Revista
Co Incidir
N 4
Junio del 2014
Revista virtual, artesanal, en que coinciden, se conocen, dialogan, cooperan, amigas y amigos de la ecología y de la poesía, de los
cuentos y de los derechos humanos, de los ensayos y de los sueños, del espesor
de la cotidianidad y del vuelo del espíritu.
Catherine Fieldhouse
María Alicia Pino (Malicia)
Mirenchu Pinto
Brigitte Aubel
Julio
Monsalvo
Claudio Schuftan
Eduardo Yentzen
Pablo Porcel
Alberto Valente
Jorge Osorio
Luis Weinstein
Indice
Saludo Inicial
Ada Cares Y el Mundo se detuvo
Juanita Tagle Alas
Germán Diaz Espiritualidad
Política e ignorancia
Jaime Yanes La pintura
erótica y cósmica de Matta. A propósito del centenario
Malvina Álvarez Vaivenes del amor
¿Será esta noche?
Moira Brnsic De terremotos anunciados a Gabriel García Márque
Tengo Imágenes del Trabajo
María Salas Corre niña corre
Buena formulación de objetivos
Alejandro Illanes Memorias de
mi Padre
Esquela
Patricia Arias El Amor Sana
Juan
Carlos Etcheverry Cristi Cuando ya no estés
Vidas Cruzadas
Como
María Alicia Pino Esta es mi Aurora
Jorge Flores
Urbano
Texia Roe
Lenguaje
Patricio Alarcón Una mirada
coexistencial e integrativa al síndrome de Down
Daniel Rojas Justina
Luis Weinstein La Plaza del desarrollo personal, la dimensión poética de
la Vida y el Nuevo Paradigma
Hablando de egoemia
Diccionario Personal
(continuación)
Julio Monsalvo El Rincón de
la Alegremia
Saludo Inicial
luis weinstein
Ensimismados, impertérritos, la tierra y el tiempo nos conducen a
unos a la cima del otoño, a otros ,
en el norte, a la de la primavera.
Ya tenemos lectores de
diversa partes de Chile y del mundo, con toda una gama de
intereses confluyendo en el anhelo y el compromiso por la salud, la solidaridad, la armonía con la
naturaleza, el desarrollo de la conciencia… asumiendo la diversidad buscando la
complementación. Esperamos que vayamos recibiendo aportes para que este saludo
sea cada vez más amplio, más
representativo, más universal .
Desde nuestro fogón del Chile central,
vemos como el sismo del norte y el incendio de Valparaíso
van pasando a ser el dolor y la preocupación de quienes están
directamente implicados como víctimas y responsables de servicios , funcionarios o voluntarios, quedando en el contexto nacional e
internacional pequeñas réplicas, llamas tenues de conciencia de nuestra precariedad como pasajeros
sentados en la piel de la tierra, como miembros de una especie que no termina de integrase en
su diversidad, en el
acercarse al nacimiento del homo
sapiens , el de la
humanidad y el del asumir la
vida y el ser .
Los sismos, los incendios, el rapto de niñas para ser esclavas, la
pobreza de medios para subsistir,
las enfermedades del poder
y de la alta “egoemia” ,nos van poniendo en primer plano el terma del yo y el otro y la
otra, el precipicio entre el yo y
lo otro. El mar donde se confunden las aguas del misterio, la complejidad, la
escasez, la desigualdad, la sustentabilidad…la evolución y sus alternativas.
En este contexto,
apreciamos el aliento que proporcionan aportes que contribuyen a enriquecer
nuestro imaginario de posibilidades
de utopías concretas,
Por allí va el libro de
Gilda Lara “Por el angosto túnel”, poemario donde se vive
la lucha de un ser por
definirse a sí mismo, por conducirse, por llegar a vivir la vida que le corresponde.
Es la senda del encuentro
del mito y del logos en el
libro escrito en conjunto por
Margarita Ovalle y por Igor Saavedra,”Mito Física” , en que se ahonda en como surge el conocimiento de la necesidad de subsistir,
como hay una huella común
arquetípica de la ciencia
y la poesía , en este caso la física, clásica y cuántica y a la mitología, la chilena y la universal. Como
el caos y el orden son inseparables, Como necesitamos transitar por los puentes que unen los dos hemisferios cerebrales.
Este es el sentido que tuvo
la visita de Claudio Naranjo, uno
de los chilenos que, como Rolando Toro y Manfred Max Neef, Roberto Matta y Sergio Larraín, Francisco Varela y Humberto Maturana, Pablo Neruda,
Violeta Parra y Gabriela Mistral, invitan a persona de todas partes a
reencantar la vida humana.
Claudio Naranjo , más allá
del economicismo de la globalización, trasciende límites de la naturaleza, de
la burocracia, del nacionalismo,
de la estrechez de sectas y especialidades y ayuda a instalar el tema del ser humano , de nuestra crisis evolutiva, de como ella no puede separarse de la
propia identidad human, de que
la salida del angosto
túnel, del laberinto al que se
apunta desde la mitología y desde la física cuántica, pasa por una nueva mirada a
la educación,
Una educación que contribuya a la salida del patriarcado,
maltrecho, pero muy presente. Una educación que deje de ser estéril caja de
resonancia en que se descarta la
creatividad y se solicitan respuestas prefijadas, una educación para la integración, para una humanidad bien
puesta en sus tres cerebros, el
vital, el amoroso, el cognitivo
,en sus dos hemisferios cerebrales, el
yang de las definiciones y del orden, el yin de la acogida y la apertura,el
yang de la física y el yin de la poesía.
Una educación que asuma los túneles de los proyectos de
vida y que permita los diálogos entre los dos
hemisferios, que se abra al cuidado de
la relación del yo con su intimidad , su mundo interno
y los tú, los nosotros, con los
otros, con lo otro.
Ada
ADA
CARES 23.9.13
Ada Cares del Valle
un ser humano
viviendo en una realidad que no termino de conocer. Creo que ahí está el
asombro, la poesía y la magia de la vida
Y el mundo se detuvo una mañana de septiembre
El mundo quedó quieto en el rectángulo de mi ventana
Los grandes pinos no se mecen
Los pájaros ausentes y
silencioso el mar, mudo
Una mañana de septiembre el paisaje y yo nos detuvimos
Todo fue silencio y quietud
No sé cuanto duró esta sensación,
Magia, conexión, tan intensa como real.
Sólo fue roto por una brisa que llegó no sé de donde
Movió suavemente las ramas de un árbol como diciéndome
¡Hy Ada!.
Parpadeé y volvieron mis pensamientos, los pájaros, el ruido del mar y
el tic tac del reloj …
Juanita Tagle
Junto a Cesar ,
quiero decir y me atollo
hablar de mi hacer una presentación no me
parece
Hoy no me caigo bien
Quizás mañana les pueda decir que triunfe así
se plantea la vida
hoy valgo callampa
Me gustaría contar que me va bien que soy feliz
que tengo una linda familia
Que voy a misa los domingos y que no tengo
deudas
Que tengo un marido que me ama y una 4 x 4
Que voy feliz por la vida y que no entiendo
cuando la gente sale a la calle indignada
a gritar por mejores sueldos y oportunidades
No entiendo cuando dicen que les están robando
el agua
No entiendo a los estudiantes
Me gustaría no entender y vivir así decirles
que todo va bien para mi
Pero no
Nada esta bien
Hasta que …salga el sol
Soy Obrera del Arte
Soy Empresaria Dueña de un Paraíso, fabrico sueños
Amiga de pájaros protectora de semillas
investigadora con un MBE en
hierbas y menjunjes, experta en
masalas y enjundias admiradora de
la cocina y arte popular.
Juanita Tagle De Hurtado.( como la Hildegard
Von Bingen) con una luz especial
Otoño 2014.
Alas
Primer encuentro
Caballito trotador asi la llamaban .De su casa al colegio caminaba a
diario por la orilla de la costanera,su primer encuentro con Alas fue doloroso el guajache ave con vuelo
esplendoroso Rey de la Bahia de Antofagasta ,yacía muerto con su babucha llena
de arena,sin comprender dolida , ve que por el horizonte avanza la nube gris la
ciudad se oscurece ,caballito llorando comienza a sacar la arena misma que
ocupa para dar sepultura a Alas
Vuelve a mirar y la oscuridad lo llena todo las olas comienzan a
alborotarse se toman de la mano se
levantan en una sola ronda ,caballito grita por primera vez el horror las olas
le responden se recoge el mar caballito toma altura sobre una roca y espera la
despedida de Alas
La ola madre lo toma y lo lleva a las profundidades de su Marmadre
Segundo encuentro
Caballito trotador, mismo
recorrido camino a la playa por la costanera llena de escombros,lugar de
acopio donde recolectaba tesoros ,huesos vidrios de colores que se transforman
en arena,piedras conchitas ,tapitas oxidadas bellas de color, suspira mar suspira sal sol y eternidad se
presenta el azul
sus sueños inalcanzables como el horizonte de la Bahía de Antofagasta,
nació soñando imaginando lo
imaginario de la suave brisa la suave caricia del vuelo de lo complejo lo
inalcanzable el reflejo del cielo
azul sobre el mar,el uno no es sin el otro sin el cielo no hay mar,Alas lo sabe
va danzando entre uno y otro
De pronto una Gaviota Peregrina cojea por el roquerío lleno de chorritos
de agua pequeños géiseres del mar tesoro de changos de ahí sacan las tetitas de
las Sirenas
Manjar de los dioses..Caballito toma la peregrina ,la lleva a su casa le
da agua, limpia su herida tiene un trozo de vidrio incrustado en su patita,
la recuesta y se acuesta a su lado
De noche Caballito le musita al oido …enséñame a volar ..la peregrina la
mira ,esa mirada eterna lejana que pregunta y no responde como el horizonte de
la Bahía de Antofagasta,y parpadea tres veces se duermen ala con ala…
Al tercer día la peregrina sanò es la primera despedida amorosa de
Caballito trotador ,como querer no despedir que nunca se vaya ,ahí Caballito
comprende el significado de la Libertad,y la Soledad .la una no es sin la otra
,para Caballito es y será así…volar en libertad significa emprender el vuelo en
soledad…
La Gaviota Peregrina extiende sus alas parpadea a caballito tres veces
vuela en circulo tres veces tan cerca de caballito que casi se eleva se pierde con el atardecer en el
horizonte de la Bahia de Antofagasta.
Tercer Encuentro
Caballito trotador la de los ojos que se ríen la de la boca juguetona
,la que dibuja flores en sus pantalones y tiene las manos llenas de pájaros
La reina de la canción
Y le cantaban
Eres la reina de la canción siempre bailando sobre una ilusión…
Asi fue una vez frente a la Bahía de Antofagasta
A bordo del Yate San Juan
se escribió la historia inolvidable
Caballito supo que su nombre no era feo sonaba a agüita de vertiente
Y que al hablar de sus manos salían miles de gaviotas en vuelo
Supo así de amores y vuelos sin regreso supo que la vida debería
enfrentarla siempre con una sonrisa
supo que soñar y amar son las alas para volar en libertad
Cuarto Encuentro
Caballito Trotador de jardines ya esta grande ya es mujer ya tres de sus
polluelos emprendieron el vuelo una voló lejos su pajarita con bototos negros
que lleva el mar y el sol de mejillones en su piel cruzo mares y aterrizo en
otro continente…
musita a diario lo que le pidió un día a la Peregrina solo que ahora lo
pide para que sus polluelos tengan un vuelo lindo amoroso sano y libre por este
cielo azul que es la vida
Quinto Encuentro
En otoño contempla su jardín cambia la luz
Hay magia y verdor es un
jardín desordenado
Es un jardín simbólico el rey de esta republica en libertad tiene un
nombre Leunam
Es un picaflor loco lindo alegra el tiempo de la espera ,la espera del
vuelo final
Como Solveig en la Opera Peer -Gynt Caballito trotador espera tejiendo y
bordando
triste de mirar y no ver el Horizonte de la Bahia de Antofagasta
Caballito en un vuelo
cierra los ojos
en un vuelo rasante va con
el Guajache y la Peregrina hacia el horizonte surcando olas donde esta desde siglos el cerro moreno con su sombrero de nube
blanca.
Esa nube blanca que Andrés tomò e hizo en poesía camisas para los niños pobres…
Juanita Tagle Miranda.
Pintora
Recolectora de semillas
Santiago Otoño 2014.
Juanita Tagle
Germán Ignacio Díaz Urrutia
Sociólogo de
profesión, Cientista social de ocupación, filósofo de tiempos libres, poeta de
afición, yogui de por vidas, meditador, soñador, trabajador de fronteras,
crítico, compilador, vegetariano por convicción y causa, ecologista en
formación, admirador sin límites.
ESPIRITUALIDAD, POLITICA E
IGNORANCIA
Por Germán Ignacio Díaz Urrutia[1]
“Sentado en la Unidad, haz tu deber, y hazlo
de una forma totalmente mundana” Plotino
Espiritualidad y Política
I.1. La peor ignorancia
“El peor analfabeto es el analfabeto
político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No
sabe que el costo de la vida, el precio de las alubias, del pan, de la harina,
del vestido, del zapato y de los remedios dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro
que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe
que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor
de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las
empresas nacionales y multinacionales”.
Bertolt Brecht
Una forma atingente de inaugurar una sección sobre política
puede ser la aguda narración de Brecht sobre el ‹analfabeto político›. Sobre
ella, sin lugar a dudas, estarían de acuerdo la mayoría de los militantes y
líderes políticos de distintos sectores. Y ésta sería aplaudida por nuestros
representantes, que sintiéndose cultos y preparados, claman mayor participación
e interés ciudadano.
Y es importante hacerlo, pues es evidente que el desinterés e
indiferencia por los asuntos públicos no sólo está erosionando la democracia,
sino el interés por asuntos tan vitales como: la extinción de miles de especies
naturales, el calentamiento global, el aniquilamiento de las culturas
ancestrales, la privatización de nuestros recursos, el control de nuestros
cuerpos, la vigilancia de nuestros medios de comunicación, etc. todos hechos
irreversibles, con dramáticas secuelas sobre el patrimonio mundial que
dejaremos a generaciones futuras.
Pero bajo esta
soberbia y fácil imputación al otro, el político olvida qué desde la génesis
misma de la política, el peor analfabeto es el ‹analfabeto de sí mismo›, que es
aquel que cree entender los problemas reales de la gente sin ni siquiera ser
capaz de comprender los propios. Aquél que promueve la paz mientras declara la guerra;
aquél que proclama la equidad sembrando el odio y la discordia; aquel que une
algunos mediante la exclusión de otros, aquel que educa a través del castigo,
aquel que utiliza la razón para convencer, sofocar y manipular al otro.
Este analfabeto, es
sin dudas, más peligroso que el de Brecht, porque no sólo se representa a sí
mismo sino que a toda una nación; es peor porque de ignorante no sólo peca de
omisión sino también de acción. Porque en nombre del ‹bien› (de su nación, de
su partido, de su ideología, etc.) culpará siempre al otro del nacimiento de la
mujer prostituta, del niño abandonado, de la intromisión del corrupto.
Como señala Foucault
(1981-1982; Pág. 51), en alusión al fragmento de un texto de Platón donde Sócrates dialoga con un joven llamado “Alcibíades” en el mundo griego, ‹ocuparse de sí
mismo› está implicado y se deduce de la voluntad del individuo de ejercer el
poder político sobre los otros. No se puede gobernar a los otros, no se los
puede gobernar bien, no es posible transformar los propios privilegios en
acción política sobre los otros, en acción racional, si uno no se ha preocupado
por sí mismo. Aquí la sentencia es radical: no es posible gobernar sobre
los otros sin antes haber afrontado el cuidado y el estudio del uno mismo. Y
este será uno de los temas constitutivos del ‹asunto› filosófico y político de
la Grecia clásica y de occidente en adelante. Finalmente Foucault prosigue “La
apuesta del diálogo, por lo tanto, es esta: ¿Cuál es ese sí mismo de que debo
ocuparme para poder ocuparme como es debido de los otros, a quién tengo que
gobernar? En el corazón de este final de diálogo, está, creo, ese círculo [que
va] desde el yo como objeto de desvelos hasta el saber del gobierno como
gobierno de los otros” (1981-1982; Pág. 54).
Sin ese desvelo en ‹uno mismo›,
que en el mundo Griego será la gran fuente de sabiduría, es estéril pensar de
manera correcta en los asuntos de la ‹polis›. Lo que es notablemente lógico,
pero a su vez, notablemente ajeno a la forma en que se concibe hoy este asunto.
Como reconoce Sylvain Timsit (2002) una de las estrategias del sistema para
controlar hoy en día a los individuos es saber más de ellos que lo que ellos
mismos saben de sí. En sus palabras “El
sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a
sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un
control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los
individuos sobre sí mismos”.
No es el propósito de esta
investigación describir los acontecimientos que llevaron a Occidente a
olvidar/desterrar esta máxima, y con ella el acceso a un conocimiento de un
orden distinto, por sobre las cuestiones relativas al mundo fenoménico, de
mayor hondura y trascendencia. Un conocimiento por encima incluso de la propia
ética, que para muchos es el tema fundamental de la buena política. Pero si nos
encargaremos de advertir sus consecuencias y de evidenciar cómo esta pérdida
del “cuidado de sí mismo”, que no es otra cosa que el punto de acceso a la
noción de espiritualidad que hemos venido trabajando, merma la posibilidad de
pensar una verdadera transformación social del mundo.
I.2 Las consecuencias políticas de la ignorancia de uno mismo:
Las consecuencias de esta
ignorancia son extensas, pues nada genera tanto daño al individuo como el
desconocimiento de sus propias potencialidades. La imposición recurrente (impuesta y luego autoimpuesta) de que
la Verdad yace ‹afuera›, y que por ende debe ser conquistada, impuesta,
comprada, parcializada, confiscada, etc. genera la despotenciación de las
mayores virtudes humanas, pues con ella nace el miedo, la inseguridad, la
dependencia, el cálculo, el tedio. ¿Cómo
es que tantas personas pierden la esperanza, la fe y la fortaleza y aman la
servidumbre y dependencia, si las tres son concomitantes de la vida? Se
pregunta Fromm (1970. Pág.30), a propósito del destrozamiento de la esperanza,
y la respuesta es simple pues la posibilidad de esta pérdida es lo que
caracteriza a la existencia. Pero a su vez, donde radica el problema yacen
también las soluciones y Fromm, quien nunca ha desconocido ese potencial
humano, señala: El hombre es más fuerte
cuanto más plenamente toca o se relaciona con su realidad. Pero mientras sólo
es un borrego y su realidad, en esencia, no más que la ficción creada por su
sociedad para manipular más provechosamente a los hombres y a las cosas, es
débil como hombre…Cuanto más logre captar la realidad por sí mismo y no sólo
como un dato que la sociedad le proporciona, tanto más seguro se sentirá porque
dependerá mucho menos del consenso y, por tanto, se verá menos amenazado con el
cambio social. (Fromm. 1970. Págs. 70.71)
Basado en un análisis reflexivo
de estas consecuencias, he identificado al menos cinco que pudiesen ser
fácilmente contrarrestadas con un retorno del hombre sobre sí mismo. Con un
retorno al ‹λóγος›
(logos) por sobre la lógica. Al cual, como bien señala Heráclito, sólo se
accede mediante la disposición; mediante la renuncia a la distancia ficticia de
la ciencia, de que existe el conocedor y su objeto, pues “no a mí, sino
habiendo escuchado al logos, es sabio decir junto a él que todo es uno."
a. Se nos ha hecho
creer que es posible conducir un cambio social sin cambiar primero nuestra
propia mente, y el modo de acercarnos a la realidad. En una frase atribuida al genio de Albert Einstein se lee
lo siguiente: “Locura es pensar que
haciendo siempre lo mismo podemos obtener resultados distintos”. En otros
términos, que podemos resolver los problemas del mundo sin antes transformar
radicalmente nuestra forma de comprensión de estos problemas. Lo que para
Krishnamurti (1970) será un completo despropósito, puesto que: “La transformación del mundo se efectúa, pues,
por la transformación de uno mismo; porque el "yo" es producto y
parte del proceso total de la existencia humana. Para transformarse, el
conocimiento de sí mismo es esencial; porque si no se conoce lo que uno es, no
hay base para el verdadero pensar, y sin conocerse a sí mismo, no puede haber
transformación. Este conocimiento de uno mismo, requiere una extraordinaria
vigilancia de la mente; porque lo que es sufre constante transformación,
cambio, y, para seguirlo velozmente, la mente no debe estar atada a ningún
dogma ni creencia en particular, a ninguna norma de acción”.
Siguiendo con su observación aguda,
Krishnamurti, observa que la mente de los políticos e ideólogos carece incluso
de seriedad y de todo componente revolucionario. Al respecto señala:
El ideólogo no es serio, no ve las consecuencias de su ideología. Por
lo tanto, para ser en realidad serio, uno tiene que desechar completamente,
totalmente, estas divisiones nacionalistas y religiosas, negar lo que es
absolutamente falso: y entonces, como resultado, quizás habría una posibilidad
de ser real y verdaderamente serios… La mente que a sí misma se llama de
izquierda o de centro está tratando con un fragmento de la totalidad y divide
incluso este fragmento en otras partes diversas. Esto no es, en absoluto, una
mente verdaderamente revolucionaria. La mente realmente religiosa en el sentido
profundo de esta palabra es revolucionaria, porque está más allá de la
izquierda, de la derecha y del centro. Comprender esto y cooperar unos con
otros es producir un orden social diferente. Y esa es nuestra responsabilidad.
(Krisnamurti. 1970)
b. Producto de la ignorancia de sí mismo, el político y el sujeto actual,
sólo conoce una parte superficial de la realidad y la reduce, a meros hechos
objetivables.
El propio Julio Cortázar reflexiona sobre
este asunto a propósito del fracaso de los maestros en Argentina. Para él este
fracaso se debe a que los maestros de hoy “…carecen de ‹verdadera cultura›, de una
cultura que no se apoye en el mero acopio de elementos intelectuales, sino que
afiance sus raíces ‹en el recto conocimiento de la esencia
humana›, de aquellos valores del espíritu que nos elevan por sobre lo animal…
El hombre –tendencias filosóficas actuales, novísimas, lo afirman a través del
genio de Martin Heiddegger – ‹no es solamente un intelecto›. El
hombre es inteligencia, pero también sentimiento, y anhelo metafísico, y
sentido religioso. El hombre es un compuesto; de la armonía de sus
posibilidades surge la perfección. Por eso, ser culto significa atender al
mismo tiempo a todos los valores y no meramente a los intelectuales…Quizá si se
comprendiera mejor mi pensamiento decantado en este concepto de la
cultura: la actitud integralmente humana, sin mutilaciones, que resulta de
un largo estudio y de una amplia visión de la realidad…” (Cortázar,
J. 1939).
La ausencia de una comprensión
profunda de la realidad, de una compresión no dualista, es para los buddhistas
el origen de todo sufrimiento. De ella se deducen los ‹tres venenos›: aversión,
apego y confusión, que con frecuencia vemos imperar en el mundo de las
decisiones políticas, lo que evidentemente no puede ofrecer una solución
adecuada a los asuntos individuales ni públicos. Si la política la entendemos
como aquello que concierne a un colectivo; y a su capacidad de actuar juntos
para llegar a un acuerdo práctico sobre una cuestión importante, se hace
evidente que el intelecto no es suficiente. Necesitamos mucho más que datos,
discursos, postítulos, conocimientos, técnica, para superar la crisis del
‹vivir› y del ‹convivir› en la que nos encontramos.
Necesitamos una visión integral, holística, no
fragmentaria, que nace del conocimiento profundo de nuestra propia condición
humana. Este conocimiento del ‹sí mismo› no es accesible por medio de la razón.
Cómo señalará C. Jung (1999) “La razón cotidiana, el sano sentido común, la
ciencia como ‹common sense› aún más concentrada, pueden ciertamente
tener largo alcance, pero nunca puede ir más allá de los mojones de la realidad
más banal y de la humanidad mediana. No ofrecen en el fondo ninguna respuesta a
la pregunta acerca de los dolores del alma y su significado profundo”.
c. Producto de la
ignorancia de sí mismo, el político y sujeto actual, combate el mal con el mal.
Este es
el principio más errado de la política actual. La violencia no puede eliminar la
violencia, eso todo el mundo lo sabe. Sin embargo, pocos se atreven a afrontar
las consecuencias de dicha premisa, pues para acabar de raíz la violencia es necesario entender sus
causas profundas. En las palabras de Thich Nthat Hanh frente al parlamento de
los Estados Unidos podemos encontrar una pista “Todos
estos actos de terrorismo y violencia proceden de nuestras percepciones
erróneas. Las percepciones erróneas son la base del enfado, la violencia y el
odio, y no podemos eliminar las percepciones erróneas con una pistola”.
(2010, Pág. 1970). Tenemos que ser conscientes que como diría Gandhi “No hay camino para la paz, la paz es el
camino” Pues ella se basa en la comprensión más profunda de la naturaleza
humana.
Lev Tolstói en su libro ‹El
reino de Dios está en Vosotros›, una de sus obras más importantes aunque menos
leída, hace una defensa extensa de lo que él considera la premisa fundamental
del Cristianismo “no combatir el mal con el mal”, es decir, no resistir la
violencia con más violencia, sino más bien como Cristo a dicho “No resistáis al que es malo; antes, a
cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” (Mateo 5:39). Palabras casi insoportables para
quien desea abrazar el Cristianismo a medias intentando conciliar religión e
intereses de Estado, servicios militares y ofrendas dominicales, etc. Para
Tolstói, la profundidad del mensaje de Cristo es completamente contrario a la
utilidad de la violencia de Estado “La
violencia de Estado, además de corromper la opinión pública, tiene sobre los
hombres un efecto nefasto: éstos no se mueven guiados por una fuerza
espiritual, fuente de cualquier avance de la humanidad, que les conduce hacia
la Verdad, sino por la violencia. Con ello, no sólo no se está acercando a los
hombres a la Verdad, sino que se les está apartando de ella. Este extravío es
nefasto porque hace que las personas al menospreciar la fuerza principal de la
vida –la actividad espiritual-, concentre toda su atención y energía en
actividades superfluas, ociosas y casi siempre perniciosas, propias de la
violencia” (Tolstói, L.2011. Pág. 294)
Donde no se olvida esta verdad,
la fuerza de Estado solo trae por consecución la grandeza de espíritu de sus
opresores, hombres como Gandhi, Mandela, Luther King lo han demostrado,
cultivando en prisión una herramienta mucho más poderosa, duradera y profunda
que la violencia: la voz de la propia consciencia.
d. Producto de la ignorancia de sí mismo, el político y sujeto actual,
cree que puede obtener paz, seguridad y éxito a costa de someter, excluir o
ignorar a otros.
Una
idea muy difundida en la política actual, donde un grupo (sector político,
Estado Nación, sector económico, etc.) vela por intereses propios en desmedro e
inclusive en atropello del bien de otros, ignorados o considerados como de
‹otra categoría› (aunque ésta muchas veces no tenga validez jurídica). Así, en los suburbios franceses
migrantes africanos gozan una integración parcial a los privilegios del estado
Francés, los residentes de muchos barrios de Santiago un poder parcial frente a
las inmobiliarias, las minorías sexuales frente a los derechos reproductivos de
los heterosexuales; los hombres frente a las mujeres en cuanto a la adopción y
tuición de sus hijos; etc. Una lista infinita de desigualdades basadas en el
mismo principio: “mi condición me pone por encima de la tuya”, o “para velar
por mis intereses es necesario restringir o negar los tuyos”. Ambas afirmaciones
basadas en la misma legitimidad: el autoengaño del hombre, la pérdida de su
potencial transformador y la negación radical del sentido de la política. En
el siguiente cuadro algunas de las
formas que toman estas
justificaciones:
Cinco
falacias para justificar el propio privilegio.
-Lo
natural es que sea así. De hecho siempre ha sido así.
-No es
posible un entendimiento, por ende, alguien autoritariamente ha de decidir.
-La ley
de la supervivencia del más fuerte.
-La
máxima “El hombre es un lobo para el hombre”, sólo velará por su interés
personal.
-El
paradigma de la escasez, solo existen recursos para unos pocos.
