Lo Cotidiano y lo universal 7.doc
El dicho “Paris
bien vale una Misa”
Una frase,
dicha en 1589 ,un contexto histórico francés, su discurrir hasta nuestros días en las conversaciones
en el mundo occidental; su relevancia universal, su actualidad ante la violencia de disputas en que juega un papel
importante la fe religiosa.
Paris bien
vale una misa. Frase atribuida a Enrique Cuarto de Francia y Enrique tercero de Navarra, cuando
se convierte al catolicismo y logra así el consenso para poder entrar a París , bastión católico belicoso
renuente a aceptar un monarca no católico.
El conflicto era muy violento. Más de 20000 hugonotes
habían sido asesinados en la famosa Matanza de San Bartolomé, en
1572, como la metáfora de la violencia del odio entre la mayoría católica y sus círculos influyentes, y la minoría hugonota con
personeros bien cerca del poder.
Enrique , el
primero de los Borbones, inteligente, pragmático, valeroso , hábil militar ,
sintónico, ` preocupado por el prójimo, era el legítimo recién proclamado rey y, después de diversas victorias
tenía situado al recalcitrante Paría.
Contaba con
fuerzas como para tomar la
ciudad, pero se exponía a
provocar un inmenso baño de
sangre y un reinado posterior con una nación desunida, en
perpetuo conflicto.
Fuera o no fuera el autor da la
frase, ella correspondía a su
pensamiento, Lo relevante era el bienestar del País . Muchos de sus cercanos no aprobaron su decisión, pero todos le
fueron agradecidos y admiraron su
temple cuado dictó el célebre edicto de Nantes, en 1598, que
permitíó la libertad de culto.
El converso
apaciguó los ánimos, se preocupó de la seguridad de Francia y del bien común. Acuñó otra frase: “todos con un pollo
los días domingos”…. Se le quería,
se le llamaba el buen rey, con benevolencia se añadía el apelativo de rey
verde(no, precisamente, por ser un adelantado en amor a la ecología.)
Hasta ahora es un ícono para los
monarquistas franceses.
Nuestro tema no es ni
la gran ni la pequeña
historia. Estamos en el juego entre lo cotidiano y lo
universal. En este caso, lo cotidiano, desde el siglo dieciséis es esa frase:
Paris bien vale una misa.
Para Enrique
cuarto de Borbón era algo así
como el fin – el objetivo de alcanzar un reinado, un gobierno arraigado en la
mayoría , con visión de Estado
y de nación, pacificado; bien
valía sacrificar las convicciones
personales , ser aparentemente desleal
con una minoría que le es
próxima.
Pensando en términos universales, ¿habían sólo dos opciones?
¿La apostasía o la violencia
fratricida?
Tema opinable. Lo claro es que existía la
alternativa de renunciar al trono,
reconociendo que el tema religioso s e había politizado, que se era minoría y que era ético respetar el sentir de la mayoría.
De esa manera, se mantendría una opción de intachable
autenticidad, de respeto a las convicciones propias y ajenas .
Un influencia educativa
para que , además del pollo
los domingos, se avanzara hacia una ética
profunda todos los día de la
semana
Maquiavelo h
abría dicho que el fín justifica los medios. Tal vez Enrique y no sólo
Paris bien valía una misa
En este espacio. sólo es dable dejar a la intemperie los
bien protegidos, abrigaditos, dichos cotidianos. . No sólo
repetirlos , si no dialogarlos,
interrogarlos, meditarlos.
Tengo entendido
de que Pancha y Pancha dijeron una vez :Dime con quien andas y te diré quien eres : los nostálgicos monar quistas revindican la gloria de Enrique …
Es verdad, pero Julia y Juli o replican: Cada oveja con su
pareja, a Enrique y su frase hay
que juzgarlos de acuerdo con su tiempo
y sus circunstancias de vida. No es bueno mentir, pero hay mentiras blancas ¿Hay , también,
conversiones sin cambio de
convicción, que son blancas?
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