Encuentro en Formosa de la Internacional de la
Esperanza (14 )
LA VERDADERA ESPERANZA NO SE PUEDE NOMBRAR
Vivimos en la Esperanza
Se la puede escuchar, verde azul, en el corazón de la ardua ciencia y en la sonrisa balbuceante e inédita de aquel niño.
Inspira rutinas, celebraciones, sueños, duelos, sorpresas... y en ellas se le adivina desde raíces a semillas.
Vivimos del Esperanzar.
Colorea crepúsculos, solidaridades y sabidurías. Emerge con frecuencia en inspiraciones y ecosofías.
Vivimos lo Esperanzador
en la magia donde nace el ser
e intuimos escaladas a montañas semi espirituales.
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