Pero el nacimiento de la era planetaria, la globalización
y las consecuencias ambientales hacen evidente que estamos demasiado vinculados
unos con otros para suponer que podemos sacar privilegios ‹a coste de›. Como
advierte Thich
Nthat Hanh “Nuestra seguridad y
bienestar ya no son cuestiones individuales. Si ellos no están a salvo no habrá
modo que nosotros estemos a salvo. Ocuparse de la seguridad de las personas,
significa al mismo tiempo, ocuparse de la propia seguridad. Ocuparse de su
bienestar significa ocuparse del propio bienestar” (2010. Pág. 171).
Se requiere un salto
cualitativo que celebre lo que es común, no por disolución, sino por
metamorfosis; no se trata, como sugiere Edgar Morin: “…De simples transformaciones que se destruyen unas de otras, ni siquiera
de meras complementariedades, sino de procesos simultáneos de autodestrucción y
reconstrucción, al modo como la oruga se convierte en mariposa” (García
Roca, J. 2011 Pág. 20). Este modo de transformación, sólo es posible si
abandonamos la concepción dualista de la realidad, donde nuestras verdades
relativas se tornan por encima de las verdades de los otros, ignorados,
olvidados o sometidos. Siguiendo con García Roca: “sólo de esta forma es posible afrontar el triple desafío que procede de
la sociedad del anonimato, de la cultura de la satisfacción y de la ideología
del conquistador, que impiden e imposibilitan mirar y escuchar los gemidos y
las privaciones, así como gozar del lado luminoso de la vida” (2011.
Pág.66).
e. Producto de la ignorancia de sí mismo, el político y sujeto actual, han
perdido sus mejores herramientas: la empatía, la simpleza y la ejemplaridad. Estas
eran sin dudas características
fundamentales en muchos filósofos griegos vinculados al origen de la forma
occidental de comprender la política, empezando por Sócrates. Su misión era
simple aunque mucho más profunda de lo que podemos encontrar en los programas
electorales actuales, despertar en los hombres la mayor potencial/‹sabiduría›,
para luego así poder debatir sobre el bien común y los aspectos de la
Polis.
La
motivación Socrática lógicamente se encontraba más allá de un juego
intelectual, en la ‹apología de Sócrates› revelada por Platón puede leerse: “El oficio al que me dediqué en Atenas era
un oficio importante. Me lo confiaron los dioses y consistía en apostarme en la
calle e interpelar a todo el mundo, jóvenes, viejos, ciudadanos y no
ciudadanos, para decirles que se ocuparan de sí mismos” (Foucault,
1981-1982, Pág. 52). Esta misión nace de un reconocimiento e interés profundo
por el otro, que se expresa de buena manera en la palabra ‹empatía› (Del griego
‹ ἐμπάθεια›
literalmente ἐν ‹entre› y πάθος ‹pathos u afectos›), que
podemos reconocer como la condición de afecto primaria de la vida social, pues
en ella se funda el reconocimiento del otro, como un otro legítimamente válido
en la convivencia. Humberto Maturana ha defendido esta idea, aunque ha preferido
hablar del amor más que de la empatía. Pero lo importante aquí es que existe un
reconocimiento de que la emoción precede a la razón, y que ésta está a la base
de toda acción humana.
Por eso la empatía es
fundamental en la construcción de un ‹buen gobierno›, pero ésta solo emerge
cuando somos capaces de librarnos de nuestras certezas y no pretendemos dominar
al otro. García Roca en referencia a la compasión, que no es más que un grado
intensificado de empatía, comenta “Somos compasivos cuando abandonamos la
arrogancia de la certeza y nos sentimos afectados por el otro; cuando nos
abrimos al lenguaje de la sensibilidad, captando en nuestras vísceras el gozo y
el dolor del otro; cuando reconocemos nuestros límites y entendemos que la
fuerza nace del compartir las exigencias de funcionalidad y productividad” (2011.
Pág. 75)
Otro bien necesario,
cada vez más olvidado en las interacciones políticas instrumentales enmarcadas
en una sociedad con tendencia exacerbada hacia la racionalización y el intelecto,
es el poder de la simpleza. En cuanto a su efectividad, el Gobernador de
California Jerry Brown, un estudioso del Buddhismo, tiene palabras ejemplares
“Cuanto más podemos hablar en un sentido llano, cuanto más podemos decir
verdades sencillas y directas, más nos escuchará la gente. Tampoco podemos
quedarnos atrapados en las expresiones de moda…..Las palabras más llanas tienen
una gran fuerza porque no son ni abstracciones ni están distorsionadas. El
hablar llano es muy poco frecuente, pero posee una fuerza que debe emplearse
constantemente para afrontar la política de nuestro tiempo (2011. Pág.
113).
En el campo de la
política, es decir, en aquel espacio donde es posible que converjan los
intereses individuales y
colectivos, se debe utilizar la mayor trasparencia, simpleza y empatía. Pues
como señala S. Bauman (2001, Pág. 15) “La libertad individual sólo puede ser
producto del trabajo colectivo”, aun cuando el sistema tienda a la
privatización de los medios de asegurar-garantizar la libertad individual,
conduciéndonos a un aumento creciente de desprotección, inseguridad e
incerteza.
Por último, es
evidente que la política debe recuperar la coherencia. Como dice A.
Gutiérrez-Rubí (2011, Pág. 101) “El desgarro democrático entre la ciudadanía
al ver cómo, una y otra vez, el equilibrio entre lo que se piensa, se dice y se
hace se rompe en su cadena es –seguramente- una de las claves interpretativas
de la frustración moral… Hay que retomar la senda de la coherencia. Hay que
hacer lo que se dice. Decir lo que se piensa”. La coherencia y ejemplaridad
son una sola cosa, y a la vez la única forma en que el líder público hace
convincente su actuar, como dice
J. Gomá (2004. Pág. 383) “La ejemplaridad emerge como un requisito imprescindible para
la acción pública. El liderazgo político es cada vez menos (tal vez nunca lo ha
sido) posible sin liderazgo moral, sin liderazgo ejemplar... En suma, predicar con el ejemplo significa que el ejemplo
predica, es decir, que es el único capaz de hablar a la conciencia y al corazón
con toda la elocuencia, aunque sea un ejemplo silencioso, y ante él la voz
más ardiente del más inflamado
predicador puede llegar a ser muda”.
II. Espiritualidad-Política
Antes de comenzar
hablando de la vinculación entre espiritualidad y política, me parece
interesante analizar primero las formas de relación entre religión y política
que podríamos encontrar
actualmente en la mayoría de nuestros países. Por sobre entendidas quedan la
gran cantidad de formas y encuentros que estos dos mundos mantuvieron durante
buena parte de la historia de la humanidad, piénsese por ejemplo en las figuras
del faraón egipcio, el Sapa en el imperio Inca, el Rey en la Europa medieval y
renacentista, etc. Pues lo interesante es ver las significaciones que
actualmente toma el fenómeno.
Una primera postura
encuentra asidero en la expresión “Dad
al César lo que es del César, y dad a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22, 21),
utilizada por Cristo como respuesta a una pregunta de los Fariseos sobre si era
conveniente o no pagar el impuesto al emperador romano, que se utiliza en
algunas interpretaciones católicas para justificar la diferencia entre los
asuntos de los hombres, ‹la política› y los asuntos de Dios, ‹la religión›,
dando a entender que estos dos ‹mundos› no deben mezclarse. De ahí se puede
desprender un ejercicio parcial o diferenciado de los valores y razonamientos
de cada esfera, según la posición en la que el sujeto se encuentre. En otras
palabras, si estoy en la iglesia me comporto de acuerdo a ‹las exigencias› y
preceptos de dicho espacios, y si estoy en la política u otra esfera me
comporto de acuerdo a las ‹reglas› y lógicas de dicho espacio.
Esta es una de las
razones por las cuales creo que, en la sociedad contemporánea, un cristiano
puede ser ministro de fe y a la vez ocupar un cargo de alta gerencia en una
empresa preocupada exclusivamente del lucro (en otras palabras, maximización
continua de utilidades al costo de considerar por ejemplo la mano de obra como
un insumo más del proceso productivo; o mediante la evasión ‹ilegal› de
impuesto; o mediante la repactación unilateral de cuentas; o mediante la
explotación inapropiada del medio ambiente, etc.)[2]. Del mismo modo
encontramos cada vez más ciudades inundadas con todo tipo ofertas
‹espirituales›, lo que
Ramiro Calle ha llamada ‹supermercado espiritual›, donde los individuos
lejos de ofrecer y practicar detenidamente un camino interior, buscan satisfacer
el sensacionalismo de la vivencia, pagando/cobrando por ello importantes
cantidades de dinero. O lo que es peor ‹maestros espirituales› adictos a
emociones negativas, malos tratos o abusos en otros ámbitos de su vida.
Por el contrario, a
veces podemos encontrar a ambos mundos tan profundamente interrelacionados que
no es posible identificar donde están los límites de uno y otro. Aquí, muchas
veces, la religión aparece al servicio del orden social imperante en vez de cuestionarlo.
Esto se me hace muy evidente al observar cómo religiones de paz, como el
cristianismo y el islamismo, bendicen y comulgan con instituciones de guerra,
como los ejércitos, los grupos subversivos o terroristas. La misma impresión
tengo de la comunión de la iglesia Judía con la legitimación de un estado
Israelí, que con frecuencia actúa oprimiendo y asesinando a miembros del pueblo
palestino. Al contrario, en otros casos, la política está al servicio de los
intereses religiosos, así, legisladores de todo el mundo proclaman reglamentos
en favor del patrimonio ‹económico›, ‹social› o ‹simbólico› de ciertas iglesias
o grupos religiosos, aun en negación con el designio de la mayoría.
Ni hablar finalmente, de la vinculación entre
religión y política, que se da en aquellos credos con rasgos sectarios, donde
el individuo pierde completamente su libertad, autodeterminación y voluntad, al
servicio de un líder manipulador y
coercitivo, que determinará qué se hace y qué no. Es frecuente además, que este
líder sectario, sueñe con extender por toda la tierra su doctrina liberadora, o
coronar como rey del mundo a su salvador particular y crear así un poderoso
fanatismo opresor de la libertad humana. Para ello se valdrá de cualquier
medio, y mediante sus dictámenes sus seguidores cometerán inclusos actos
delictuales o criminales.
Estas tres posiciones
no niegan la posibilidad de una integración armónica, profunda y recíproca
entre Religión y Política. Por el contrario, honramos y reconocemos esos esfuerzos
en numerosos actos de cooperación mutua. Por ejemplo el nuevo pontífice
católico ‹Francisco› ha aprovechado numerosos espacios de audiencia para
defender la necesidad de combatir la pobreza e injusticia social, como a su
vez, profundizar en una espiritualidad humilde y profunda, contrario a ídolos
pasajeros como la fama, el poder y el dinero. El Dalai Lama es otra figura
importante del mundo religioso que se ha visto involucrado en muchos actos
políticos en favor de la paz, los derechos humanos y la reivindicación cultural
del pueblo tibetano. A pesar de ser violentamente exiliado, sus palabras nunca
han sido violentas, calculadoras ni instrumentales; y su diálogo permanente con líderes políticos y autoridades
de otros credos han contribuido a un conocimiento mayor de la espiritualidad
buddhista.
Pero nuestro interés ahora
será, no tanto la vinculación entre religión y política, sino más bien la
vinculación entre la espiritualidad como praxis de transformación personal y
política como praxis de transformación colectiva, el decir como lugar de
deliberación sobre el ‹bien público›, la ‹sociedad justa›, los ‹valores
comunes›, la ‹identidad› etc. No se tratará de un análisis de las
instituciones, relaciones y juegos de poder que permiten la emergencia y reproducción
de ambas prácticas, sino más bien de los sentidos, orientaciones y
posibilidades de cambio, realización y autonomía que se juegan en ellas.
A su vez, nos interesa mucho
observar las consecuencias públicas/políticas de la liberación personal, que
determina ineludiblemente un modo de actuar y comprender el mundo. Pues en todo
momento hemos defendido una noción de espiritualidad enraizada en el contexto
socio-histórico en el que se desenvuelve; capaz de develar aquellas formas de
adormecimiento o amnesia de nuestro potencial transformador ‹individual› y
‹colectivo›, haciendo frente a esa idea de “reificación” o “colonización” de la
razón instrumental de nuestras formas de acción y relación.
Vemos que, tanto en la política
como en la espiritualidad, la deliberación ocupa un lugar central, pues es
necesario pensar lo que se siente, interpretar lo que se emociona y razonar lo
que se dice. Existe una necesidad de argumentación razonada con uno mismo y con
los otros que es propia de una espiritualidad madura (García Roca, J. 2011 Pág.
91), y que es un piso necesario para una política consciente.
A la vez son claras las enormes
posibilidades que se abren con el ejercicio de una espiritualidad laica, que
comprende la relatividad y arbitrariedad de las formas y ‹verdades› de un
intelecto con predominio a la imposición y dominación. Para ella, la autonomía
sólo deviene de la muerte de las identificaciones transitorias, es decir, de un
desprendimiento radical con nociones pasajeras como nuestros juicios, ideas,
creencias, posiciones, etc. que nuestro ‹ego› cree estables. Lo mismo cuenta
para las sociedad; su autonomía depende de la conciencia de su fugacidad,
transitoriedad. En palabras de Z. Bauman “La
sociedad autónoma admite abiertamente la mortalidad estructural de todas sus
creaciones e intenta extraer de esa fragilidad no elegida la posibilidad de una
perpetua autotransformación y quizás también de una autosuperación” (Bauman.
Z.2001. Pág. 90).
Estas ideas sobre la
importancia de la aceptación de la impermanencia y la mortalidad, como
posibilidad de autonomía, la podemos observar en muchas tradiciones
espirituales, como a la vez, en las ideas del filósofo Cornelius Castoriadis
(1991) y su noción de autonomía política. Para él: “Ningún ser –ni un individuo, ni una sociedad-puede ser autónomo sin
aceptar la mortalidad” Pues
solo si se acepta la mortalidad se puede negar todo fundamento duradero y
cualquier cimiento inmortal-eterno-extratemporal de la validez de ‹facto› de
las instituciones y significaciones. Dando lugar a una validez de ‹jure› que
para Bauman, siguiendo a Castoriadis, es el producto de la reflexión y
deliberación y que sabe que es eso y nada más- puede ser honrada por una
sociedad deseosa de durar. La validez de facto es algo dado, la validez de jure
es una tarea, algo por establecerse, algo buscado y nunca encontrado de manera
absoluta ni definitivamente (Bauman. Z.2001. Pág. 92).
Así podríamos seguir
encontrando muchos puentes de convergencia entre estas dos ‹praxis›. La espiritualidad
parece desterrada de la política, pero con frecuencia olvidamos que las
profundas transformaciones políticas la hacen sujetos con una espiritualidad
muy profunda. Si la tendencia totalitaria, cómo señala Hannah Arendt, tiende a
volver a los hombres superfluos, redundantes, descartables como individuos,
como seres con sus propias motivaciones, ideas, preferencias, y sueños, de la
espiritualidad resulta exactamente lo contrario; la individualidad se enaltece,
el sujeto encuentra una verdadera sabiduría y refugio en sí mismo, que luego
ofrece en un servicio valiente y desinteresado.
Son muchas las formas que
adquiere este actuar, pero para efectos analíticos, a continuación ofrecemos
tres vías de vinculación entre espiritualidad y política. Tres formas de
acercamiento del sujeto ‹transformado› espiritualmente a los problemas sociales
y políticos. Tres formas ideales, que por tanto, no deben tomarse cómo
excluyentes, pues lo que es común observar en aquellas personas que encarnan
estos principios, es un tránsito permanente por las tres vías, pues la
sabiduría se expresa en función de cada momento.
Primera Vía: La
renuncia al Estado y la desobediencia civil
Esta posición emana
del profundo sentimiento de libertad que nace de la realización espiritual,
donde se comulga con la Verdad que orienta en adelante la vida. Las personas
afianzadas en estas prácticas, actúan consecuentemente denunciando con
vehemencia cualquier acto que entorpezca su realización y la de otros.
Entienden tan bien el orden natural de las cosas que ven innecesario el marco
normativo de un estado.
Pero su opción radical
de renuncia al Estado, se toma sólo cuando sus leyes se oponen o contradicen
los principios morales que emanan de la realización espiritual. Confieso que
siempre me ha causado agrado la forma en como Henry David Thoreau abre su famoso
tratado sobre ‹desobediencia civil›, en sus propias palabras “Pienso con
todo el alma en la máxima ‹el mejor gobierno es el que ha de gobernar menos›, y
me gustaría ratificarlo más rápida y sistemáticamente. En realidad es algo en
lo que también creo ‹El mejor gobierno es el que no tiene que existir en
absoluto›”. (Thoreau, H. D. 2011. Pág. 15) Pero su conclusión no es las de un Anarquista, sino la de
un opositor pacífico a un Estado Norteamericano de comienzos del siglo XIX,
esclavista, brazo del ejército e invasor del territorio mexicano. Thoreau
reflexiona sobre cuál es el rol de un Estado cuando el hombre desarrolla su
conciencia individual.
Concediéndole a ésta la plena facultad para la resolución de los
problemas comunes “Pienso que antes que súbditos tenemos que ser hombres. No
es deseable cultivar respeto por la ley más de por lo que es justo. La única
obligación a la que tengo derecho de asumir es a la de hacer siempre lo que
creo justo...La ley jamás hizo al hombre un pedacito más justo, y a causa del
respeto de ella, aún el hombre bien dispuesto se convierte a diario en agente
de la injusticia” (Thoreau, H. D. 2011. Pág. 17)
La pregunta
interesante es si esto se constituye como un acto anárquico o más bien como un
acto de resistencia a leyes injusticias que atentan contra los principios
superiores del Ser. Desde la posición de Thoreau, Tolstói y otros, claramente
se trata de una resistencia a la injusticia y violencia con la cual actúan
estados e iglesias, y no una resistencia a la institución ‹per se›. Si el
Estado fuera justo y ejemplar, no
habría dificultades, el problema radica en sus contenidos y no tanto en su
estructura. Thoreau reflexiona al respecto: “Existen leyes injustas: ¿Debemos estar
contentos de cumplirlas, trabajar para sustituirlas, y obedecerlas hasta cuando
lo hayamos logrado, o debemos incumplirlas desde el primer momento?” (Thoreau,
H. D. 2011. Pág. 24). Y la respuesta es clara, se deben incumplir desde un
primer momento, pues ésta es la única forma de actuación inmediata, coherente
con los principios morales y ejemplificadores del ciudadano “Si mil ciudadanos no pagaran sus
impuestos este año, esa no sería una medida violenta y sangrienta, como si lo
sería pagarlo, poniendo en condiciones al Estado para que ejerza violencia y
derrame sangre inocente. Esta es, de hecho, la definición de una revolución
pacífica, si es que tal revolución es posible” (Thoreau, H. D. 2011.Pág.28)
La gente que conoce la
Verdad y ha comulgado con ella, no necesita la seguridad, inclinación o
protección de ninguna nación, gobierno o partido. Reconoce en todos a un
hermano, siempre está en casa, y sabe perfectamente lo que necesita y lo que no
necesita. Por eso Tolstoi afirma:
“…Lo único que sé es que ‹yo› no lo necesito, y
que ‹yo› no puedo tomar parte en aquellos actos que son imprescindibles para su
existencia. Organizad vuestras vidas como os sea conveniente, no puedo
demostrar si los Estados son necesarios o perniciosos, pero sí sé lo que
necesito o lo que no, y lo que puedo y no puedo hacer. Sé que no necesito
diferenciarme de resto de pueblos, por ello ‹yo› no puedo reconocer mi
pertenencia exclusiva a una Nación o Estado cualquiera, ni mi sujeción a un
gobierno determinado” (2011. Pág. 276)
Segunda vía: Realización
personal como ejemplificación de un nuevo orden
En esta etapa, nos
situamos en el camino ascendente, es decir, en aquel en donde el sujeto busca
la realización plena ‹con› y ‹en› el Uno. De esta experiencia de búsqueda nacen
los principios morales para reformar una situación de injusticia y conducir a
una modificación estamental, social o política. Como claramente Alicia
María de Mingo (2010) infiere en su análisis sobre la figura política de Gandhi “…No dudemos, en todo caso, que en
Gandhi el estratega político se debió inequívocamente, y en todo momento, al
hombre espiritual, y que de no ser por el aliento de éste, aquél, el político, no habría pasado de
la propuesta de una eficaz táctica (me refiero a la desobediencia civil), en lugar de una Gran Praxis. En
efecto, para Gandhi, a quien no
gustaba el término “desobediencia civil”, se trataba, nada más y nada
menos, que de la satyagraha
(firmeza en la verdad), y no fue un ingenuo, ni un utopista en el vacío (fue
entre los propios hindúes entre quienes la doctrina de la ahimsa encontró a
veces fuertes resistencias)”.
Aquí, a diferencia de
la primera vía, no solo se trabaja por omisión sino por una profunda convicción
de que es necesario transformar las cosas. La ‹Gran Praxis› es la de un hombre
contra un imperio, de la individualidad fortalecida por la experiencia de la
Verdad y la determinación de la Consciencia contra todo lo injusto. De ahí su
fuerza, su radicalidad y su potencialidad transformadora. Martin Luther King
(1967) lo señala así "El amor es el poder más duradero del mundo. Esta fuerza creativa, tan
bien ejemplificada en la vida de nuestro Cristo, es el instrumento más potente disponible en la
búsqueda de la humanidad por la paz y la seguridad." Quien experimenta esa Verdad conoce
también sus frutos y confía en ellos, siguiendo con Luther King (1957[3]) "El
día se ha ido para el patriotismo superficial. El que vive con vidas de
falsedad vive en esclavitud espiritual. La libertad es todavía el bono que
recibimos por conocer la verdad. "Y conoceréis la verdad," dice
Jesús, "y la verdad os hará libres."
Uno de los aspectos
fundamentales de esta vía es la constante tarea de la transformación de uno
mismo "He tomado sobre mis espaldas el monopolio de mejorar tan sólo a
una persona, esa persona soy yo mismo, y sé cuán difícil es conseguirlo" dirá
Gandhi, para luego añadir “la verdadera educación consiste en obtener
lo mejor de uno mismo. ¿Qué otro libro se puede estudiar mejor que el de la
Humanidad?” Aquí se retoma el ideal socrático de la preocupación del sí
mismo, y su cultivo para el bien individual y de toda la nación, recordando las
palabras del propio Sócrates en su juicio: “He dedicado todo mi tiempo a
persuadirlos, jóvenes y mayores, para que no os preocupéis principalmente de
vuestros cuerpos y posesiones, sino del mayor bien de vuestras almas, proclamado
en todo momento: ‹La riqueza no aporta bondad, pera la bondad aporta riqueza y
todas las demás bendiciones, tanto al individuo como al Estado›” (Bodri W.
2001. Pág153).
En esta vía la
relación individuo-comunidad no es tan clara, como la que presentaremos en la
tercera vía, pues si bien se trabaja en comunidad, la individualidad del líder
no se difumina en un nosotros, sino más bien pertenece con una pretensión
ejemplificadora. Como arenga Gandhi a sus seguidores: “Dicen que soy héroe,
yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice,
imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos”. Se trata de un líder
que acepta con humildad la radicalidad y profundidad de sus actos, pero que
invita y estimula a los demás a realizarlos.
También es central
destacar la importancia de la noción de responsabilidad que se juega en esta
vía. Aquí el hombre es el responsable y capaz de transformar su destino, a
pesar de cualquier condición de su entorno. Lo vemos en un Mandela fortalecido
moral y espiritualmente luego de más de dos décadas de prisión. Como a su vez
en el importante análisis que Viktor Frankl hace del valor de la
responsabilidad, la libertad y la vida interior dentro del campo de
concentración nazi. En sus escritos se lee “Quizá no fuesen muchos, pero
esos pocos representan una muestra irrefutable de que al hombre se le puede
arrebatar todo salvo una cosa: ‹La última de las libertades humanas –la
elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir
su propio camino›” (Frankl. V. 2004 Pág. 90). Y luego señala “En última
instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta
correcta a las cuestiones que la existencia nos plantea, cumplir con las
obligaciones que la vida nos asigna a cada uno en cada instante particular” (Pág.
101).
La libertad interior,
fruto de una praxis espiritualidad, es un lugar irreductible, en ella se
asienta la voluntad inquebrantable de dar la vida por lo que creemos correcto.
Traspasar los miedos, las obligaciones, los designios impuestos por una razón
acomodada a las adecuaciones sociales. Si comprendemos esto sabemos cuan cierta
son las palabras de Krishnamurti “La paz individual es la base sobre la que
se asienta la paz del mundo” (En Naranjo. 2007).
Tercera vía: La
realización en los otros, la opción radical por los excluidos.
Esta tercera vía se
encarna fielmente en un pequeño artículo póstumo titulado ‹El Testamento
Político Espiritual de Luis Espinal› donde se narran algunas reflexiones que
escribió Luis Espinal, sacerdote jesuita español radicado en Bolivia desde
1968, a partir de su participación en un ayuno político (1977) que por poco le
cuesta la vida, pero que contribuyó a que, después de casi siete años de
dictadura, se pudiera estructurar una oposición política que acabaría forzando
la renuncia de Hugo Banzer. En esa huelga de hambre de casi tres semanas, donde
vivió día y noche al lado de las familias de los mineros, Luis Espinal encontró
una reafirmación profunda de sus ideas políticas y espirituales, que le
llevarían incluso a la propia muerte el 21 de marzo de 1980, luego de ser
detenido y torturado por agentes paramilitares.
Para Espinal había una
consigna clara: "quien no tiene la valentía de hablar por los hombres,
tampoco tiene el derecho de hablar de Dios" dejando en
evidencia que lo fundamental es reconocer a Cristo en el dolor del pueblo, en
el lugar de los excluidos, de los condenados. Su impresión de que Dios está tan
claramente representado en los pobres, lleva a Espinal incluso a perder el
interés por encontrarlo en otro lugar, como puede ser la meditación o la
contemplación trascendente, respecto a aquello señala: “Algunos sentían
necesidad de ‹espiritualizar› la huelga de hambre para hacerla más cristiana; y
en ese sentido se celebraron dos misas en nuestro grupo. Yo no sentía la
necesidad. El hambre me resultaba un magnífico rito religioso, de solidaridad y
comunión. ¿Por qué he de buscar a Dios por otros caminos, cuando sufro
solidariamente con mis hermanos? ¿Por qué buscar a Dios en el misterio, cuando
era tangible en la vida?
En esta visión, la
espiritualidad y la praxis social y política aparecen estrechamente vinculadas.
Pues la realización radica, no tanto en un ejercicio de comprensión/comunión
personal, sino más bien en una realización colectiva, por lo que la comunidad y
sus procesos serán el eje central de su análisis. Un vívido ejemplo de esta vía
lo comprende la ‹Teología de la Liberación› desarrollada en Latinoamérica a
partir de los 60´. Podemos entenderla, siguiendo a Enrique Riobó (2011), como “una
interpretación cristiana que tiene como momento de reflexión teológica
principal al «oprimido» y que plantea la necesidad de vivir la experiencia de
Dios sólo en tanto praxis de la fe enfocada en la liberación del mismo. Así,
sólo en tanto praxis de la fe existe la posibilidad de solucionar el pecado
social, la situación de pecado –que llega a ser detectada a través del análisis
de la realidad por medio de, principal, pero no únicamente, las Ciencias
Sociales”.
En ella el objeto de
atención está puesto en cómo la espiritualidad cristiana se hace responsable de
las condiciones concreta de realización de los hombres, en especial, de
aquellos que son ofendidos por las condiciones de exclusión y miseria en las
que se encuentran, totalmente alejados al plan de Dios. En uno de sus textos
principales, Gustavo Gutiérrez (1972), quien acuñase el término ‹Teología de la
Liberación›, señala: “Hablar de una teología de la liberación es buscar una
respuesta al interrogante: ¿qué relación hay entre la salvación y el proceso
histórico de liberación del hombre?”. Nada muy distinto a lo discernido por
los obispos latinoamericanos en el encuentro de Puebla donde establecen: “El
Evangelio nos debe enseñar que, ante las realidades que vivimos, no se puede
hoy en América Latina amar de veras al hermano y por lo tanto a Dios, sin
comprometerse a nivel personal y en muchos casos, incluso, a nivel de
estructuras, con el servicio y la promoción de los grupos humanos y de los
estratos sociales más desposeídos y humillados, con todas las consecuencias que
se siguen en el plano de esas realidades temporales” (CELAM /Puebla, 1979.
pág. 327).
