lunes, 23 de febrero de 2015

El Arte de Vivir 105


El Arte de Vivir 105

El arte de vivir y el mal
 Como todo arte, el arte de vivir es terreno de  naturales divergencia
En contraste con la ciencias ”duras”, la técnica, la señalética, la gramática y gran parte del sentido común, la filosofía, la educación, la psicología, la educación, la política, la espiritualidad, el arte… tienen dimensiones y temas muy abiertos a  divergencias, a veces bien profundas.
En el arte de vivir, por cierto, que se dan convergencias. Hay datos  objetivos, hay dominios indiscutibles  de la ciencia y de la lógica. No obstante, existen legítimas  diferencias en terrenos básicos, subjetivos.
Uno de ellos dice relación con la gran expectativa  sobre el sentido, Se separan pesimistas, escépticos, indiferentes,  optimistas…
 El tema pesimismo-optimismo es crucial, Invita, exige exponer los sesgos.
Los nuestros  han sido buen explícitos.  Son el énfasis  en la integración,  en abordar sin complejos la complejidad… en incluir la dimensión  poética  haciéndola entrar por la puerta principal, en la reiteración  en el valor de la amistad y en la condicíón  prioritaria del asombro, junto con el menor espacio  otorgado a los problemas, al  gran fantasma del mal, a los conflictos…
Todo ello  tiene un gran diagnóstico, a veces   descalificador : el optimismo.
Sí, el sesgo está asumido, estamos proponiendo una apertura  a un arte   de vivir  que  se identifica con la vida, biofísico, cercano  a la humanidad y  a la ecosofía, puestos en una  actitud positiva  hacia la existencia.
Es una orientación abierta, pero , claro , como todo quehacer  en que  tiene espacio la divergencia,  se apoya  en sesgos personales .
Es una orientación que pretende estar fundada.
Si lo cortés no quita lo valiente, el optimismo existencial social no quita el asumir la realidad  de los problema, de las imperfecciones , de los defectos,  de los males.
 Todavía más,  desde  el ángulo de miras de la salud integral, se trata de poner énfasis, hacer centro, en la promoción humana, pero no dejar de lado , integrarlo con la prevención y el diagnóstico tratamiento en sus diversos  matices.
El bosque de los problemas de la vida humana no deja ver el árbol  de la existencia-vida-humanidad.
Lo hemos  llamado sentido mágico y sentido poético de la vida y humanismo socio existencial. Es  una mirada que pone el mal como  una imperfección dentro de lo que es para  el ser humano el don  de ser existente, de  ser conciente, de ser creador,  de poder aportar a la vida, a la coexistencia.
 No se niega  el mal, se lo pone en perspectiva. Sí, en  mirada optimista. Optimista activa
Continuará

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