Conversando desde la Amistad (292)
Palestina e Israel
La paz es posible. La condición es
el cambio del sentido común, de la convivencia y de la conciencia.
Encuentro 29-8-2013
El título es una conclusión anunciada. La paz es posible si
cambia el sentido común hegemónico y ello implica un proceso de desarrollo
personal, grupal, de redes, de la
educación, de la política.
Un tener en el centro
la necesidad de llenar un gran vacío, el de reflexionar, sentir, aprender,
dialogar, sobre el ser humano, sobre quién somos estos sujetos que hemos entrado en la era
planetaria m estos seres complejos
que ponemos un satélite en
Marte y permitimos que una parte de la humanidad se muera de hambre y que siga en gran escala la producción y el
comercio de armamentos.
La paz segura, la que llegue a estar tan afianzada en el
sentido común como el rechazo del
canibalismo, requiere una nueva política, una política más grande y
profunda que la economía, y los juegos de poder , una política del
ser humano en armonía con la naturaleza, en militancia en la vida.
Esa política se funda en la naturaleza del ser humano,
inseparable de su contexto, de las muchas dimensiones de su ecología.
Es aplicada,
asume que hay conflictos,
que la paz debe ser cultivada, recuerda el relato de Kant
sobre un hostelero holandés que tenía pintado un cementerio bajo el título irónico de la paz perpetua.
No, la paz es con vida, con conflictos, con una cultura hegemónica que aúna la ayuda mutua y la equidad con el respeto a las diferencias. La paz es práctica de la
salud, en un sentido integral.
Trataremos de
seguir mostrando los sesgos en que nos basamos para este marco referencial,
Primero, daremos unas viñetas, episodios, pequeñas experiencias que nos sirven de ilustración y anticipo de lo que
deseamos expresar. Luego, vendrán
unas notas sobre la
situación, la crisis global. Finalmente, desarrollo humano.
Algunas viñetas introductorias
Podemos ser amigos
1948, plena guerra
entre judíos y Palestinos,
conversamos tres grandes amigos, Samir Nazal, Alberto Rubio y yo. Se cruza un conocido. Pregunta con sorna ¿Alberto, estás de árbitro entre el turco y el judío?
Contestación: no, soy parte de un trío de grandes amigos. Efectivamente, fuimos
inseparables.
Debe ser judío
Estoy recién recibido
de médico. Viene a verme un colega muy cercano. Llaman la atención sus rasgos faciales bien típicos de los pueblos
andinos.
Mi abuelo está de visita. Es una persona muy bondadosa, muy
cordial, especialmente cortés. Me llama la atención que permanezca cerca de
nosotros mientras conversamos.
Se va mi amigo. Comenta mi abuelo: Es inteligente tu amigo.
Pregunta ¿Es judío?
Compromiso y exterioridad
1953 Festival de la
juventud en Bucarest, por la Paz y la Amistad 32000 delegados. Preside
la delegación chilena José Toha. Anima
la alegría general Augusto Olivares. Homenajea a Rumania y su premier Petru Groza llevándonos a
cantar “Don Pedro Aguirre Cerda y su distinguida esposa que bien hubieran
estado aquí con Petru Grossa”. Gran fraternidad entre todas las delegaciones.
Se anuncia el fin de la guerra en Corea. Profunda emoción. Empieza en forma
espontánea un grito desde el fondo del ser, con treinta mil voces: ¡La paz en
Vietnam, la Paz en Vietnam! Se me acerca un delegado chileno. Un
estudiante que estaba haciendo turismo en Europa y se infiltró en el festival.
Comenta: ¿te das cuenta lo que hace el ritmo? Al lado nuestro se abrazaban un coreano y un
norteamericano.
La Confianza
1972 Estoy en un
Congreso internacional de Salud mental en Jerusalén. Es el tiempo de la
Unidad Popular. Traigo un trabajo sobre grupos de apoyo a la participación en salud en Chile,
una delegada critica: eso es terreno para un demagogo. Salgo a caminar por Jerusalén antiguo.
Desde la ventana de un café unos jóvenes me invitan a sentarme con ellos. Torpemente, no sé por
qué, farfullo…yo soy judío. Me contestan: ¿Ya, todos somos
personas, de alguna parte? Tómese el cafecito, amigo, conversemos.
Los
nacionalismos.
Mi tío Abraham Drapkin o Daróm vivía en Israel, había
sido embajador y vice
ministro de relaciones exteriores. Él, zionista,
yo no. Habíamos sido muy cercamos
mientras permaneció en Chile. A pesar de la diferencia de edad, fue un
puntal en mi formación, gracias a
su trato de igual a igual. Empiezan los acuerdos de Oslo y lo llamo para felicitarlo- No, me dice, esto no
va a resultar, son dos nacionalismos…
Son dos nacionalismos en la época de la globalización. La globalización
económica, la globalización sin humanización. La globalización que no ha superado el nacionalismo, ni mucho
menos su raíz autoritaria.
Cuando mi
abuelo separaba a los judíos de los no judíos, cuando alguien duda de
que un palestino y un judío pueden
ser muy amigos, cuando alguien no confía en la participación de la comunidad en
tareas de salud, cuando dos pueblos no pueden dialogar, tenemos un problema de desarrollo
humano, Rémoras un problema de salud en sentido de la salud integral. Rémoras
autoritarias.
En este momento lo que vivimos es una crisis de época,
de evolución Una crisis de salud
integral.
Es la crisis de evolución que lleva a pensar en la crisis del desarrollo humano como tal Crisis que conduce a la
consideración de la naturaleza humana
A la crisis constitutiva del ser humano.
