Fábulas y para fábulas 11
(Fábulas y Para Fábulas
Ediciones Co Incidir 2017
de Fábulas Abiertas
Textos cortos)
El Sabio y la Magia
Subía la montaña . Sentía su cuerpo, denso,
cierto. El aire era puro, frío como una
verdad cortante de tan tremendamente certera. De súbito, lo vió. Altas las
orejas, celeste los ojos, la observaba, amable, el conejo rosado. Se
entendieron en forma instantánea. No
sabemos cómo , pero el conejo
rosado empezó a caminar por una senda, tal
vez inédita, que se iba abriendo sola a su paso... y ella lo siguió, sin vacilaciones, como si se
tratara de confiar en un conocido de
siempre. Tengo un invitado que desea
conocerte , dijo él, también con
naturalidad , aparentando ser un ser bien versado en la comunicación humano. La nieve , a pocos
metros sobre ellos , parecía tranquila , expectante. Un cóndor voló por encima , lento, como observando con atención. El conejo rosado le hizo un
leve y muy correcto gesto de saludo y el ave
prosiguió su ruta , moviendo las
alas al modo de un aviador diestro y
alegre.
Tengo
un invitado que desea hablar
contigo, insistió el conejo . Ella
vió como la boca
de una madriguera se ensanchaba,
se adaptaba a su cuerpo, tomaba la forma familiar de una
puerta hospitalaria. El conejo la
precedió en entrar
a una habitación en que
reinaba una temperatura agradable y
parecía presidir una figura... que ella
reconoció de inmediato.
Eres el
ser sabio , le dijo. Sí dijo él , el tuyo...
El
conejo rosado se subió a la rodillas del ser sabio . Ella sonrió
y el conejo desapareció en su sonrisa .
Esa
no es la magia, dijo el ser sabio , como
si estuviera siguiendo su pensamiento.
La
magia, continuó afirmando, es el regalo de existir… la montaña, los conejos,
los cóndores, los humanos, el tiempo,
el mensaje del sol a la tierra,
el nacimiento de los niños...
Ella agradeció el regalo del recordar el gran
regalo ,siguió mirando la cordillera
nevada , escuchaba el silencio, sentía el aire
puro y la indudable presencia
de su cuerpo.
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