Conversando desde la Amistad
(285)
Educación
Manifiesto sobre la
Educación
Escribe Antonio Vicente Palma, desde
España
Declaración de principios y finales
Debo declarar:
·
Que la educación no me la encuentro, aparece como placenta al momento que nazco.
·
Que nunca pensé ser profesor, educador o
guía de nada ni nadie en mi proyecto de vida.
·
Que no me agradó el
sistema educativo en cualquiera de las etapas de mi propia formación y
deformación.
·
Que sí la he pasado bien
con mis pares en estas etapas en lo que respecta a haceres, hablares y vivires
no vinculantes al aula. Por lo que
se desprende que ese es el ambiente
que intento promover intra-aula.
·
Que de la mayoría de los procesos de
enseñanza aprendizaje vividos lo que más me estresa son las evaluaciones y
calificaciones. Por lo que mi trabajo está lejos de considerar que utilizar
estos parámetros para relizar este trabajo sean espectos
trascendentales del
aprendizaje.
·
Que, por lo demás, nunca
he sido de los “mejores”, pero
si he comprendido y captado tanto
o más de las materias, como mis
pares, aún de los que me superan en notas, debido a que los mejores por el tipo
de medición dependen mucho de la nemotecnia (memorización), y sí que es frágil
la memoria. Y al no centrarse en los instrumentos calificativos, en vez de la
experiencia y el disfrute, asegura mayor anclaje del conocimiento.
·
Que después de encontrarme con un país-planeta
en mi infancia, en mi adolescencia
me cambiaron el escenario social y
político, para más tarde que temprano, en mi juventud tuviera que reaccionar
contra la dictadura. Donde la ecucación recibe una de las peores partes, para
que colabore con el deterioro de una sociedad sencilla y crecida como era
considerada. Aun así gual me drenan
las ideas del cambio que violentamente tratan siempre de acabar. Los procesos
educativos que ahora vivo como
“adulto”se insertan es ese “ambiente”,
y desde allí deben ser entendidos, en su fuerte dimensión social.
·
Que me sobreviven las ideas de una sociedad
distinta que se potencia desde los espacios educativos. Y que probado algunos
intentos fallidos, los cambios sustentables, la construcción de un país planeta
distinto pasa ineludiblemente por idea de educación que trasciende de la certificación, y la
acumulación de conocimientos. Entre otras dimensiones.
·
Que las imposiciones educativas para
adiestrar trabajadores asalariados, y consumidores de productos inservibles no
son mis temas.
·
Que el educador se me
emparenta con mi ser profundamente
político.
·
Que la educación debe
partir desde curar la desesperanza, la desconfianza, la expoliada autoestima
del ser, lo que el modelo impone
como sujeto determinado por la tv, los medios masivos, y cualquier autoridad
relativamente público, incluso nosotros los docentes. Mi misión pasa por
cuestionar, escuchar, proponer, disponer y hacer ya.
·
Que la labor del
profesor que llevo tiene serias
dificultades para construirse como poeta(creador) de cambios, porque el entorno
piensa diferente y resiste como condicionante de las estructuras dominantes que
se han hecho en facto y en derecho de todas las instituciones educativas. Así
de todas formas converserme que puedo cometer errores pero que no tan estoy
equivocado.
·
Que nunca en mi aula ha
tenido ni tendrán cabida la consigna, ni los dogmas.
·
Que lo único que ha
tomado fuerza es construir en el
aula la práctica del escuchar y del poder de la expresión-opinión; y en
un orden distinto; leer y ser capaces de
expresarse por escrito, de manera inversa a como había estado planteado
pedagógicamente en los siglos anteriores. Así los discursos petrificados de los
poderes hegemónicos pueden empezar a ser desmontados. Y aparece la práctica educación
en la práctica de la libertad.
·
Que vamos tras los
cambios, que no son visibles ni medibles con herramientas toscas como las
calificaciones y otros (simse, psu, evaluación docente), que son cambios mili
milimétricos, y que sus efectos insospechables nos sorprenden en grandes
cambios.
·
Que no se me aparece
otro destino más digno.
·
Que pese al maltrato he disfrutado del encuentro
profundamente humano que me da la intimidad del aula y la cercanía con mis
alumn@s.
·
Que aunque el dinero no
es directamente proporcional a nuestra labor, los beneficios son incalculables
para la especie humana.
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