La virtud
de marzo , según
Rudolf Steiner
La Magnanimidad
se transforma en Amor.
Ejercicio
La magnanimidad
,el amor y los colores
1) El rojo, el
verde y el amarillo
El rojo magnánimo y el amor
Érase una vez…
Varios vieron pasar al Amor rojo.
Llovieron los comentarios. Fueron
subiendo de tono:
-Es entusiasta
-Es apasionado
- Es puro tipo 8 del Eneagrama
-Es violento
-Es torrencial
-Es volcánico
-Es sísmico
-Es tsunámico
-Es cósmico
-Es clonado del Big Bang
Érase otra vez
Comentaban:
Se detuvo a ver volar un águila y ,
admirado, formó el Mar Rojo
Érase otra vez
Comentaron con asombro:
Cambió
Llegó a sentir el ser del otro
Fue capaz de ponerse en el lugar
de otro
Se transformó en rojo amigable,
rojo de amor
El verde
magnánimo se transforma en verde
amistoso
Llegan informes
De los habitantes de una selva:
El verde acompaña fraternalmente a
un grupo de habitantes de esta selva
,vividores en plenitud del vinculo con la naturaleza. La magnitud del verde
de la selva se ha vuelto amistad
de los seres humanos entre ellos, con sus sueños, con los grandes árboles y los vistosos pájaros, con el
sentido de su existencia.
Informe sobre un pintor
El verde
llena la imaginación del pintor,
mueve su voluntad, impulsa su pincel y se plasma en el cuadro muy amigo
de quienes tienen la oportunidad de conocerlo
Del diario de una persona en la antigua Grecia
El verde constató el dolor humano
por el sufrimiento, por la muerte, por la enfermedad por la pobreza, por la incomprensión, por
ello, con magnanimidad, ha dado a la humanidad
su mejor amiga: la Verde
Esperanza,
Del amarillo magnánimo
al amarillo amigable
Repiten testimonios semejantes a este quienes
han escuchado confidencias del sol sobre como, de su magnanimidad amarilla, surgió, radiante,
el canario amarillo.
“ Mi amarillo era pleno, lo sentí en los trigales, en el galope de la
yegua en la trilla, en el refulgir el desierto en el alto mediodía, en el goce
de los cuadros de Van Gogh…
Un día sentí un canto, venía del
aire, era profundo, era mío. Me pregunté, ansioso , quién podría cantar
de esa manera. Me llegó la imagen de unos pajaritos nuevos. Ah, me dije… llueve mi amarillo..y
junté en mí pajarillos, canto y amarillo…. Era el inicio del canario y su amarillo amistoso, a la escala
de los humanos.
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