Actualidad
Revista Co Incidir Febrero 2016
Saludo Inicial
Sarita Gálvez
(Desde Melbourne, Australia)
TIEMPOS DE
HACER KIN1
Venía como avión de papel sobre el Pacífico, un llamado a co-incidir ya
coincidiendo.
El papel había sido escrito a mano en Chile muy temprano en la mañana,
doblado con rigurosidad japonesa al canto de los
1 Kin es una palabra del inglés que viene del alemán y se
traduce al español como parentesco, o vínculos, lazos. He decidido quedarme con
Kin porque es una palabra corta y me gusta su sonido.
pájaros capitalinos, dos minutos más tarde fue recibido en la noche
Australiana, cuando los marsupiales ya andaban caminando con agilidad
desbordante sobre el tendido eléctrico del
suburbio de Coburg, en Victoria.
Bienvenidas y bienvenidos a la aventura de encontrarnos nuevamente en este
ejemplar de Co-incidir en Febrero, mes cálido en el Hemisferio Sur que tiene
sabor a mitad de año, a tiempo de cosecha, a tiempo de mar azul, a
tiempo de
rio, sabor a frutas
jugosas con cuesco.
Estamos en tiempos de
movimiento, se producen cambios
a gran escala,
sincrónicos, a alta
velocidad y complejidad... estos
cambios han sido nombrados
en los últimos años como Antropoceno, Plantioceno, Capitalosceno dónde
pareciera ser que lo que vendrá no tiene mucho que ver lo que estuvo antes.
Pero hay que convenir que todos estos nombramientos siguen una lógica
antropocéntrica que nos sume en un estado de pesadez por ser las generaciones
que nos hacemos cargo de un planeta dañado.
La feminista Americana Donna Haraway2, nos da alternativas con su
pensamiento agudo y creativo para pensar(nos) desde una
2 Haraway, Donna (2015) Anthropocene, Capitalocene,
Plantationocene, Chthulucene: Making Kin. Environmental Humanities, vol. 6,
2015, pp. 159-165
relacionalidad radical, una que invita a entender que los humanos somos
parte de ensamblajes interespecies. Estamos, al igual que otras criaturas, en
intra-acciones constantes con fuerzas no- humanas, más que humanas, inhumanas
que nos afectan y a las cuales afectamos. Desde esta visión, ella nos instiga a
movernos desde lo autopoietico a lo sympoietico (y sympoético), entendiendo que
son los sistemas simbióticos de colaboración y no las individualidades per se,
los sistemas que darán vida a sistemas más vivibles (nos dice que importa qué
sistemas sistematizan sistemas).
Su invitación a hacer Kin tiene que ver con la necesidad de soltar las
ataduras entre la genealogía y el kin, y el kin y las especies, hacer kin es
hacer red viva, una red que va más allá de los lazos sanguíneos y la especie
humana... Kin es una palabra que tiene que ver con ensamblajes, con
desestabilizar sin miedo las relaciones cómo las hemos entendido hasta ahora.
Es hacernos personas a través de vínculos que se forman en la empatía y el
amor, que nos llevan a imaginar futuros vivibles en comunidad.
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