Crisis por la tensión entre el desarrollo científico tecnológico,
espectacular, a nivel utópico, al estilo de la ciencia ficción, en contraste
con el desarrollo estagnado de la convivencia, de las conciencias, de los
derechos.
Crisis por enormes desigualdades, por pobrezas económicas y
pobrezas espirituales, por violencia, por soledad, por ruptura con la
naturaleza, por relaciones
instrumentales y de explotación entre los seres humanos.
Crisis por la tensión entre el economicismo individualista,
frívolo y los fundamentalismos dogmáticos.
Crisis por el debilitamiento de los referentes libertarios, sociales, y los
espirituales tradicionales.
Crisis por la falta de conciencia generalizada de que estamos en una crisis de desarrollo humano, del derecho de los humanos
a ser humanos
Crisis porque han surgido diversas respuestas al
economicismo y al fundamentalismo. Se dan, incipientes, plenos de diversidad,
los primeros brotes, en distinto grado de maduración, de un nuevo paradigma
cultural básico.
Son movimientos culturales como los derechos humanos, el diálogo de culturas, el
feminismo, la ecología.
Son porfiados trabajos sociales y comunitarios.
Son miradas científicas que se apartan del mecanicismo
omnipresente, provenientes de la física, de la biología, de la psicología, de
la epistemología.
Es la nueva e incipiente mirada paradigmática, la de la
complejidad, la de la ecología integral, ambiental, social, subjetiva, la del amor
y el desapego.
La nueva mirada
es minoritaria y heterogénea, en el mundo y en Palestina Israel. ¿Pueden
entenderse estos vecinos? ¿Entenderse? Sí, por la vía de la negociación, sí por
la senda de los juegos de poder,
sí, en forma pragmática.
¿Comprenderse? No, por ahora, desde la confianza, desde el
diálogo de humanos a humanos.
¿Entonces?
Por cierto, como podamos apoyemos la negociación, pro paz Sin embargo, ella será un posible intervalo entre
guerras, no será una realidad
confiable, mientras no haya confianza para eso.
Necesitamos confianza de las minorías activas en el Wu Chi, de los chinos, la
amenaza, Wu despierta la búsqueda de la salida, del Chi.
Necesitamos un
cambio de paradigma, un cambio de
conciencia, un cambio de sentido común. Es decir, dejar atrás el narcisismo, el
individualismo, el economicismo, el nacionalismo. El autoritarismo.
Requerimos reivindicar la política, la política grande de promoción humana De salud en el
sentido integral.
La política que
entre en los laberintos de la situación humanas, de los temas de le identidad existencial y la de la
pertenencia, de la entrada a
la intimidad y al multiverso, a lo
poético y a lo prosaico, al amor y a el desapego, la política que cuestiona el
poder y al autoritarismo, la política de salud integral.
Una política, un camino hacia la paz con sentido
antropológico, dialogando y superando el sentido común actual, integrando los
derechos y responsabilidades humanas, las diversas ecologías, los distintos
planos de lo que es el ser humano.
Educación para la paz practicando la paz, dialogando, entrando
en los grandes temas del poder, del autoritarismo, de las necesidades humadas, de los derechos humanos, de
los límites y las posibilidades humanas.
Ya se dijo: un aletear de mariposa en Chile puede despertar
conciencia en mucha partes. Lo han demostrado Maturana y Varela, Gabriela
Mistral y Pablo Neruda, nuestro
desarrollo social hasta el 73, nuestro Frente Popular y nuestra Unidad Popular.
La idea es enriquecer la coexistencia, practicar la paz activa Esa que enseño Hölderlin al escribir:
“quien piensa lo más profundo ama lo más vivo”.
Es un secreto a voces que lo más vivo es la paz y la
amistad, su camino de hacerse cargo de lo humano, de plantearse una paz activa
en que el hacer y el tener no nos alejen del ser, en que los roles no oculten la persona, en que coexista la
ética y la estética, la eficiencia, el amor a la vida y la búsqueda de su
sentido. Una paz activa en que cada una, cada uno, entregue de acuerdo a sus
capacidades y reciba de acuerdo a sus necesidades.
Por cierto algo
de eso ya pasa en Palestina e Israel.
Nos lo escribe hoy la chilena Andrea Marcovitz pacifista
residente en IsraeI que educa con unos muñecos, partiendo de un kibutz, y ahora
acude en trabajo voluntario a un hospital que atiende refugiados de Siria. Dice
Andrea:
“Han pasado cosas fuertes estos días
en Israel, el lunes volvíamos a visitar el hospital donde están niños de Siria,
fue fuerte enterarnos que una pequeña había regresado a Siria...quién sabe qué
será de su vida...mis muñecos con pena saludaban a otros nuevos pequeños
heridos que apenas alcanzaban ante su frágil dolor físico a sonreír...”
Es la mirada humana inseparable del sentido de misión. Lo
ejemplifica la mirada, la sensibilidad de la poeta palestina Rafeef Ziadah.
VEO LO QUE DESEO
Rafeef Ziadah
Miro hacia atrás esta noche
en las hojas de los árboles y
en las hojas de la vida.
Contemplo la memoria del agua
y la memoria de la arena.
No percibo esta noche
sino el final de esta noche,
sonidos del reloj que roen mi
vida segundo a segundo
y reducen la vida de la noche.
No queda de la noche ni de mí
tiempo en el que combatir
pero la noche regresa a su
noche
y yo caigo en la fosa de esta
sombra.
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