Me parece importante
aclarar que en ningún caso, esta vía de vinculación entre espiritualidad y
política, se encarna exclusivamente en una teología de la liberación. Aunque
ella es muy ilustrativa de los elementos que aquí se juegan.
Tal vez en oposición a
la segunda vía, en esta, el sujeto busca fundirse en la colectividad en la que
se inserta, hacerse uno, mixturarse, reemplazar la falsa distinción ‹yo-tú› no porque
‹tú› eres ‹yo› y ‹yo› soy ‹tú›, sino porque juntos somos ‹nosotros›. En
referencia a ello L. Espinal reflexiona una vez terminada con éxito su larga
huelga de hambre: “No hemos hecho la huelga tú y yo; ha sido todo un pueblo;
hemos sido uno más dentro de la corriente. No he hecho nada extraordinario; era
algo que simplemente había que hacer. Aquí no hay pie para personalismos,
ni para mártires, sólo para el cumplimiento de un deber casi espontáneo, que
nace de la entrega incondicional hacia el otro: “La lucidez con que hemos
pensado jugarnos la vida, en algún momento, me trae un instante de suprema
serenidad; la vida es para eso; para gastarla por los demás”.
III. Política con Consciencia: una alternativa para
el cambio
Los desafíos políticos cada vez
son mayores, pues la esfera del ‹ágora›, como aquel espacio público-privado
donde convergen los intereses y se resuelven de manera deliberada los asuntos
de todos los ciudadanos, es cada vez más propensa a asumir una variedad de
demandas muy heterogénea. Y a su vez, es muy susceptible de ser
coaptada/colonizada por los poderes económicos y/o estatales. Ante estos
desafíos son varias las disposiciones que los ciudadanos pueden asumir.
En primer término tenemos
aquellos que se han dejado convencer por la irrefutabilidad de los hechos y que
se sienten demasiado atormentados y desprotegidos para participar en cualquier
accionar colectivo que implique modificar las cosas. Lo importante para ellos,
es cuidar su metro cuadrado y velar por sus propios intereses. Estas personas,
como bien señala Z. Bauman, han perdido su capacidad de plasmar sus anhelos en
conjunto “Las personas que se sienten inseguras, las personas preocupadas por lo
que puede deparar el futuro y que temen por su seguridad, no son verdaderamente
libres para enfrentar los riesgos que exige una acción colectiva. Carecen del
valor necesario para intentarlo y del tiempo necesario para imaginar
alternativas de convivencia; y están demasiado preocupadas con sus tareas que no
pueden pensar en conjunto, a las que no pueden dedicar su energía y que solo
pueden emprenderse colectivamente”. (2001. Pág 13)
Otros están muy cómodos con la
situación, sacando cuentas auspiciosas de un sistema diseñado para el
privilegio de pocos sobre el desmedro de muchos. Su posición privilegiada le
impide empatizar con el sufrimiento del otro. Su mejor argumento de
legitimación es el discurso del mérito, ellos están ahí porque sin duda se lo
merecen, convenciéndose realmente de que todo aquel que se esfuerce como ellos
podrá obtener los mismos resultados. Ocupado de sus negocios, de su estatus, de
su posicionamiento académico, de los asuntos de “real” importancia, estas
personas están totalmente desconectadas de los espacios de discusión y preocupación
del ‹ciudadano corriente›.
En la otra cara tenemos
aquellos que con menos de dos dólares diarios, pasan demasiada hambre, frío y
privaciones como para pensar en el accionar político. Sus necesidades primarias
están tan desgarradamente insatisfechas, que algunos (sobre todo los mayores de
edad) han llegado a resignarse completamente a su realidad y abandonarse a la
‹misericordia› de los ‹caritativos›; mientras otros han llegado a relativizar
todo medio (incluyendo los ilegales) para alcanzar a satisfacer sus necesidades
mínimas, y tal vez algunas nuevas exigencias de una sociedad del consumo y de
la imagen, donde el ‹no tener› implica ‹no ser›, asumirse como un consumidor
fallido inútil e indeseado. Siguiendo con el análisis de Z. Bauman (2007. Pág. 168)
“Son consumidores fallidos, símbolos flagrantes de desastre que asecha a los
consumidores fracasados, y del destino último de cualquiera que no cumpla las
obligaciones de un consumidor”. Con lo que inevitablemente se vuelven
‹inútiles› y ‹peligrosos› para el resto de la sociedad.
Un cuarto grupo lo encontramos
en aquellos que, cansados de la impotencia de los políticos y de la aparente
insignificancia de sus demandas, han decidido hacerse escuchar de otra forma,
alzándose violenta y rupturistamente contra un sistema que aparece dormido e
indiferente. La violencia se legitima como medio reivindicativo, dando lugar a
distintas manifestaciones de actos terroristas, de resistencia armada y otras
formas, que a la larga, desde mi perspectiva, sólo contribuyen a un incremento
de la represión y violencia institucionalizada.
Pero también existen aquellos,
que a pesar de las condiciones materiales e ideológicas de su entorno, no han
perdido nunca su potencial emancipatorio, que nace de la irreductible libertad
interior, de la certeza de la transitoriedad de todas las cosas, y de la fuerza
compasiva de reconocerse en el sufrimiento del otro. Todas estas convicciones
surgen y se nutren de la misma fuente, la inagotable posibilidad de
‹cuestionarse y conocerse a sí mismo› que nos acompaña desde tanto tiempo. Para
C. Castoriadis (1996, Pág.64) la
gran crisis del mundo occidental “reside,
precisamente, en el hecho de que el sujeto dejó de cuestionarse a sí mismo”.
Pues el ‹cuestionarse a sí mismo› fue el secreto más profundo en la búsqueda
asombrosa y sin precedente emprendida por el mundo occidental para mejorarse a
sí mismo. Esta actitud fue posible –y por cierto, inevitable- a partir del
descubrimiento de que los fundamentos de todas nuestras elaboraciones son arbitrarios
y seguirán siéndolos. Siendo arbitrarios, bien pueden ser reemplazados por
otros, con tal de que puedan argumentarse convincentemente en favor del
reemplazo (Bauman Z. 2005. Págs. 145-146).
Basados en esta perspectiva,
tal vez lo primero sea asumir el consejo de muchos maestros espirituales que
señalan: “el deseo de cambiar el mundo es
algo muy bueno, pero si primero no trabajáis con vosotros mismos, trabajaréis
con vuestras propias paranoias, arrogancias, agresividad y prejuicios, y sólo
conseguiréis pelearnos con aquello que queréis cambiar” (Ray, R. 2010, pág.
85). Esto es fundamental, para deshacerse de la prisión de los puntos de vista,
de las intolerancias que nos causan las visiones opuestas de los otros, de la
facilidad con la cual solemos victimizarnos y de todas aquellas posiciones que
sólo entorpecen la efectividad de cambio a través de la política. Hay que asumir las palabras de J.
Krishnamurti “Tú eres el mundo”, no
como un individualismo radical, sino con la comprensión que soló allí es
posible el primer gran cambio. Que no se puede echar la responsabilidad a nadie
más; es necesario aceptar la responsabilidad sobre tus propios hombros, sobre
nosotros descansa el deber de crear ese mundo que existe a tu alrededor.
Pues si no, se está en el
riesgo de acentuar el problema que intentamos erradicar, o lo que es peor,
abordarlo de una forma tan superflua que nos veamos atrapado en él. Como bien
devela Osho (1987) “Tú puedes estar en
contra de la guerra, puedes ser un pacifista, puedes ser un manifestante
crónico – siempre con una bandera protestando contra la guerra, contra la
violencia... Pero la vida es un fenómeno complejo. Tus protestas, tu pacifismo,
tu lucha contra la guerra, aún son parte de la guerra; tú no eres un hombre de
paz. Y puedes observar esto cuando las personas protestan – su ira, su
violencia es tan obvia que pensamos por qué esas personas están protestando
contra la guerra... Una buena máscara, pero por dentro está la misma ira, el
mismo odio, la misma violencia, la misma destructividad contra cualquier
persona que no esté de acuerdo con ellas”.
Antes del accionar y de la
deliberación pública, la meditación puede ser una buena herramienta. Ella
tiende a hacer salir nuestra inteligencia y compasión, fomenta nuestra
interdependencia, nuestra capacidad de romper con las convenciones y nuestro
sentido de la compasión. Ella, como señala Reginald Ray (2010. Pág. 89) “no es la forma común de activismo como
normalmente lo concebimos aunque cumple con su definición de forma radical,
puesto que se trata de una actividad cuyo objetivo fundamental es cambiar el
mundo”. En la meditación, existe una herramienta poderosa de transformación
de nuestros condicionamientos mentales y materiales de la forma de percepción
de la realidad, que sin dudas contribuyen a una acción más consciente y
reflexiva.
Otras herramientas importantes
se ofrecen desde la perspectiva buddhista, donde la disposición y actitud
frente a la escucha juegan un papel fundamental. Bernie Glassman reconoce tres principios básicos que
pueden ayudarnos en esta línea. En primer
lugar, cuando entramos en el mundo de la política partimos de la premisa del
‹no saber›: no empezamos con una solución ya pensada, sino que empezamos con
una profunda escucha y un espacio abierto. El segundo principio es ‹observar›,
conociendo plenamente la situación en la que nos encontramos. Y el tercer
principio es ‹tomar acción›: no contemplamos simplemente cuando sucede, sino
que nos empleamos en tomar acción, aunque partiendo del no saber y ser testigos
(2010. Pág. 101). Todo esto es muy distinto a encontrarse con una situación y
decir: “tengo la respuesta, tiene que ser así”, como comúnmente actúan nuestros
políticos.
Otra contribución importante
está en cómo empleamos el lenguaje, capaz el arma por excelencia del quehacer
político. Cuando se habla en un lenguaje ‹no violento› o ‹compasivo›, se emplea
un lenguaje que no posee los componentes del enfado y la irritación. De modo
que podamos ayudarnos a eliminar mutuamente percepciones erróneas. Pues en
efecto, las percepciones erróneas provocan mucha ira, desconfianza, recelo,
odio y terrorismo, y es evidente que no se pueden eliminar las percepciones
erróneas mediante el castigo. Por eso hay que hacerlo, como sugiere Thich Nthat
(2010. Pág.167), “con las herramientas de la escucha profunda y compasiva y
el habla bondadosa. Con estas herramientas podemos crear armonía en nuestras
familias y nuestras sociedades pueden convertirse en sociedades de
entendimiento, paz y felicidad”. Partir de la premisa de que el otro busca
convencernos, dominarnos, doblegarnos, es sólo una consecuencia de la reducción
instrumental de la razón y el lenguaje. Mediante el lenguaje podemos
orientarnos hacia el entendimiento, como sostendrá incansablemente J. Habermas
en su teoría de la ‹Acción Comunicativa›. Pero mediante la escucha profunda y
el habla bondadosa, podemos ir aún más lejos, pues podemos ilustrar sin
violencia las percepciones erróneas de los demás, pero a la vez asumiendo y
transformando nuestras propias percepciones.
El estado de Bután, también ha
hecho un aporte significativo a una nueva forma de comprender la acción
política, con su conocido planteamiento de la Felicidad Interna Bruta (FIB),
impuesta por el rey Jigme Singye Wangchuk desde su entronización en 1972. Para
él la felicidad es el fin último deseado por todos los butaneses y el mundo, y
por ende, la política debe ser un medio para garantizar ese deseo. Esta
propuesta obedece claramente a un cuestionamiento de una visión de desarrollo
economicista y a una idea de progreso y libertad como adquisición y derechos
individuales, defendida en occidente. Los cuatro pilares estratégicos para
aumentar el FIB son:
(1)Un desarrollo
socio-económico sostenible y equitativo
(2) La conservación del medio
ambiente
(3)La preservación y el fomento
de la cultura
(4) el fomento de un buen
gobierno
Jigme Thinley, primer Ministro
de Bután durante los últimos cinco años, ha sostenido una importante reflexión
respecto a la utilidad de las instituciones públicas, a propósito de la
instalación de la democracia parlamentaria en su país. “Nos
engañaríamos a nosotros mismos con la creencia de que un sistema democrático
liberal es la expresión culminante de una evolución lineal y convergente de las
instituciones públicas. Como algunos especialistas han afirmado…Lo que debería
centrar la atención incluso de los estados democráticos son los valores que
motivan las acciones de las instituciones que sostienen el poder y no sólo sus
formas. Debemos preguntarnos si los valores y motivaciones que les guían y los
procesos empleados por el gobierno, son acordes a la búsqueda de la felicidad,
donde la felicidad de cada persona tiene la misma importancia” (Thinley, J.
2010. Págs. 286-287).
Otro desafío enorme, en el cual
la espiritualidad aplicada a la política puede ser una gran contribución, es la
capacidad de mantenerse indiferente al resultado del asunto, a pesar de estar
completamente implicado en éste. Este hecho eventualmente paradójico, para
nuestra mentalidad dual, puede disolverse con una mirada profunda y unitiva. El
gran problema de la política es que, con demasiada frecuencia, divide el mundo
entre aquellos que están en lo cierto y aquellos que están en lo errado.
Presionando al sujeto a tomar un lugar por unos u otros, lo que queda reflejado
en el popular eslogan “o estás con nosotros o estás contra nosotros”. Pero
sabemos que esto sólo puede generar confusión y apego a perspectivas
reduccionistas y transitorias, de las cuales difícilmente surgirá un diálogo
constructivo. Rita Gross (2010). Pág. 294), una importante feminista Buddhista,
aconseja al respecto señalando que al vincularse en causas políticas “Uno debe ser capaz de mantener la
ecuanimidad y la atención mientras se ocupa de una ‹causa› y se encuentra en
medio de un conflicto. Por último, uno debe ser capaz de mantener la
satisfacción y la alegría en medio del fracaso y los aparentemente
interminables obstáculos para cualquier logro real de justicia, paz e
igualdad”. Para luego finalizar
concluyendo “Sin los efectos suavizantes
de una disciplina espiritual profunda, el apego acaba siendo predominante y se
manifiesta en forma de una fijación ideológica, una manifestación
frecuentemente impregnada de agresividad” (2010. Pág. 300).
No dejarse afectar por las
posiciones relativas y trascender los designios de nuestro propio ego, solo
acrecienta nuestro coraje y
libertad para un actuar acorde a nuestros ideales y para resistir en las condiciones
más adversas. Cómo expresa M. Gandhi en relación a la noviolencia como
estrategia de resistencia política
“Para ser eficaz, la noviolencia
exige una voluntad decidida de aceptar el sufrimiento. No se trata ni mucho menos de una sumisión servil a
la voluntad del tirano, sino de oponerse con toda el alma a sus abusos. Al respetar esta ley de nuestro ser, un
solo individuo puede llegar a desafiar
todo el poder de un imperio basado en la injusticia y, dejando a salvo
su honor, su religión y su alma, conseguirá quebrantar los cimientos de ese
imperio o promover su regeneración” (María de Mingo, 2010). Sus palabras, junto con la
de tantos otros, nos recuerdan que los límites humanos se sustentan más en los
miedos y en la culpa, que en las prisiones y privaciones materiales con que el
sistema nos amenaza. La espiritualidad es sin duda un espacio de resistencia y
cambio.
Por último, debemos considerar
que todas estas orientaciones, no pueden ni deben imponerse y/o establecerse
como el único fin del quehacer político. No se trata de erosionar los aportes
de la técnica, de racionalidad científica, de la institucionalidad política;
sino solamente complementarlos contribuyendo a una superación real de las
visiones duales, que merman la libertad, confianza y reconocimiento del otro. La espiritualidad en su finalidad
última, es decir, en la comunión con la Verdad absoluta, poco tiene que ver con
los asuntos relativos a los problemas políticos, que no logran trascender las
posiciones y verdades relativas. Sin embargo, no por ello la espiritualidad
niega las consecuencias materiales de los posicionamientos relativos y el
sufrimiento que se deriva a partir de ellos. Quienes abogan por una
espiritualidad laica, claramente luchan por las condiciones de justicia y
humanidad que favorezcan la realización humana. A través de la acción,
compasión y de la ecuanimidad que emana de su sabiduría, son capaces de ofrecer
su vida en acciones que alimenten estos principios.
Aún cuando la espiritualidad está más allá de la
ética y la moral. Pues como afirma Nietzsche “Lo que se hace por amor siempre acontece más allá del bien y del
mal” (2005), ella puede iluminar y esclarecer las decisión
éticas. Con ella se observan con mayor claridad las preguntas relativas al bien
común, a la equidad, a los problemas de la autonomía y libertad, propias de la
esfera política. Como bien señala Ken Wilber (2011) “Debemos explorar
caminos por los que una conciencia espiritualmente informada puede ser parte de
un sistema de acción política de manera que las libertades positivas de la
espiritualidad no infrinjan las libertades negativas de cualquier individuo de
dicha sociedad”. De modo que la espiritualidad nunca restringa, juzgue ni reduzca
posiciones, sino por el contrario facilite los medios para una verdadera
convergencia de ellas. Para el entendimiento de que finalmente todos nos
necesitamos, de que las posiciones y puntos de vista son relativos y están
condenados al cambio.
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2011. “Espiritualidad y Política”. Editorial Kairós, España. Págs.
121-138.
Jaime Yanes
Luchador, educador,
epistemólogo, poeta, patagón y paladín de o universal.
21:30 Jaime Yanes Guzman
El sentido erótico de la pintura de Matta hay
que buscarlo cuando resaltar constantemente el espíritu de la vida, la
auto-creación permanente de ella en un espacio astral en expansión. Le canta a
la vida con un colorido que va profundizando su mirada de la naturaleza,
su deambular cósmico y su transformación sin cesar. Matta trabaja las galaxias
con el fin de mostrar la inmensidad del universo y el surgimiento del hombre
como expresión consciente del orbe, tratando de aproximarse a la comprensión de
este ser vivo inteligente. En el espacio y el tiempo de Matta se observa las
energías que atraviesan el universo y desde donde nos empuja a observar no sólo
sus mecanismos de funcionamiento sino también el psiquismo de la inmensidad
universal no tanto como lo que ya es sino como pre-esencia de lo que será,
desprendiéndonos una y otra vez de ese suelo que pisamos y que pretende
amarrarnos a lo estable, a un ser definitivo. Los seres humanos navegamos por
el mundo en equilibrio recreador permanente entre nuestro entorno y el cuerpo,
alma y espíritu que nos definen. Nuestra torre de control facilita la
gobernabilidad en todas partes de nuestro ser. Matta nos muestra
autorregulándonos es un espacio y tiempo infinito, no siendo sino como proyecto
en construcción de un cosmos de sensualidad y frescura que nos invita a
cambiar de piel frecuentemente al extremo que amenaza nuestra
aparente estabilidad. La insinuación del pintor es que somos un proyecto de
posibilidades lujuriosas (Nada, 1945) que descendemos de las estrellas,
voluptuosos, condicionados por aquellas fuerzas cósmicas que nos dan vida
carnal de cuerpos celestes, pero que parecieran que entorpecen nuestro andar
milenario, con una conciencia espiritual que nos empuja a la autoconstrucción
permanente en equilibrio mental y corporal en un mundo sideral pasional erótico
de parajes fecundos.
El pintor nos invita no sólo a procesar lo
que ya vemos en sus aparentes existencias, sino que fundamentalmente a cogitar,
a pensar lo que hasta ahora hemos pensado en la perspectiva de un mundo del
futuro (Coïgitum, 1972), de seres que aún no existen en un abanico de colores
que mezcla el rojo, expresión de lo ya creado, con el azul, la nueva vida y
existencia que va surgiendo de la propia materia obscura que predomina como una
locura en sus espacios prometedores de lo que aún no ha llegado a ser (El Cubo
abierto). ¿Cómo compatibilizar el caos cósmico y su rojo avasallante con la
armonía creadora del universo con un azul que va desbrozando caminos siderales
con nuevos mundos que van afiatando lo humano? ¿No está lo galáctico también en
este ser humano infinitamente cogitante? En la pintura de Matta se van
desplegando los misterios del hombre en la misma medida que el universo sin
barandas se expande creando nuevos espacios y tiempos en permanente movimiento
hacedor (Morphology, 1939).
Pero también su pintura es cósmica. Su
pintura nos muestra galaxias irregulares y distantes, pareciera que en ella se
ven estrellas de neutrones, explosiones de inmensa radiación de partículas que
recorren el universo en su misión creadora, mostrándonos sus cambios que
experimenta en su existencia. Combina colores de luces distintas por
contracción gravitatoria como fantasmas que amenazan la aparente estabilidad.
Sus caminos están llenos de azules, de estrellas nucleándose,
consumiéndose activamente con una gran luminosidad que nos muestra la evolución
de lo cósmico (L’x de l’espace, 1960). No observamos en su pintura verdaderos
agujeros negros (Vertige du doute, 1991, Entrer en Matiere, 1989) cuyos campos
gravitatorios fuertes de apariencia pequeña pero con densidad potente hace que
nadie se escape en su proximidad y que lanza explosiones de gas
refundantes hacia su entorno, con materia colapsada en un solo punto (La Luz de
Aynadamar, 1991)? No nos imaginamos al mirar la profundidad de su pintura una
intensa radiación galáctica con tendencias hacia al rojo mientras esas galaxias
se van expandiendo, hijas de otros momentos más obscuros desde los rincones más
primigenios del cosmos? La pintura de Matta nos dibuja la energía primigenia
que fundamenta nuestro mundo real actual como paso provisorio hacia mundos
expectantes, aún pendientes en su existir, como algo venidero que surgirá de
choques contradictorios de los campos gravitatorios y los contenidos
energéticos de la propia materia obscura (Interrogation Humaine, 1957). Podemos
observar en ella fluctuaciones cuánticas intensas en nuestro propio
espacio-tiempo no bien definidos aún pero no menos validos como si respondiera
a esquemas intelectuales omnipresentes en todo el universo.
Su misticismo muestra lo humano unido al
todo, formando coherentemente con él una sola unidad, expresándolo también
cósmicamente, poéticamente con lenguajes figurativos que se acercan a la
morfología social y las tragedias humanas mundanas (Les Juges Partent en
Guerre, 1967), y a la creación de nuestra propia América (Nacimiento de
America, hacia 1952) con energías insospechadas de fuerzas altamente explosivas
que van construyendo al hombre de este continente. Las fuerzas gravitatorios de
nuestro continente y su fuerza expansiva nos muestra una actividad
autocreadora con cierta ausencia de realidad concreta, más bien como
probabilidades de este suceso luminoso como realidad cuántica de ciertas
carencias ontológicas, donde también el principio de su tiempo es creado en el
acto primigenio.
Un excelente aporte a la comprensión
de Matta que frecuentemente se no hace difícil.
La relación Cosmos, Espacio, Vida como constante apuntada por el autor es un acierto incuestionable. La dualidad Espacio/Humano es en si la vida, alegoría y pasión siempre afirmada por Matta.
No es fácil entrar en las anecdóticas turbulencias de Matta, Yañes Guzmán se atreve con prontitud y pasión meritoria, su mirada no está excenta de su propio ser poeta, así forma una amalgama sumándose en su interpretación particular a la obra de este nuestro gran maestro... esto se aplaude y, de trasfondo en el espacio siempre quedarán ese "lo humano" que juega y juega a la vida.
La relación Cosmos, Espacio, Vida como constante apuntada por el autor es un acierto incuestionable. La dualidad Espacio/Humano es en si la vida, alegoría y pasión siempre afirmada por Matta.
No es fácil entrar en las anecdóticas turbulencias de Matta, Yañes Guzmán se atreve con prontitud y pasión meritoria, su mirada no está excenta de su propio ser poeta, así forma una amalgama sumándose en su interpretación particular a la obra de este nuestro gran maestro... esto se aplaude y, de trasfondo en el espacio siempre quedarán ese "lo humano" que juega y juega a la vida.
La obra de Matta es un poema a la
vida, es poesía cósmica que nos muestra la grandiosidad de la autocreación
permanente, el cambio que transforma al universo y a nosotros mismo en seres en
permanente auto hacer....
Jaime,
Es muy poético lo que dices de la pintura de Matta. Quisiera agregar que estos impulsos y motivaciones se extienden mas allá de la pintura de Matta a toda la pintura.
Y este impulso primordial venido de algún extraño espacio propio ...que deja de ser propio para transformarse en colectivo es una pasión extraña, una mezcla de consciente e inconsciente, de inteligencia refinada e instinto puro. Un artista es un ruiseñor y un gorila al mismo tiempo.
Recuerdo a un Matta sentado en una silla de lona en el jardín de mi casa arremangandose la camisa blanca y diciendo : Ay que erotizar la vida, pintar desde la pulsion y la poesia esta ahí .
Hay pintores que respiran pero que están muertos .
Es muy poético lo que dices de la pintura de Matta. Quisiera agregar que estos impulsos y motivaciones se extienden mas allá de la pintura de Matta a toda la pintura.
Y este impulso primordial venido de algún extraño espacio propio ...que deja de ser propio para transformarse en colectivo es una pasión extraña, una mezcla de consciente e inconsciente, de inteligencia refinada e instinto puro. Un artista es un ruiseñor y un gorila al mismo tiempo.
Recuerdo a un Matta sentado en una silla de lona en el jardín de mi casa arremangandose la camisa blanca y diciendo : Ay que erotizar la vida, pintar desde la pulsion y la poesia esta ahí .
Hay pintores que respiran pero que están muertos .
Tienes razón, es una forma poética de
ver la pintura de Matta... mal podría verla como un artista de la pintura
porque no lo soy...Cuando hablo de pintura cósmica o poesía cósmica sideral es
una asunto que va más alla de la universal, porque lo universal se ha referido
siempre a lo planetario, al todo del universo de lo humano. Lo cósmico-sideral
en la pintura y en la poesía van al encuentro de la comprensión de un cosmos
del cual surgimos, de una manera de ver la vida y los seres vivos muchísimo más
allá de lo humano, en una ligazón espiritual profunda con lo que nos dió los
elementos primigenios de nuestro surgir... somos polvo de estrellas y a ellas
nos debemos. No disminuye nuestro yo, por el encontrario nos engrandece porque
desde nuestra pequeñez nos muestra como seres formados en carne, huesos, alma y
espíritu por la grandiosidad de ese cosmos...si el no fuera como es, nosotros
no seríamos como somos...me da la impresión que Matta con sus colores, formas y
seres estraterrestres trata de acercarse a la comprensión de ese mundo cósmico
al que nos debemos...y no todos lo intentan ni lo consiguen... se quedan sólo
en lo universal y no avanzan a lo cósmico. Viven en un espacio propio, que pasa
a lo colectivo pero que no es capaz de ver lo cósmico, de descubrirse en ese
otro espacio, el verdadero espacio universal, y eso se logra por intución pero
al mismo tiempo, como tu dices, por inteligencia refinada, como un ruiseñor
erotizando la ida, siendo capaz de ver lo que otro no ven, ese surgir de la
materia y de la inteligencia desde la propia materia y conciencia...
Malvina ´Álvarez
Poeta y cuentista
Vaivenes del amor
Oscurecía cuando te alejaste
Escuchándose
tic-tacs melancólicos
De aquél viejo reloj.
Te perseguían
MI amor y mi cariño
Por los grises pasillos del adiós,
Dejando
dolorosas huellas
Testigos
De tu desear retroceder.
Los roces cotidianos
Hacían perder el brillo
De tus sentimientos,
Evocándolos con madurez y sentido
Soñando que la amistad y el amor
Integran la armonía perfecta
De la fantasía
de la felicidad
MALVA
En Invierno del 2012.
¿SERÁ ESTA NOCHE?
Malvina Álvarez
-¡Marta¡ esposa mía ¿Qué harías tú si esta noche ocurriera una
catástrofe? Los medios de comunicación informan que podría suceder en cualquier
momento.
- ¿Estás bromeando?, ni
siquiera se me ha pasado por la mente. Observa la brisa de la tarde es suave y tranquila.
- Sería mejor que lo
pensaras.
- Crees tú en esas noticias.
-Sí, mi amor.
