23 de
marzo del 2017
Elogio
del Asombro 8
El
asombro discurre por instancias particulares como ellas, a veces iluminado, en
armonía, en ocasiones, afrontando caminos sin salida de búsqueda de lo absoluto
en el vínculo, en la idea o en el proyecto.
Las inquietudes
existenciales desbordan los muros del desarrollo dominante, así el médico racionalista acude a la consulta
del tarot, el ingeniero computacional se da un tiempo para practicar
meditación, crece el interés por lo religioso como un fluir ecuménico, lo
esotérico se ventila en los cafés y los enigmas de la parapsicología ocupan
lugar en la televisión y en la literatura de alcance masivo.
Del
modo indicado, el homo habilis contiene la presencia de lo no racional en la
vida cotidiana sin una apertura al asombro básico, desplazándolo a través de
los dos grandes medios culturales de represión, la formalización dogmática y la
negación en la inmanencia absoluta, junto con una expresión vicaria en la
poetización de la vida cotidiana, particularmente vínculos, ideas y proyectos,
con un acercamiento a una manifestación directa política, en la revitalización
de la espiritualidad y la presencia de tendencias ecuménicas.
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