación iba y venía, danzando por los alrededores de la epidemia y sus avatares
De súbito se escuchó un ladrido y emergió un perro abriéndose camino en dirección a ellos a toda velocidad. Fobos de un salto se encaramó a un árbol cercano, trepando a considerable altura . Deimos , sin mayos pudor, se protegió refugiándose detrás de Diana . Diana permaneció serena y le habló al animal en forma afectuosa , ofreciéndole un pedazo de pan . El perro se detuvo olfateó con parsimonia lo que se le adelantaba , luego procedió a comerlo con bastante premura, sin hacer mayores comentarios….
Terminada la improvisad merienda, Diana le tocó suavemente la cabeza, el perro se tendió de espalda y le ofreció poco menos que su alma para que la acariciara .
“Qué bueno es hacer amistades” dijeron, casi al unísono, los dos hermanos, contemplando la escena. Diana, la vista fija en los ojos del perro mientras le acariciaba el pecho, prefirió continuar la conversación anterior . Se limitó a comentar que el miedo era la peor epidemia que existía en el mundo.
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