Lagunillas, era parte de la
Unidad minera, San Salvador se encontraba en el borde costero de Sudamérica
bañada por el océano Pacífico
formaba un conjunto habitacional de altas torres, con amplias avenidas,
hermosos jardines, flores y palmeras. Luminarias adornaban sus cálidas noches
invitando a sus moradores a caminar por sus alrededores. Pedro y Marta vivían
en un 10 décimo piso de la Torre El Nogal. Recién llegados de la capital, contratados por el
mineral El Salvador. El ingeniero de minas y ella flamante educadora de
párvulos. Jóvenes de buen físico, alegres, empezaban con fuerza su vida
laboral. El departamento que ocupaban mostraba el espíritu jovial de la pareja
adornado con plantas interiores, muebles rústicos, gredas
Esa tarde, como muchas
otras, Pedro desde la terraza de su departamento, frente al mar, se mecía en su
hamaca. La mano derecha sostenía un vaso con jugo de piña y en la otra, el plano de Lagunillas
que se destacaba como un
rincón apacible donde paseaban los trabajadores en sus horas de descanso..
-¡Qué curioso ¡ Marta, en
varias oportunidades he percibido
ruidos bajo la tierra, semejante a los mugidos de los vacunos yendo al
matadero.
-No hay caso, Pedro, los
medios mediáticos te tienen dominado. A ver¿ nos caerá una bomba atómica ¿
seremos invadidos por los extraterrestres,? se declarará la guerra a un país
vecino?
- Nada de eso. Nosotros no
conocemos esta tierra y por todos lados, se discuten las medidas de seguridad
para aminorar los efectos de una catástrofe. No te había contado. Hace tres
noches atrás soñé ser el espectador de la confusión y espanto de esta
población. Violentos remezones los hicieron salir a las calles, varios
sucumbieron al ser aplastados por los muros de edificios. Todo quedó envuelto
en una nube de polvo. Las casas se convirtieron en mudos fantasmas, sus habitantes en locas carreras
subieron a los cerros, las calles
atascadas de vehículos. Los pálidos reflejos de la luna sólo alcanzaban a
alumbrar los escombros desgajados en el suelo. Todavía la onda sísmica tiritaba
cuando el mar embravecido se puso
de pie arrojando sus olas sobre la tierra quedando a su paso destrucción
y cadáveres flotando. Gritos, llantos lamentos se convirtieron
en una sola voz de terror… el relato de Pedro, se interrumpió la carga
emocional de esta pareja, no resistió, tomados de las manos se dirigieron a sus
dormitorios.
Ya era la hora del fin de la jornada de trabajo en
el mineral. Pedro salió de la oficina, subió al auto para dirigirse a su hogar. Durante el trayecto le
llamaron la atención los letreros
de evacuación, panfletos con leyendas como evite estar cerca de ventanales, candiles, ubicar sitios de
seguridad. Apretó el acelerador,
llegó a su departamento, temblando, no podía abrir la cerradura, la llave
giraba y giraba, dedos torpes se entrelazaban, por fin pudo entrar. Corrió al lado de su esposa
abrazándola. Se sentaron alrededor de una mesita, sirviéndose sendas tacitas de
café. Durante un instante no bebieron. Evitaban mirarse a los ojos; parecía que
se dibujaba en la pared, el temor que el sueño de Pedro se hiciera realidad.
-¿Tienes miedo Marta?
- No, Pensé que podría tenerlo, tu sueño me ha inquietado, pero al ver
a mis vecinas que con toda tranquilidad y en forma ordenada se preparan para
enfrentar un cataclismo. Me tranquiliza. Son capaces de pasear, ver TV, reír y
cantar. Las admiro.
Pedro se levantó tomó la tetera, sirviéndose otro
café, luego invitó a Marta a recorrer el departamento, dejar las puertas
abiertas, cerrar las llaves de gas, agua, luz, despejar los accesos.
Aparentando serenidad leyeron periódicos, escucharon música. Sólo disfrazaban
su ansiedad. Casi al amanecer con sus ojos cargados de sueño llegaron a sus lechos.
Antes de dormir, juntaron sus cabezas, se dijeron “Buenas Noches “sellando su
amor con un abrazo y un profundo beso, esperando que el sueño de Pedro fuera
sólo eso y que la fatídica noticia
no sucediera nunca.
Moira Brnsic
Sanadora, educadora, poeta, ser comprometido con la vida y con los otros
De terremotos anunciados a Gabriel García Márquez
De terremotos anunciados a Gabriel García
Márquez
Moira Brnčić Isaza
Estamos
conmocionados. Ha muerto nuestro querido escritor Gabriel García Márquez entre
terremotos anunciados, destrucción terrestre, incendios dantescos, reforma
tributaria, Carlos Cerda a la Suprema, Ucrania y los rusos, Siria, los animales
sufrientes con sus patas quemadas, la caza de la ballena indiscriminada y
clandestina, una iglesia hacia la santa semana, los registros de detenidos
desaparecidos saliendo de su obscuridad, los estudiantes, en filas
burbujeantes, participando en el despeje de los cerros, Nicaragua asolada, y
aquí estamos recordando al escritor cuando a los sesenta años, y ante su
linfoma, decidió escribir velozmente sus memorias. Nada lo asustó, “Vivir para
contarla” fue su autobiografía antes que el tiempo devorara su memoria como una
carta de amor a la humanidad, podemos morir antes de morir, lo que fue
dramático a partir del 2007, y genial pues podemos vivir y retornar a Macondo,
en cualquier instante, como aquel día del 26 de marzo del 2007, en el congreso
de la Real Academia Española en Colombia. La idea era entregarle, a García
Márquez, el primer ejemplar que ella había editado de “Cien Años de
Soledad” en Cartagena en presencia del rey Juan Carlos de Borbón, al cual,
García Márquez, al verlo le dijo: “ Tú, rey, lo que tienes que hacer es venir a
Cartagena” enlazando sus pulgares con las manos del rey como un amigo
universitario, pero estas cosas que le pueden suceder a un insigne escritor
Nobel, pueden ocurrirle al pueblo, sin reyes ni memorias colgantes que se caen
por los cerros pues la memoria se conserva en los libros, y de tanto leídos,
como los míos, de García Márquez, que se fueron empapando lentamente en la
inundación de 1982 en Santiago de Chile hasta quedar bajo las aguas, recordé a
Macondo, y que a duras penas rescaté secándolos días después ante un estufita
miserable, pero con persistencia. Debía vivir con ellos como parientes
latinoamericanos, algunos de ellos fueron colombianos trayéndome batallas e
independencias de las aguas arrolladoras del Zanjón del Aguada que no dejó casa
sin volar, por la porfía de mi madre de recordarlos una y otra vez como familia
acercándome sus cartas a la lumbre todas mojadas, estilando, las tintas se iban
diluyendo en los sucesivas jornadas si no fuese por el sol en los alféizares
donde las dejamos reposar de la aguada, húmedas y arrugadas, a la semana.
“La casa de llenó de
amor. Aureliano lo expresó en versos que no tenían principio ni fin. Los
escribía en los ásperos pergaminos que le regalaban a Melquíades, en las
paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios
transfigurada: Remedios en el aire
soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiración de las
rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor
del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre. Rebeca
esperaba el amor a las cuatro de la tarde bordando junto a la ventana. Sabía
que la mula del correo no llegaba sino cada quince días, pero ella la esperaba
siempre, convencida de que iba a llegar un día cualquiera por equivocación.
Sucedió todo lo contrario: una vez la mula no llegó en la fecha prevista. Loca
de desesperación, Rebeca se levantó a media noche y comió puñados de tierra del
jardín, con una avidez suicida, llorando de dolor y de furia, masticando
lombrices tiernas y astillándose las muelas con huesos de caracoles. Vomitó
hasta el amanecer. Se hundió en un estado de postración febril, perdió la
conciencia, y su corazón se abrió en un delirio sin pudor. Úrsula,
escandalizada, forzó la cerradura del baúl, y encontró en el fondo, atadas con
cintas de color de rosa, las dieciséis cartas perfumadas y los esqueletos de
hojas y pétalos conservados en libros antiguos y las mariposas diseñadas que al
tocarlas se convirtieron en polvo” ( G.G.Márquéz, en Cien Años de Soledad).
De este mismo modo,
el torrente elevándose peligrosamente, en un principio, hacia las teclas de mi
piano, me hizo sentarme en el pisillo, con mis botas en el agua, y tocar a Bach
antes que las hiriera, pero la fuerza del caudal me arrastró cubriendo el piano
sobre la cubierta elevándose y elevándose para obligarme a huir del minuet en
Sol, se obscureció la calle y el tronar de los diques destemplados y destruidos
me hicieron entender que lo perderíamos todo, los libros de García Márquez, las
cartas de mi parentela colombiana, sino la vida que se llevó a mi pata “Carla”,
y tras ella, creí también se llevaría, a mi perro “Ringo” el que luchaba
por rescatarla nadando en contra
de la corriente.
Apenas bajaron las
aguas, mi perro apareció a lamerme las manos, pidiéndome perdón por no alcanzar
a la pata, bastante había hecho y no era yo quien lo perdonaría, la noche nos
congeló a los dos abrazados, mientras en las viviendas del barrio obrero donde
vivíamos una Rebeca enloquecida comió tierra al ver las tablas del piso
levantadas, la pérdida total de sus enseres, y una Úrsula la consoló cantándole
misterios de los pobres que pierden todo, hasta el amor y los versos, sentía,
vagando por esas calles y solidarizando, sin tener nada en las sombras en que
nos convertimos, que la Soledad no dura cien años, sino más, y que perder la
casa que se puso verde igual que mis pies y piernas días después junto a las
botas que tuve que cortarlas con tijeras, un cuero aferrado a la piel por el agua,
debido a quedarme a cuidar el inmueble, no valía nada sino mi biblioteca salvando los libros de García Márquez,
las cartas de mis tíos colombianos y esta tristeza al ver a los obreros
levantando escombros entre la locura y gemidos de hombres y mujeres.
Tengo imágenes del
trabajo
Moira Brnčić Isaza
Tengo
imágenes del trabajo, algunas desiertas de vítores, marchas y reivindicaciones,
en el silencio de la memoria que, a cierta edad, modifica y suaviza las
consignas, y calla luego de haber sido reprimido brutalmente en las calles,
asesinado como derecho y burlado.
La
primera esta mañana es ver a mi madre muy enferma y clamando, como buena dueña
de casa por ese entonces, antes de recibirse como profesora y salir a laborar,
para que alguien de la familia fuese a comprar cinco bistec para la cena. En
vista que nadie iba, yo con mis
cinco años decidí tomar la libreta de fiado de la carnicería y emprender la
marcha por una callejuela de tierra, colindante al muro elevado de las monjas,
entre pastizales crecidos en los intersticios de una vereda gastada e irregular,
quebrados sus bloques de cemento los cuales debía saltar con habilidad.
Superada esta prueba me quedaba atravesar una calle vecinal, avanzar hasta la
otra esquina, doblar hacia la derecha y entrar a una calle con comercio
establecido, al fondo la carnicería. Debido a mi altura, no alcancé el
mostrador con facilidad para hacer el pedido, el carnicero tuvo que mirarme
hacia abajo con sorpresa: ¿viene sola? Sí. ¿Qué quiere la caserita? Cinco
bistec. Me atendió como si fuese grande, y tuve que empinarme para pasarle la
libreta del fiado, él conocía a mi familia. Anotó la cantidad, me pasó el bulto
envuelto en papel de diario, y ya conquistada la penumbra en la ida me enfrenté
a la noche del regreso, me quedaban tres calles, los pastos se agrietaron en los
grises, el murallón de las
hermanas de la caridad pareció más elevado con sus nogales salidos de la norma
hacia el callejón, brindándome sombras movedizas con la brisa del invierno,
pero había que volver de todos modos y hacerse sangre de la valentía, pues la
misión estaba cumplida. Apenas vislumbré mi casa también vi a mi hermano mayor
que aparecía en el último tramo, el más difícil de la aprensión, pues la
obscuridad hacía mella en mi corazón. Claro, cuando mi madre notó mi ausencia
puso en alarma al resto, y yo orgullosa entré con el trofeo, pero el carnicero
me había dado filete, lo más caro que yo elegí cuando me planteó escoger. La
imagen es verlo trabajar, así como a muchos trabajadores bajo el sol y la
lluvia asfaltando las calles, moviendo maquinarias, cavando trincheras para los
alcantarillados días después. Contemplar asombrada cómo los niños de mis seis
años y un poco mayores, trasladaban pesados canastos con uvas para ayudar a sus
padres en la recolección de la uva en la chacra Valparaíso, Ñuñoa. Apenas se
los podían en los hombros transportándolos a los autos de gente que venía a
comprarla para el postre del almuerzo del domingo, por unas monedas, las que
una vez recibí equivocadamente cuando quise ayudarlos y conversé con ellos,
echándome al hombro uno de los canastos.
Esas monedas, después de soportar el peso terrible de una carga dulce,
para quienes podían adquirirla, las repartí entre los niños acarreadores, pero
estos no las aceptaron arguyendo que me las merecía por mi trabajo. Me habían
confundido con uno de los suyos, por el modo humilde de vestirnos, de mi
madre. ¿Cómo podían trabajar a tan
temprana edad mientras yo pintaba tirada sobre la alfombra? ¿En un ámbito en
que mi padre nos narraba historias de mitología griega con erudición? ¿Qué
mundo existía afuera que me atraía por conocer imperiosamente? A los cuatro
años recuerdo haber estado, bajo la vigilancia de mi madre, y con mi hermanita
muy pequeña, en el balcón de un departamento anterior que habitamos, calle
Coventry, observando la calle desde un segundo piso a la espera de la salida de
mi hermano del colegio aledaño,
cuando él aparecía era una fiesta para mí, con su uniforme, muy compuesto, y
detrás unas señoras y señores con delantales, ya mayores, ellos si trabajaban,
porque pregunté, como profesores.
Así
me incorporé al mundo del trabajo, ayudé a un niño con su ropa deshilachada, a
pies pelados, a limpiar el auto de
un vecino. Él me contó que su padre lo golpeaba mientras chorreaba el
detergente por el parabrisas, le regalé todas mis canicas que guardaba en un
zurrón. Aprendí a confeccionar volantines, a reparar llaves de agua, a limpiar
canaletas, a barrer el patio, y sumida en la pobreza colindante a nuestro muro
de una numerosa familia, a quien observaba todos los días asomándome a su
corazón para saludar a la señora “Peta”, me empapé de sus problemas. No tenía
agua ni luz, habitaba un sitio plagado de autos y piezas de automóviles, de
refrigeradores en mal estado, de cocinas quemadas, al fondo era un maremágnum, una torre de deshechos que vendía,
intercambiaba, trocaba, traía, en un triciclo destartalado, turnándose los
integrantes de ésta por traer el pan y la leche a todos sus hijos, pues eran
quince de todas las edades bajo su mando. Ella, cada mañana muy temprano, antes
que yo partiera a mi liceo, lavándose en un balde encima de un tambor, se
peinaba luego, estirando su hermoso pelo negro y largo con un cepillo quebrado,
para hacerse un moño muy estirado, gritándole a sus hijos e hijas que apuraran
la causa para llevar a los niños a la escuela pública. El desayuno no alcanzaba
yo a contemplarlo desde el muro, pero ella me había visto y me saludaba con
cariño, pidiéndome que me bajara de él, pues me podía caer. Los gatos,
numerosos, iban y venían en manada por el predio sin pasto, una tierra dura y
desigual por donde se deslizaba, en un surco, el agua y el jabón gringo con el
cual ella lavaba la ropa todos los días, raspándola sobre una tabla, con
energía, sin quedar, según mi parecer nunca cansada. Un día, la señora Peta se
acercó a la muralla y me regaló un gatito blanco con negro, manchado,
precioso, explicándome que así era
la pobreza, tal como yo la veía, y que no me preocupara tanto, que me abría las
puertas de su casa.
De
este modo, pude indagar más a mis siete años, conviviendo con ellos, adolorido
el corazón cuando escuchaba por las noches los gritos de la Peta, agredida a
golpes por su marido borracho, que atravesaban las paredes de mi domicilio como
cuchilladas en mi propio cuerpo, levantándome desesperada para ir en su
defensa, lo que ya habían hecho mi hermano adolescente junto a mi padre, para
protegerla.
Los
carabineros llegaron muchas veces al sitio, llevándose al conviviente, y los
días siguientes a estos hechos, la Peta no salía al amanecer a peinar su
cabellera brillante que le llegaba hasta la cintura, encerrándose en su mediagua por unas horas. Con sus
sesenta años a cuestas, poco después de las ocho, comenzaba a mandar los
encargos: despertar a todo el mundo, cantar feliz porque el otro estaba preso,
repartir la chatarra, vender metales, contar el dinero sobre un cajón que les
servía de mesa, entré y salí de
este hacinamiento, seleccioné y trasladé chatarra, me enseñaron cómo separarla,
quebrar piezas de latón con la mecánica del roce, reparar las mechas de las
estufas de parafina, así pude merendar con ellos entremedio de la algarabía, de
los gritos de las guaguas, de los yernos amarrando la mercancía en el triciclo,
de las caídas estrepitosas del material desarmando la torre de deshechos, incluso
loza deteriorada, ollas agujereadas y soldadas, el sitio cobraba vida como en un maestranza. Aquí aprendí el
abrazo, el halago de haberlo hecho bien luego del trabajo pesado de transportar
adminículos de dudosa procedencia, incorporarme a las fiestas populares,
respetar la religiosidad de la Peta, sus oraciones al crepúsculo, las comparaba
con las de mis tías, en una casa en La Reina, y ¡eran iguales!¡”Dios te salve
María, llena eres de gracia”..! y fisgoneaba por el cuchitril de dos cuartuchos
hasta detenerme curiosa ante las estampitas de San Sebastián y San Benito
desvaídas, arrugadas y diminutas, colgando en las paredes sujetas por clavos y
alfileres como custodia y auxilio de sus retoños, sobre sus colchones casi sin
funda, en tierra, de donde sobresalían los resortes; entre la mesa cajón para
cualquier actividad, por el frío colado a través de los maderos examinando las
techumbres que se derrumbaban con los temporales y por el barro…
La
situación económica de mis padres, en Chile se deterioró hacia los sesenta, y
en una crisis, mi madre comenzó a confeccionar, con una antigua recetas de sus
tías calugas de mantequilla. ¡Eran exquisitas, pero el trabajo que nos daban
superlativo! Apenas las probamos, en una reunión familiar, ella nos propuso
vender calugas al vecindario, al por menor y mayor. Mi padre armó un escándalo,
cómo en la casa de un profesor, de un intelectual, podía proponerse semejante
idea. La vergüenza lo partió en dos, y no nos alcanzaba con su sueldo para
vivir, yo hice la comparación que a quince del lado les alcanzaba con lo mismo
que él ganaba, lo que me costó quedarme sentada en el comedor escuchándole
religiosamente su clase magistral de economía, el mundo moderno, el
capitalismo, las crisis, el arte, el proletariado, la explotación, y sumado a
todo esto la relación que entablaba con mis propias lecturas: “El Quijote de la
Mancha”, “Robin Hood”, tantas
otras, y las historias de mi hermano que ya militaba.
Terminamos
vendiendo calugas de mantequilla, sabrosas, deliciosas, casa por casa,
delicadamente protegidas por un
envoltorio de papel de ¡mantequilla! abarcando primero nuestra cuadra, luego la manzana,
dejando en la pastelería de doña Margaret, la alemana, de la avenida
Irarrázaval, la que me hablaba en su idioma materno traduciéndome lo que me
decía, los pedidos; en los liceos, especialmente en el de mi mamá donde era
inspectora, yo regalando unas pocas a la Peta para sus nietos, y quedándome con
unas monedas para comprarme un libro una vez al mes renunciando a otras tantas
cosas: como zapatos, que los hacíamos cundir con una plantilla de cartón
recortada por nosotros mismos para evitar tocar el piso con la suela
despedazada adherida mil veces con
pegamento, y por fuera, muy bien lustrados para el liceo. Fue la época de mis
diez años donde vendí volantines ya destrozados por el viento, sábados y domingos, arriesgándome a subir a los
árboles y postes para rescatar sus varillas, pulirlas, dejarlas como nuevas,
combarlas, armar combinaciones que no existían en el comercio establecido con
papel colorido, una gama creativa, y saber que tendría más materia prima en la
medida que inexpertos, sin poner la cola suficiente, a pesar de mis lecciones,
los lanzarían al cielo a navegar con optimismo, horas después vendrían agitados
y tristes, a comprarme más para gozar del fin de semana. En una tregua nos
trepábamos con Teresa, mi cuñada, al techo de zinc del garaje desde una
plataforma de cemento que cubría las conexiones del gas y el agua bajo la
ventana de la cocina, en el patio trasero, dábamos un salto acrobático al muro
colindante del vecino abogado afirmándonos en las protecciones de la ventana,
nos poníamos de pie sobre él y caminábamos, con estilo, haciendo equilibrio por
el antepecho de quince centímetros de ancho una distancia de ocho metros
aproximadamente para llegar a destino con nuestros cometas engarzados a sus
hilos, al carrete mágico y a nuestro destino, el cielo azul que nos guiñaba su
ojo despejado a cuatro metros de altura.
El
barrio era un surtidor de aprendizajes: hombres desharrapados, andrajosos
pidiendo pan, ofreciéndose para cortar leña, hacer jardines; mujeres, para
empleo doméstico con sus pobres vestimentas; beodos perdidos, afiladores de
cuchillos con sus máquinas a pedal,
las que ponían en movimiento una huincha de cuero sin fin, sandilleros
los que vendía sandías caladas, moteros: “motemei, calientito el motemei”
voceando el mote de maíz, chinchineros como hombres orquestas acompañados por
un niño tocando platillos y el bombo al unísono de sus movimientos de los pies
donde una amarra al tobillo conectaba la transmisión a los instrumentos,
organilleros con su loro al hombro
y su mono danzando en el suelo vendiendo, luego del concierto, banderitas y
pelotas de aserrín que con un elástico subían y bajaban…
Me sugirieron con buenas razones mis
padres, pasados los doce años, no acercarme al sitio de la señora Peta: su
marido y yernos podrían sobrepasarse conmigo, y la infancia cedió a la comprensión
de la injusticia con los trabajadores, las mujeres y los niños con los cuales
aprendí a luchar por la sobrevivencia, solidariamente, me comprometí con
causas, marché, fui golpeada, mojada, perseguida sintiéndome una trabajadora
más del mundo.
La
igualdad es un deseo, un ideario, un cometa donde no existe la diferenciación
de trabajadores intelectuales y manuales, y somos uno creando calidad de vida y
derechos. Veinte personas, entre allegados, amigos, familiares, con quince
infantes, en un sitio baldío y nosotros en una casa de clase media intelectual,
me envolvió en el mundo del trabajo a muy temprana edad: a los dieciséis fui
tutora de alumnos, para aportar y mantener mis estudios, la Peta murió, el
descalabro familiar fue espantoso, un dueño que apareció recuperó el sitio,
estuve en su funeral, y en ayudar a sus nietos, yernos e hijas, a elevar sobre
un destartalado camión sus pertenencias, a un día negro donde no supe nunca
dónde llegaron….
María
Salas
Terapeuta, matrona, ser sensible
Corre niña, corre
Corre niña corre!!!
La pista de la cancha de
la Usach está pletórica de verde mar, los queltehues, croac, croac , croac anuncián lluvias
con día soleado, son las 4 de la tarde y
al fin llegó fuuuu ha llegado!! Que ganas de correr a sus
anchas fas, fas, fas la niña corre y como siempre olvidaba
ese dolor de mandíbulas
que la hacían detenerse y
acariciarse la cara con
lágrimas que saltaban uyuyuyuuu!! Se frota la cara en vano es como un cólico de cara, un apretón de
cara por dentro entre
huesitos y piel
…raro?? no tanto!
El dolor pasa y la
carrera se hace de aquí en adelante una cálida
promesa de amor, expansión a la vida y los atletas bellos dioses
griegas altos que pasaban sin consolarla
,no existía .
La mamá de la niña le
dio la dosis necesaria de horror a los
hombres antes que surcara la puerta de
su casa…la madre estaba muy
dolida con la vida, de cabeza en
su alteza escobilla que
escobilla chas chas la ropa le dice para variar que no sueñe con el
estadio, que los hombres son
malos “tu no sabes de la maldad de
los hombres” la niña que estaba a punto de competir ese fin de semana ve como de hace agua su posibilidad de correr a con alas de
viento de otoño.La niña después de implorar llora y allí
como habitualmente pasaba llegaba el
límite de la madre que la amenazaba…y
que no lo sepa tu padre ¡!
El padre,
desde chiquita la entreno con un cordel
en el patio de la casa propiedad
del abuelo gruñón. El revisa sus
tareas con tal afán que logra hacerla olvidar las resta …solo las restas…que raro
? ni tanto.
La niña es feliz debajo
del parrón con un padre exclusivo por 2 segundos porque enseguida pedirá las tareas con el ceño fruncido
como esperando el error.
Eso hace que la niña corra y corra de noche hasta
que el gallo canta y la serenidad llega a su alma. La niña corre y corre
y siente que alguien la quiere alcanzar quizás por sus largos y frondosos
cabellos…tanto corre en la
noche moja la cama por todos lados
…y ya no corre al fin
dios se acuerda de ella y se eleva para alcanzar su
paz eterna. Sin embargo el placer
dura lo que dura el ascenso de un volador de
luces pum! porque sin miramientos cae precipitadamente al suelo, como pájaro herido y lo peor mojado.
Ya sale a su barrio
popular con una extraña mezcla de clases, la cuadra sur de las casas bonitas las del
norte las hecha como pudieron no más.
Toma su micro y ya pagado el
pasaje se detiene frente al
panorama de pasajeros
obnubilados y y y
busca una mujer
embarazada y se sienta a su lado porque felizmente en ese tiempo habían muchos niños..
La mujer se baja en Matucana para desgracia de la niña y se siente
desnuda indefensa sudada, roja y pálida
hasta que un mal hombre se
fija en tamaño festín y se encarama en
el asiento…abriendo bien las piernas tanto y tanto que la niña hecha una poza paralizada tiene dificultades para respirar….entonces crece en ella el aliento del estadio que ya está cerca y
se baja corriendo y
corriendo para variar.
Y ya ya termina ese
tránsito al estadio que invariablemente en su osadía de competir había olvidado los pormenores de su odisea por llegar y ya
después era más fácil
empoderada del cariño de
sus amigas dueña de si misma nunca le pasó nada con ningún hombre malo.
Ahí
estaba por fin su paraíso celestial…ya no
quería más nada que no fuera
correr , saltar.
Tenian al entrenador Venegas
que asistía a las pequeñas con cierto oprobio de entrenar
mujeres sin futuro de medallas: den 10 vueltas a la
cancha y al salto.. .
En la
vuelta el solo escudriñar bajo el pantalón de los muchachos se
ruborizaba ya sí entre roja y de nuevo
pálida.
Felizmente después
de un rato solo existen la
pista , el pasto su fragancia y
sus pulmones que como bellas olas del
mar agitado se hinchan y se recogen a un ritmo digno del éxtasis de sentir las
piernas en sincero
contacto con su alma.
Se
prepara para la competencia que será en 2 días más.
Simplemente la vida debiera ser
eso una larga carrera por ser feliz .
Llegó la espera competencia y
nerviosa y exaltada la niña
calentaba sus cuerpo y elongaba
como debía.
La carrera prometía
triunfo costoso y cercano
lo tocaba y se veía vitoreada
por los colegios que deseaban
la capa grande dorada.
Llegó el momento crucial y
la niña se puso en sus
marcas el entrenador esta vez disparó la partida y
se largó en mil metros planos
que eran una vuelta
completa al estadio. La niña corre ahora feliz
guardando se la s ganas de quemarse para el final y
junto con sus piernas la cabeza se trastocó en
un imaginario de noche y alguien desea tocarla y llevársela a un lugar donde ella no quiere ir , al correr
siente el roce de las manos asiendo su
cabello y ladea su cabeza
para zafarse de la imagen oscura masculina que esta
por atraparla .Le falta el aire no solo corre zas zas zas sino que
arranca de no sé quien que no dá la cara al frente
se divisa la meta queda de poco y los
gallos ya van a cantar falta poco
apúrate que vienen por ti niña
corre, corre, corre.
