Voces del Coraje de Ser
(70)
El coraje de asumir el misterio del yo
Yo…No hay término más ajetreado, más cotidiano, más corporeizado, más encamado, más trivializado: yo.
Sin embargo, a este yo que está en todas partes nadie lo puede ver.
Lo aludimos, defendiéndonos,
posesionándonos, descalificando a egoístas, vanidosos, autoreferentes,
paranoicos; pero no podemos dar una imagen plástica, una descrIpción.
El yo,diurno, banal, es elusivo. Se escapa de la
malla de los conceptos, las medidas, las analogías. El yo es misterioso. Al intentar tomar
conciencia de lo nuestro, lo que toma conciencia, que es capaz de tomar
conciencia, del tener conciencia, nos
detenemos, perplejos, asombrados, sumidos en el misterio.
El misterio de ser nosotros se suma al misterio del ser.
El yo es la parte nuestra, lo más nuestro de
todo, en que podemos confundimos, identificamos, con el misterio
de ser. El misterio que somos nosotros mismos.
En nuestro centro, el nosotros de nosotros, nuestro yo, surge
una pregunta. La pregunta sobre quién somos, qué nos da nuestra
mismidad, la visión de unidad en la diversidad en la historia y en
el momento presente.
Ese ser nosotros mismos nos interpela, nos
llama, nos sacude, es una puerta hacia la
espiritualidad, es la bisagra que separa y junta el cuerpo y el espíritu.
Requiere un reconocimiento, un trabajo, un
explorar este entramado sutil de relaciones, de caminos virtuales, de cordones
umbilicales entre planos de la realidad total.
Una ecología, la ecología de la puerta de
entrada de la espiritualidad al mundo. Las bases de una política de la espiritualidad
mediada por la política del yo.
La espiritualidad emerge en la ecología del yo.
Podemos trazar varios pasos
esquemáticos en la ecología del yo:
a) Asumir el misterio, entrar a la pregunta
de "Quién soy yo". Vivir su condición insondable.
b) Considerar nuestra condición de creatura. Nuestro yo
patentiza el regalo del ser, tal como lo creemos expresado, mejor que en un
ensayo, en el fragmento de este texto poético:
El Regalo del SER
Los humanos
no abrimos e! regalo del ser.
El ser no
termina de abrimos su regalo.
El ser es
un regalo que no termina de abrirse
El regalo
del ser no termina de abrirse:
necesita más
mágico el azulear de la vida.
Y la
historia brincando como pájaros hacia sueños.
El regalo
del ser no termina de abrirse:
nos embriaga
la suculencia del día.
Huimos
ateridos del fulgor de la noche.
El regalo
del ser no terminará de abrirse.
Aunque
atisben jirones de sonrisas en la luna.
……….
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