Actualidad
La conveniencia
de asumir las difíciles e ine- vitables
convivencias.
Presentación del
libro
“La Conveniencia
de la difícil Convivencia” ,de Fernando Schurch.
Colegio
Médico de Chile .
11-12-15
Sí traducir es traicionar,
introducir un libro no está distante de
entrometer...
Tal, vez, atendiendo a ese riesgo, vale la
pena partir con la síntesis , lo que vale la pena decir del libro en éste o en cualquier lugar.Ello
es: es importante que este libro se difunda, se converse , se
aprenda. Se crezca con su lectura.
¿Por qué es valioso este libro?
Desde luego,
como dice el autor , es un aporte de un
médico , un auténtico trabajador de la salud, desde su experiencia personal, de enfermo y de médico, a un problema médico importante,
a una afección que limita y amenaza la
vida de muchas personas en que la relación con los cercanos
y con los no cercanos no es
necesariamente una de un ser sufriente a la que responda la comprensión y la solidaridad.
Sin
embargo, se trata de un testimonio que
interpela, que mueve afectos, valores ,
ideas, intuiciones ,en torno no s ólo a una enfermedad, no
sólo en relación con la enfermedad, en
general, más allá, incluso, que el tema de los límites y las posibilidades
humanas, nos exige asumir la necesidad
,la urgencia de un cambio cultural en
que se asuma la importancia de fundar
los derechos y las responsabilidades
humanas con conciencia de los
laberintos, las tensiones, los misterios y los
problemas de la condición humana.
El temblor y la rigidez del Parkinson no dejan
de tener vasos comunicantes con las explosiones de violencia y la rigidez de un paradigma desequilibrado , con su doble rostro de fanatismo y exaltación y frivolidad y competencia individualista.
¿Qué forma tiene
este libro, este mensaje? Hacemos un
rápido diagnóstico diferencial . Es un texto nutricio, candidato a ser parte de
procesos de formación personal,
pero no es un tratado ,un estudio sistemático, clínico o
epidemiológico. Tiene contenido autobiográfico, pero , tampoco Fernando está en un centro gestáltico. Él, se centra en contar, en explicar, en repetir. Es un yo apelando a un tú. Es un yo
consciente del nosotros Da su versión
a otros, con otros. Conversa. No será muy ortodoxo , pero veo el libro como un ensayo con contenidos autobiográficos e intención didáctica, con los matices , con el tenor afectivos,
de quien está hablando,
conversando, con pacientes
de Parkinson y sus cercanos, con cualquier lector, consigo mismo. Es un libro conversación,
en que los dos hemisferios cerebrales se entienden bien.
De su experiencia de veinte años de enfermedad, de su capacidad como médico y como ser humano observador ,amplio, comprometido
con el desarrollo humano, como ser de
fe, Fernando advierte sobre los grandes
rasgos de la enfermedad, su condición crónica
progresiva, su variabilidad, la impotencia de la ciencia para prevenirla o sanarla,200 años después de su descripción inicial.
Me queda instalada como aporte
de fondo su postura ante la enfermedad .Algo así como la no violencia
activa. Hay que enfrentarla, hay que prever los problemas , desde la falta de resonancia y cuidado de los más
aparentemente próximos, hasta la dureza
del peso en lo económico.
Se necesita
amplitud y rigor para atender a la buean convivencia entre la medicina
científica y las complementarias o alternativas.
Todo ello en el contexto de que se trata
de una convivencia con un adversario. Una convivencia en que hay que combatir, con conciencia
lúcida, con la confianza lúcida de
que se tiene una conviviente
que no se va a ir ,pase lo que
pase.Confianza lúcida en el sentido de la vida humana, convicción de que
importa el otro, el otro con parkinson,
todas las otras, todos los otros.
Quiero dar un testimonio personal
Hace unos años
fui citado a una reunión en que se celebraban , en un club, los 50 años
de la salida del colegio. Me indicaron cuál era la sala. Abrí la puerta. Ví
puros viejos …y la cerré.No atiné que hacer. Volví a la puerta y esta vez reconocí
a un par de personas. Avancé, saludando, sonriente y avergonzado,
sintiendo distancia ante la evidencia
de las huellas del tiempo en mis compañeros. Sólo después , al hacer mi restrospectiva matinal sobre lo
acecido en el día anterior , pude constatar como mi sed de empatía y
díalogo con persona muy queridas
se contradecía con mi reacción tan autocentrada, tan poco puesta en el
lugar del otro, tan incapaz de ver que estábamos en la misma condición.
No hace mucho, vino
a uno de mis cursos, sorpresivamente, un compañero de tiempos de la
Universidad Lento, la cara rígida, las palabras inentendibles. Parkison, me dije,me demoré
en interrumpir lo que estaba diciendo,
en darle una merecida bienvenida.
Como es mi caso,
uno puede creer en la solidaridad, creer que está en ella , enseñarla, trabajar
en esa dirección, pero conviven, otra
vez las convivencias no deseadas, con
tendencias profundas autocentradas, propias de la vida , del yo ,
asociables a esa hipnosis de lo
familiar que nos dificulta adaptarnos a lo inesperado.
Por eso, creo en este libro donde se juntan la
lucidez, la sensibilidad, los valores, con el impulso solidario a
compartir lo aprendido.
Lo aprendido que reitera ,que ejemplifica el
mito de Quirón el centauro, el sanador herido.
Libro que, al dar una consideración integral al tema
de la enfermedad de Parkinson, da un abrazo y señala caminos para los respectivos
enfermos, cercanos y tratantes y , al mismo
ayuda a cualquier lector a profundizar en lo humano, en la no violencia
activa en el camino a una sociedad solidaria.
A abrir camino a
la difícil convivencia con la enfermedad y con la muerte, con la indiferencia y con la injusticia, con la
ceguera dogmática y con la superficialidad.
Gracias ,
Fernando por la forma en que nos ayudas
a encarar las difíciles convivencias en este momento de crisis del desarrollo humano.
Gracias por fortalecer el tránsito por el
camino de la solidaridad.
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