Buena
formulación de objetivos
María Salas
Buena formulación de objetivos
21/04/2014
1.- Estado deseado
Descripción
Es mi objetivo
tener el cuidado en amor,
como centro y norte de mi vida
Mi ser protector y amoroso e integrado con su historia tal como
la viví y asumo desea
arrancar con coraje para que el cuidado, el amor y la ternura
sea que canal de expresión.
Iniciado y mantenido por mí.
Lo inicié hace pocos días
donde comencé a
abrirme a la posibilidad de compartir
desde el cuidado, lo
amoroso y la ternura en mis
relaciones familiares y amistosas y es mi objetivo
mientras viva.
Descripción
sensorial.
Busco en mis expresiones el lado protector y
amoroso de toda mi historia
pasada y proyecciones futuras. Me siento liviana y silenciosa,
tranquila, fluida, dúctil, confiada, sin apuros como la tortuga
que se sabe milenaria en sabiduría, a la espera de lo que trae el cotidiano.
Me veo respirando tranquila, de piel suave y tibia con capacidad de subir escaleras sin agitarme, llegar a trabajar con confianza
de estar en mi medio laboral cálido
y humano.
Me veo visitando a mi hija con el cuidado
máximo de estar en silencio
aprobatorio de sus decisiones.
Tamaño del
objetivo
Cruza mi quehacer cotidiano, mi salud, mis
relaciones familiares, mis relaciones
laborales, mis actividades recreativas y culturales y
sociales y va lentamente incorporándose
a mi forma de ver el
presente como la innovación de
mi nueva forma de verme….lentamente.
ES LA ACTITUD CUIDADOSA, AMOROSA Y TIERNA DE VIVIRSE.
2.-
Procedimiento de prueba.
VEO, SIENTO
Y ESCUCHO MIS CAMBIO EN :
A.- Exámenes médicos al día.
B.-
Actividades físicas : 3 horas a la semana
como mínimo.
C.- Estudio
ordenado por horario.
D.-Relaciones amistosas cuidadosamente
visitadas cada 15 días.
E.-Ordenar mi
espacios semanalmente.
F.-Bajar de
peso en forma sostenida.
3.-
Contextualización
Ordenarme amorosamente para mejorar
mi calidad de vida , saberme un ser profundamente
humano que quiere cuidarse porque
si!!
Me vivo desde el amor a sí misma y amor por su
historia y sus proyecciones.
Dónde??
Donde esté ,
con quienes me relacione.
Me amo, me acepto y me cuido o me
valoro porque yo me lo
merezco
Eso ser objeto de un merecimiento con
calidad de vida.
4.- Ecología
Cuidarme del
abuso porque me amaré tanto
que no irá conmigo.
5.-Mis
limitaciones y alternativas
Camino mi agachada.
Me nutro de
penas.
Tengo una
historia cargada de tristeza
y lucha confrontacional.
Aprendo a quererme.
Me alimento en
forma irregular : a veces muy saludable o
muy poco saludable.
Hago ejercicios en forma irregular, estoy
con un sobre peso notable.
Estudio en
forma irregular, abandono los controles médicos.
No estoy en
competencia con nadie.
La sola
alternativa a seguir es la que empecé al vivenciarme desde el AGRADO DEL SER
CON EL CORAGE DE SER UN SER LUMINOSO.
6.-Recursos.
Todos los
regalos hermosos del ser que he recibido a lo largo de mi vida, soy un milagro de sobrevivencia
deseo ser un ser en agrado de complitud : haciendo
énfasis en lo logrado que es todo un mundo de
maravilloso donde hay
una nieta que baila con todo el vecindario además de hacerme bailar cada vez que la
voy a ver.
Hay
logros palpables. Realzarlos en primer plano y ver mi futuro como la suma de esos milagros maravillosos tomarlo
como metas de humildad para lo que me queda de
vida.
Gracias por esta tarea, Mari
Alejandro Illanes
Conocido científico, médico, poeta, narardor, músico
Libro Memorias de mi Padre
UN
LIBRO NUEVO LLEGA A NUESTRAS MANOS:
“Memorias
de mi padre”.
Testimonio de lucha en Nicaragua
1893-1980.
Autor:
Gerardo Antonio Godoy Reyes, médico, profesor universitario de la Universidad
De Oriente, Venezuela. De nacionalidad salvadoreña.
El
Salv.:[s.n.]2014. (Talleres Gráficos UCA)ISBN 978 -99961-0-373-5
¡Sí!...
es un libro épico, que nos
narra la lucha del pueblo nicaragüense durante nueve decenios en busca del
camino hacia su libertad y
dignidad y, que aún hasta
el día de hoy, no lo logra. En un lenguaje directo, científico, Godoy Reyes,
nos narra acciones, lugares, fechas, y nombres de los defensores valientes
de la democracia
y la equidad para los
derechos ciudadanos. Ellos, héroes
todos, protagonizan una lucha contra los sujetos serviles de los dueños del dinero
y de quienes apoyan con egoísmo férreo el poder de los autócratas. Relata con
énfasis movimientos rebeldes como el sandinismo que culminó, por fin, con su
triunfo el año 1979.
Logro que su líder, el general Sandino,
no alcanzó a ver pues fue
asesinado el 21 de Febrero de
1934, por miembros de la Guardia Nacional. Crimen ordenado por el
comandante de ella, Somoza García, con el consentimiento del presidente de Nicaragua
J.B.Sacasa. En ese entonces, como reacción,
se reinició una cruel dictadura,
la dinastía de los Somoza, que
no termina con la muerte de Anastasio Somoza
García en 1956 sino que sus sombríos partidarios
continuaron en el poder...1980
La
insurrección tiene su poeta en Ali Venegas , cuando estando preso en Managua,
canta (fragmento):
La
noche del presidio no tiene una estrella
Tanto
mejor, canallas
La
ilumina el relámpago soberbio de la gloria
Y
la entibia el regazo materno de la patria
A.G.I.M. recibió donación de dos ejemplares por su autor, desde
San Salvador, en febrero del 2014
Uno de ellos se encuentra en la Biblioteca del Colegio Médico de Chile.
LA ESQUELA
Alejandro Illanes
El
amor es uno solo y único, no tiene preferencia por edad, sexo, raza, ni
religión.
Prende en el alma de los individuos, exaltando el cuerpo,
sin saberse cómo, por qué, ni cuando.
L A E S Q U E L A
Apreciada
profesora: Esta esquela que, discretamente y sin firma, dejé entre sus papeles,
sobre su escritorio docente, es para informarle que voy a pasar mis vacaciones
de invierno en casa de un compañero, fuera de Santiago. He pensado profundo
sobre nuestra relación sentimental, y lamento decirle que, para aliviar mi
conciencia, debemos ponerle término. Ud., distinguida profesor-ayudante de
Bacteriología, no puede aparecer ante la Escuela de Medicina comprometida con
estudiantes de su ramo. Expresándole máximo respeto, me despido con cariño. A.
Tomé mi decisión de romper
con ella, y por ello como huyendo, llegué antes de la hora al paradero,
aceptando la gentil invitación que me había hecho Eduardo para tomar el bus que lleva a Valparaíso, por lo
tanto, no era de extrañar que él no arribara todavía. Éramos pareja de estudios
desde el primer año de la carrera y, desde un comienzo, fuimos parte del mismo
grupo de prácticas. Él era meticuloso en los laboratorios de práctica, mientras
yo, más intelectual, obtenía excelentes calificaciones. Una armoniosa y
conveniente asociación de estudiantes, que terminó por ser de muy buenos
amigos.
No le extrañó (puesto que lo
sabía), cuando le conté que la ayudante de Microbiología, Dra. Beatriz, me
miraba con insistencia; y a término de una sesión, cuando la mayoría ya se
había ido, se acercó, haciendo comentarios interesantes sobre la materia, ocupó
un taburete contiguo e, indagando a través del ocular de mi microscopio, me
hizo ver detalles interesantes, desconocidos para mí. Habló con tono
cadencioso, cautivante, mareándome con su potente perfume femenino, sus mejillas
me rozaron al compartir el instrumento óptico, las respiraciones se mezclaron
en una atmósfera tensa, vaporosa, de atracción animal. Sus muslos levantados,
por lo alto del taburete, estaban vestidos de medias negras con figuras
sugerentes; desde mi posición, podía verse, por su entreabierto delantal
blanco, el nacimiento de ellos, provocándome. Sin personas a la vista,
-mientras fingía observar por el magnificador-, le acaricié de forma suave los
muslos y, luego, mis dedos, al subir cual mariposas, acariciaron la hendidura
anatómica de mis deseos (Eduardo, invisible, consciente de nuestros anhelos,
supuse, terminó de lavar el material de vidrio usado, dejó unas toallas secas
disponibles sobre el mesón
cercano, apagó las luces y salió sin despedirse, trancando la puerta).
Enseguida, temblando de emoción, abandoné mi puesto de observación óptica, tomé
las esponjosas toallas blancas y las extendí sobre las frías baldosas…
Este encuentro sensual se
repitió varias veces, en ocasión de las prácticas. En una oportunidad, le
pregunté por qué no se había buscado pareja entre otros compañeros, algunos muy
apuestos.
-No, contestó airada. Para
eso tengo novio; y quiero que sepas que me gustas tú, por tu figura, ternura y
vividos sueños; y luego…fijando la mirada de sus ojos brunos en el vacío,
guardó misterioso silencio.
El prometido de Beatriz iba
a buscarla algunas veces, citándose ambos en el cafetín de la Escuela, según me
dijo. Y propuso que, en una de esas coincidencias, me aproximara,
presentándome, y le planteara abiertamente nuestra intensa
relación afectiva. Me tomé un tiempo para reconocerle: era alto, de
contextura firme, de pelo, cejas, ojos y tez morena; se llevaba a Beatriz del
brazo, con brusquedad, como si fuera un artefacto propio. Ella, pequeña, blanca,
bonita, cuerpo en reloj de arena, lucía anulada por este oscuro y recio macho.
Eduardo, que seguía de cerca todo el “affair,
me comentó:
- No es un individuo para ser enfrentado
físicamente, sin perder la crisma.
Para mí, ese no era un buen
proyecto de pareja, ella era diez años mayor y ya comprometida con un hombre
que, a simple vista, era un obstáculo material insalvable. Por fortuna, mediante la esquela explicativa
dirigida a la doctora Beatriz y la oportuna invitación hecha por Eduardo,
hacían posible interrumpir esta situación que amenazaba transformarse en una
pesadilla.
Un conocido silbido me sacó
de la ensoñación mientras esperaba, pues el “bueno de la película” Eduardo, se
aproximaba corriendo al autobús donde
yo estaba, y que nos dejaría en su cálido hogar porteño de acuerdo a lo
que me había susurrado al oído.
-Adivino que has decidido,
al fin, dejar a esa alrevesada profesora de Microbiología y venirte a pasar las
vacaciones conmigo, querida ANITA, y… dame un beso.
Patricia Arias
Soñadora perenne,
pintora en blancas sedas, abuela en ciernes, acompañadora de almas que buscan,
poeta según rumores,feliz activista del mundo por venir, meditadora empedernida
y psicóloga por descarte.
Si fuese
imprescindible: He tenido el honor y alegria de tener como maestros a Humberto
Maturana y Francisco Varela cuando estudiaba Biologia, a Louise Hay, Deepak
Chopra y Carolyn Myss cuando buscaba el rumbo perdido, y a Luis Weinstein
cuando la voz se me hizo pluma.
Una voz masculina canta Gopala Gopala...Deva Kinanda Gopalaa. Es un documental que termino de ver. Siempre me han gustado los documentales, más que mostrar la fantasia de alguien, como hace una pelicula, estos muestran la vida de veras, esa que no se inventa, que esta ahí afuera, día tras día.
Me pregunto:
Acaso el Amor sana?
El Amor entendido como Universal, el Amor comprendido como aprecio incondicional, como vehículo de algo más grande que nosotros, sin agendas privadas, sin dueño y sin siervo.
La pregunta me brota la tarde del Viernes Santo. Este no es cualquier viernes, es el día en que el cristianismo recuerda y revive la muerte de su Señor, el Cristo.
Siendo este un
pais que se dice cristiano, hay ritos
y tradiciones esperando ser seguidas, siendo este un mundo
globalizado...ya nadie las sigue, todos corren a las autopistas, a la playa, el campo, la montaña, etc,
olvidando, si es que alguna vez lo conocieron, el tono espiritual del dia.
Los diarios se
preguntan que tradición se ha perdido y porque, los curas en sus espacios
preguntan lo mismo y desde ahi fustigan a sus pocos feligreses citadinos,
es un sonsonete: culpa culpa, por tu culpa...
El diario trae una
foto...un grupo de personas adoloridas caminan tras el oficiante, cruzando por
las cenizas del incendio de Valparaiso, y yo me pregunto : cual es esa absurda obsesión de
destacar el sufrimiento como practica vital? Si, cierto. El sufrimiento puede,
y muchas veces es, camino al crecimiento...tiene el potencial de hacernos
mejores, pero hay veces en que con ciertos adoctrinamientos, en ciertos
contextos, al ensalzarlo, esta búsqueda se acerca peligrosamente al
masoquismo.
Y el masoquismo no
es crecimiento espiritual, ciertamente que no.
Pero bueno, este
es material de otro posteo.
Volviendo a
nuestro tema:
Permanezco en
silencio este Viernes santo.
Algo aprendido no
en un monasterio, sino en un retiro de yoga...y el silencio en aquel entonces
me enseño mucho.
Asi es que ahora
lo practico, me quedo en silencio este dia.
Honro asi la
herencia de los mios, honro también a quien considero un Maestro, Alguien que
haciendo honor a su raiz sagrada, fue un Hijo de Dios en todo el sentido del
término.
Es entonces luego
de ese dia de silencio, en que al
anochecer un par de documentales me cuentan historias de niños. Huerfanos rusos
en una película, niños crecidos en un prostíbulo de Calcuta en la otra. En
ambos documentales la motivación es amorosa, una al adoptar esos pequeños , la
otra al tratar de enviarles al colegio y darles un oficio.
La primera, la
historia de adopción,...Padres ansiosos que solo quieren dar, y estos
huérfanos, niños que han desarrollado un modo de protegerse a si mismos, que
han formado una barrera de desconexión, ni pena ni rabia,solo desconexión. Duro
de ver, tan pequeños, y tan heridos ya.
El otro documental
muestra una forma más desesperada, más urgente de Amor, si eso es
posible.
El primer
documental se vive con esperanza, el lazo padre-hijo hace ahi una diferencia,
con un montón de ayuda terapéutica, si, pero la hace. En la otra pelicula, sin ayuda, el cruel ambiente
hace su triste parte...pero aun ahi, se puede tocar el Amor con mayúscula, ese
que generoso, apuesta por la
mejoría, si o si, que cree en lo impensable, que mueve montañas, aun a pesar
del resultado.
El Amor en acción,
en ambas, Amor esperanzado, agotado, resquebrajado, pero Amor ciertamente.
La familia que
adopta, a esos niños tan extranjeros, actúa de un modo locamente valiente, es cierto, pero acaso el Amor no tiene algo
de eso?
Amar desde el cansancio,
sintiéndose sobrepasado, es un testamento al Amor mismo.
Igual que el
acercamiento de esa mujer a esos niños de prostíbulo…en la agotadora espera, en
medio de la desesperanza, conmueve como en esos niños se mezcla la inocencia con el profundo sentido de la
realidad. En medio del caos, son ella y su camada nadando contra la corriente,
sin ayuda de la burocracia, como pasa la mayor parte de las veces.
Cuantas
iniciativas humanitarias se han hundido así.
Podríamos hablar
de educación, de oportunidades, podríamos decir que en ambas historias ese es
el Bien, esos son los ladrillos que ampliaran su capacidad de cuidar de si
mismos...si, algo hay de eso, pero por debajo, la trama basica es el Amor.
Amor que tiene un
elemento personalísimo, las ganas de hacer una gran familia en una historia, y
en el otro caso hacerse cargo y aliviar una responsabilidad muy personal.
El Amor se percibe
en el despertar de los sentimientos tibios, las son- risas muestran un lento
deshielarse en esos rostros pequeños, la caída de los enormes muros construidos por esos huérfanos para
sobrevivir. Se ve gozo, profunda alegría
en los más pequeños en ambas historias.
En la película de
los huérfanos, se buscaba un patrón, una forma de relacionarse con otros
forjada en las primeras experiencias de un bebe, en la interacción con su
ambiente, ahi esta la ayuda terapéutica amorosamente entregada y recibida, en
la otra pelicula, no hay nada de eso.
Tal vez habría
hecho una diferencia.
Y entonces me
queda la impresión que como en ese primer documental, el de la orfandad, esto que yo hago, esta pequeñez de
relación, de veras si ayuda cuando las condiciones asi lo permiten.
Se me ocurre
entonces, que estas personas que aparecen, medio quebradas o a medio armar...es como si hubiesen
crecido en orfanatos...hubo elementos sin desarrollar en sus vidas, que en sus
cerebros instalaron modos distorsionados de pensar y hacer.
Entonces siento
que las creencias que traen, las desconfianzas, los miedos paralizantes,
son conclusiones tempranas obtenidas
desde el dolor, esas vistas distorsionadas pueden ser miradas como patrones de
conductas alternativos de los que no estan!
Y que es en este,
mi trabajo, en esta sutil, a veces aparentemente liviana
relación, en donde
comienzan a surgir, van apareciendo
de a poco...modos mas sanos.
Y eso es
esperanzador, porque en esto que hago, no se puede como un doctor frente a un enfermo, pronunciar un
diagnóstico, no ayuda. Lo que ayuda es estar ahí, con ellos, en el fuego de su
existencia.
Algunas de estas personas caerán del camino en
el proceso, tristemente, no hay
mucho que hacer ahí. Uno ha de respetar que así será. Que por alguna razón, más
grande, más amplia, más sabia que
nuestro limitado conocimiento no veremos avance.
Sin embargo a
veces, si tenemos suerte, seremos bendecidos y alguna regresara. Y entonces el
proceso se acelera, adquiere una fuerza inusitada, de gran belleza. Es
conmovedor. Vienen las coincidencias, el Universo hace su parte, y somos
testigos privilegiados del paso de
un ser humano por un umbral, camina hacia otra conciencia!
Ah! esos son
momentos mágicos.
Asi que al caer la
noche, termina este posteo al otro dia , hacia el final del Sabado Santo, y
celebro la Resurrección.
La humana, el
renacer de alguien que ha logrado pasar, traspasar el umbral del dolor. Ha
renacido.
Acaso el Amor cura
entonces?
Si, dadas las
condiciones adecuadas, como una planta en el terreno apropiado, veo que si,
sana.
Escritor boliviano
Cuando ya no
estés
A mi compadre Marco
Cuando
la vida
te
plantea este
tipo
de encrucijadas
cuando
existe
diferencia
de un segundo
a
otro.
Cuando
los polos
se
invierten
y
no sabes
si
es de día
o
de noche.
Cuando
la estupidez
tiene
cara de
muerte
cuando
todo ha
cambiado.
Cuando
la muerte
te
arrebata todo
en
una acción
despiadada
y
te deja
seco
sin
siquiera
algo
de consuelo
sin
un “nos vemos”
o
un “hasta pronto”.
Te
deja
así,
un cuerpo
en
una intersección
cualquiera
en
una ciudad
cualquiera
en
una hora
en
que todo
se
apaga
en
la cual
seguramente
tú
no entiendes
qué
ha pasado.
Cuesta
aprender
a
morir
cuesta
dejar
lo
que te ha sido
dado
cuesta,
sin duda,
devolver
el traje
que
te prestaron
al
nacer.
Pero
la vida tiene
esos
ángulos
que
no todo
el
mundo ve,
y
más allá del llanto
que
es necesario
para
hacer luto,
lo
importante es no
quedarse
en ello.
Porque
así como el destino
te
quita
te
entrega otro tipo de
belleza
y
esta es
lo
que deja la persona:
sus
expresiones
sus
charlas
sus
ganas de vivir
su
energía.
Penoso
sería que nadie
llorara
la partida
que
nadie fuese
a
la ceremonia
que
echen tierra
sobre
uno
como
las culpas
que
se tapan a conveniencia.
Pero
no es tú caso
amigo
mío
tu
personalidad
precede
no
dudo en ningún
momento
que
has “marcado”
a
tantas personas
como
quisiste.
Convengamos
que el día
y
la hora no era
la
adecuada
que
algún imbécil
no
tenía que pasar
por
ahí
pero
pasó
y
no podemos dar
marcha
atrás.
Estoy
seguro que a estas fechas
ya
no has de estar aquí
y
estarás interesado
en
otras cosas
y
que tu obra en este mundo
concluyó.
Suena
curioso decirlo,
en
la última conversación
que
tuve contigo
me
preguntaste
si
pasaba por un período
de
sequía literaria
cuando
te dije que ya no escribía mucho
y
que irónica es la vida
hoy
escribo sobre ti
lo
que pretende ser
un
“epitafio”.
Compadre,
fue un verdadero honor
conocerte
fue
más placentero sostener
largas
e interminables
conversaciones
fue
y es un privilegio ser padrino de tu hijo
conversaciones
que hoy lastimosamente
no
podrán ser.
Me
quedo con tu voz
que
me acompaña en la distancia
con
tu sonrisa de niño bueno
y
con ese querer de amigos
que
pese al tiempo que no nos veíamos
se
acrecentaba en segundos.
Quiero
decirte un hasta pronto
y
cuando sea mi turno
espero
que estés al otro lado
para
recogerme.
Juan Carlos Etcheverry Cristi.
La Paz, Octubre 2013.
Vidas cruzadas
A
veces has querido preguntar
Por
que tu vida
no
fue “normal”.
A
sabiendas que
la
“normalidad”
puede
ser
para
muchos “sencilla”
y
para otros
controversial.
En
mi caso,
está
más próxima
a
un film
que
a la vida
misma.
He
aquí una situación
a
disentir
pues
quién
dijo que la vida
no
era de alguna
manera
un
film de larga, larga
duración.
El
caso es
que
esta película llamada “vida”
a
veces no tiene
finales
felices
a
veces la muerte
se
interpone
ante
la vida.
Y
no queda más que aceptar
los
designios
Superiores.
Como
dicen,
la
vida continúa
es
como un río
que
se deja llevar
hasta
desembocar
a
la gran mar.
Al
final del día
te
preguntas ¿qué te queda
si
no pequeños fragmentos
de
felicidad;
instantes
fecundos
de
mucha intensidad
que
llamamos bienestar?
Muchos
hemos hechos apuestas distintas
como
intentando doblarle el brazo
a
la vida
como
si se tratase de un adolescente
que
no tiene conciencia de sus actos
caminando
a oscuras por momentos
pero
hoy
se está acá
en
el mismo centro
en
paz con Dios
y
el universo
y
me hace tener
una
mirada contemplativa
hacia
la vida
inmensamente
hermosa
con
todos sus matices.
A
veces tomar una decisión
que
creemos la correcta
que
nos hace perdernos
de
la otra
y
que ignoramos su destino final.
Si
tuviéramos una pista
si
supiéramos qué nos hará mas felices y menos infelices
entonces
no dudarías un segundo
en
tomar la “decisión correcta”
y
abordar ese vagón
que
bien puede ser el último.
Como
se estableció, la vida
puede
ser cine o cine ser la vida en realidad.
Lo
importante es rescatarse a través del amor
esa
sensación maravillosa
que
nos da vida
que
es como un manantial
cristalino
que
fluye
por
su propio cauce.
Pues
la vida se nos va en un parpadeo
por
eso cada día, cada segundo
y
cada bocanada de aire
que
respiramos
ha
de ser un aliento,
una
esperanza
sobre
la derrota,
un
renacer entre tinieblas
un
comprender
que
el color
es
la prospección
de
uno mismo.
Y
por muy intenso que todo esto haya sido
queda
esto marcado
en
algún lugar de tu conciencia
para
que de tiempo en tiempo
recuerdes:
que
si estás vivo fue porque
vienes
de la muerte.
Juan
Carlos Etheverry Cristi
La
Paz, 2014.
Coma
-eternamente solos –
Los amantes
cruzan sus miradas
para sentir
el candor
de noches pasadas
presentes hoy.
La furia de las circunstancias
dejan entre ver
las purgas de otros
que se rinden
en un acto genuino:
amor.
Qué podría decir
el ruiseñor
sino que guardar
silencio
en esta celada
de dos des-conocidos.
Te vas dentro de mi
y yo dentro de ti,
qué podría
agregar
a este acto genuino,
clandestino...
La noche perdona
y llueve tras de si
lavando las culpas
que vendrán al minuto
consecuente.
La vida me conmueve
en estas contrariedades
no importa
lo maduro que estemos
amo tus formas
así éstas no sean
perfectas.
Es este tipo de amor
que soñamos
y nos emocionamos
con un viejo film
de Hollywood.
Sepia seguramente
será esta realidad
inconclusa
porque tú te has ido...
y yo me quedo
sin nada
excepto el olor
fuertemente a ti.
Puedo volar inclusive
en este pequeño
espacio de pensamientos;
mañana será distinto.
Cómo decirte
que esto es real
-ambos lo sabemos-
pero al segundo
siguiente
el abismo.
Qué manera de profanar
lo indecible
que manera de perderte
en un acto heroico
viendo como te alejas
y yo consolándome
en el manto del silencio.
No logro encontrar el
sentido correcto
abro mis puertas
y tu aroma me invade
ya te estoy necesitando
¡pero sé que esto no es posible!
Se han derrumbado
castillos
extravié la brújula,
el amor es la única
guerra
que puedo
perder
irremediablemente.
Tengo ganas de vestir
de negro
por pena
por esta ida des-garradora.
Este es el confín del amante,
mientras el lecho
baja de temperatura.
mientras intento
improvisar con dolor/amor
cuando tú ya has volado...
Entonces, los versos se vuelven necios
apenas puedo escribir:
esto no lo había
sentido.
Alguna vez tenía
que pasar (me)
hasta el corazón
más duro
cae ante la estocada
mortal.
La cama de los amantes
sobe a soledad
hasta que se enciende
con candor/amor
nuevamente en cero
nuevamente enamorado
de un fantasma.
Juan Carlos Etcheverry Cristi.
María
Alicia Pino Pozo, poeta azul y auroral, en medio de la orden celeste del dios
silencioso y algo aburrido, bajó hasta el planeta azul a pintar los cisnes de
las granjas encantadas. Hoy viaja por esa tierra con la esperanza de encontrar
a los que vuelan con níveas alas azules. La esperanza siempre le sopla al oído
los azules silencios de dios.
Esta
es mi Aurora
Introducción
En
septiembre del 2013, junto a mi sobrina y fagotista, Daniela Pino, y la
musicoterapeuta Gabriela Tanner, emprendimos una aventura: el Proyecto Aurora, presentación
poético musical para niños con necesidades especiales, que implementamos en el
colegio donde asiste mi hija Constanza con Síndrome de Down.
La intervención consiste en un taller vivencial en el aula
donde a partir de la declamación de poemas, especialmente seleccionados para el
público infantil, se incorpora la música de fagot, guitarra, cantos y la
intervención de los sonidos terapéuticos de los cuencos tibetanos.
El objetivo que nos propusimos era estimular el potencial
creativo y sensitivo de niñas y niños con necesidades especiales a través del
contacto y el conocimiento de la poesía y la música como elementos
catalizadores de la comunicación y
la sanación.
Después de casi seis meses de trabajo, el impacto en los
niños ha sido significativo: ellos hoy reconocen los poemas, cantan las
canciones e incluso se identifican con los personajes de los poemas, entrando
en el mundo poético a través del lenguaje corporal y la repetición de los
versos.
Finalizando un ciclo, quisimos contar cómo había sido esta
experiencia en nosotras mismas. A continuación les dejo con el texto que salió
de esta inevitable alma mía de poeta (y madre).
Esta
es mi Aurora
Seis
meses de intervención poético terapéutica en el colegio de los niños de ojitos
rasgados, de los niños babeando su desorden cerebral, niños a veces
malformados, con una sonrisa que ocupa hasta el centro de sus ojos; niños
escondidos en la semilla blanca, niños jugando con el cielo, niños en
complicidad con el viento norte, niños que buscan una línea de razón en mis
ojos y tocan mis manos indagando el origen de tanta cordura.
