Entre la Separación y la Integración 56
Los grandes
referentes; El Asombro, la
Amistosofía…
3 La Salud del Poder
Nuestro
bosque de espeso y yerto pragmatismo, acompañado-gran y comprensible paradoja- por inútiles intentos de
establecer momentos utópicos absolutos, sin trabajo, disciplinas
y procesos de aprendizajes previos, nos aleja de la consideración de los
árboles fundantes de nuestra condición humana. Uno de ellos es el poder, ubicuo, hipócrita, denostado, tan parte
nuestra como las células o la esperanza.
Deseado y no legitimado, el sentido común hace del poder sinónimo de dominación, de
relaciones ajenas a la relación entre iguales y a la complementación.
Nos proponemos sugerir algunos elementos
de juicio para el estímulo a las conversaciones, reflexiones y actividades
formativas en torno al poder humano, diferente al de la naturaleza, al de las
máquinas, al de los documentos notariales.
Tomamos como ángulo de miras a la salud . Nos preguntamos
por la salud del poder. La intención es de contribuir a las búsquedas de “terceras vías, entre el
“pan pragmatismo” de la adscripción
acrítica al mundo, del uso y de
la adicción al poder, y el reino etéreo
o retórico de la evasión hacia una negación utópica de la existencia y necesidad del
poder.
Cuesta admitirlo, pero hay un cierto sincretismo, una sobre posición de contenidos entre poder
y salud. Poder es capacidad, poder
realizar algo, con la imaginación, las manos, la voz, el dinero, la influencia, la
inspiración…Cuando hablamos de salud nos referimos a ciertas capacidades,
poderes, postulados como positivos,
tendientes a la actualización de algunas
posibilidades humanas, goce,
comunicación, trascendencia, identidad.
Sí nos referimos a la capacidad vital, o a la de integrar,
como rasgos de salud, allí está implícito el poder como la medida de sus
alcances, lo que se “puede “ en vitalidad o en integración .
Hay un poder de las diferentes dimensiones de la salud. A
la inversa, se da, igualmente, la salud de las diferentes expresiones del
poder. Es una indicación sobre la dirección de un determinado poder. A partir
de una visión de salud integral, de considerar como válida la salud de todas
las personas, del reconocimiento del valor de cada ser humano, el poder de
dominación es propio de una “mala salud”.
Profundizar en la concepción del poder es relevante para
los trabajadores de la salud, la educación, el desarrollo social, los temas
ambientales y la cultura, en su sentido más específico, y para todo un país que
pretende abrir un ancho camino a la cultura .
Es un tema libre de recetas. Hay que
examinar la el concepto en un mismo movimiento de revisión de uno mismo, en procesos llevados a
cabo con autonomía, lejos de prejuicios, dialogando, reflexionando. Así se tiene la oportunidad de pasar por encima de los sesgos y las necesidades de mantener imágenes y se dan las condiciones
para contextualizar y para profundizar
el ángulo de miras sobre la política, el ámbito colectivo de ejercicio
del poder, en su conjunto.
¿Qué es el poder, cuáles son sus
dimensiones? Al contestar se ponen en acción ciertos “poderes”…atención,
memoria, asociación, seguridad, interés
en estas conversaciones … Todos
tenemos poder, de un grado u
otro, de preguntar, de responder, de discriminar, de voluntad…la lista no tiene término.
Proponemos una diferenciación simple de cinco dimensiones
del poder. Ellas son el poder de ser, el de la conciencia, el de la identidad,
el de la fuerza o energía, el de la dirección
del poder.
A). El poder
de ser apunta a nuestra condición básica
de “existentes “, entes . Es el
más olvidado o negado en estos tiempos del “pragmatismo encéfalo craneano”. Nos
sitúa, al reconocerle, en la tensión
esencial, ex-istimos, estamos fuera, tenemos nuestra individualidad, pero pertenecemos
al todo, participamos.
B). Contamos
con el poder de darnos cuenta, la “con- .ciencia”. Poder con su lucha, su contradicción, el doble
enfrentamiento con la incertidumbre epistemológica y con las opacidades del
inconsciente.
C). El poder de
ser y el de la conciencia se continúan con nuestro poder más personal, la identidad, el centro, el yo.
D). El poder
energía comprende un vasto, diverso,
espectro de contenidos .Hablamos de potencia sexual y de poder económico,
fuerza física y capacidad de convocatoria, poder militar y resonancia carismática…Es el poder
tangible, el único aparentemente
existente en el sentido común.
E). Las
expresiones del poder poseen distintas direcciones; la guerra, la
acumulación, las relaciones humanas, el desarrollo personal, el conocimiento,
el enriquecimiento, el trabajo, el control de una posición gubernamental, la expansión territorial, la
educación, la obra artística, el éxito deportivo. Toda la gama posible de las metas
humanas. Es la dimensión del poder más cercana a la salud, la susceptible de
ser llevada a términos valóricos
Para encarar
la salud del poder tomamos la directriz de la salud integral . En ella, en
apretado resumen, se considera el desarrollo del potencial de cada uno y de
todos, en armonía entre sí y con la naturaleza, rescatando la “escala humana”,
el papel del ser humano en el cosmos, la forma peculiar como se da la identidad bivalente, “cuántica “ de autonomía y participación en la comunidad, la humanidad, la vida ,el
planeta.
Podemos
considerar, tentativamente, a grandes rasgos, como forma de animar un diálogo,
las condiciones siguientes que pueden ayudar a identificar a un
poder “sano”:
A). La armonía
entre la igualdad humana básica y el derecho a la diferenciación.
B). La orientación
hacia la sustentabilidad
C). El
equilibrio entre el poder de identificación acotado a lo más significativo y la
apertura a lo universal
D). La sinergia
entre el desarrollo de las personas y la búsqueda de medios para
facilitarlo
E). La atención
a las necesidades y derechos de todos
En
relación al poder de dominación, hay tres
grandes formas de establecer el poder sobre otros, importantes para el
estudio de la salud. Ellas son el poder impuesto a la fuerza, el obtenido por “autoridad” y el propio de la
seducción que neutraliza la capacidad de
discriminación
Entre la
visión “supra humana “de negación de la inevitabilidad, de lo constitutivo del
poder y la adscripción autoritaria
a la legitimación del poder de
dominación, podemos optar por el
referente de la salud integral, por la búsqueda de la salud del poder.
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