sábado, 20 de junio de 2015

Lo Cotidiano y lo Universal 103


Lo  Cotidiano  y lo Universal 103
Síntesis 13
El Asombro y lo  Poético 1

Vivimos en un desarrollo deformado,  hiper  prosaico, con lo poético en los márgenes, hay una exigencia ética, política, de salud… de  alcanzar  equilibrio, de humanizar la vida  asumiendo la poesía de la misma. Facilitando el equilibrio entre lo poético y lo prosaico.

  Un  camino, una senda  medicinal  para ello, es la promoción del asombro.

Hay, entre  infinidades de ellas, otra forma de  plantear lo dicho. Lo expresó  Roberto Juarroz, en dos  poemas  complementarios  comprendidos en su Poesía Vertical
 Dice el primero de ellos :
 “Es como si prestásemos la vida por un rato  
Sin la seguridad de que nos va a ser devuelta
Y sin que nadie  nos la haya pedido”


            Leemos en otro poema:
          Detenerse ante el asombro
que se despliega en el gesto de la rosa
o en la maravillada tertulia
que entablan los colores y los pájaros
sobre la franja insegura del atardecer,
equivale a asombrarse del asombro.
 Aparece entonces una nueva inocencia,
Más esencial que la primera.
Sólo en ella germina
El asombro definitivo:
el reconocimiento a través de las máscaras

La salvación por el asombro”

Nos hemos separado de  nosotros mismos,  hemos prestado nuestra condición de seres finitos, peregrinos entre a vida y la muerte, absortos , como estamos, en el tener, dominar, gozar, sin seguridad de que recobraremos nuestra  relación con…el ser…con la poesía.
El detenernos , empaparnos en el asombro,  el  llegar a ser asombro,  asombro de la rosa, de los pájaros, del atardecer y de la noche ,del  lenguaje,   del compartir, del yo,  de la razón, del  amor,  del ser humanos; asombro  en un hogar, en un universo revelado como complejo, en evolución, abierto  a posibilidades, poroso al misterio …El asombro es  una emoción  de conciencia de especie, de  alternativa a la alienación,  de  salvación  de la salud de la persona y   de la  salud del desarrollo.

Lo poético está contenido algunas veces en  los poemas. No siempre. El verso   no hace  a lo poético. Lo poético es  un radical, una esencia, en toda la literatura y en todo el arte, pero ,también,  se da en   el silencio  de un crepúsculo elocuente y en la mirada de los genuinamente enamorados,  en  el  momento del encuentro  donde se siente germinar el tú, cuando  la montaña se pone de pie, en ocasiones  donde el  mar dialoga  con el cielo en susurro  comprometido, azul, en circunstancias  en que el bosque integra  sus secretos con lo más expresivo de  sus habitantes,  cuando el desierto, contemplativo,  espera  paciente  la comprensión hacia la nada, donde la flor y la mariposa fracasan  al intentar disimular sus visiones esotéricas, cuando la música o la meditación nos hacen  sentir  un trasfondo detrás de la cotidianidad, la certeza de un sentido, lo esencial invisible a los ojos ,del Principito.  Entonces, es dable recordar a  Novalis  y ser asertivos con aquello de considerar a la poesía como lo real absoluto.
Poesía, por lo tanto,  dentro y fuera de los anaqueles donde los  libreros  guardan los libros de poesía que no pueden vender. La poesía de la vida,  es decir, esa experiencia, esa vivencia,  inefable, donde concurre  una emoción cordial, de corazón tocado,  un cierto significado, dentro o fuera de lo convencional, una imagen,  un sentido de lo relevante que nos concierne y nos trasciende. Aquello obsequiado por Becquer como” Poesía…eres tú.”
 Regresamos a nuestra premisa inicial: vivimos   una pobreza poética.  Pobreza   que resume y rezume la pobreza económica, la de  igualdad esencial, la de paz, y no  violencia, la  de relación armónica  con la naturaleza,  la de apertura a la diversidad, la  del sentido de   conexión con la trascendencia,  la pobreza de acceso al  tú ,al yo , al nosotros, al  lo otro.
La poesía, la poesía de la vida, tiene riquezas susceptibles  de  ayudar a  desarrollar un tipo de cultura y de proyecto individual  , grupal y de red ,más equilibrado, más concorde con la naturaleza humana.
Al desarrollo actual, prosaico, le falta  el sentir, el imaginar, el intuir el hacerse cargo de la  diversidad, de la ambigüedad, de asumir el misterio, de comprometerse con la búsqueda y  el dar sentido ,lo esencial , el  hacerse cargo del terreno del hemisferio cerebral  derecho , de lo propio de lo poético
Hay , sin embargo , en el ámbito de lo poético, algo que no  se acomoda fácilmente a una  coexistencia, a la posibilidad de una eventual sinergia  con el paradigma cultural  hegemónico  racionalista, tecnócrata, individualista, superficial.  Es el trasfondo  dramático de  la inefabilidad. Distinto al  apuntar al misterio. Es el encontrase con vivencias, generarlas, asociarlas y no poder comunicarlas...ni  con los otros ni , realmente, con uno  mismo.
Es allí  donde  se requiere , donde sería deseable , desde la perspectiva de la salud y el cambio cultural, el intencionar la relación de la poesía  con el asombro. Trabajar por la salvación por el asombro, diría  Juarroz.

Continuará

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