El Árbol 54
Elicura Chihuailaf
PARA SANARTE VINE, ME HABLÓ EL CANELO
Para sanarte vine, me habló
el árbol sagrado
Ve y recoge mis hojas, mis
semillas
me está diciendo
De todas partes vinieron
tus buenas machi
mis buenos machi
desde las cuatro tierras,
desde las cuatro aguas
mediaremos, me están
diciendo sus poderes
en tus nervios, en tus
huesos, en tus venas
¿O deseas acaso abandonar a
nuestra gente?
Elevaré mis rogativas, le
digo
Ay, mis pensamientos se
apartaron
de los apacibles ríos de mi corazón
Piedra transparente será
éste, por mí, dijiste
Oo Ngvnechen, envíame tu
aliento
tu resollar de aire
poderoso
Este va a ser cantor,
dijiste, entregándome
el caballo azul de la palabra
Hasta la tierra de arriba llegará
en sus sueños
confundiendo al mensajero
de sus enemigos
Me oirá cuando hable desde
la savia
de las plantas y de las
flores. Así dijiste
Mas yo quise olvidar el
consejo de las Ancianas
y de los Ancianos
por eso estoy enfermo ahora
Mis pensamientos se
alejaron
de los apacibles ríos de tu corazón
Mírame, estoy soñando que
he subido
por tus hojas
La cascada azul de la
mañana vino a mojar
mis labios con sus aguas
Subí, subí con ellas, pero
me sujetó
el murmullo de los peces
Caminé luego sobre el aroma
de los bosques
Después baile. En él estaba
colgado mi poder
Las buenas visiones y los
buenos sueños
lo rodeaban
Lloré entonces, lloré,
abrazado
por el espíritu de mi canelo.
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