Boletín Esperanza 10-segunda parte
La amistosofía nos conduce a la amistad
con la situación existencial del ser humano.
Mientras,
con mayor o menor conciencia, viajamos del nacimiento a la muerte, de no ser
astronautas, poco vivenciamos de los paisajes transitados por nuestra nave
espacial.
En
cambio, se nos da la gran posibilidad de ir haciéndonos cargo de nosotros
mismos, de nuestro centro y de nuestra relación con el ser.
Nosotros
aquí y ahora, nosotros como proyectos, nosotros seres finitos, podemos ser más
o menos indiferentes, extraños, hostiles, amistosos… hacia el hecho de existir.
La
amistad con la existencia es el trasfondo de la orientación amigable hacia la
naturaleza, la cotidianidad, la trascendencia, las y los seres significativos,
la humanidad, los valores…
Todo
ello, es obvio, se da sobre los cimientos, en el escenario del existir.
La
amistad como relación con nuestro ser, como relación con nuestra finitud, con
nuestra realización y nuestra búsqueda.
Como
relación con quienes coexistimos.
Es
una realización de compromiso con la vida, con los otros, con nosotros mismos,
es, al mismo tiempo, una actitud desapegada en que la coexistencia tiene un
lugar especial.
Este
arte de conducir en armonía, en sinergia, el compromiso y el desapego, nosotros
y la coexistencia, el buscar y el realizar, tiene un punto de apoyo importante:
la gratitud.
La
gratitud por existir
En
esa vivencia se integra nuestra condición de ser finitos.
Finitos
con nostalgia de infinito, integrable con la amistosofía.
La
Amistad y su proyección a la amistosofía, cada vínculo amistoso, su hermandad
con la Alegría, su inseparabilidad con la Esperanza, es una prueba de la verdad, la bondad y la belleza
alcanzables a la escala humana. La de la armonía con la naturaleza. La de la
unidad en la diversidad. La del compromiso con las necesidades y las
capacidades de todos.
La
amistosofía es una utopía, una eutopía, diversa, de muchos rostros y fiel a sí
misma. Concreta y fantástica. Poética y Prosaica.
Alcanza
el fulgor del descubrimiento mágico. Aquel que confirma la necesidad de un arte
de vivir y de una reevolución. Revolución en la evolución para salir del
laberinto de la crisis planetaria.
La
crisis llama a vivirla como un arte. La amistad es una parte importante del
arte de vivir.
La
vida pide integrarla con la ciencia.
La amistosofía es arte y ciencia, es amor
y desapego, es individuación y visión y vínculo universal, compartiendo y
necesitando alegría y esperanza.
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