Desarrollo
Personal y Cambio Cultural 29
La
disponibilidad como Espiritualidad,
Acción Social y Salud
Segunda
parte
3.-
La crisis en esa enfermedad.
Existe la crisis estructural propia del
ser humano, dividido entre su identidad precaria, natural, y su condición
abierta, creadora.
Hay esta enfermedad del mal desarrollo, a
la que hacemos coincidir con el autoritarismo y la falta de autoria sobre el
proyecto humano general.
Hoy estamos en una crisis contingente que
se sobreimpone a la patología del mal desarrollo. Es la gran amenaza y la gran posibilidad, el
Wu Chi taoísta, la alternativa de que se acabe la vida humana o de que se produzca
un gran cambio renovador, una metamorfosis
que oriente de otra manera el desarrollo y nos lleve no solo fuera de la
crisis, no solo tal vez, mas allá de la enfermedad del autoritarismo, sino que
hacia una mayor extensión de la salud, una humanizacion consciente,
participativa, integradora, creadora.
Hay, por lo menos, seis grandes elementos
en la crisis, que esquematizaremos al máximo.
a) El
empobrecimiento, las carencias, el hambre y la falta de atención medica, en los
países llamados sub desarrollados; la alienación en la soledad, las
toxicomanias y la futilidad en las naciones favorecidas económicamente. Pobreza en unas y otras de participación
social, de acceso a relaciones humanas profundas, reales.
b) Destrucción
del equilibrio con la naturaleza, reducción de las reservas de oxigeno, de
agua, de combustible, de alimentos.
c) Estado de
tensión bélica y riesgos de un conflicto nuclear en un mundo dominado por las
divisiones políticas, con una tecnología que ya esta fuera de control.
d) Crecimiento
de la información en todas partes sobre lo que ocurre en el resto de la
sociedad y el mundo, sin que ello se acompañe de un estado de identificación
universal, como seres humanos.
e) Lo que es
mas grave, una inmensa mayoría de ciudadanos del planeta que, tratándose de
adultos cronológicos, viven como niños, regresivos, sin conciencia, en un mundo
empobrecido, crispado al máximo, con guerras en curso, a punto de estallar en
la guerra de las guerras.
f) Frente a
estas distintas negativas de la crisis, aparece también una gran vertiente de
posibilidades positivas. Ella esta
ligada al desarrollo de corrientes humanas de esperanza, políticos renovados,
comunidades y personas con despertar-religioso, grupos autónomos, mujeres,
jóvenes, programas de educación, de salud, que señalan la importancia de los
derechos y del desarrollo humano a la convivencia, a la paz activa, a los
cambios profundos, a salir del desarrollo actual.
4.- La disponibilidad magnánima,
medicina del momento.
Frente a esa crisis, a la
enfermedad de fondo, a las vertientes de esperanza, cabe una actitud
medica. No se trata de la medicina de
especialización, necesaria pero sobredimensionada en el mundo actual, y demasiado
débil frente a la magnitud de los problemas.
Ahora necesitamos una
medicina magnánima, inmensa y por lo tanto popular, sencilla, urgente. Una gran medicina descalza, universal,
que también pueda ser aprehendida en
poco tiempo. En el poco tiempo que nos
queda.
Se trata del punto en que se
encuentren la espiritualidad y la acción social en la lucha por el sentido
humano actual y permanente, por el buscar-hacer ahora, frente a la pobreza de
la vida, las divisiones y los grandes riesgos.
La espiritualidad es entrega
a este fluir de lo humano que, misteriosamente, ha ido trayendo una gran
novedad, un posible sentido al universo que antes era solo de determinaciones.
Lo social es el encausar esta
entrega como proyección hacia los otros.
Social viene de socio, el compañero, el otro.
Disponibilidad es apertura a
un mundo con los otros. En la intimidad
de la conciencia tiene nombre de espiritualidad; en el discurrir en el mundo se
le puede llamar acción social.
Disponibilidad es apertura,
sin prejuicios, sin temor a lo contradictorio de lo humano, al misterio. Es decir, disponibilidad es el anverso del
autoritarismo. Es salud, compenetración
con la vida humanizada, participación en la creación de un mundo de todos para
todos, un mundo de iguales porque se respetan las diferencias.
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