Miro
hacia el centro del patio, corren de sí mismos, en un inaudito silencio de
niños extranjeros, corren y a veces entran en el mundo como un susurro de
realidad. Busco entre todos a la mía, a la luciérnaga que guardo entre mis
manos por las mañanas y que marcha vestida de uniforme como si fuera de este
mundo, marcha como si el tercer cromosoma no hubiese hecho ningún esfuerzo,
como si esta tierra fuese el sitio exacto, como si estuviese el mundo
construido para todos, como si la cordura, la bondad, la nobleza fueran el
cimiento de este planeta arcano. La busco con la esperanza de verla en medio de
los juegos colectivos, de los ires y venires de la razón, de un ajedrez
resuelto, y en el rincón poblado de sol y mañana, gira sobre sí misma, ausente
y silenciosa.
La
busco, la busco, temerosa de no verla feliz.
Entonces,
como si una campana de grillos levantara su cabeza, me ve y retorna a mis
manos, retorna ampliando su sonrisa, despertando sus pupilas como una rosa
diminuta. Y luego brotando entre los grillos, luceros niños, hojitas trémulas,
pasitos torpes, griterío silencioso, me rodean hasta colmarme de guitarra y
poemas.
Y
luego no hay excusa para tanta alegría, para el rostro tan lleno de ellos en la
tía Ale y la tía Jenny, para el fisgoneo fagot, para el asalto a los cuencos,
para el orden de las sillitas y el consiguiente sigilo versificado. No hay
excusa para no abrir las ventanas a la aurora.
Cultivo
una rosa blanca, es la frase que sentencia el sentido, es la declaración de un
principio que nos toma de la mano y pasea con nosotras hasta el centro de sus
almas de agua, sus almas que contienen más verdad que toda la historia junta,
almas que no saben de prestigios y ambiciones, almas que concuerdan con el
trayecto del sol hasta su muerte, almas que se despiertan con la sola intención
de ser en sí mismas, almas que no saben de nosotros y nuestra triste voluntad
de trascendencia, almas que vienen y van como los pájaros y las semillas que
caen de los árboles, almas que se dan en la inocencia, que no dudan de nosotros
ni de nuestras razones complejas y utilitarias, almas que confían como ninguno,
que miran hacia el cielo sin preguntar a dios su guión inaudito; en julio como
en enero para el amigo sincero que me da su mano franca.
No
hay cruel que les arranque el corazón con que viven, no hay cardo ni ortiga que
cultiven, sólo rosas blancas.
Los
veo retirarse hacia no sé qué puerta, hacia no sé qué rutina. Los veo marchar
de la mano por el pasillo. Retornan al silencio que escribe el significado de
la vida. Retornan a mirarse en el rincón soleado, a vestirse de quietud.
Sobrevive
la luciérnaga al llanto de la noche, sobrevive al pasar por los charcos y el
corazón silente.
Son
niños sobrevivientes de un mundo que se nos cae a pedazos. Guardan no sé qué
arma, qué gatillo, qué espada, guardan luciérnaga una luz más poderosa que
nosotros mismos. Ellos verán el sol en la aurora, un sol que nosotros hemos
olvidado.
Ay
memoria, que piadosa en ellos, nos perdonas.
Esta
es mi aurora.
.
Jorge
Flores
Poeta
, educador, militante de la poesía
Urbano
1.-
Hablas desde el teléfono
Estridente
y silenciosa
como
los golpes de la vida
hablas
desde el teléfono
para
decir que no vienes.
Entonces te respondo,
que
está bien, luego hablamos.
Es
que murmuras
-No
ha sido mi intención.
Yo
sé que esperas que diga
si
quieres yo voy.
Más
silenciosa que estridente
como
la luna en las esquinas
respondes:
-¿Qué
haces?- dices
-Nada-
respondo
-¡Es
que no puedo ir!- insistes
-¿Qué
haces- dices
-¿Qué
haces?- dices.
Ahora
sé que estoy en tu corazón.
Jorge
J. Flores Durán
continuará...
2.-
Hablas desde el teléfono
De
lado a lado
como
un barquito de papel
espera
el llamado:
-¡¿Aló?!,
estás enojado...
-No,
no lo estoy,
solo...
solamente
comencé
a retirar la cena.
-¿Por
qué lo has hecho?...
-
Simplemente porque no vendrás.
-Tan
rápido asumes la ausencia,
te
he dicho que lo intenté, intenté ir.
-El
resultado es el mismo, no vendrás,
¿qué
sentido tiene cenar solo?
Ya
las noches son largas,
para
qué retenerlas.
-Te
juro que traté de ir.... ¿qué habías preparado?,
dime,
¿qué habías preparado?
Dime.
Jorge
J. Flores Durán
continuara....
III
Hablas desde el teléfono
Cómo
esperando un regalo
a
los pies de un árbol
responde
el teléfono:
-¿Aló?
-¿Qué
habías preparado?
-Era
una sorpresa.
-Fue
un día muy difícil,
no
tuve tiempo de arreglar mi horario,
si
hubiera sabido, quizás.
Alguien
le pregunta a la noche
porqué
es muda:
-Si
hubieras sabido, ya no sería sorpresa.
-No
seas pesadito pareces un niño
-Qué
quieres, si me has dejado plantado.
-¿Que
habías preparado?
-Y
dale que dale con misma pregunta.
-Niño engreído y cocinero.
-Me
haces reír con tu forma de hacerse perdonar.
-No
tengo culpas para pedir perdón.
-Solo
te diré que tengo un vino blanco bien seco en la heladera,
el
resto lo debes imaginar.
-¿Imaginar?
estoy muerta,
horas
de oficina, horas en terreno
¿y
me pides imaginar?.
-Creo
que descorcharé el vino,
¿dime,
voy por una o dos copas?
-No
te atrevas abrir el vino,
no
te atrevas...
Jorge
J. Flores Durán
continuara....
IV
Hablas desde el teléfono
—¿Aló?
—En
qué quedamos ¿vienes o no?
—Has
abierto la botella?.
—Aún
no...
—Porqué
no lo hiciste.
—No
encuentro el saca corchos...
—Esperaba
una respuesta mas, mas romántica.
—No
das tiempo, tampoco a la
paciencia,
la
botella está aún ahí, a la espera como una sombra.
—Te
lo dije no pude arreglarlo el
trabajo ¡pero si ya lo explique!.
.—Entonces
porque insistes en que no abra la botella…
—¿Continuas
enojado?
—No,
no lo estoy
—¿Arrogante?
—Y
tu curiosa?
Jorge
J. Flores Durán
Continuara…….
V.
Hablas desde el teléfono
-¿Aló?
-¿Por
qué no vienes?
-Repítelo…
-¿Por
qué no vienes?
-Repítelo…
-¿Por
qué no vienes?
-¿Lo
deseas…?
-Sí,
lo deseo….
-¿Por
qué?
-Ya
te lo dije: Lo deseo
-Repítelo…
-Lo
deseo
-Repítelo…
-Lo
deseo
-Me
has hecho reír
-¿Por
qué no vienes?
-Repítelo…
-¿Por
qué no vienes?
-¿Aún
está el vino?
Jorge
J. Flores Durán
Epilogo
I.-
Pasaron
los años, como tantas hojas sobre los autos cuando pernoctan cerca del los
arboles.
Nunca
sabremos si la botella de vino se destapó o no, son esas preguntas de las que
no se desean respuestas. Ella junto a su familia, esposo, hijos, hijas siempre
se alegra cuando alguien abre una botella de vino. Alguna vez relató el motivo:
-Es
lo más hermoso que alguien te ofrezca el amor con vino blanco.
Se
emociona hasta las lágrimas, como los ríos al caer una nube en su espalda.
-
Todas las mujeres deberíamos alegrarnos, que nos seduzcan, que nos deseen.
El
también, tiene recuerdos del vino, pero cada vez que alguien abre una botella
mira siempre por la ventana y se pone de pie, como un susto, como un
ruido, su mujer un día le preguntó
el motivo de su tristeza.
-Fue hace muchos años atrás, estaba haciendo
la tesis e invité a una vecina a cenar, no sabía que vino comprar, es eso.
Su
mujer sabe que guarda un dolor, es la única persona que se entristece con un
vino.
II.-
El
debe comprar un vino para la cena, se lo encargaron a último minuto,
rápidamente se dirige a las góndolas
y nuevamente le vuelve la inseguridad, piensa y piensa como alguien
haciendo una apuesta, pero no lo puede creer, encuentra el mismo vino que nunca
abrió.
Ella
está cocinado y se percata que falta vino y le pide al esposo que baje a
comprar una botella.
-
No puedo mi amor, estoy bañando a los niños, vaya usted.
-
Bueno yo iré.
Apurada
va directamente a las góndolas de los vinos, de izquierda a derecha revisa las
botellas, buscando una con el mejor marinaje para la cena, Cuál es su sorpresa
al ver en la góndola el mismo vino blanco que nunca tomó. La sorpresa aún
siguió al constatar que solo quedaba una sola unidad. Ella la toma con su mano
de inmediato, no dejaría pasar nuevamente esa oportunidad en su vida.
III.-
El,
que había desistido en comprar la botella de vino, se arrepiente y desde las
cajas del supermercado corre hacia las góndolas. Entra en llanto al ver que la
botella ya no estaba.
Al
final del pasillo ve a una joven mujer con la botella en la mano y le grita:
-
Esa botella es mía, es mía.
Ella
al escuchar los gritos se gira hacia él, y se quedan mirando fijamente a los
ojos. Ella le responde:
-Ya no es tuya -mientras la abraza la
botella al lado de su corazón. -Si la quieres .. ven, ven por ella.
IV.-
Continuará...ha
sido la palabra de esta historia. La vida continúa, con o sin nosotros. Las
oportunidades pueden pasar sobre nosotros y no volver más. Nuestros personajes
siguieron sus vidas, ahora la vida les ofrece otra oportunidad. ¿Cómo esta historia puede continuar?
Nota
del autor
El
poema Urbano, usa el lenguaje narrativo de las historietas de los años 60.
Historias que debían continuar una semana después con la publicación del
próximo número de la revista, el
uso de Continuará remplazando el FIN, permitía al lector imaginar e involucrarse en la narración, es lo que se buscó
también en Urbano. La estética del poema es una cita de los personajes Pierre y Mireille del curso
de francés de audio y diapositivas que se ofrecía en Francia en esos años.
Jorge J. Flores Durán
05/06
2014.
Iros
Leal
Texia Roe
Educadora, nararadora, enraizada en Las Cruces
Lenguaje
Juan Acevedo Leiva
salió de la casona que le dio el sustento a los 14 años ,cambiando la comida y
el camastro por el arduo trabajo agrícola.
Solo sonriò
escuchando los ladridos del Manchado unidos a los vaivenes de la cola en cada
despertar.
JUNTOS TOMABAN
AGUA,JUNTOS COMIAN, JUNTOS DORMIAN
Supo de su cambio a
hombre por el notorio crecimiento de los pelos negros en los sobacos y parte
inferior; y por el casi aturdimiento al conocer a Maruja, una muchacha màs
bella que el amanecer verdeamarilloazul .
Un dìa la
abordò temeroso y le dijo: ¡Guau ¡ ¡Guau ¡
Patricio
Alarcón Carvacho
Educador, psicólogo, ensayista,
impulsador de una mirada integrativa
a la salud y a la
coexistencia.
UNA MIRADA
COEXISTENCIAL E INTEGRATIVA DEL SÍNDROME DE DOWN
Patricio Alarcón Carvacho
___________________________________________________
“Tengo la lengua larga/Podría
ser libélula o lagartija/ Tengo los ojos de almendra/ tal vez salí de un nogal/
Mis manos son pequeñas/ podría ser un niño/ Creían que todos éramos gorditos/
podría ser un globo/ Y nadie le apunto/ Sólo tengo Síndrome de Down“
María Luisa
Chávez (Educadora Diferencial y estudiantes de
la Carrera Salud Integrativa.)
Un intento de mirar el Síndrome
de Down, desde una perspectiva integrativa y coexistencial, trae a la mente
muchos temas y matices, surgidos de la experiencia teórica y vivencial.
Sólo a modo de semilla, para
continuar sembrando esta reflexión y búsqueda de la apertura a un paradigma más
parecido a como es la realidad, se desarrollan brevemente los siguientes
tópicos.
§ MENOS COMPARACIÓN NEGADORA DEL OTRO Y
MÁS VALIDACIÓN POTENCIADORA DEL SER.
Las investigaciones caminan
en dirección opuesta al hombre, mientras más explicamos la realidad más nos
alejamos de ella, cuanto más intentamos comprenderla por esta vía metodológica
más desconocida e incomprensible se torna.
La descripción de algunos o
alguna dimensión de esos algunos, como un conjunto de síntomas, como una
persona en falta, enferma o imperfecta, es producto de un tipo de lenguaje que
tiene una vestimenta predeterminada por una macro estructura creada para
controlar e influir, esta dominación e influencia ejercida sobre nuestro modo
de pensar, somete y determina nuestra semántica lingüística. Algunos de estos
recursos de dominación epistemológica son: el prejuicio, que es una especie de
economía mental, que opera reduciendo el todo
a una de sus pseudo-partes, otro modo
de control gnoseológico es el recurso de agrupar la realidad de acuerdo a
estándares de normalidad, impuesto según la conveniencia de moda.
La explicación de la
realidad y el afán sobre-legitimado de hacerlo, es la “realidad” establecida y homogenizada por los sistemas de
poder. Es de esta pseudo-realidad o espesor
del mundo, del que se requiere librarse para verse a sí mismo y a los
otros. A más explicaciones más espesor,
a más explicación del otro más distancia entre el yo y el tú.
Se requiere reducir las
explicaciones que nos alejan de los otros; y cambiar o a lo menos complementar
tanto pensar; con más caricias, más abrazos, más sonrisas y más miradas. Más
ser quien se es para que el otro pueda ser quien es.
No deja de ser curioso que
lo que se requiere para ver y acercarse al otro, son las competencias propias
de un niño o niña con SDD. Parecen ser portadores de la llave que abre la
puerta a la existencia del otro. Saben hacer visible lo invisible, sin ningún debería, fue o será. En como un gesto
validador que facilita que todos los seres del planeta sean creados al existir.
Es como tener entre nosotros,
ciertos co-habitantes que desean enseñarnos a ser “dioses” creadores de los
otros.
Se necesitan más
"con" y menos "sin": Menos sín-dromes reductivos
y negadores del ser e identidad de los prójimos y más cón-dromes, videntes de las potencialidades, virtudes y sentidos de
los otros. Ya no es necesario seguir repartiendo etiquetas y de poner a los
niños y niñas en estantes diferentes, según lo dicta la taxonomía de moda, con
el pretexto de comprenderlos mejor. Un niño o una niña no necesitan ser
comprendido en su etiología, o en su neuropsicobiologìa, sólo necesitan ser
vistos y acariciados. Menos pensados y más sentidos.
§ MENOS MAPA Y MÁS TERRITORIO
Nuestra herencia y condena
epistemológica es el hábito de sobre racionalizar, de operar en la vida como si
hubiera una equivalencia ontológica entre la representación mental o semántica
de la realidad y la realidad política o “sin paréntesis” que esta representa.
En lo emocional también se suele vivir estos dos dominios
como equivalentes, por ejemplo se
puede experimentar como semejante, pensar en alguien que estar con alguien,
chatear con otro que conversar con otro, estar con la descripción o mapeo del otro (que no es el otro), que estar con el ser o territorio del otro (que es el otro).
El camino explicativo del
otro nos puede ocupar la vida, podemos pasar mucho del tiempo de estar con un
prójimo, construyendo un mapa de él, intentando que sea lo más símil a la
realidad para lograr conocerlo mejor cada día. La paradoja es que mientras más
se intenta conocer y acercarse a ese otro desde la óptica de la ”ontología del
explicar”, menos se le conoce y más se aleja, dado que el sólo existe, como si
fuera otra habitación, en el dominio político, habitación a la se puede
acceder, sólo con los lentes de la
“ontología hermenéutica”.
El desafío o la dificultad
para entrar a esa habitación contigua, donde un niño o niña con SDD “es”, es
aún mayor, sobre todo cuando se tiene un mapa que se perfecciona inclaudicablemente,
generado desde una necesidad que brota principalmente de esta supra-mente, a la
que se le atribuye el poder creador de todo lo que existe. ¿No serán los niños
y niñas con SDD, las puertas abiertas o las manos que invitan a cruzar desde la
habitación del no ser a la habitación del ser, desde el dominio de la
inexistencia al dominio de la existencia?
§ INCORPOREMOS EL UNIVERSO AL ENCUENTRO.
Es muy distinto ver en un
hijo, sólo al propio, que ver es
su mirada a todos los hijos existentes y existidos. El desarrollo de una mirada
transpersonal, permite ver en el otro a todos los otros y todo lo otro. Es muy
posible que una de las miradas más conectoras con la totalidad, la mejor
ventana a la trascendencia, esté en los ojos de un niño o niña con Síndrome de
Down.
Sólo cuando en los ojos de
un niño se ven todos los niños se ha visto a ese niño, existe una simultaneidad
hologramàtica, que hace posible
ver el todo a partir de una de sus partes y la parte a partir de ver el todo.
Al parecer hay seres parte-todo,
facilitadores del unitas múltiples.
Seres que desde su mismidad nos facilitan el encuentro con la otredad. ¿Habrá
algo más parecido a esos seres que un niño o una niña con SDD?
§ APROVECHEMOS A LOS TRADUCTORES DE
LA BELLEZA DE DIOS.
La conexión con el todo
incluye la belleza, no cualquiera, la trascendente la genuinamente estética. Es tan artista el que crea como el
que recrea lo bello. Pocas personas sienten, resuenan y recrean lo bello como los
niños y niñas con SDD. Por alguna misteriosa razón tienen vía libre a la
belleza trascendental, tienen la capacidad de conectarse directamente con el
goce de lo estético pleno. Entonces reguémoslos de poesía, de música, de
teatro, de pintura, para que florezcan en sus ramas todas las expresiones y recepciones
artísticas como un todo. También esta supra capacidad de los niños y niñas con
SDD, es una reiteración de su aporte coexistencial en dirección a la
trascendencia, con la distinción diferenciadora, de que es una invitación con
los pies en la tierra, en la perspectiva de la psicosíntesis de Assagioli, un
acceso a la azotea del edificio, habitando el subterráneo y cada uno de los
pisos intermedios.
No es extraño que muchos
artistas consagrados se hayan inspirado en el arte infantil o primitivo. Como
ha ocurrido con movimientos pictóricos como , naif, cubistas, fauvista u
onirista o con la variada música moderna que ha tenido su origen en los ritmos
y sonidos originarios de áfrica. Es como si en esas edades tempranas de la vida
y de la historia, más próximas al naturalismo y la pre-cultura, el alma se
conectara directamente con la belleza y con la unidad y armonía que le son
inherentes.
§ NO OLVIDAR AL NIÑO INTERIOR HOLÍSTICO, LIBRE Y SABIO
La naturaleza
sabia se encarga de mantener a los niños y niñas con SDD, lo más posible en
estado de niñez y con ellos la prolongación de su estado de seres existentes.
En esta condición conservan la capacidad de interactuar con los otros, como
holo-seres y pueden dar holo-abrazos,
holo-besos, holo-sonrisas... Enteros en cada una de sus partes y dimensiones.
También sus
emociones surgen diáfanas y directas de su vertiente natural, sin ninguna
brizna de pensamiento que las modifique o las confunda.
No se pierden
en la inexistencia del pasado y del futuro, existen plenos y completos donde
son, su presencia es plena y consciente en el aquí y el ahora. Sus verdaderas
dificultades están en su incapacidad de negarse a sí y de negar al otro, de
dejar de ser o de rechazar la intimidad en la coexistencia.
Un atajo para
encontrarse más rápido con ellos, es precisamente, reencontrarse y liberar al
niño interior y volver a ser como niño, entonces se desplegará ante nosotros la
existencia perfecta y completa de él o ella y los puentes del co-sentir, del
co-amar y del coexistir estarán abiertos y unidos para el nosotros.
Cuando se está y se coexiste con cualquier
otro, incluido uno con SDD, como lo hacen los mejores maestros que son los
niños, se experimenta el gozo óntico de estar con la mejor persona y en el
mejor momento de la vida.
§ LIBERÉMOSNOS PARA PODER "VER" Y
"AMAR"
Una madre
cuando su hijo con SDD, ya había cumplido 25 años, después de fundar y liderar
una asociación pro protección de niños(as) y jóvenes con dicho síndrome, en un taller de desarrollo espiritual,
pudo por primera vez expresar el
dolor y contradicción que la
dominaba por años, en un llanto desgarrador confesó: que aún no podía superar el impulso de hacer algo
para que su hijo no existiera. ¿Qué esclavitud no le permitía mirar y ver a su
hijo y en ese acto simultáneo e inherente, amarlo?
Algunas
posibilidades esclavizantes,
generadoras de esta “ceguera de ver al otro” pueden ser:
(a) El mito familiar. La escuela sistémica
de Milán, señala que las familias tienen un contexto predeterminado para la venida
de un nuevo integrante, antes de llegar se le ha definido como va a “ser”,
cualquiera sea su forma ontológica asumirá la que el sistema familiar le ha
preparado. En ocasiones la vida juega en contra de esa intención pre
determinista y envía seres resistentes o rupturistas a ese mito o forma
ontológica predefinida, y por más que se intente, ellos se resisten a perder su
libertad de ser y de ejercer la existencia que le es propia.
(b) La imposición estética y ética, que
establece el sistema del control e influencia social sobre lo que es “bello” y
“bueno” para ser, tener y saber. Constituye lo obligatorio para entrar al
“reino de los cielos “de la vida moderna: de la inmediatez, del consumo y de la
inexistencia, sustentada en la negación de sí y del otro.
Que la
vida haga entrar a la propia
familia, a un ser opuesto a los estándares impuestos, a un pre- condenado a la
exclusión social; es sin duda una prueba máxima, es como intentar colocar una
pieza dentro de un rompecabezas equivocado, ¿cambiamos el rompecabezas, la pieza o a ambos?
(c) Liberarse de Los debería ser, que habitan como creencias construidas y aceptadas
en nuestra cabeza, alimentados por las comparaciones de lo “real” con lo “ideal” o estándares de “normalidad” o
“perfección”, y sobre todo por lo que el teórico sistémico de la comunicación
humana Paul Watzlawick, denomina: “el arte de amargarse la vida”
§ EL OTRO CAMINO
En definitiva,
cada uno de estos seres naturales, con una condición e identidad exclusiva y
necesaria, son la nota exacta y única, requerida para completar la
"sinfonía de la vida", de la cual todos somos parte, es por ello que
la exclusión de sólo uno de ellos, nos incompleta a todos.
Sin embargo,
el camino más transitado ha sido la exclusión y la negaciones en sus muchas
formas: como por ejemplo la "divinización", que es sólo un modo de
evitación de ver al otro, especialmente en una dimensión de realidad que cuesta
aceptar, otra versión que tiene el mismo fin es la "normalización",
igualarlo a aquellos socialmente más aceptados, otro modo más de negar su ser
para imponerle a asemejarlo a otro. También el apego generador de dependencia e
inseguridad con muchas de sus variantes, producto de la descripción de su
condición humana como inferior, vulnerable o enferma.
Lo más opuesto
a su razón de estar en el mundo, es recluirlos en un ghetto de
"semejantes"; sea este
un taller protegido, una escuela agrícola o una ciudad, es quitarle el sentido de su presencia
entre nosotros.
Comprender
dicho sentido y operar en consecuencia es el otro camino. La invitación es a
coexistir con ellos en la plenitud de su aquí
y su ahora, aceptando los regalos transformacionales que nos ofrecen.
Como por
ejemplo: El cambio paradigmático, que nos invita a salir de la
"cárcel" psicosociocultural en que nuestros valores, satisfactores de
necesidades y proyectos de vida se encuentran condenados. Estos liberadores, no
claudican en su esfuerzo de que hagamos la tarea, de aceptar aquello que se nos
enseñó a rechazar, de validar aquello que se nos enseñó a negar, de incluir
aquello que se nos enseñó a excluir, de
integrar aquello que se nos enseñó a fragmentar, de dudar de aquello que
se nos impuso como certidumbre, de ver lo que se nos ha invisibilizado.
El otro camino, como ya se ha señalado nos
invita a ver a esos otros como nuestros espejos; para reencontrarnos cada día
con nuestro niño interior, para que no olvidemos existir y abrazar con todo el
ser, a coexistir y sonreír en el aquí y
el ahora, a sentir las emociones, a enamorarnos de la vida y gozarla
convirtiendo cada instante en un momento
único y perfecto.
Ese otro camino, nos abre las puertas a la
trascendencia (a la azotea del edificio) de modo simultaneo que nos invita a
tener siempre presente la realidad humana originaria en sus raíces
ontogenéticas y filogenéticas (subterráneo del edificio). Este otro camino es
aprender a integrar el ser del otro y el propio en cada una de sus dimensiones
temporales, evolutivas, socio-bio-efectivas y espirituales. A pensar, sentir y
vivir como un todo con el todo.
Ese otro
camino es aceptar nuestra condición humana, nutriendo con especial énfasis
nuestra libertad, nuestra capacidad de amar la vida, a nosotros y la
projimidad. Ahí están los maestros al alcance de nuestras manos, de nuestros
corazones y de nuestras almas, podemos huir de ellos o alejarnos de nosotros y volver a encadenarnos en las sombras de la caverna, o bien
aceptarlos, aceptarnos y salir liberados a la "luz" de la felicidad.
Daniel Rojas
Soy alguien que busca ser un ser humano.
Estudio medicina, pero quiero estudiar y vivir la
salud.
Y no sé si tengo la dicha o la desdicha de tener el
vicio de querer aprender de todo porque nunca es suficiente.
Nací en Perú y soy del mundo.
Me comparto con ustedes en asombro y contemplación.
Justina
Una vez en
Junín, en una zona de la selva, un viejo señor me dijo que iba a ser
antropólogo. Él me dijo que a través de la ayahuasca encontraría mi camino
porque todo iba a ser más claro, por fin llegarían las respuestas que necesitaba
y que iba a ser una experiencia en la que me iba a transformar.
El tiempo
transcurrió y las sincronías poco a poco se manifestaban. Yo, intrigado por las
medicinas que plantean más que antibióticos y fisiopatología acudí a una
conferencia sobre el uso del San Pedro (Trichocereus
pachanoi) en los curanderos del valle del norte. Cuando finalizó la
reunión, me acerqué a una chica de poncho y sombrero que me causaba una
repentina curiosidad y no sabía por qué. Ella era Ariel y me dijo que era
extraño ver estudiantes de medicina en estos lugares, me dijo también que era
importante expandir el pensamiento, el alma, la consciencia y que las “plantas
maestro” nos guían en ese camino, me preguntó si yo conocía a los abuelos, si ya había tenido alguna
experiencia así y si yo estaba interesado en conocerlos. Yo dije que sí los
quería conocer.
Ese fue el
día acepté participar en una ceremonia de ayahuasca.
La reunión
iba a ser un sábado por la noche. Tenía que cumplir una dieta en la que no coma
carnes ni ají y debía mantenerme casto para vivir las experiencias. Todo era
importante, todo era fundamental. La reunión iba a ser en la sétima cuadra de
la calle Beethoven.
En ese
periodo estaba abrumado por las incertidumbres. Los estudios en la universidad
no eran satisfactorios, sino frustrantes, los días en el hospital eran un
suplicio, los maltratos a las personas que los médicos decidieron etiquetar
como pacientes eran el pan de cada día. La miseria de un sistema de salud
precario y obsoleto se manifestaba en todos los rincones del hospital y fuera
de éste también. Me había equivocado, yo quería aprender la salud pero me
enseñaban a manejar enfermedades con esa técnica de reparación de cuerpos
enfermos le llamaban medicina. Yo no sabía qué camino tomar, las preguntas eran
muchas y las respuestas eran tan pocas…
Creo que
aquel sábado yo ya no era yo. Sentía que algo fuera de mí llevaba mis pasos
hacia la séptima de Beethoven. Era como si en ese momento mi ser ya no me
pertenecía sino que formaba parte de algo mayor, inexplicable, superior. No
entendía por qué estaba yendo a ese lugar, iba a estar solo, con personas
desconocidas, en una ceremonia de la que no sabía nada, me estaba exponiendo a
un sinnúmero de riesgos y a pesar de todo eso me encontraba a pocas calles del
lugar de encuentro. No había retroceso, era una decisión tomada.
