Lo Cotidiano y lo Universal 23
La actualidad y
lo de fondo, lo estructural, lo universal
Problemas
viscerales y soluciones epidérmicas
El país se estremece, se duele,
se solidariza, se indigna, ante la
magnitud de los desastres naturales en el norte y en el sur , el agua y el
fuego.
Por otro lado, se sorprende , se escandaliza, cree estar ante el Apocalipsis al
informarse de graves actos
ilegales y también, de la magnitud de la codicia
humana.
El dolor se justifica, la solidaridad es una
señal de desarrollo humano,
la indignación es un gran indicio
de salud social; habría que detenerse ante el tamaño de la sorpresa en relación a
los desastres éticos , tal
vez sorprenderse e incluso indignarse ante lo insuficiente
de la previsión en relación a las inundaciones y los incendios.
Ponemos toda
nuestra energía en el tratamiento
de estos macro problemas-¿Podemos
decir lo mismo con respecto al disgnóstico. A la previsión,
a la forma como hemos
encarado el progreso, a la promoción humana. Al paradigma cultural imperante.
Por cierto ,lo que sucede ahora tiene sentido: vidas en peligro,
la acción oportuna eficaz,
junto con el apoyo humano, el
calor de la fraternidad.
Una comunidad,
un país, tiene capacidad suficiente para, sin abandona sin dejar de aportar a lo actual , a lo urgente . con todos los recursos y el sentir posible, al mismo tiempo encarar un diagnóstico de fondo:
¿Hay relación entre los dos problema y lo inerme que podemos estar frente a las variaciones
en el acaecer de la naturaleza y la evidencia de una verdadera
pandemia de pragmatismo y búsqueda
codiciosa de poder financiero?
Para eso no hay muchos discursos Se ataca a personas. Se descubren
fallas técnicas y falencias éticas de individuos.
Nuestro pesar,
nuestra indignación, parece toparse
con factores que están a la vista como la codicia de algunos y los desajustes
de algunos en la relación
con la naturaleza.
Sin embargo…qué difícil es separar el tema
de la codicia de algunos
con el llamado de la propaganda
a consumir sin espíritu
crítico, a la prevalencia de un sentido común hegemónico, prevalente en los
medios de comunicación, en la
socialización, infiltrado en la
educación, en que el ganar, el sobresalir , el competir son un polo dominante frente
al considera al otro como significativo, como igual de fondo y diferente en la
expresión…
Cuán imposibles
es distanciar, también, el efecto
de los desastres telúricos
y de los incendios , del
abandono y del descuido en
las relaciones con el otro y en la
desigualdad de recursos de las personas y las comunidades para enfrentar las catástrofes.
Ante los diferentes sacudones del agua, del fuego, de las
conductas de algunos, parece que
se da la oportunidad de ampliar la mirada, ver cómo estamos
viviendo, examinar nuestro sentido común , asomarse a tema de fondo de qué hacemos con la improvisación,
con la codicia, con la negación del otro, con la relación con la naturaleza,
con el sentido común.
Convirtiendo la indignación en energía. Encauzando la
energía hacia la acción
integradora desde un sentir pensar de conjunto que encare el egoísmo
y la codicia como problemas humanos, en el desarrollo personal, en la
formación interpersonal y grupal,
en la educación, en los medios de comunicación.
Sin abandonar las urgencias, lo actual, abriéndose a encarar
los temas universales .
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