Multiversidad
sin Fronteras 73
La Multiversidad
de lo aparentemente pequeño.
Lo
extraorinario en lo ordnario que nos
enseñó Margarita Ovalle.
Escribe Arturo Schwencke
Que hago?
Para Luis,
jardinero de la plaza de la Amistosofia,
Hola, soy Arturo.
Como te
llamas?
Que haces?
De donde
eres?
Espacios
comunes, la veo venir de tacones altos y sin abrir la boca se que me encuentro
frente a otro trivial intercambio de cosas que apenas sabemos de unos mismos.
• Que haces? Me pregunta
• (Ya esta mierda pienso yo de
nuevo...)
La chica
me mira de arriba a abajo tratando de descifrar si por como me visto me va bien
o mal...me resulta incómodo.
• Bueno..
De ahí, se
me abren los ojos tras casi treinta años de obviedad en la punta de mi nariz.
Verán, me
cuesta dar por hecho lo más minúsculo que cruzo cada día.
Lo que me
pongo, las enormes y minúsculas estructuras, costumbres perdidas y encontradas:
los detalles.
Grietas de
las que me cuesta días salir a veces.
Vivo en en
el futuro que habíamos en otrora soñado y aún no cabe en mi cabeza ni el
presente ni el pasado.
No llevo
en mi los años de experiencias ni doy por sentando tantos cambios que
normalizamos mientras el tiempo decide no detenerse.
Creo que a
mis treinta, estoy entendiendo la pregunta que me parecía tan molesta en otros
tiempos: que hago?
Limpió
vidrios de lo cotidiano.
Mientras
la fantasía hecha realidad empaña esos gruesos lentes de perspectiva que se
convierten en normalidad, yo entre burbujas y escobillados no puedo detener mi
fascinación por lo diminuto que en grietas de nuevas grandezas se pierden.
Soy un
admirador de lo que no miramos dos veces.
Soy un un
documentador de lo colectivo que el pasado opaca.
Quizás no
sea jabón y agua. Quizás no sean escobillas. Quizás sean palabras.
Porque
vidrio?
Porque es
líquido, y como nosotros, con el tiempo cambia la nitidez de cómo vemos lo que
se encuentra frente a nosotros.
Fluye, al
igual que nosotros.
• Si, eso...trabajo en limpieza,
mucho gusto.
La chava
no responde, se aleja rápidamente. Yo sonrió ampliamente... y solo tomo treinta
años descubrirlo.
Yo sonrio.
Hola
lector, me llamo Arturo.
Y limpio
vidrios
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