A pesar de
mis temores e incertidumbres, me encontraba sentado en el suelo formando un
círculo con los demás asistentes. A la cabeza de esta reunión estaba la Maestra
Justina que venía de Pucallpa, una región en el interior de la selva. Ella se
veía tranquila, recostada sobre una manta con diseños shipibos, kené en su idioma original., luego
fumaba tabaco y soplaba el humo hacia la botella donde estaba la ayahuasca
mientras cantaba en su idioma los ícaros,
canciones ceremoniales para invocar a los espíritus. Al final de ese preámbulo
nos ofrece un vaso con la bebida. Ella nos dice que nos va a cuidar y que nos
cantará para sanarnos cuando la planta haga su efecto.
Lo que
sucedió luego fue complejísimo e indescriptible, mientras sentía que
ascendía veía colores violetas,
rojos, amarillos que formaban hélices y espirales y tenían sonidos claros,
armónicos y suaves, en efecto, sentía que podía escuchar los colores. Ascendía
hacia el cielo y veía como una divinidad descubría el velo que tenía en la
cabeza, abría mi cráneo y mi cerebro por fin estaba conectado con el universo,
por fin ya podía aprender las lecciones que tenía que aprender en esa sesión.
La divinidad estaba en lo alto, fuera de este mundo y me invita a su paraíso
donde iba a tener mis aprendizajes, en aquel lugar estaban todas las “plantas
maestro”: la ayahuasca, el San Pedro, el peyote y todas las que existen y las
que dejaron de existir, todas las plantas estaban ahí para enseñarme los
secretos que aún no había aprendido, detrás de mí estaba un gran árbol de ficus
que era como un hermano para mí, la divinidad y las plantas me enseñaron que
tenía que cuidar a la naturaleza, que animales, plantas y rocas somos hermanos
y tenemos que respetarnos, me sentí triste por no poder proteger a la
naturaleza, por permitir que las empresas extractivas hagan tanto daño a los
bosques y a las lagunas, pedí perdón y me dijeron que tengo que cuidarlas.
Después de ello me mostraron a mis compañeros de universidad, los veo
estudiando, día y noche y entregados todo el tiempo al hospital, sin tener otra
opción, como si estuvieran atados y luego me veo a mi mismo con guardapolvo
blanco y estetoscopio en el bolsillo escribiendo un informe médico con unos
deseos reprimidos de salir y aprender más del mundo y de la vida, en esa visión
me cuestionaba sobre el modelo médico y sus abusos, pero no podía seguir
pensando porque tenía que terminar el informe médico. La idea era clara como un
amanecer: el ritmo que se lleva en el hospital nos puede convertir en
autómatas. Luego estoy en el jardín con las plantas maestro e invito a mis
compañeros de la universidad a que vengan y aprendan conmigo, pero ninguno
quiso salir del hospital, me sentí triste porque no se dieron la oportunidad de
aprender, de arriesgarse y trascender. Las plantas me dijeron que tenía que
tomar una decisión y arriesgarme a seguir mi camino. Ellas me dijeron que la
medicina no es mala, pero que ha sido desnaturalizada, los médicos son personas
que tienen la intención de ayudar a los hombres pero es el ego y la
automatización la que los desnaturalizó. Después de esa visión, las plantas me
muestran a mis padres, su sacrificio constante, sus esperanzas en mí, sus
anhelos para que termine los estudios y que ya no me perturbe tanto con mis incertidumbres,
me muestran su tristeza y preocupación y me dicen que no les falle, que tengo
que darles lo mejor de mí, que tengo que saber retribuir aquello que me
entregaron.
En ese
momento la divinidad y las plantas me dijeron que la lección ya acabó y que era
momento de regresar a la tierra. Yo no quería volver, les dije que estuve muy
poco tiempo y que aún quería seguir aprendiendo, les dije que estuve solo
treinta minutos y hay mucho por aprender, pero la divinidad me dijo que estuve
con ellas treinta años. Me dijeron que volveré pronto y que nos encontraremos
nuevamente.
Antes de
irme, la divinidad y las plantas me dijeron que la verdadera medicina está en
el amor y que cada momento de contemplación y asombro es un momento compartido
con las divinidades.
Todo ese
tiempo estuve con los ojos cerrados, pero consciente, las luces de la casa
estaban apagadas y la Maestra Justina cantaba dulcemente sus ícaros, a través de sus canciones podía
tener visiones de lugares y personajes fantásticos y figuras geométricas
complejas, pero poco a poco las visiones y las imágenes eran menos intensas, el
efecto de la planta estaba terminando y una extraña mezcla de tranquilidad y
temor me embargaba, me sentía en paz por aquellos aprendizajes que tuve y por
las decisiones que fui tomando, pero me sentía agobiado porque no sabía si
estaba vivo o estaba muerto, tal vez mi consciencia se podía conservar a pesar
de la muerte y tenía un temor a dormir porque pensaba que tal vez no
despertaría. Finalmente, decidí recostarme y cerrar nuevamente los ojos...
Al día
siguiente cuando llegué a casa le di un abrazo eterno a mis padres y me fui de
descansar.
Luis Weinstein
Poeta, ensayista, educador comunitario, médico psiquiatra y de
salud pública.
La Plaza del desarrollo personal, el cambio cultural y la dimensión poética de la vida
.
I) Hablando de Egoemia
Hablando de la
Egoemia
Entre las informaciones difundidas por el antiguo agente Raiinden ,se encuentra estas conversaciones , captadas con un
extraordinario sigilo.
Hablando en la Real
Academia Española(RAE)
Señor de gafas oscuras con una cadenita de oro:
“En una revista virtual se
está usando la palabra egoemia”
Risas en la sala .
Un señor de levita oscura se levanta indignado
“Es inadmisible, es una
idea mía, está en mi Diario”
Cambia el clima de la reunión. Desaparece todo asomo de hilaridad .Se
siente como se confunden la ira y la consternación.
Hablando en una reunión
clínica en la Universidad de
Harvard.
Se está presentando a
un enfermo con una anamnesis próxima
y remota , un examen físico y una batería de exámenes de
laboratorio muy completos . Muy bien centrados. Muy orientados
hacia la evidencia
Un alumno pregunta, con timidez, ¿Y…cómo anda la egoemia?
“Los payasos para fuera”,
responde el profesor, totalmente
fuera de sí, aquí estamos
en algo serio.
Hablando en un encuentro de
personas supuestamente muy
próximas a la iluminación.
Una joven muy cercana al
maestro: “Me pregunto si nuestra atención al ego no nos arrastra, a veces , a no encaminarnos
en una ecología de yo abierta a compatibilizar el amor y el desapego… la
individuación y la visión universal…
El maestro la mira con
distancia, sin disimular un dejo de decepciónn y cansancio.
Un ayudante se apresura a
interpretarlo y dice; “es una pregunta desde el ego.”
Otro no se retiene y dice
;” sí, si existiera el examen ella tendría la “egoemia” bien alta.”
La joven lo mira y .llorosa y , dejando la sala dice :
“sería bueno que todos
pudiéramos medir nuestra egoemia”
II Palabras amigas (Continuación)
Caos
Un
Dios desapegado que se retira después de cada creación y que con todo desenfado
vuelve luego a convertirse
con todo su cuerpo en nueva creación
Casi
Dios
de poco perfil pero de
profunda influencia en la realidad a la escala
humana, siempre al borde de sentirnos inmortales, o. más humildemente, realizadores totales de nuestra esencia
Coincidencias Significativas
Atisbos,
murmullos, señales que nos llegan desde el misterio
La
sospecha de que contamos con un
doble
Un
gesto de amistad entre la objetividad y la vivencia
Un
camino para asumir confiados nuestra finitud.
Colección y Poesía
El
coleccionar puede ser un medio de resistir la intensidad de la vivencia poética o mística
Ha,
sin embargo, colecciones de
textura poética: juntar miradas, enhebrar encuentros, hacer collages con
utopías.
Coleccionismo
Tendencia
compulsiva o hábito simple de juntar objetos, recuerdos, rutinas… Es un medio
de defensa ante la condición
humana básica de separación, por conciencia de sí, razón, imaginación(Erich
Fromm) La vivencia de momentos significativos demasiado fuertes
Colores
VIVIR LOS
COLORES ( 1980)
Buscar
los Colores, darles la mano, seguirlos a diario, desnudando lo que sentimos a través
de la critica y la autocrítica, en la amistad, la pareja, el grupo, la
comunidad, la familia, la educación.
Identificar el color de nuestras vivencias como formas de conocernos, de
crecer, de comunicarnos, de ir transformando la sociedad. Dejar que los colores hablen entre si,
se asomen a los sueños.
El
café es la herida porque se olvidaron de ti, no te reconocen, prefieren a otro…
Es la reacción sensitiva, el centrarse en el ego o el narcisismo, o la
quisquillosidad pequeño burguesa de otros tiempos. Se la experiencia como puñalada profunda. No deja dormir. Perturba el trabajo colectivo y los
vínculos amorosos con su sesgo individualista.
Cuando
se logra superar esa vivencia penosa, se recupera un centro más universal, el
amor en vez del narcisismo, la unidad de todo en lugar del ego, la humanidad,
versus el individualismo, la magnanimidad y el perdón en vez de la afrenta
dolorosa… el café se transforma en naranja. El naranja, balsámico, es la vivencia de restablecimiento de
lo adulto, lo grande, después del café.
La
vivencia de ternura evoca el turquesa.
Es el anciano feliz de identificar a su antiguo amigo y que solo puede
expresarlo con la mirada. Es el niño, la niña, resplandeciendo.
Es
la sensación de tibieza, de acogida, de proximidad.
El
azul es la apertura, el estar en el proyecto de cambiar la vida, el horizonte
en grandes avenidas. Invulnerable
a las carencias. Identificado con
lo constructivo y lo profundo.
Seguro, pero al mismo tiempo atento, flexible, en sintonía. Es la mirada más directa a los ojos, a
la verdad compartida sin velo alguno.
El celeste anuncia lo azul, es la amplitud en ciernes, no consolidada
todavía.
El
gris es su reverso. Lo chato, lo
mezquino. También lo fatuo, lo pedante, lo inauténtico. Lo que va contra la vida. Es la tortura. Es la sordidez de la explotación. Es la ofensa del lucro y la
ostentación. Es la búsqueda burda del poder del dictador y el financista y la
menos transparente de las inconsecuencias de la familia o el grupo progresista.
La
duda es violeta. Tanto más violeta cuanto más ultima, más un situarse en la
necesidad radical de certeza. A
veces es el color de la crítica, de la investigación. La pregunta que abandona raíces y empieza a humear de
inasible se va haciendo violeta, como la duda entre el vuelo, la magia y la
disciplina humilde del trabajo de hormiga.
El
amarillo es alegre, liviano, aceptador.
Como salir silbando de madrugada.
O jugar a la escondida con un niño pequeño.
El
verde es la prodigalidad de la naturaleza, dándose en plenitud, incluyendo
paisaje, animales, océanos, ciudades y seres humanos. Es la integración.
Lo ecológico. Es lo amistoso,
en contacto, unitario. Es un
momento, una actualización del azul, una visión holística.
Lo
negro es el polo radical de lo azul, la exigencia de infinito, igualdad, el
derecho absoluto a la diferencia.
Entre
el azul y el negro, el endrino es el instante del hallazgo, la apertura azul y
la afirmación total, negra, se encuentran en la aparición de lo nuevo, ideas,
arte, vínculos, mutación…
El
rojo es el momento de pasión. La
sensualidad tierna turquesa, la juguetona, amarilla, se hacen turbulencias,
turgencia, orgasmo, eclosión, marejada revolucionaria, gritos torrenciales de
los pueblos. En general la lucha
es más bien rojo pálido, rosa, fervor contenido. Enrójese al tomar plenitud, al llegarse a lucha denodada,
inspirada. Lo revolucionario de la
revolución. Lo evolucionario en ciernes
Lo
practico, sin alma, sin odio, sin amor, sin amplitud, sin sombra, es el sin color,
a veces grumosos, viscoso, aunque es difícil que no se tiña de gris.
Dejémoslo
acercarse-azul apertura, gris negatividad, café narciso, naranja café
metabolizado en saludable, rojo revolucionario en lucha y fervor, negro total,
utópico, verde ecólogo integrador, endrino distante creativo, violeta de dudas,
pragmático sin color.
Comunicación profunda
Una
necesidad básica, radical,un yoga de occidente para el desarrollo integral de las personas, los vínculos, los grupos cara a cara, las
redes basadas en la confianza.
Comunidad
PARTIR
DE LA RIQUEZA DE LOS POBRES
UN
MODELO DE AUTO DESARROLLO
DE
LA SALUD INTEGRA
México
1997
El
gran poder de los pobres es su riqueza moral, su desarrollo en humanización, la
salud de su evolución como personas.
Al
hacer este enunciado, a la vez adelantando lo substantivo de esta presentación,
lo que quisiéramos que fuera más perdurable, necesitamos aclarar, de inmediato,
dos posibles fuentes de mal entendido.
Existe,
a nivel de supuesto básico, de creencia, la consideración propia de las
conceptualizaciones disyuntivas, divergentes, en que una referencia al poder,
la riqueza, la salud de la pobreza pasa a implicar un desconocimiento, una
afirmación de índole cínica, lúdica, irresponsable, ante el drama del hambre,
la falta de atención médica, la falta de acceso a los logros de la modernidad
de quienes viven en la pobreza económica
Ese
cuestionamiento, desde el sentir común, se empalma, con facilidad, con la
sospecha de que al hablar de
riqueza de los pobres sólo se quiere hacer un arabesco retórico sin mayor
contenido o con algún, por ahora oculto, afán instrumentalizador.
De
alguna manera, el texto entero pretende dialogar, exponerse a esas miradas para
fundamentar una óptica abierta, de impronta integradora, en condiciones de
asumir las críticas, los otros énfasis, los escepticismos.
La
pobreza es una dramática realidad, en Chile, en México, en el mundo. El modelo
de economía, las directrices culturales globalizadas, van acentuando las
diferencias entre el norte y el sur, entre ricos y pobres en todo el orbe. El
proceso se da en medio de cambios vertiginosos científicos técnicos que van
transformando nuestra cotidianidad, haciéndonos cercanos a lo más distante en
la superficie de la tierra, seguramente contribuyendo a que nos hagamos cada
vez más lejanos al vecino y a nosotros mismos.
Por
primera vez en la historia, justo cuando se pone en sospecha las utopías, las
ideas generales, la posibilidad de evolución humana, se van generando
condiciones para la integración de la especie.
Un
desgarro, una profunda tensión contrapone el avance científico tecnológico, la
oportunidad del encuentro humano planetario, con la fría realidad de la pobreza
económica, de la corrupción, la violencia en la casa, la calle, el estadio
deportivo, la cámara televisora, el escenario sangriento de Ruanda y de Bosnia,
de las Mururuas, los Chernobyles y los Hiroshimas, las cifras espeluznantes del
avance en la pobreza en forestación,en biodiversidad, en calidad del aire y del
agua…
Es
la crisis, mega amenaza, fantástica oportunidad de desarrollo humano.
Es
desde este escenario que la pobreza irradia, en inasible paradoja, las riquezas
no siempre transparentes bajo la pesada cobertura de las carencias en torno a
las necesidades básicas. Todos tenemos la experiencia, en el hacinamiento, en
medio de la ansiedad por afrontar los gastos de transporte para atender una consulta médica de urgencia, de la
contundencia de un abrazo cálido, del chisporroteo de una nota de humor
oportuno, del compartir fraternal de la sal o el azúcar, la silla o la cama.
Seguimos
aclarando. El cuadro es, efectivamente, multicolor. Junto al altruismo del
pobre emerge, también, el egoísmo, la agresividad, los celos tormentosos, las
dependencias adictivas, el machismo desenfrenado, la obsequiosidad ante el
poder. No se trata de idealizar. Si queremos esbozar una pequeña
sistematización de esta viñeta inicial, podría decirse que, frente a la gran
crisis de la época, del mismo modo que el avance tecnológico tiene, como Jano,
una doble cara en relación a la expectativa de desarrollo, de evolución humana,
siendo gran factor de destrucción personal, social y ambiente y, a la vez
recurso potencial para la convergencia de la especie homo sapiens, en forma
semejante la pobreza es expresión de degradación y espacio de esperanza.
No
se trata de la visión romántica de los pobres felices haciendo aquí el reino de
los cielos, tampoco de su réplica secular que los asume como el gran actor de
vanguardia para los cambios sociales. Es la mirada a los pobres desde sus
riquezas.
Mi
experiencia en trabajo comunitario es muy extensa, viene de actividades
voluntarias de educación popular desde antes de los 15 años y discurre, a
través de diversos rieles, hasta la fecha, en que me acerco a los 65 años. Lo
que he aprendido, lo que quiero transmitir, es que hay una necesidad humana de
ser legitimado, de ser reconocido como semejante, a partir de lo que se es y no
de lo que no se es, de la riqueza y no de la pobreza. Por cierto, eso no es
sólo atributo del pobre, no hay forma de trabajar con el burócrata, el
empresario o el miembro de una elite política sin partir con aquello que
constituye su proyecto más intimo, lo que le da identidad existencial, más allá
de las pertenencias, de la imagen. Es evidente que ello es condición necesaria,
no suficiente, para el diálogo, para abrir la vertiente del desarrollo de
conciencia, de ser persona. Hay
que encontrar el espacio, si ello es pertinente, para decirle al rico que es
pobre en sensibilidad o en imaginación antropológica. No podemos esquivar el
compartir con el pobre toda la geografía de sus carencias en lo material y lo
espiritual. De lo que se trata es, en el proceso de relevamiento general, de
fortalezas y debilidades, de ayudar al desarrollo de una gestalt en que se dé
un juego de figura y fondo, poniendo en el centro esa nota inevitable en cada
ser humano de aportar un significado, un matiz, una riqueza.
Mi
primer recuerdo de trabajo poblacional, un taller de dibujo espontáneo con
niños poblacionales, me trae, desde la adolescencia, la imagen de unos niños
harapientos moviendo líneas y colores, con verdadera fruición, la red orgánica
de cambios alrededor con los padres haciendo preguntas, conjeturando sobre
cómo, en sus palabras, ellos (los niños) mejorarían en su conducta a partir de
sentir más estimación propia y ajena, de ser conscientes de su riquezas de
sensibilidad.
Sigo
empinándome secuencialmente en el pasado. Segundo año de medicina, un curso
tensado por diferencias partidarias aborda el trabajo de una población
marginal. Sentimos la sorpresa, la lección de humanidad que se desprende, que
se asimila, del saber, de la sabiduría con que nos acogen los dirigentes
locales. No estudian anatomía y biología, pero entienden de organización, de formas
de comunicación, de liderazgos. Ahora diríamos que había riqueza participativa.
Después, cómo olvidar mis dos años de
tesis en medicina trabajando con niños vagos. Quise catalogarlo desde lo que no
tenían: sus déficits en equilibrio emocional, en aprehensión de la
normatividad. Eran pobres en fuentes legitimados de socialización, carecían de
nexos regulares con sus familias, no iban a la escuela. Sin embargo, cómo no
admirarse de su vivacidad, de cómo disfrutaban de la libertad, de su innegable
riqueza solidaria que los hacia repartirse equitativamente los botines y los
espacios para ver, ingresando en forma clandestina, sus muy queridas películas,
precisamente, mexicanas.
No
puedo seguir más allá en este ovillo de recuerdos. Pasemos a una última viñeta.
Mi primer trabajo profesional, una unidad de medicina integrada en un barrio
popular de Santiago. Nuestro equipo convive estrechamente con la población. De
súbito, algunos descubrimientos, una parte de nuestras consultantes más
enfermos son espléndidos lideres comunitarios, ricos en liderazgos morales.
Sobresale, entre múltiples dinámicas,el hallazgo de un grupo de adolescentes
que se hace llamar Centro de Estudios y realiza por su cuenta un trabajo de
formación con sus mayores y menores, compartiendo la tradicional riqueza de
ideales de la adolescencia.
Hago
un gran salto en el tiempo y llego a una experiencia actual, las Casa de Todos,
centros de activación de la tercera edad creativa en que se convive, se sigue
creciendo, se aporta a la vida comunitaria. Vi el emerger laborioso de una Casa
de Todos en el barrio de Ñuñoa hace 5 años, una pequeña ONG, una casa
facilitada por la Municipalidad. Ahora hay mil trescientas personas inscritas,
algunas acuden a conversar un café, otras hacen talleres de tejidos, yoga,
alguna forma de arte, participan en sesiones de conversación masiva, en
talleres para jóvenes y niños, hacen de embriones de un movimiento social de la
tercera edad, actualizan la riqueza en sabiduría de las personas mayores.
El
período pre profesional y los primeros años de trabajo fueron dándome
hipótesis, pistas, incentivos para dedicarse progresivamente a centrar mis
actividades en la idea fuerza de salud, de lo positivo, de la riqueza de las
personas. De la noción guía de medicina integral pasé a la concepción de salud
integral, trans médica, trans disciplinaria, cultural.
Salud
integral, a mi juicio, es una forma de utopía concreta que, a diferencia de la
pretensión inalcanzable del completo
bienestar de la Organización Mundial de la Salud, entra a un terreno no
sólo de visión general sino, también, de operatividad. En ella, salud, es la
actualización de las capacidades humanas, en que siempre hay cambios,
contradicciones, diferencias. No es un ideal, es la plasmación, siempre
relativa, de las potencialidades de individuos, grupos, vínculos, comunidades,
culturas, de las relaciones con uno mismo, con los otros, con la vida.
En
el fondo, usar el concepto de salud es un medio de ganar presencia en el debate
cultural con un instrumento para la humanización, para aportar al
enriquecimiento de la vida incorporando una señal fácilmente reconocible,
legitimada, que puede servir de nexo para muchos que están a favor de otra
cultura, de un modelo de desarrollo que encare decididamente la pobreza, la
ecología, la calidad de vida.
En
la salud integral hay, medularmente, una afirmatividad, una opción por el ser,
por la riqueza humana. Mi práctica ha consistido en desarrollar un modelo
teórico y educacional para la formación en salud integral.
No
es sólo un modelo para trabajar con la pobreza, lo utilizamos con estudiantes,
con educadores, con personal de salud, con mujeres, con la tercera edad, con
ecologistas, en la línea de enfrentar la crisis con una opción por la
humanización.
Se
parte de asumir esta afirmatividad básica, esta gestalt que se apoya en
riquezas, en lo positivo de la persona, para entrar secundariamente en las
deficiencias.
Con
grupos de animadores, con dirigentes, con todos los que puedan ser multiplicadores,
trabajamos con un primer módulo de apertura a la positividad, en un grupo de
encuentro, de diálogo básico, en que, con diferentes técnicas ayudamos a que
los protagonistas asuman la historia de su proceso de maduración en el contexto
de aprender a mirar al otro desde sus riquezas, desde su salud positiva. Así
hay reencuentros con el dolor, con las figuras modélicas, con los vínculos y
abandonos que fueron ayudando a desarrollar visiones y voluntades
constructivas. Al mismo tiempo, se dan y se reciben apreciaciones sobre lo que
cada uno tiene de valioso, de riqueza personal, en intercambio grupal.
El
segundo momento es el de la búsqueda de los referentes, las concepciones de
realidad, de ser humano de quién cree ser, modulados con la orientación
respectiva hacia ideales, de sociedad, de desarrollo, de quién quiere ser. Es
una demostración, una provocación, la búsqueda de la iniciación de un proceso
de revisión permanente, de crecimiento para toda la vida.
En
ese contexto, desde un reconocimiento de la importancia de la seguridad y de su
ligazón indisoluble con la creatividad, presentamos nuestra opción sobre los
fundamentos del desarrollo humano, haciendo hincapié en que no es una verdad,
es un tipo de percepción en que la invitación es a que cada uno busque su
propio centro, sus fundamentos éticos y epistemológicos personales. Todo,
naturalmente, en lenguaje vernacular, con ejemplificación, con el nivel de
abstracción posible en cada contexto.
Para
nosotros, la salud humana depende de sus fundamentos biológicos y económico
sociales, pero su nota propia, más irremplazable, está en la intimidad de la
conciencia, en el yo.
Sí,
con personas en la miseria, enfrentando necesidades básicas, compartimos las
inquietudes existenciales, quienes somos, qué queremos decir con yo – ego –
ista, mala onda, paleteado…
calificativos con los que se transita en las organizaciones populares y
en las familiares, como en toda la sociedad.
Con
imaginerías, con juegos, con representaciones, entramos en la ecología del yo,
en las tensiones entre autonomía y participación, lo original, la
individuación, lo compartido, lo universal.
En
la medida de lo posible, llegamos a la vivencia que creemos básica para el
filosofar actual como lo fuera en los tiempos clásicos, al asombro, a repetir
las preguntas olvidadas de los niños, los devaneos de los adolescentes, a lo
que nos coloca en la tradición de “las flores y cantos”. Más de alguna vez
hemos recordado ante un grupo atento y emotivo a nuestro Tlamatine,
Nezahualcóyot: “acaso de veras se vive con raíz en la tierra...”
El
asombro existencial se nutre con los aprontes biográficos, con la apertura a la
comunicación, dando lugar a distintos planos de esta ecología profunda, en
particular a la elaboración de las tensiones entre lo individual y lo social,
como al binomio básico del compromiso y del desapego. La salud integral
invitando a la síntesis, individualización y sentido vincular, social,
ecológico, compromiso aquí y ahora, mañana y entonces, desapego, capacidad de
no involucrarse, de dejar espacio, de separarse del poder, de contemplar.
El
tercer módulo es la invitación a situarse en el eje vida cotidiana y
disciplinas. El plantearse caminos de intervención en la vida personal y
social, acompañado por la práctica de ensayos, de disciplinas, de una
preparación permanente. Es el supuesto de que el avanzar en la capacidad de
elegir y de autoelegirse requiere de disciplinas permanentes; es un pivote de
la salud integral, el auto desarrollarse, auto encauzarse, autohumanizarse, la
réplica a la mecanización, a la reificación.
No
tenemos espacio para pormenorizar todo el proceso que viene después de esta
fase introductoria, la demostración de las disciplinas propuestas como una
forma de motivar a que los participantes encuentren, investigando y creando,
sus propios caminos al modo como la mayoría de los padres, las parejas y las
amistades llegan a sus propuestas diferenciadas, pero asumiendo, aquí,
responsabilidades de sistematizar y evaluar, de auto conducción.
En
brevísima síntesis, las disciplinas propuestas son de índole individual, cada
uno trabajando consigo mismo, de tipo vincular, elaboración especular,
comunicación profunda en pareja; grupo de crecimiento, abierto a la
diferenciación personal y a la perspectiva comunitaria. Es decir, un proceso
del trabajo de ampliación de conciencia a ser hecho sólo, con alguien
significativo y con un conjunto de personas convergiendo hacia los mismos
objetivos. De lo que se trata es de disminuir las pobrezas y desarrollar las
riquezas, abarcando lo concreto de la jornada diaria, los valores, la capacidad
reflexiva, la proyección social y ecológica. Todo, en una investigación y
acción creativa en que, a base de un módulo provisorio, semi estructurado, cada
uno, cada pareja, cada grupo, va definiendo y redefiniendo su marco de
referencia, sus metas y su metodología de desarrollo.
En
medio de la pobreza económica, hemos visto a grupos de mujeres, a jóvenes, a
ancianos, a deportistas, admirarse, asombrarse, de la posibilidad de comunicarse,
de sentir que la relación yo – tú puede ser de una gran profundidad,
conmovedora, llena de matices, entender que la primera enajenación es la del
propio yo, es la de navegar a deriva sin proyecto, sin elección de sí mismo, el
vislumbrar las múltiples dimensiones del trascender, con los otros inmediatos,
con los sólo “fantaseables”, con el proceso de humanización, con la naturaleza,
con nuestros límites donde empieza lo otro, lo inaccesible.
Trabajando
en la pobreza, equipos de salud, de educadores, de desarrollo social, viven
también el momento del auto descubrimiento y de la intervención con ellos
mismos, entendiendo la perspectiva de Tagore, “el ser humano es como un niño,
su padre es el poder de crecer”.
