El Arte de Vivir 9
El poder como una dimensión del arte de
vivir
El Poder Saludable 1
Dos miradas al poder
El mundo no se está quedo
A la noche sigue el día
Si el yo quedo suena bien, el yo puedo
Suena mejor todavía.
Nietzche
El poder dijo al mundo: Eres mío,
Y el mundo lo guardó
prisionero en su solio.
El amor dijo al mundo : Soy
tuyo,
Y el mundo le dio l00a libertad de su hogar
Tagore
¿Poder como realización, no estar “quedo?
¿Poder
como opresión. Lo opuesto al amor, a la dignidad humana”?
Hay un tema semántico ,
de valores , de opciones sobre el desarrollo humano , muy al principio, una necesidad
de definición del pode. Dentro de esta notas, teniendo como contexto el tema del arte de vivir , obviamos el terreno fundante teórico y partimos sugiriendo algunos de los rasgos constitutivos del poder
vistos desde una óptica transdisciplinaria, de “salud integral”. Desde
ella, nos referimos, desde luego, al poder humano, diferenciado del potencial
de la naturaleza y la máquina, o de los instrumentos legales, los caballos de
fuerza y los documentos notariales.
Hay un cierto sincretismo, una sobre posición, entre salud y poder. Poder
es capacidad humana, en general, salud es la distinción, intencionada, sesgada,
de ciertas capacidades o poderes estimados positivos, tendientes al bienestar,
a los derechos a todo y de todas las personas. De allí que el poder sea un
componente muy importante de la salud. Cuando hablamos de la capacidad vital o
de la capacidad de integrar como rasgos de salud, el poder está inscrito en
ellos como los alcances, la medida de la capacidad vital y de la capacidad de
integración.
A la inversa, tal como existe un poder de la salud, hay también, una
salud del poder, que indica la dirección del poder. Desde la salud integral, el
poder de dominación es poder de “mala salud”. Eso es lo que queremos proponer.
Contribuir a la discusión sobre el concepto de poder en el supuesto de que ello
aporta al desarrollo de un “poder saludable”, y, a través de ello, a la propia
salud, en el sentido holístico integral.
Es decir , una mirad en que sea posible acercar las miradas de Nietzche y de Tagore,
hablando de poder más o menos
saludable…
¿Qué es el poder? Sí el lector “puede” contestar la pregunta, es que
evidencia un cierto poder… En este caso poder de atención, de memoria, de
conocimiento, de asociación, de seguridad de expresión, de interés en el
diálogo… A lo mejor no “puede” hacerlo, por debilidad en la posesión o
actualización de uno o más de esos “poderes”.
En esta digresión sencilla hacemos una afirmación fundante, que ya es
reiterativa. En el presunto “poder” de respuesta no hay, necesariamente,
elementos de dominación sobre otro. En el preguntar y el responder se dan, al
nivel elemental, gérmenes de poder, sin apellido, poder en sí.
Todos tenemos poder, de preguntar, responder, abstenerse, hacer,
fantasear, luchar…la lista es compleja e interminable. Es posible, sí, intentar
especificar “planos” de poder, grandes niveles o dimensiones con que cabe
llevar a cabo algunas distinciones útiles para la salud.
Podemos distinguir, en primera instancia, entre el poder de existir, el poder de vivir, el poder de estar conciente, el poder de contar con un yo , el de enfrentar
la vulnerabilidad, el poder de realización, el poder de
otorgar y recibir sentido.
Son poderes que se sobre ponen entre sí y que pueden
taner partes muy
divergentes.
(Continuará)
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