Conversando desde la Amistad(351)
La elección , un texto de Miguel Ángel San Martín
Lo ubicamos en al Cuidado (23), aunque también representa Salud Integral
EJERCER NUESTRO PODER INDIVIDUAL.
Miguel
Ángel San Martín
Diario
Crónica Chillán
Viernes,
1° de noviembre de 2013.
Versión Original
A pocos
días de un importante proceso electoral, me da la impresión de que en Chile
estamos en presencia de un nuevo impulso democrático para ejercer los derechos
sociales y de exigir sus cumplimientos.
Cuentan que
antes del Siglo V a. c., cuando existían los Eupátridas (Nobles), los Demiurgos
(artesanos), los Geomoros (campesinos) y los esclavos, en la antigua Grecia se
juntaban circunstancialmente los demiurgos y los geomoros, conformando mayorías
suficientes como para derrotar a los Eupátridas, adoptando decisiones
generales de la sociedad de entonces. Y que de allí se fue conformando el
concepto representado por la palabra “Democracia”, que el mismo griego la
describe como Poder del Pueblo (Demos=Pueblo y Cratos=Poder). Entonces,
podremos colegir que los procesos democráticos actuales no difieren mucho de
aquellos tan antiguos…
Al margen
de estas consideraciones histórico/humorísticas traídas a colación, estamos
convencidos que es bueno participar en el ejercicio de un derecho que nos da
poder a cada uno de los ciudadanos, para adoptar decisiones que son colectivas
y que, a la vez, nos afectan individualmente.
La era
moderna nos ha posibilitado encontrar mecanismos de participación, como seres
libres e iguales, que permiten legitimar las decisiones que nos llevan a una
convivencia social mejor. Por eso, resulta lógico pensar que estos mismos
mecanismos han de ser voluntarios, formados e informados adecuadamente, para
que cada uno de nosotros los utilicemos de acuerdo a nuestro leal saber y
entender.
Hace unos
días solamente, hemos conocido una encuesta que revolucionó el ambiente general
de nuestra sociedad, porque en forma científica hurgó en las voluntades
mayoritarias y proyectó resultados de las próximas elecciones que viviremos en
nuestro país. Unos la descalifican, otros la alaban. Unos colocan aquel sondeo
en la pared de su casa para salir a la calle con un convencimiento, en tanto
que otros lo dejan en el baúl de los recuerdos, esperando que el 17 de
noviembre los hechos lo desmientan.
Lo que
ninguno ha dejado de decir es que mientras más votemos, mejor. Porque será más
explícita la voluntad popular. Porque será más contundente el pronunciamiento
ciudadano. Porque no tendremos excusas después para quejarnos de que nuestros
intereses particulares o de grupos, han sido vulnerados.
Es bueno votar. Es
necesario que cada uno se considere un elemento vital en el proceso social y
participe en un hecho colectivo de tal magnitud. Es fundamental para que el
sistema democrático funcione –como lo hicieron los antiguos- que el ser único y
personal se sume al colectivo y empuje el carro del progreso social hacia la
concreción de los anhelos de un pueblo en marcha. Si no lo hacemos, le estaremos
dando la oportunidad a que otros decidan por nosotros. Y eso no aceptaría
excusas ni lamentos posteriores.
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