En
las interfases de los dos procesos de crecimiento, de pobladores y de equipos,
a medida que la heterogeneidad se transforma en complementariedad, se reconoce
la igualdad existente y las diferencias de personalidad, biografía, proyecto y
ubicación socio cultural, se dan espacios para la confianza y la alegría, las
flores y cantos, la riqueza de humanización, el reconocimiento de que
inefables, no cuantificables, las posibilidades de transformaciones de
personas, vínculos y grupos son tan reales y necesarios como la crudeza y el
enfrentamiento de las privaciones. Así, el ámbito de la salud,del actualizarse
de la riqueza humana, de la utopía posible, concreta, no trepida, no se asombra
de entrar al terreno de los sueños y hace recordar la admonición de Octavio
Paz, “Merece tus Sueños”.
Confianza
Las
dos confianzas
Los
Desencuentros entre las dos Confianzas
Un
sueño de la prima de Federico García Lorca(1953)
Corría
, o más bien se arrastraba, el verano del año 1952. En el pueblo de Fuente
Vaqueros, próximo a Granada, la hora de la siesta se deslizaba lenta, calurosa,
somnolienta. Una señora de
apariencia benévola y de edad indefinible conversaba con un joven tenso
que, en mal castellano, le contaba
que venía a conocerla desde la Rumania comunista, porque deseaba tener un testimonio
directo de la vida de García Lorca para su tesis en la Universidad de Bucarest.
Le confesaba su temor a ser
víctima de algún requerimiento por la policía del Gobierno de Franco. Al mismo
tiempo, su entrada a España
había sido facilitada por
su padre, funcionario de la
embajada rumana en Paris, con una
fórmula muy especial que incluía unos documentos entregados por la Juventud Comunista francesa. Riesgos para
él, para su padre, para la misma interlocutora, prima del
poeta…qué difícil explicar todo eso,
tenía que reconocer que una fuerza invencible lo había arrastrado, forzado a comprometerse, a arriesgar a otros. Su voz
emotiva, su relato titubeante,
pusieron muy alerta a la mujer. Su edad se hizo más palpable, tendría unos 40
años con un aspecto general de
sexagenaria, de ser que ha pasado
por muchos sufrimientos, pero su mirada era transparente, joven, acogedora, con algo de magia, de
la blanca, constructiva.
Es
Federico… dijo, sentenciosamente
la prima, sin tono de alarde ni de excesivo énfasis. Sé por qué quiso que usted viniera. No se preocupe. Esta misión no le
va a interesar ni a Franco ni a las autoridades de su país. Se
trata de que usted escuche uno de
mis sueños. Yo le narraba mis
sueños a Federico; éste no se lo alcancé a contar antes de… Escriba mi relato.
Luego, déjelo en Paris, a ver si
su padre o alguien lo pone en manos de Mircea Eliade, su coterráneo de la
mitología comparada, ya que se
trata de una especie de Leyenda. Yo no sé nada sobre esos temas. Federico me
dijo que estuviera atenta a mis sueños. y
he ido aprendiendo a hacerlo, asumiendo sus misterios y mi ignorancia de
provinciana. Escuche, después hablamos sobre Federico y lo ayudo con eso que
hace en la Universidad. No hay problema, no le pasará nada, usted no lo va a
entender, pero quiero contarle que mi hijo va a Madrid a un Congreso de la Falange…Es algo de los
tiempos, de la realidad , no de los sueños… Se irán juntos, él lo acompañará en un par de días a
pasar la frontera. Escuche.
Eran
dos gemelas de apellido Confianza. Conversando con ellas se las distinguía por algo muy profundo. Ellas
decían que era la verdadera
identidad.
Ejecución
Confianza pasaba el día hilando
hechos, bordando circunstancias, trenzando obras de distintos colores,
navegando, diestra, por los soles del mundo, precisando el germinar de los trabajos y las rosas .
Existencia
Confianza acogía la sombra del tiempo, amamantaba la parte invisible de las
miradas significativas, hacía racimos
con los pétalos aurorales de los regalos personalizados, sabía ponderar
el goteo de la amistad desde los lugares
sagrados, conocía el arte de
viajar por los laberintos del tú..
Distintas, pero unidas, las dos hermanas
nunca sintieron extrañeza por el
hecho de contar con tres padres, o, más bien tres madres, la creación,
la conservación y la evolución.
Con
el tiempo las hermanas se casaron
con una pareja de hermanos. Lo que dificultó las cosas fue que ellos no tenían la condición de gemelos de almas
complementarias . Ellos, los hermanos Cuidado, eran de diferente edad, lo que
carecía de importancia, salvo que
aquello tuviera algo que ver con
que no existiera un tiempo
compartido donde los yo de ambos pudieran alcanzar la mutualidad .
El
marido de Ejecución, era Don Vigilio Cuidado, el mayor. Sujeto limpio, observador impecable,
ordenado, habituado a hacer nudos para no dejar las vidas
sueltas, pronto a poner agujas
para separar los destinos. A pesar de su
buena intención no podía encontrarse con facilidad de mirada a mirada.
con Existencia Tampoco con su hermano Vate., el marido de Existencia.
Sumido
en el amor, Vate tropezaba con el sol,
con el viento, con los números,
con la yemas del tiempo. Quería contribuir a la relación entre las dos
parejas, pero Vigilio perdía la
paciencia cuando lo sorprendía poniendo las agujas en los nudos y tratando de llegar al interior de las
almas.
Sabedores
que los dos hermanos son hijos de
una pareja muy mal avenida., de
padre ausente, la del Caos y la
Naturaleza, las tres madres están haciendo esfuerzos por adoptar a sus yernos,
haciéndoles regalos de creación, . permanencia y desarrollo evolutivo.. A veces
están a punto de lograrlo. Tanto Ejecución como Existencia tiene certeza de que esa propuesta va a resultar. Tal como son tan
amigas las dos Confianzas, el futuro
traerá armonía para sus Cuidados.
Creatividad
Participación
humana en el devenir del ser.
Ilusión
y nostalgia de pasar de nuestra
posibilidad de re-creación a crearnos nuestro proyecto y el sentido de la realidad
Una
de las tres necesidades-capacidades últimas: creatividad, seguridad(su hermana
complementaria), sentido ( hermano
guía de las dos.
Crecer-perdiendo el centro
Una
meditación sobre una imagen de Neruda: ““El pétalo crece y no llega a la rosa “
Crepúsculo
Vejez del
Crepúsculo
,
1945( texto de nuestra adolescencia)
Es
el crepúsculo, fantasía de silenciosa espuma.
Entre
dos montañas hizo el sol un tajo
hondo y un hilo de sangre tiñe
mejillas azules del cielo.
Más
allá, viene un enorme témpano violeta
que
se va gastando en el fuego de la tarde.
Las
horas se cuelgan de la poesía de las cosas.
Los
días van huyendo de los ojos de los hombres
Entre
aristas de silencio y pensamientos en briznas
cansadas,
amarillas,leves, nada,
aparecen,
tenues, las señales de mi amada inexistente
Es
un momento, luego, en la distancia,
la noche esparce sobre nosotros su
brebaje
obscuro
y enciende la primera lucecita en mi
balcón.
Reina
la paz.
Firmemente unido a mi tierra que
enloquecida sigue su camino eterno,
yo gimo.
Yo
gimo.La noche con su cabellerea sombría
Y
rociada de plata
Arde,
late,se rebela dentro de mí.
Yo gimo, protesto, grito.
De sobra sé que esos blancos guijarros
son mis lágrimas,
mis
lágrimas que crecen y nievan,
noche a noche
Yo gimo
por esta pesada opresión de sombras,
por estos tuétanos musitando dolor en
pesadillas,
entre sombras y solamente sombras.
Yo
gimo
De
sobra sé que esos blancos guijarros son mis lágrimas
Mis
lágrimas que crecen y estallan noche a noche
Por este resbalar en suelos y sueños
blandos,
yo gimo, yo inútilmente gimo,
pues no puedo
despertar.
Aparto
las negras ramas de la noche
y
con absurdo golpeo
en
esa lápida inmensa
Nada,
yo no puedo despertar
lAh!
mi polvo es el único que arde,
que gime
que
late, que arde,
bajo
esta densa ofensiva de sombras.
Es
que mi polvo es mísero y templado
Yo
no soy mar para morder la tierra
y
bramar como cada uno,
como
cada uno de sus dedos azules y largos,
yo no soy llama que surque temblando
la realidad.
Inútilmente
aparto el negro ropaje de la noche ,
pues
bajo esa lápida inmensa
estoy
enterrado yo.
El Rincón de la Alegremia
Julio Monsalvo
Julio Monsalvo
Niño sentipensador alegrémico travesureando por la
séptima década de su giro planetario
EL RINCÓN DE LA ALEGREMIA
Alegremia es una palabra nueva!! Significa “Alegría que circula por la sangre”. Dicen las mujeres campesinas
que la salud tiene que ser cada vez más saludable… Y hay salud cuando hay
alegría, La alegría circulando por la
sangre se llama “Alegremia”
¿Y cuándo tenemos Alegremia? ¡Cuando tenemos lo esencial para
vivir!! ¿Y qué es lo esencial para vivir, lo que NO puede faltar?
Esas mismas mujeres campesinas nos
enseñaron que las cosas indispensables para vivir todas comienzan con la “A”:
Aire, Agua, Alimento, Albergue/Abrigo, Amor, Arte y otras “A” como Aprendizaje,
Amistad, Armonía…
Cuando tenemos en nuestra vida personal
y con la familia y con la comunidad toda Aire limpio, Agua pura, Albergue
digno, Alimento saludable, Arte para expresarnos, Amor en nuestras
relaciones…tenemos salud cada vez más saludable… Tenemos alegría circulando por
la sangre!!
SENTIPENSANDO LA ALEGREMIA
Historias, sucesos, pensamientos y sentimientos que hacen a la
construcción colectiva del concepto “Alegremia”
CANCIÓN DE LA
ALEGREMIA
Las
autoridades de la Escuela “Felipe Varela”, de Puerto Tirol, Chaco, Argentina,se
interesan en conocer sobre la Esperanza y Alegremia, programando una jornada
para el jueves 9 de junio de 2005.
Las y los docentes
han invitado a las y los estudiantes que quisieran concurrir en forma
voluntaria, ya que ese día coincide con un “paro con concurrencia al
establecimiento”.
Se reúnen casi 900
estudiantes, quienes para escuchar la historia deben dividirse en dos grupos,
dada la capacidad del salón de actos en el que se realizó la actividad.
Inmediatamente las
aulas se transformaron en un hervidero de chicas y chicos expresando sus
sentipensares mediante collages, pinturas, maquetas, etc.
En los días sucesivos,
unos 500 estudiantes pintan un póster gigante que es llevado a Ecuador para ser
presentado en el Foro Global de la Niñez “Esperanza y Alegremia”.
Por otra parte, en el
Paraje Cruce Viejo cercano a este pueblo, se desarrolla el Proyecto Rural "Descubrirse al paso", coordinado por la
compañera María Lila Bina.
Semanas previas a la realización de la Asamblea
Mundial de Salud de los Pueblos (17-22/7/05) un grupo de niñas y niños de 10 a
18 años reflexionan sobre las “A” de la Esperanza y la Alegremia.
De manera colectiva surgen sentipensares que se
hacen poema, con seis estrofas, una para cada “A”.
Una de las niñas, Melisa Skarp junto con su
profesor de guitarra, Gustavo Adolfo Almirón, componen la música.
Melisa y su hermanita Vijnaí la cantan y la
graban en forma casera en un CD y se la ingenian para que sea llevado a Ecuador
como aporte al Foro de la Niñez.
La canción se entona en las marchas de los niños.
Y esta es la letra de
lo que hoy se conoce como “Canción de la Alegremia”:
Del Amor
venimos
y al Amor nos vamos,
de la nada a todo,
somos unidad.
Si ríes yo río,
si cantas yo canto,
ya no estás más solo
conmigo estarás.
y al Amor nos vamos,
de la nada a todo,
somos unidad.
Si ríes yo río,
si cantas yo canto,
ya no estás más solo
conmigo estarás.
Aire que
respiro
y yo no te veo,
como un remolino
por mi cuerpo vas.
Queremos trabajo
para nuestra gente,
sin humos dañinos,
sin contaminar.
y yo no te veo,
como un remolino
por mi cuerpo vas.
Queremos trabajo
para nuestra gente,
sin humos dañinos,
sin contaminar.
Agua en mi
cuerpo
agua en la Tierra,
el agua es tesoro
de la Humanidad.
Si el Agua es pura
seremos pureza,
cuidando del Agua
me han de encontrar.
agua en la Tierra,
el agua es tesoro
de la Humanidad.
Si el Agua es pura
seremos pureza,
cuidando del Agua
me han de encontrar.
La Epidemia
de Alegremia
contagiándonos está
con las A de la Esperanza
no hace falta vacunar (Bis)
contagiándonos está
con las A de la Esperanza
no hace falta vacunar (Bis)
Alimento bueno
que nace en la Tierra,
placer en mi boca
y vida me da.
Primero la siembra,
después la cosecha,
si lo hacen tus manos,
¡más rico será!
que nace en la Tierra,
placer en mi boca
y vida me da.
Primero la siembra,
después la cosecha,
si lo hacen tus manos,
¡más rico será!
Abrigo es mi
pueblo,
la casa en que vivo,
también es la manta
que me da calor.
Pero hay algo amigo
que me quita el frío:
es tu abrazo tibio
que me trae el Sol.
la casa en que vivo,
también es la manta
que me da calor.
Pero hay algo amigo
que me quita el frío:
es tu abrazo tibio
que me trae el Sol.
Es Arte divino
la Naturaleza
y yo formo parte
de esa creación.
Y sueño colores,
bailes y poemas
que cantan la Vida
desde esta Canción.
la Naturaleza
y yo formo parte
de esa creación.
Y sueño colores,
bailes y poemas
que cantan la Vida
desde esta Canción.
La Epidemia
de Alegremia
contagiándonos está
con las A de la Esperanza
no hace falta vacunar (Bis)
contagiándonos está
con las A de la Esperanza
no hace falta vacunar (Bis)
Letra: Creación colectiva en talleres con Melisa Dayamí Skarp (12), María
Vijnaí Skarp (10), Juan Manuel Romero (13), Pablo Edgardo Romero (15),
Walter Andrés Romero (17), Viviana María
Rivarola (14), Marisa Romina Gómez (13), Jorge Emanuel Gómez (13), Fernando
Gabriel Arias (12).
Música: Melisa Dayami Skarp Bina y Gustavo Adolfo Almirón.
Voces: Melisa Dayamí y María Vijnaí Skarp Bina
De esta manera tan
bella aprendemos que nunca debemos subestimarnos. Niñas y niños muy humildes se
sintieron valiosos expresando este poema, creando su música y enviándolo a una
Asamblea Mundial, y así, con música y dibujo estuvieron presentes en el Parque
Calderón, la plaza principal de Cuenca, Ecuador.
Proyecto Rural "Descubrirse
al paso",
Cruce
Viejo, Puerto Tirol, Chaco, Argentina.
Contacto:
María Lila Bina, lilabina7@yahoo.com.ar
Puede escuchar esta canción en:
http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/Cancion_de_la_Alegremia.html
Niñas y niños cantando la Canción de la Alegremia en la celebración del
“Día de la Conciencia Ambiental y de los Derechos del Niño y del Adolescente”
en la Escuela Provincial de Educación Secundaria No 62 “Padre Luís Tiberi”
Tatané, Formosa, Argentina
NOTIALEGRÉMICAS
Noticias de hechos que suceden en alguna
parte del mundo, que sentipensamos que son signos de vida de Otro Mundo
Posible. Un Mundo Saludable que ya
está con nosotros. Son algunos de los seguramente muchos miles y miles de eventos que
suceden en el mundo. En el mundo pasan cosas y pasan cosas alegrémicas
LA ALEGREMIA EN CHIAPAS, MÈXICO
En el mes de
enero tuvimos la oportunidad de
ncontrarnos entre compañeras y compañeros del Movimiento de Salud de los
Pueblos (MSP) para conocer y compartir el trabajo que realizan desde hace años
por las Sierras del Sur. Partimos desde
San Cristóbal de las Casas y luego de un día de viaje por estrechos y
sinuosos caminos llegamos a la zona cafetalera. Nos alojaron amablemente en una casa donde se realizan los
encuentros y además nos invitaron con sabrosos platillos.
A la mañana
siguiente comenzaron a llegar las personas participantes del taller. La
propuesta es continuar y
profundizar el conocimiento
de sus derechos, salud y Buen Vivir, proyectos comunes. Su motivación es luchar activamente por la
defensa de los pueblos indígenas y campesinos en la región; a partir de un
trabajo organizativo desde abajo, por su territorio, por la justicia y la
liberación de los pueblos.
El sol nos
abraza esta mañana, en ronda nos presentamos entre risas y ejercicios
saludables. Luego se forman pequeños grupos de reflexión y junto a mi compañero
decidimos trabajar con los niñ@s
sobre la Alegremia. ¿Por qué?
Si pensamos en
la cobertura de las necesidades básicas para un bienestar general; preservar
los valores vitales y culturales en relación a la Madre-Tierra, el respeto a la
diversidad; manifestar cada quien cómo desearía que se desarrollen las A para
vivir con Alegremia.
Sólo
es necesario observar el entorno natural para conocer cómo se desarrolla una
vida en plenitud. Rápidamente
tod@s dispuest@s utilizamos el cuerpo, los colores, la palabra, el dibujo y así
van surgiendo ideas o ejemplos que se plasman en un cartel.
“La ALEGRIA para
la vida cotidiana (la representa la niña sonriente), AMOR compartido con amigos y en familia, APRENDER siempre
algo nuevo y socializarlo, aquí en la montaña se respira AIRE puro, mantener los ríos y cascadas
con AGUA limpia, cultivar y comer ALIMENTOS sanos (se dibujan frutas en los
árboles, animales sueltos y sanos, etc)”
Con alegría nos
juntamos en plenario y son los niños quiénes presentan y explican su
producción. Adult@s sorprendid@s aplauden con énfasis por el trabajo
presentado. Continúan ell@s mostrando sus trabajos en equipos y sus reflexiones
siempre van en relación a lo presentado por niñas y niños.
La jornada de
dos días de trabajo fuerte se desarrolló con mucho entusiasmo y agradecimiento
por parte de las personas de la comunidad. Sin dudas, las A de la esperanza de
la Alegremia son alternativas que promueven la lucha de los colectivos para el
ejercicio de los derechos de los pueblos, por la defensa de la tierra y por una
vida digna.
GRACIAS a tod@s por tanta bondad al permitir
compartir nuestras vivencias.
Seguimos viaje con nuestros corazones
repletos del afecto comunitario.
Alvaro Restrepo Gaviria,Medellín,
Colombia
Cristina Ruiz Heinzmann, Rosario, Argentina
lacheruiz@yahoo.com.mx
Y LOS POCOS SE ENCONTRARON Y FUERON MUCHOS…
Formosa, Argentina
La gran cita era el jueves 20 de marzo, para
reunirnos en un salón en la hermosa costanera formoseña sobre el Río Paraguay.
Los días previos llovía y llovía. El jueves amaneció nublado y con
llovizna. Sin embargo, comenzaron
a llegar vecinas y vecinos de distintos barrios de las ciudades de Formosa,
Clorinda, Pirané y de las localidades de Mansilla y Villafañe.
Cuando nos dimos cuenta, eran alrededor de 300
personas representando a muchas más, convocadas para compartir lo que día a día
hacen en su vecindad para promover la salud integralmente.
Con afiches artesanales, con fotografías, con
carteles, exponían sus saberes y haceres compartiendo preparados de plantas que
ayudan a la salud, alimentos saludables como pan casero y mermeladas naturales,
reciclados de plástico, vidrio, papel y mucho más.
La idea surgió a fines del año pasado cuando tomamos
conciencia de la gran cantidad de personas que en nuestra provincia realizan
actividades solidariamente para cuidar la salud, para cuidar la vida. Se pensó que era importante un Encuentro que hiciera visible
que los pocos somos muchos y que fortaleciera el sentimiento de pertenencia al
gran movimiento de la Vida por la Vida.
El lema de esta alegrémica fiesta fue “Fortaleciendo
nuestras redes por la Salud en Manos de la Comunidad”. El devenir del Encuentro
confirmó que la salud está en nuestras manos si las redes que nos unen están
fuertes, ya que después del recorrido por la feria de experiencias, los
participantes se agruparon por territorios y soñaron y planearon juntos
acciones conjuntas para continuar cuidando la vida.
Como corresponde en las grandes celebraciones, nos despedimos bailando,
entretejiendo sueños, pasos y alegrías!!!
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!!
Julio Monsalvo
Formosa, Argentina
“NUESTROS
ALIMENTOS TRADICIONALES”
Nuestra querida amiga
Antonella Cardacci, de la Residencia de Medicina General de la Provincia del
Neuquén, se halla realizando una Estadía en el Programa Salud Comunitaria de
Formosa.
Antonella nos ha hecho
llegar amablemente sus vivencias participando del 2do. Encuentro
Regional del Noreste Argentino,
“Nuestros Alimentos Tradicionales. Seguridad Alimentaria, Identidad y
Diversidad Cultural en Argentina, organizado por el Ministerio de Desarrollo Social de la
Nación.
En la
apertura de este encuentro, a través de la presentación grafica, cada provincia
de la región, tuvo la oportunidad de compartir sus experiencias comunitarias.
Desde el Programa de Salud Comunitaria presentamos la experiencia “Cocinando
con las plantas nativas de nuestra
tierra”, en que la compilación de recetas como la de pizza de mandioca y la
sopa paraguaya, entre otras ,ayudan a recuperar y transmitir, reconocer y
valorar las prácticas ancestrales, y por sobre todo, a brindar un espacio de
encuentro con los otros.
También
compartimos un encuentro de alimentación saludable realizado en el Centro de
Desarrollo Comunitario “Santa Catalina”, del Barrio 20 de julio.
Mientras
recorríamos el salón donde estaban
expuestas las experiencias, los productores regionales daban muestra de sus elaboraciones con
los sabores locales.
Al día
siguiente, tras la inauguración formal del encuentro, con autoridades
provinciales y nacionales
participamos de una mesa constituida por integrantes de diferentes
comunidades aborígenes: mujeres artesanas del Barrio Nam Qom de Formosa, comunidad guaraní de Misiones,
comunidad Qom de Chaco, Pozo Maza y Rinconada Formosa, y Pequeños Productores
de Feria del Chaco, quienes a través de sus relatos resaltaron la importancia
de revalorar las costumbres y alimentos tradicionales.
El
cierre del encuentro se dio con una serie de talleres en torno a la Soberanía
Alimentaria.
Esperamos
que este no sea el cierre de aquello que nos convoca a seguir rescatando la
cultura de los pueblos originarios, y que siga siendo una forma de encuentro
con la identidad. Otro espacio más donde encontrarnos.
Antonella Cardacci
UN CONGRESO QUE HACE VISIBLE LA LIBERACIÓN
Mar del Plata, Argentina
Durante los días 10 al 12 de abril, se desarrolló en
Mar del Plata, el 3er.Congreso de Medicina General de la Provincia de Buenos
Aires, teniendo como Lema “Compartiendo prácticas con nuestras comunidades”, lo
cual ya indica una actitud que rompe los modelos hegemónicos autoritarios.
Este Encuentro, como todos los Congresos de Medicina
General, sean nacionales, provinciales, regionales o locales, no ha solicitado
ni aceptado subsidios de la industria farmacéutica.
Tuvieron un notable protagonismo vecinos de barrios
de las ciudades de Formosa y Clorinda, Promotoras y Promotores de Salud de San
Luis, y Equipo de Salud de
Florencio Varela.
En todos los espacios hubo un fuerte acento de
participación. Algunos de ellos fueron “Vínculo y Salud-Sistema Biodanza”;
“Esperanza y Alegremia”; “Sistemas alternativos de comunicación” ,”Incorporando
plantas”, “Técnica de liberación emocional en Atención Primaria y mucho más.
El Movimiento Mundial de los Pueblos auspició este Congreso.
Participaron María Zúñiga, David Werner y Julio Monsalvo, tres activistas
que fueron miembros fundadores del Movimiento que se constituyó en la Asamblea
Mundial de Salud de los Pueblos, realizada en Bangladesh en el año 2000.
La construcción comunitaria de la salud es un
proceso de libertad. La libertad es un valor esencial que hace a la salud-
Un Congreso más de Medicina General que hace visible
diversos aspectos de liberación. ¡La liberación es posible!
SENTIPENSARES SOBRE “CUIDAR LAS GENERACIONES FUTURAS”
Compartimos sentipensares que hemos recibido de dos
queridos amigos, tras la difusión de la última Carta que sale del Cuerpo, la
columna editorial de la página altaalegremia, con las voces de las Sabidurías
Ancestrales que enseñan a pensar en la séptima generación venidera antes de tomar cualquier decisión.
Luis
Weinstein, quien con sus jóvenes 83 primaveras se presenta como “Escritor,
Médico y Educador Silvestre”, nos expresa:
Ciertísimo,
hay VIDA en las culturas ancestrales, hay Vida en las enseñanzas y
propuestas de Manfred Max Neef, hay ViDA y mensaje de CONFIANZA EN
LA VIDA en cada niño que sonríe, gatea, silabea...
Hoy
vengo de un encuentro con adolescentes de una escuela de provincia,
No me conocían Me tenían preguntas, una comida hecha por ellos, hasta una
caricatura, todo sin conocerme. Como si me conocieran de mucho tiempo, me
sometieron festivos a un test de contestación rápida, corteses pero
alegres, con humor y audacia. Hay VIDA en los adolescentes ... ¿Por qué no
decirlo? Hay Harta Vida en la VIDA. Y por eso tiene
victorias. Salud y Abrazos.
Luis Weinstein
Santiago de Chile
Alberto
Valente, peregrino, ciclista, actor, poeta y de cuando en cuando también
trabaja como odontólogo, nos hace llegar sus siempre profundas reflexiones:
¿Se puede vivir sin soñar? ¿Sin
sentir que la vida no nos pertenece? ¿sin buscar lo posible de lo imposible?
"Quizás la vida nos va llenando la mochila de la experiencia
emocional", uno pasa por muchos estados, se hace muchas preguntas y cuando
la experiencia suma unas cuantas décadas, las respuestas son una anécdota
y las preguntas se transforman "en la hoja de ruta" "
palabras de Marcelo, mi hijo, para mi aniversario con la vida... Para cuando el
sueño de cada uno se convierta en nuestro sueño colectivo. La VIDA siempre
espera, sepamos habitarla compartiendo.
Alberto Valente
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
En esta sintonía, nos parece oportuno
ilustrar esta Gacetilla con la Obra “La Minga por la Vida”, de Jafeth Gómez. Sus pinturas para la Vida son luces de los nuevos
amaneceres de Otro Mundo Posible que ya es.
La Minga es una forma de trabajo colectivo típico de los pueblos
indígenas de los Andes y practicada también en nuestra región. Este ejemplo de
organización nos ha guiado para que, entre todos, busquemos modelos de vida
digna basados en la justicia social.
Jafeth Gómez
Popayán, Colombia
PINTUALEGRÉMICAS
Los Colores de la Vida y de la
Esperanza
Pinturas para la Vida, las cuales son
luces de los nuevos amaneceres de Otro Mundo Posible que ya es.
MARIPOSAS DE VUELO LIBRE
Cuando pinté esta obra pensé en la imaginación de los niños y
las niñas. El vuelo libre de las mariposas simboliza los pensamientos que
viajan junto a los sueños en la búsqueda incesante de anhelados y fantásticos
mundos, donde habitan en bellos parajes la sabiduría, el amor, la ternura… Nos
recuerda nuestra vocación a la libertad y al derecho de soñar siempre!
Jafeth Gómez
Popayán, Colombia
www.jafeth.proyectokalu.com
[1]
Sociólogo de profesión, Cientista
social de ocupación, filósofo de tiempos libres, poeta de afición, yogui de por
vidas, meditador, soñador, trabajador de fronteras, crítico, compilador,
vegetariano por convicción y causa, ecologista en formación, admirador sin límites.
[2] Sobre la amoralidad del modelo económico ver….
[3] Palabras pronunciadas por Martin Luther King en el Sermón Loving Your Enemies (17 de
noviembre 1957).
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